Partida Rol por web

Comienza un día soleado. Todos recogéis vuestro correo, pero os llama la atención una carta, parecía una invitación:

Hola amigo,

Después de estos años de paz y tranquilidad, he decido celebrarlo

todos juntos en una gran cena de gala. Se desarrollará en el castillo

de Bowser y en sus jardines. Estará llena de sorpresas asi que no te

la puedes perder. Se realizará todo tipo de actividades durante todo

el día. Habrá carreras de karts, ginkanas, la búsqueda de la estrella

y muchas más. No te lo pierdas.

                  Un saludo.

Así que todos os poneis en marcha hacia el castillo...

¡Yuhu! ¡una fiesta que suerte!¡que ganas de ir!

¡Bravo, bravísimo! ¡Habrá comida! ¡Mucha comida!

Y en seguida me puse en marcha

¡Biennnn!, yujuuuu, ¡vamos a divertirnos amigos!

¡Toads, acompañarme, iremos todos juntos!

-GO!

-¡¡O sea, increíble!! ¿Una fiesta, y no soy yo la anfitriona? Ummm.. ¡Tengo que ir y ver si realmente hay fiestas que merezcan la pena y no sean mías!

Wow una fiesta!!! – dadas mis características físicas y el hecho de morder burlarme de la gente cuando no me está mirando pocas invitaciones llegan a mi casa así que apenas leo la carta me pongo un gorro y parto hacia el castillo de mi amigo Bowser

Mmm una fiesta... será divertido y veré a los chicos, tal vez coja ideas para futuros inventos jejeje

A DK el correo le llegaba siempre por la DS... pero no conseguía leerlo bien... asi que se lo dio a Diddy, que estaba allí delante, para que lo leyera.. 

Diddy se lo explicó... además de decirle que no estaba firmado...

DK se enfadó porque le costaba confiar en los "no monos" y comenzó a "tamborear" el suelo con rabia HUUUUU HU HU HU HU  Cuando acabó su repertorio decidió ir al castillo a ver qué pasaba..

Apenas se lo podía creer. 17 millones ochocientos cincuenta y siete mil veintiocho goombas que hay repartidos por el mundo y el mensaje le llega a él. A él en especial. Se miró en el espejo, intentando ver alguna  diferencia con otros goombas. En principio no vio nada, pero se sintió importante.

Hizo una pequeña maleta, aunque no ocupaba demasiado al no necesitar de mudas, solo lo imprescindible para limpiarse los colmillos y afeitarse antes de que le saliera bigote.

"Vamos a la fiesta" pensó el pequeño champiñón.

Un día más recorría el camino buscando una tubería lo bastante grande como para hacer de ella mi hogar, asentarme finalmente como el resto de mis amigas pirañas.

Sin embargo hoy no será el día en el que encuentre mi hogar. Una planta-piraña sale de su tubería y me saluda alegremente -Hola Floro, me ha llegado una carta para tí.

Recojo con entusiasmo la carta y leo la invitación. Una fiesta, hace mucho tiempo que no me invitan a ninguna. Y quizá encuentre un hogar en el castillo de Bownser.

Bowsy, juguetón, estaba en los jardines del palacio de Bowser, jugando a perseguir Goombas. Estaba emocionado con la idea de la fiesta que iba a tener lugar en el castillo de su papá. Sabía que vendría gente de tooodo el reino. Quién sabe si incluso de más allá. Quizá de la galaxia.

Por ello, jugaba con una emoción contenida, y no veía la hora de que llegara el esperado día.

Una Fiestaaaaaaaaaaaa!!! Que bien, espero que haya mucha comida, sino me desilusionará haber ido.

Espero conocer mucha gente. ;-)

aviso a los matones..... ha llegado Yoshi .... neitor

Toad toma con dificultad la carta que le mandan. Después de recibirla piensa

Oh! Mierda, como voy a poder llegar hasta allí. Si al menos Mario me ayudase a llevarme. Al menos espero que esté la princesa Peach invitada. No puedo imaginarme el lugar sin su belleza. 

