Partida Rol por web

Al cerrar la puerta y ver que Tabatha estaba bastante enfadada, Lucas utilizó un tono bastante tranquilo con la intención de hacerle ver a su novia que no iba contra ella:

- ¿No crees... que te has pasado un poquito?- y acompañó las palabras uniendo el dedo pulgar con el índice de su mano derecha mientras achicaba los ojos. Temía la ira de Tabatha.- ¿Estaban hablando de Katherine? ¿La que se casó y secuestraron? 

Iban por los pasillos con andar bastante más tenso y brusco que antes, alucinando por la actitud que acababan de encontrarse y por el portazo en toda la cara, cuando alguien les llamó desde una de las aulas vacías.

Se trataba de Katherine Starks, la chica a la que habían rescatado hacía un mes de aquella base subterránea. Parecía estar bastante más recuperada, dando a ver que resultaba una chica realmente atractiva y guapa. Su caminar y su mirada indicaban decisión y valentía. Aquella noche no iba disfrazada pero sí vestida de negro, con el pelo recogido en una coleta alta:

- ¡Eh! ¿No habíamos quedado en la habitación de Tabatha? Vais en camino contrario.

Se pasó un rato asintiendo mientras la información le llegaba a su cerebro de forma lenta hasta que terminó de procesarla. Ahí se llevó la mano a su abdomen, como queriendo comprobar de primera mano lo que Emily le había dicho:

- ¿Sí? No lo he probado. ¡A lo mejor funciona! ¡Vamos a comprobarlo! 

Pero en ese momento se escucharon risas y pasos. Cada vez más cercanos.

- ¡Viene alguien!- parecían voces de adolescentes.- ¡Como sean alumnos se te va a caer el pelo!- y se puso a reír como si aquello le hiciera muchísima gracia.

Sonrió de nuevo a Mía tras separarse del beso y esta le dijo que le perdonaba bromeando. Esa era una de entre las tantas cosas que le gustaba de Mía, siempre sentía que esta le entendía. Le preguntó entonces por Isaac - Si, no te preocupes, pronto acabará todo y podremos pasar todo el tiempo que quieras con ellos. Por ahora lo importante es que no lo nombres, si alguien sospecha de que sabes algo sería peligroso - la abrazó.

Justo cuando Mía iba a asentir ante las palabras de Kegan, alguien se chocó con ellos en la multitud, casi haciéndolos caer. Iba con una capa con capucha negra tapando su rostro y era tan alto como Kegan.

- Perdón.- dijo entonces antes de elevar un poco la cabeza para que la pareja pudiera identificarle.

Mía:- ¡Isaac! ¡¿Eres tú?!

El chico asintió ligeramente. Estaba claro que no quería llamar la atención.

- Tenemos que hablar, pero no aquí. Seguidme.

Y comenzó a caminar entre la multitud hacia el vestíbulo principal. Mía, sorprendida por aquel encuentro, miró a Kegan.

Se sorprendió cuando alguien chocó contra ellos y alzó una ceja mientras miraba sorprendido al individuo que se ocultaba bajo una capucha, pero poco después alzó su rostro y pudo reconocerlo, al igual que Mía. Entonces les indicó que tenía algo importante de lo que hablar y se fue, por lo que miró a Mía un par de segundos y finalmente se acercó a ella y le susurró.

- Quédate aquí y cúbrenos de que nadie nos siga, por favor.

Tras eso, le dio un beso, le regaló una sonrisa para indicarle que todo iba bien y se fue tras Isaac.

No le fue difícil seguir a Isaac por los pasillos de Hogwarts. Bajaron a las mazmorras donde poca gente se atrevía a estar en Halloween y recorrieron el lugar hasta entrar en el aula de pociones. ¿Quién iba a ir allí a aquellas horas de la noche? Absolutamente nadie.

Una vez dentro y tras cerrar la puerta mágicamente, Isaac se quitó la capucha y fue hasta la mesa donde había un gran sobre que extendió a Kegan.

- Estas son las misiones, Kegan. Son los siguientes pasos que te prometí para acabar con toda esta locura. Los demás también están recibiendo su copia pero yo quería verte en persona. 

