Partida Rol por web

Angelina se giró para mirarla, caminando ahora hacia atrás. Su expresión era confusa. ¿Otra adicta al trabajo? Quizás por eso eran compañeras de piso. Así una de las dos cuidaba de Stan y de la casa. Pero cuando escuchó la última frase entendió que no era cierto en realidad lo de ir a trabajar. Los temas del dinero o de los trajes siempre traían problemas.

- ¿Es por eso? ¡Bah! No hace falta ir super arreglado, ¿sabes? Yo voy a ir así.- Apartó los brazos de su cuerpo para que la pudiera observar bien.- No es excusa, Eileen.- Y mostró una sonrisa ladeada de diversión que desapareció al chocarse con un chico trajeado que pasaba por allí.- Ups, lo siento.

El chico se la quedó mirando, pero continuó caminando. Eso sí, sin olvidar los modales y una encantadora sonrisa:

Chico:- No es nada. 

Angelina alzó una ceja mientras le veía irse, ladeando ahora la cabeza para que el cuerpo de Eileen no le estorbara por el camino.

Angelina:- Nada mal... tendré que pasarme más a menudo por este barrio...

Lucas les alcanzó, siempre con su sonrisa tierna en la boca. Verles juntos,a sus dos amores, le hacía el chico más feliz del mundo. No paraba, cada mañana, de recordar la suerte que había tenido al encontrar a alguien como Tabatha. Le dio un beso el tiempo que pudo antes de que Dean le empujara ligeramente para apartarlo de su madre.

Dean:- ¡Pa...pá!- comentó con su carita de molestia.

Lucas rio divertido. Dean solía hacerlo, sobretodo cuando pasaba muchas horas sin su madre y quería recuperar el tiempo perdido y recibir miles de cariños. Era un niño cariñoso y dulce.

Lucas:- Nada. Pero se empeñó en que quería dormir contigo. Ya sabes lo cabezón que se pone. Entro al bar en unos minutos. ¿Qué tal día, bien?- Lucas trabajaba como barman del hotel.

Allá iba... a toda velocidad... creyendo que la snitch no se había percatado de su presencia y que por fin acabaría con aquella pesadilla de partido. Sin duda no sería el mejor de los recuerdos, pero una victoria siempre endulzaba. Extendió la mano y se preparó para alcanzarla. ¡Pero la snitch se movió en el último momento como si fuera una rápida mosca! Y lo peor no fue el ser incapaz de atraparla, sino lo que Kegan atrapó después. 

¡DONG! 

El sonido metálico resonó por todos lados, sobretodo en su cabeza. Y es que Kegan se acababa de estrellar contra uno de los postes de "gol". Por suerte o por desgracia, sus reflejos felinos le ayudaron a no recibir el golpe en la cabeza, algo que le habría dejado KO por completo. Instintivamente fue capaz de colocar su mano de manera en que su muñeca recibiera el mayor golpe. Lo peor es que su mano derecha se había roto. 

La snitch había vuelto a desaparecer del campo de visión del chico. Y un fuerte rayo iluminó momentáneamente el lugar. Kegan pudo ver varias sombras - jugadores de quidditch- volando muy cerca de él. ¡El partido continuaba!

Mierda, mierda, se había delatado. Pero ella realmente no quería ir, era un fastidio ir ahí como una don nadie que ni siquiera podía participar en las conversaciones porque serían familiares. Ya se había hartado de su papel de estarse quieta con una sonrisa idiota plantada firmemente en el rostro sin poder responder más que vagamente y a veces incluso con mentiras.

- Pero Angelina - intentó razonar con ella -, yo no pinto nada ahí... - fue entonces cuando chocó contra un chico en el que ella personalmente ni se fijó pero que, por contra, pareció ser de su agrado. Contuvo la tentación de poner los ojos en blanco para proseguir cuando volvió a mirarla -. Será una cena familiar, ¿no? Yo no hago nada, además, estoy segura de que Zoey también prefiere estar con vosotras solas - había imaginado que sería sólo con ellas dos, como prácticamente lo era siempre -. Pero vamos que quedarme ahí callada tampoco es mi planazo para un sábado por la noche.

¿Por qué no se le había ocurrido decir que ya tenía planes?

