Partida Rol por web

Yidorac da otro sorbo a su infusión ya fría, pensativa - Blavatsky, no son malas candidatas... ¿Pero porqué no Shaira Aira? Comprendo la lógica de tu argumento al acotar a las posibles traidoras en esas listas, pero... con ella no soy capaz de recordar nada que la descarte expresamente, ni por descubrimiento ni por insinuación.

¿La olvidaste, o acaso sabes algo que desconozcamos?

Tu que te crees la mas lista de la lase, sabras porque no esta entre ellas... y si no lo sabes ya sabes lo que te toca....ademas despues de asesinas a Alandra, no veo porque habria de dar explicacion alguna....

El cónclave decidió asesinar Alandra, no yo, por muy orgullosa que haya estado en participar. Ya está hecho y sobra reiterar los motivos, sean o no compartidos por todas.

Con criaturas como nosotras, brujas descendientes de entre las más poderosas, prefiero no hacer conjeturas y basarme tan solo en lo que SÉ con seguridad. En cualquier caso, no te preocupes, Blavadsky... si ella es tu protegida personal, no seré yo quien lo cuestione.

Aunque es posible que otras no opinen de igual manera...

Shaira se giró hacia Yidorac.

Que extraño que de tu boca salgan palabras envenenadas, Yidorac. Me exasperas con tanta palabrería pero no puedo negar que colaboras con la causa como la que mas.

Eres poderosa, si yo fuera una de las ladronas te hubiese eliminado de las primeras, hubiese sido lo mas inteligente. Pero no ha sido así por que yo estoy de tu mismo lado, me guste o no...

Yidorac juntó ambas manos y las apoyó sobre sus labios. Sus ojos iban de Shaira Aira a Blavadsky alternativamente. Aprieta los labios y traga saliva despacio.

- Muy bien... tus argumentos me dejan anonadada. - Girándose hacia Gala - Me temo que efectivamente ya no es necesario mirar en el interior de Shaira Aira... ni de Blavadsky tampoco, por añadidura. Si estás a tiempo, será mejor que elijas a cualquier otra para tu don, Gala. Estoy segura de que sabrás elegir correctamente.

- Y ahora, si me disculpáis, y con un misterio más resuelto... - con una inclinación burlesca - esta humilde servidora se retira - Con toda la dignidad y seriedad que pudo reunir, da la espalda a ambas y comienza a alejarse para regresar a su asiento habitual.... y a medio camino la risa la traiciona. Se lleva la mano a la boca, intentando contenerla sin resultado y sus hombros comienzan a sacudirse - No me lo puedo creer... es demasiado bueno para ser verdad... - ¡jajajaja!

Shaira contempló a Yidorac con odio en su mirada pero no dijo nada mas.

Tras la muerte de Alandra, decidí mantenerme al margen y escuchar. Estaba furiosa, habían cambiado mi voto y la que fuera que lo hubiera hecho no iba a irse de rositas.

Yidorac. ¿Se puede saber el por qué de tu risa? 

Había preguntado Eowin, tras ver aquella risa tan extraña en la anciana de la casa de Shaiya.

Creo que piensa que Shaira y Blavatsky están enamoradas, aunque no estoy muy segura pues Yidorac es muy peculiar y no piensa como las demás, y que por eso se protegen. Tal vez sea así, no tengo ni idea y de todos modos no es algo que me preocupe.

Por cierto ¿que pensáis de Vikonia y Lethalia?, yo creo que junto a Seren y Morgana son las cuatro asesinas que vinieron aquí, pero por desgracia no tengo pruebas...

No se que pensar... Sólo se que son las más calladas del grupo, aunque por eso, no debería ser necesariamente que sean las asesinas o no.

Aunque esto no quita que las defienda, sólo digo lo que veo y escucho.