-No estoy enfadada con ellos... estoy enfadada con la situación. Desde que comenzó el curso, no... desde antes. Estoy cansada de ser siempre la última, de que se muevan los hilos a mi alrededor y nadie me cuente nada y que esperen que acepte sin más, sin rechistar. 

Se separa de la puerta. Ya les pedirá perdón luego, pero ellos también deberían entender como se siente. Al fin y al cabo, no se enteró de nada hasta que llegaron de la maldita base secreta submarina de los dragones esos... y Beth fue la única que fue a pedirle ayuda antes de eso.

-Siempre soy la buena y la tonta. Alguien de quien pueden aprovecharse porque siempre diré que sí. Y sí... es Katherine... la recatamos a principio de curso... a ella y a Isaac.

Tabatha parecía decidida a no dar su brazo a torcer y él no iba a insistir. Ella tenía sentido común y si pensaba que echarlos era lo más apropiado él no se quejaría. La apoyaría siempre en todo y en cualquier decisión. La noticia de que habían conseguido rescatar a Katherine e Isaac le alegró mucho aunque no sabía si quería enterarse de cómo los habían rescatado. Algo le decía que su novia se había metido en problemas.

- Me alegro de que saliera bien. Y ahora...- se acercó a ella. Volvían a estar a solas y hacía muchísimo tiempo que no se veían; además, Dean estaba dormido. Se acercó a Tabatha y posó sus manos en la cintura de la chica.- ¿...Qué tal si nos relajamos un poco? Me sé unos cuantos trucos...

No pude evitarlo y una lágrima cayó por mi sonrojada mejilla. Era lo más bonito que le había escuchado decir jamás. Viniendo de él todavía lo valoraba mucho más. 

- Tonto...- Le contesté secándome la lágrima con la muñeca. - Me encanta que me hayas dicho esto. Yo también te he echado mucho de menos. 

Me abalancé sobre él para abrazarle de nuevo y cuando me estaba separando, le besé apasionadamente y le comencé a acariciar el pelo, bajando poco a poco mis manos por su espalda. - Eres guapo hasta con toda la cara corrida de pintura. 

Y así, con nuestros cuerpos desnudos tocándose, quise volver a hacerlo con él. Aun no sabía qué quería de mi, pero sin lugar a dudas nuestra amistad iba a seguir firme pasara lo que pasara después. 

Le parecía increíble que, con todo lo que se estaba cociendo pasaran semejante información pro carta. Era una irresponsabilidad. ¡Y más cuando uno de los objetivos era el mismísimo jefe de aurores! Por no hablar de que Emily, borracha como una cuba, recibiría una carta similar y no era como si estuviera en las mejores condiciones para guardar un secreto. Realmente fuera quien fuera que estuviera a cargo de esa operación, demostraba una imprudencia que rallaba en la incompetencia.

Mientras leía en voz alta para Zoey, iba bufando con indignación, pensando en la forma poco seria de tratar un asunto de estado.

- Pues que bien. ¿Qué tenemos que hacer con esto? ¿Pedirnos una? ¿Y a quien? De verdad eh, me irritan. Qué poco serio es todo esto.

Fue escuchando una a una las misiones que les encomendaban y desde luego le parecían todas super peligrosas. ¿Cómo se suponía que iban a poder enfrentarse a todas aquellas cosas sin una formación previa? Bueno, Emily tenía dicha formación, pero desde luego no lo aparentaba.

Asintió ante las quejas de Eileen sin rechistar porque estaba totalmente de acuerdo. O eran muy tontos o lo tenían todo demasiado bien controlado, cosa que no creía en realidad.

- Supongo que deben de estar desesperados. Y que además no deberíais formar parte del cuerpo de aurores si el jefe de estos está tan involucrado.- comentó, aún sentada en la cama con las piernas cruzadas.- Iré contigo.- anunció y en su tono no había posibilidad de réplica.- Enviaré una carta o mi patronus para decir que estoy enferma y que no me esperen en una semana.-No pensaba por nada del mundo dejar a Eileen sola ante aquello. La espera sería mucho peor que ir.