Le costó volver a concentrarse en Eileen, pero el chico estaba tan lejos que apenas podía distinguir su silueta, por lo que logró volver a centrarse. Entendía los razonamientos de la chica, pero estaba decidida:

- Otros años van amigos míos también. ¿No es planazo comer en el mejor restaurante de Londres?- Con el rápido caminar de Angelina y Stan tirando de la correa con fuerza, terminaron por llegar al portal de la casa. Justo en esos momentos una lechuza entraba por una de las ventanas del edificio.- Pero está bien.- terminó por admitir, como rindiéndose. Plan B. - Si prefieres quedarte en casa comiendo un sandwich... porque está claro que cita no tenías. Habría sido lo primero que habrías dicho.- perspicaz. Angelina era muy perspicaz.

Si Angelina fuera una amiga, Eileen ya habría cedido hacía rato, aunque fuera entre protestas, pero la chica no había sabido tocar las teclas adecuadas como habrían hecho las otras. De modo que sonrió de forma divertida cuando le dijo lo del sandwich, aunque lo de la cita la escamó un poco.

- A mí lo del sandwich me suena genial pero claro, a ti no porque no has probado mis sandwichs - bromeó. El primer atisbo de su buen humor habitual, a la par que abría la puerta de entrada al edificio, sin apenas reparar en la lechuza que había entrado -. Y no, no tengo cita - tengo una novia preciosa que no quiere saber nada de mí y con la que hace milenios que no tengo una cita -. Nadie me quiere - ironizó, camuflando su amargura con sentido del humor.

Subieron las escaleras de dos en dos. Angelina no era especialmente deportista, pero tampoco era paciente. Si quería llegar cuanto antes al piso - y no porque la presencia de Eileen le incomodara realmente- iba con prisas. Además, tenía más cosas que hacer a parte de ir de recadera.

- Eso quizás es porque trabajas demasiado.

Angelina se diferenciaba de su hermana también en aquello. Se tomaba asuntos de estudios y trabajo con bastante calma. Como si realmente aquellas cosas le interesaran realmente poco. 

En cuanto la puerta se abrió, Angelina entró en el piso y fue directa hasta la habitación de las chicas, convencida de que era la de su hermana, claro. Segundos después se escuchó a Zoey gritar. Angelina, como cuando eran pequeñas, se había lanzado a la cama y se había puesto encima de su hermana para despertarla a base de cosquillas con el fin de enrabietarla. Stan, divertido, corrió también a la habitación.

Quizás trabajaba demasiado, sí. Aunque eso era porque su trabajo le gustaba. O bueno, por lo menos le gustaba el objetivo que perseguía. La verdad es que fuera de su objetivo de investigar una cura para la licantropía, no se había planteado nada más de modo que si algún día lo conseguía, no sabría que más hacer con su vida. Por suerte, eso era algo en lo que ni siquiera había pensado por el momento pues parecía poco probable que pudiera dar con una solución para la maldición de la luna llena.

Nada más llegar se fijó en que Zoey ya no estaba en el sofá y Angelina, aprovechó el momento para escabullirse. El grito de Zoey le indicó dónde mientras Eileen recorría la casa en busca de la lechuza. Quizás llevaba algún mensaje para ella, quién sabía.

En su recorrido, acabó yendo hasta la habitación que compartía con Zoey, comprobando que no hubiera nada que pudiera delatar que aquella también era su habitación. Ni siquiera tenían fotos de las dos juntas por la casa.

- Me encontré a tu hermana cuando paseaba Stan - aclaró. ¿Tenían que seguir con la actuación, no? Decididamente ella debía ser idiota por forzarse a hacer aquello por Zoey a pesar de lo que le dolía -. Hoy tenéis cena familiar y quiso encasquetarme el muerto a mí también - soltó una carcajada forzada. Ambas sabían que Eileen no podía estar ahí, Zoey normalmente era la primera en mantenerla al margen de su familia -. Por cierto, ¿has visto una lechuza? Me pareció ver entrar una desde abajo.

Sonríe a su pequeño y lo achucha un poco más. Luego le coge la mano a Lucas sin que Dean lo vea... A veces, ese niño puede ser muy celoso de su madre y cree que si quiere a Lucas, no le va a querer a él... 