El pobre Toad seguía sólo y abandonado esperando al menos un Yoshi alado que pudiera pasar... 

pero lo que pasó como un rayo fue el kart-barril de Donkey kong.

Conducido alocadamente por Diddy mientros DK se dedicaba a coger los plátanos que había en los arboles de alrededor del camino...

El Kart paró y donkey señaló a Toad mientras le preguntaba... UUUHUUUKKKSHUUUHU ?

Luego señalaba su coche, un pequeño espacio vacío que había en él. UUHHUU HUUUH HUUKUU?

Aquella mañana, Toadette se despertó temprano, como hacía siempre. Tenía que trabajar mucho para que sus nuevas composiciones fueran las mejores del Reino Champiñon y su princesa Peach estuviese contenta con su resultado. Dando peculiares saltitos y tatareando una bonita canción llego hasta el jardín de su casita, cerca del Castillo ya que muchos ensayos de los conciertos se daban en el auditorio del Castillo, gracias a la bondad de la princesa.

Abrió su buzón, de un bonito color rosa como el de su cabello, un rosa muy especial, pero al instante salieron disparadas muchas cartas, que volaron justo con una racha de viento.

Toadette persiguió las cartas una por una, hasta conseguir tener todas en su mano. Y empezó a revisarlas, pero era lo de siempre: que si ensayos con el grupo, que si nuevos conciertos en otras partes del reino... aunque hubo una de ellas que le llamo la atención, porque el sobre era de un color rosa muy especial. Con emoción abrió la carta, pero se sorprendió con el contenido. ¿Ella, Toadette, invitada a una fiesta? ¿Como invitada y no como organizadora de la música? Aquello era increible. La pequeña setita miro con fascinación la invitación, aunque enseguida cambio de opinión y volvió a leer palabra por palabra la carta. ¿Seguro que no era para la princesa? No, era para ella. Aunque no ponía su nombre, aquel rosa significaba que era para ella.

De nuevo con saltos entro a su casa, y miro la ropa que se podría poner. Descarto cada uno de los vestidos, buscando cual era el ideal, pero uno le parecía muy informal, otro demasiado recargado, otro rojo, otro demasiado rosa... (y eso que todos eran iguales). Después de un largo rato, se dispuso a peinarse. Para esto no tardo tanto tiempo, ya que siempre llevaba unas graciosas trenzas, y aunque esta vez hubiera un gran evento, no iba a cambiar.

Luego aplazo todas sus citas de hoy para los días siguientes, y salió de casa, en dirección al castillo de Bowser, pero no sin sus frecuentes saltos y canciones. Puede que tardara mucho andando, pero sin ningún otro medio de transporte...

Tomé del brazo al mono gigante, el que tantas veces había sido enemigo de Mario, pero aún así sabía que él también había sido invitado. Así que me monté junto a él y me fui al palacio.

Decidida a ir, me dirigí al garaje de palacio. Encontré las llaves de uno de mis coches, pero no sabía de cual. Conducir no se me daba muy bien..

Probé con uno, pero no encontraba el lugar del contacto. Además tenía unos pedales muy raros..

-¡Huy no! -me dije-..¡que éste estropeará mis zapatos ultramegafashion! ¡Y son unos Toadboutin auténticos!

Probé otro coche disponible, y ése sí que funcionaba con la llave.

Tras leerme de nuevo mi chuleta de los pedales (DERECHA-ACELERAR, IZQUIERDA-FRENAR), me dirigí hacia la superfiesta con ánimo de no atropellar a nadie por el camino.

Observo como Donkey Kong monta a Toad en su coche y me paro delante del vehículo -¿Vais a la fiesta? ¿puedo ir con vosotros? -aunque mi tamaño es mayor que el del coche de Donkey he adelgazado bastante debido a mi viaje en busca de un hogar asi que no debería de haber problemas para montar con ellos.