Con el mismo deseo que hacía unos instantes, Killian y Vilma volvieron a acostarse, improvisando en algunas cosas y repitiendo en otras pero todas ellas perfectamente sincronizadas. 

Hasta que quince minutos después - nada mal para un chico que hacía poco acababa de darlo todo- se rindieron ante el cansancio y el placer. Killian estaba como esas veces en las que uno cree estar flotando sobre la tranquila agua de mar y Vilma acababa de bajarse de él cuando se encontró, cara a cara, con los brillantes y enorme ojos de una lechuza.

Creía que estaba en un sueño, todo era perfecto. Así que ver los ojos de esa lechuza mirándome nada más acabar de llegar al orgasmo hizo que me diera un espasmo y gritara repentinamente. 

- ¡Aaah! Joder.- Dije llevándome la mano al corazón y tapándome con la sábana asustada, como si la lechuza pudiera juzgar mi cuerpo. - Hola... Bonita...- Cogí suavemente la carta que llevaba y, lanzándole una mirada de complicidad a Killian, la abrí y le di un trozo de pan a la lechuza intentando acariciarla, cosa que suponía que no me iba a dejar hacer. 

Entonces, leí la carta. 

Iba pedo, borracha, bolinga... Pero aaún así una parte de mí sabía que Clark tenía razón y no me podían ver así. Aunque eso no quitaba que a mí también me entrase la risa, aunque sabía que no tenía gracia...¿O la tenía? Ya no estaba segura de nada.

- SHHHHHHHH - le dije poniéndome el índice sobre los labios mientras le agarraba el brazo. - Hay...que... esconderse... - le susurré a cámara lenta cómo si aquello nos pusiese más a salvo. Acto seguido, tiré de él mientras me acercaba a las puertas más cercanas, probándolas, hasta encontrar la primera que estuviese abierta. Por suerte para mí, Hogwarts era un lugar dónde uno se fiaba de todos y no costó nada girar un picaporte y entrar arrastrando a Clark (excepto porque el picaporte parecía moverse la pirmera vez que intenté cogerlo). Cerrando la puerta tras nosotros, me apoyó con la espalda en la madera, cómo si de algún modo aquello fuese a evitar que alguien entrase. Sacar la varita y cerrarla no se me ocurrió, aunque tal vez era lo mejor teniendo en cuenta mi estado. Volví a ponerme el dedo sobre los labios y repetí el proceso de pedir silencio a Clark, por si acaso. - SHHHHHHHHHHHHH. - le espeté, seguramente con poca sutileza, mientras apoyaba la oreja en la puerta. - Que no nos oigaaaan...

La primera parte de la carta estaba escrita con la letra inconfundible de Katherine:

Vilma,

esto es todo lo que hemos encontrado durante nuestra investigación. Estamos seguros de que será suficiente para acabar con los seguidores del líder de esta locura. Una vez consigamos toda la información y les quitemos los dragones seguro que conseguiremos llegar al jefe y acabar con él.

Hemos enviado el resto de cartas a los demás del grupo, confiando en que sabréis obrar con responsabilidad y que podemos confiar en vosotros. Somos los únicos que podemos aprovechar la ventaja que tenemos. Confío en ti, Vilma. Debemos salvar al mundo.

                                      K

Y en el resto de las páginas venía lo siguiente:

.- 

OBJETIVO: GEORGE GEROME. Jefe del cuerpo de aurores inglés.

UBICACIÓN: MINISTERIO DE MAGIA INGLÉS. DEPARTAMENTO DE AURORES.

PISTAS: Se encarga de obstaculizar las investigaciones del cuerpo de aurores inglés. Mantiene contacto con el líder de esta locura.

MISIÓN: Hacerle desaparecer. Hay que alejarle del cuerpo de mando y de paso sacarle la máxima información posible. Es un hueso duro de roer y probablemente haga falta el uso de legeremancia potente para sacar algo en claro.

2.- 

OBJETIVO: ANNE LOTTE.

UBICACIÓN: Invernaderos de Dussekdorf (Alemania).