-Parece que tienes competencia, Lucas...

Ríe y le da un beso a Dean en la nariz.

-Ha sido un día largo. Muchos clientes nuevos, algún reportando problemas en las habitaciones... solo pienso en dormir. Pero ahora ya estoy mejor porque os he visto.

Mira la hora. En pocos minutos Lucas tiene que estar en la barra.

-Dean... ¿puede mamá despedirse de papá con un beso? Estaría muy feliz... Adenás, papá estará muy contento si le das un beso también... - le susurra, aunque es perfectamente audible para Lucas.

Cuando Eileen llegó a la habitación, Angelina estaba sentada sobre Zoey, en el lado donde Eileen dormía, sin parar de hacerle cosquillas para que terminara de despertar.

Zoey:- ¡Que... pares!

Con un movimiento ágil y fuerte muchas veces entrenado debido a aquellas circunstancias, Zoey consiguió empujar a su hermana y colocarse ella sobre Angelina, intercambiando los papeles. La lechuza estaba en aquella habitación, con una carta blanca atada a su pata.

Ante las palabras de Eileen, Zoey giró el cuello para poder mirarla. Angelina paró de intentar zafarse. 

Zoey:- ¿Cena familiar?- preguntó, extrañada.

Angelina:- ¡Sí! Mamá me manda a que te lo diga. Eh.- y le dio un pequeño golpe en la cadera a su hermana.- ¿Por qué no le dices tú a Eileen que venga?- Plan B. Seguro que a Zoey le hace más caso.- Es en el Williams. 

Zoey no miró a su hermana, si no que continuaba mirando a Eileen, cerca de la puerta. Era difícil adivinar lo que estaba pasando por la cabeza de la rubia en esos momentos. Hasta que al final dijo:

Zoey:- Sí. Estaría bien que vinieras. Y te encanta comer.

Lucas miró también al pequeño, esperando su aprobación. Hasta que finalmente se lanzó a por su padre y le dio un beso fuerte y baboso. Después Dean se echó a reir y Lucas aprovechó para romper la distancia que había entre Tabatha y él para besarla nuevamente.

- Por cierto.- se metió la mano en el bolsillo trasero de su pantalón y sacó un sobre blanco bien cerrado.- Ha llegado esto por la tarde.

Y se lo tendió. Ponía el nombre de Tabatha y la letra era de Katherine. Obviamente Lucas no lo había abierto. 

Era raro ver a Zoey en su rincón de la cama aunque no le dio mayor importancia pues supuso que quizás con el forcejeo se habían movido. En cambio, su mirada fue momentáneamente hasta la lechuza, hacia donde se habría dirigido si no fuera porque la conversación aún iba con ella.

Esbozó una media sonrisa lánguida al ver cómo Angelina seguía con su plan. Inocente. Tenía clara cuál iba a ser la respuesta de Zoey. Inventaría alguna excusa o justificaría los recelos de Eileen para que se quedara al margen de aquello, como siempre. Quizás y si las cosas fueran como antes, en privado intentaría suavizar la situación diciéndole que si quería ir que fuera pero que lo hacía para que la situación no fuera incómoda.

De modo que ya estaba encogiéndose de hombros a punto de demostrar su desinterés al respecto cuando Zoey hizo extensiva la invitación a ella. La miró, con los ojos más abiertos de lo normal por la sorpresa, totalmente descolocada, antes de ruborizarse un poco muy a su pesar y apartar la mirada hacia la lechuza. ¿Por qué? ¿Qué significaba aquello? Zoey estaba aún más rara de lo normal aquel día.

- Bueno...vale - acabó por decir, hundiendo las manos en los bolsillos de su tejano en un gesto incómodo antes de dirigirse la lechuza para ver quién era el destinatario y el remitente.

Angelina emitió un ruido de victoria. Zoey permaneció unos segundos más mirando a Eileen. No le había pasado desapercibida su sorpresa y su posterior ligera rojez. Pero tuvo que centrarse de nuevo en su hermana para que no consiguiera zafarse.

Mientras ellas continuaban con aquella pelea, Eileen se centró en el sobre. Ponía su nombre y su dirección pero ningún remitente y la caligrafía no le daba pistas sobre quién podría enviarle aquella carta. 