Lethalia comienza a reír entre dientes,extiende su abanico y tapa con el su faz mirando a Gunhilda Querida,me tienes entre ceja y ceja desde que llegamos aquí. Sus ojos se estrechan,divertidos,como apreciando a un chiquillo que no puede ni quiere entender Ya os lo dije el primer día,que cualquier hermana que con su magia pudiera decirle al resto cuales son mis poderes que lo hiciera,no os temo...pero quizás,querida Gunhilda tu si tengas que temer y por eso disparas nombres sin motivos ni argumentos Tras eso la risilla seguía saliendo de detrás de aquella oscura tela de araña con la que estaba fabricado el abanico.

Nebaleth se había mantenido callada, como si su mente vagase en un mundo que no era este, mientras sus labios se movían pronunciando palabras que se perdían antes de llegar a este plano de existencia. Sus ojos tenían una mirada férrea, que sin embargo se perdía en la nada mientras el resto de brujas dialogaban y acusaban, cada vez más nerviosas. Estaban dando disparos al aire, como si alguno de ellos fuera a impactar mágicamente en su objetivo, y ella se negaba a participar en eso.

Había demasiado en juego...Había ya demasiadas muertas...

No es por el amor que me río... - Con un gesto vago de la mano, como quitándole importancia - jejeje, aunque si eso fuera cierto tendría aún más razones para reírme - Pero no me hagan caso. No es algo por lo que se deba de temer, y al igual que con el resto de mis observaciones prefiero guardármelas a no ser que en este caso ambas me den permiso para expresarlas en voz alta.

Si puedo evitarlo, prefiero no dar información a nuestras enemigas.

Gunhilda - dijo girándose hacia la bruja e ignorando el resto de comentarios, mientras aferraba con fuerza el báculo de los vientos. La situación se ponía cada vez mas tensa y ella también - Yo desconfío de Vikonia, llevo haciéndolo desde hace un tiempo, pero mucho me temo que no tengo pruebas, digamos que es una corazonada...

Escuché atentamente a las brujas, ya quedábamos pocas y a pesar de que seguíamos muriendo, seguíamos encerradas, lo cual querría decir que hay malas brujas entre nosotras. Ya no sabía de quién desconfiar, así que simplemente me dediqué a escuchar y sacar conclusiones, las próximas votaciones se acercaban y yo estaba perdida.

Con total gesto de desaprobacion, sin hacer mas caso a las burdas y absurdas palabras de Yidorac, me dispuse a contestar a Gunhilda de Baverstock, creo querida que ya lo he mencionado apenas unos minutos antes, tampoco me fio de Vikonia, pero no tengo nada seguro...

La tenue luz ya añil sobre las nubes caía sobre el lugar, y con ella el imponente rey Morfeo adormecía vuestras atormentadas almas…

Pero el sueño no fue capaz de entrar en vuestras vidas pues un ahogado grito sobrevoló el lugar, alzando el vuelo de miles de pájaros que dormían en los robles cercanos…

Ante vuestros ojos, un cuerpo caído… sobre un lecho de tierra y raíces, que sostenían aquel cuerpo ya flácido por el toque de la muerte… Arë había caído y aunque su gesto parecía impertérrito un oscuro y delgado orificio atravesaba su torso dejando un leve hilo de sangre caer a través de sus dedos…

La sangre poco a poco cayó en el suelo, y como hiciera en otros momentos llegó hasta el cuenco lunar, y una vez allí se alzó la luz y mostró otro blasón más…

La noche aún no había llegado, y ahora el sueño se negaba a llegar a vuestros ojos, que aún miraban al cuerpo de Arë…

Pero no sería la única en caer… pues en tan solo un instante dos cuerpos más cayeron…

El cuerpo de Madame Blavastsky, cedió a la gravedad… y sobre el suelo, descansó sobre un manto de flores secas, que amortiguaron su caída, mientras su alma se escapaba de su cuerpo…

Y cercana a ella, otra más cayó… Shaira Aira, también perdía su alma, mientras su alma se perdía su cuerpo ahora pesado, caía sobre el duro y frió suelo… Un sonido roto y sordo, abrió un amplio silencio en el lugar… que solo fue aliviado por un pequeño surco de sangre que broto de sus labios…

Ahora la noche esperaba, vuestro descanso… siempre y cuando aquel suceso no interrumpiese vuestros sueños…