PISTAS: Fue la que robó las muestras de sangre y parece que se encarga de conseguir más para los experimentos.

MISIÓN: Igual que Gerome. Contará con información importante sobre los experimentos.

3.- 

OBJETIVO: ALEX RIDER

UBICACIÓN: Centro de entrenamiento troll. Campamento de entrenamiento en pleno desierto del Sahara.

PISTAS: Es el entrenador de los troles que el enemigo usa para diferentes misiones. Provee de criaturas potencialmente peligrosas al enemigo.

MISIÓN: Actuar como se crea conveniente.

4.- 

OBJETIVO: DRAGÓN NEGRO

UBICACIÓN: castillo de Pensilvania. 

MISIÓN: Como sea ellos no pueden tener a este dragón en sus manos.

5.- 

OBJETIVO: Crías de dragón negro. 

UBICACIÓN: Hospital mágico de New York. Sótanos inferiores. 

MISIÓN: Como sea ellos no pueden tener a este dragón en sus manos.

6.- 

OBJETIVO: ALEXIA JOHNSON

UBICACIÓN: Su mansión en California, USA. 

PISTA: Tenemos certeza de que es ella la principal "patrocinadora" de todo esto. Invierte su dinero en esta locura.

MISIÓN: Hay que cortarles el grifo a estos locos.

Jeremy y el resto de sus amigos pasaban por ese pasillo, por delante de la puerta, mientras Clark se tapaba la boca con ambas manos para no reírse con mucha potencia. Y es que Emily le estaba haciendo muchísima gracia y en realidad no sabía por qué. Quizás porque había escupido con tanto "SSSSSSSSSHHHHHHHHHH".

Justo acababan de pasar y las voces se iban alejando cuando una lechuza negra de ojos enormes amarillos entró por la ventana abierta de esa aula hasta posarse en el hombro de Emily. En su pata tenía un sobre bastante grande.

Es cierto que la reacción no es propia de ella, pero bueno... siempre hay días en los que no se reacciona como normalmente. Pero ahora no irá a perseguirles ni nada y, según ella, tiene razón en parte... aunque ellos no lo vean así. No es normal llamar a la puerta de alguien sin avisar antes de que habrá una reunión ahí.

Sonríe cuando Lucas comenta eso y pasa los brazos por encima de sus hombros.

-¿Quiere decir, señor, que es usted mago? Tendrá que enseñármelo entonces...

Alzó ambas cejas a la par que se le ocurrían mil buenas razones para negarse a que Zoey colaborara en aquello. Claro que, por desgracia, conocía cada una de las replicas de la rubia a sus sugerencias y tenía que admitir que, demonios, era buena abogada por algo. Así que tras una discusión que sólo tuvo lugar en su cabeza, terminó por alzar un hombro con expresión algo preocupada.

- Está bien. Realmente no lo voy a hacer a su manera. No lo haremos a su manera. Si tenemos que hacer esto, tenemos que confiar en nuestros compañeros y no confío más en nadie de lo que lo hago en ti. También podríamos decírselo a Stana y Bella, aunque no sé yo si la segunda se apuntará. Pero me parece que serían un buen equipo. Y Paul también está bastante enterado de la misión, quizás podría comentárselo. Se morirá de ganas de investigar. Quizás podríamos ir a por las crías de dragón. ¿Ves algún remitente en la carta o algo?

Erm, estaba algo cabreado y se le notaba en el rostro, algo contraído por un pequeño escape de ira que trataba de controlar. Iba con Beth, llevando el mismo paso que ella hasta que se toparon con Katherine. Erm la miró y asintió ante sus palabras - si, ese era el plan, pero después de descubrir que Tabatha es otra persona que se cabrea y llora por estupideces, he decidido cambiar el lugar de reunión a mi habitación... aún no he podido avisar a nadie, así que si puedes hacerme el favor de avisar tu a los que citaste... mejor ¿vienes? - no quería ahondar mucho en los detalles, cuanto antes olvidara el pequeño encontronazo, antes volvería a estar alegre sintiendo el perfume de Beth.