Angelina:- ¿Y qué hacías en ese lado de la cama? Siempre duermes del otro. Cuando dormíamos juntas me reñías si te quitaba el tuyo.

Zoey cogió la almohada y la hundió en la cabeza de Angelina mientras le decía, con tono de hermana mayor:

Zoey:- ¡Y a ti qué más te da!

Angelina consiguió finalmente librarse del peso de su hermana pero eso provocó que las dos cayeran al suelo por el lateral.

Angelina y Zoey:- ¡AY!

De camino hacia la lechuza tuvo que forzarse para no detenerse y mirar a Zoey al escuchar el comentario de su hermana pues parecía ser que no habían acabado ahí por el forcejeo sino que Zoey directamente se había acostado en su lado de la cama. Sus cejas se fruncieron y alzaron, confundida. ¿Por qué? Aquel día Zoey le estaba mandando señales contradictorias que no era capaz de comprender. Sus manos se convirtieron en dos puños tensos mientras llegaba a la lechuza. ¿Y si aquel te quiero no había sido tan mentira? No comprendía nada.

Durante lo que apenas fue una milésima de segundo, volvió la mirada hacia ella, angustiada y triste mientras Zoey se peleaba con su hermana, pero el momento pasó en seguida ya antes de que se dieran cuenta, ya estaba desatando la carta de la lechuza y abriendo el sobre para leer su contenido mientras las dos chicas caían al suelo a su espalda, algo que no le causó la risa que le hubiera sacado en otro momento.

Cada día que pasa se siente feliz al ver la pequeña familia que han formado. Siempre ha pensado que irse con Lucas fue la mejor decisión que podría haber tomado aquel día en la biblioteca de Hogwarts. Y sabe que cada día que pasa vuelve a enamorarse de él y que su amor por Dean crece cada día más. No sabría que hacer si no los tuviera.

-Ahora papá ya está marcado con tus babas, así me gusta cariño... -sonríe.

Coge la carta que le tiende. Reconoce la letra de Katherine. Se han estado escribiendo durante esos años. Al fin y al cabo, tiene experiencia con cartas a distancia.

-Es de Katherine - sonríe -. La leeré en casa - mira el reloj -. Pero mira que hora es. Vas a llegar tarde, Lucas. No vuelvas muy tarde a casa.

Sonríe y le acaricia la mejilla a modo de despedida.

-Di adiós a papá.

En el interior del sobre solo había una tarjeta de tamaño postal, blanca, con marcos rojos y una elegante letra cursiva:

Katherine Starks

&

Isaac Lahey

Y por detrás tenía escrito:

Nos complace invitarte a nuestra boda, que tendrá lugar el 15 de Julio de este año en nuestra finca a las afueras de Dublín. Nos encantaría que acudieras a tal importante enlace. Avisa cuanto antes tu respuesta y adjunta si vas a ir acompañada.  

Las señas para acudir al enlace estaban en un papel aparte.

Mientras tanto las chicas seguían la pelea en el suelo.

- ¿Pero qué narices es esto?

Aquello fue lo que soltó nada más leer el contenido de la carta, soltando una carcajada sincera esta vez. Aquello era absurdo. ¡Pero si no recordaba cuándo era la última vez que había hablado con ninguno de los dos! Ni siquiera creía que hubiera sido en séptimo. Emily se iba a reír de aquello, seguro, aunque tal y como estaban las cosas capaz que ella también había recibido la carta. ¡Tal vez todos la habían recibido!

Por un momento incluso olvidó sus problemas con Zoey para decir:

- Unos compañeros de Hogwarts con los que ni siquiera tuve demasiada relación me acaban de invitar a su boda - claro que entonces su cabeza hizo "click" y la sonrisa se atenuó bastante en sus facciones -. ¿Quién se casa a los veinte años? - ella ni siquiera se iba a casar nunca. Bueno, no era como si quisiera casarse realmente, sólo añoraba ese grado de compromiso con alguien cuando Zoey no daba ni siquiera el paso más básico: presentarla a sus padres -. En fin...me lo pensaré.

Todo era fantástico, después del concierto la gente me había esperado fuera para que les firmara autógrafos y yo, con lo maja que soy, se los había firmado a todos a pesar de que me esperaran. Y entonces... 

Allí, a lo lejos... Estaba él. No me lo podía creer ¡Él quería que le firmara! Me voy abriendo paso entre la multitud con la mirada fija en su perfecto rostro y la boca abierta, hasta que me planto delante de él. 

- ¿Me firmas un autógrafo?- Me pregunta con una pícara sonrisa. Lo sabía, sabía que yo estaba coladita por sus huesos. Yo sonrío tímidamente y asiento, en silencio. Cojo mi pluma y, con las manos temblorosas, la firmo una foto mía en movimiento. Así deduzco que el también era mago. Él me coge de la mano. -Estás temblando, Vilma.- y me comienza a acariciar la cara. Yo le miro a los ojos y entonces de repente no es él, no es el chico guapo que había visto en el garito. Si no que es... ¡Max! 

- ¿Qué haces tú aquí?- Le pregunto, incrédula. Pero entonces ya no es Max, si no Albert quien me mira extrañado.

- Pues vengo a tu concierto, como siempre.- Dice sonriendo y me comienza a hacer cosquillas en la nariz ¿Qué hacía? 

Es entonces cuando escucho de fondo a mi representante, Jess. 

- Vilma... levanta... tenemos una entrevista en un programa...- Su voz se va haciendo cada vez más y más real hasta que deduzco que antes estaba soñando y ahora no. 

Abro los ojos y ahí la veo, tan alocada como de costumbre. - ¡Ay, madre!- Digo pegando un bote en la cama y yendo apresuradamente a mirar la hora. Las 11... Aún me daba tiempo de enviarle a Henry un saquito de dinero anónimo. Siempre, por navidad, le regalaba unas bambas nuevas pero mensualmente le enviaba un saquito de dinero anónimo para que no supiera que era yo. No me gustaba pensar que dependía de la economía de Kegan, el cual había triunfado casi tanto como yo. 

- ¿Qué me pongo? A ver, a ver...- Digo sacando cosas del armario -¡Ajá! Esto servirá.- Cojo un vestido-corsé negro y corto, acabado en puntas. Era algo gótico. Me doy la vuelta y le pregunto a Jess qué tal me quedaba. En cuanto el maquillaje, en fin... Allí ya me maquillarian ellos. Yo no iba a perder el tiempo si ya lo podrían perder otros por mi. 

Cojo la lechuza de Killian, al cual no hacía falta ni que se pidiera y le envío el saquito a Henry. 

En poco tiempo, ya estoy lista. 

- Eh.. Jess. ¿El concierto fue genial entonces, no?- Pregunto muy animada. - En la próxima canción tenemos que incluir esa coreografía, seguro que al público le encanta.- Digo imitando los pasos de Jess y riendo. 

Apretó los dientes debido al dolor… aquello era estresante y le estaba dejando sin energías, pero no podía desconcentrarse pues, era un jugador profesional ahora y tenía que sobreponerse a sus miedos en aquella situación. El rayo le asustó, pero el poder ver al resto de jugadores fue el golpe de "realidad" que necesitaba, no estaba volando solo si no que el partido continuaba aún y sin él, su equipo no podría ganar.

Gritó a todo pulmón para liberar su tensión aprovechando que nadie le escucharía y volvió a buscar la snitch con la mirada… tenía que encontrarla y acabar cuanto antes pues ahora su mano derecha le dolía horrores, y por suerte la encontró. Sin dudarlo, voló hacia ella a toda velocidad para agarrarla cuanto antes.

- Me portaré bien.- le dijo como si fuera un niño pequeño. En realidad le encantaba que Tabatha se preocupara por él. Cada día que pasaba la amaba más.- Te quiero.- y miró entonces a Dean que jugaba con un mechón de pelo de su madre. Le hizo un par de leves cosquillas en el costado y le dio un beso a su hijo.- ¡Y a ti también!- rió al ver cómo su hijo se revolvía, divertido, y fijó de nuevo su atención en su novia.- Ya me dirás qué pone en la carta.- sonó su alarma en el reloj de muñeca y corrió a darle un nuevo beso a Tabatha.- ¡Me voy! ¡Buenas noches!