Partida Rol por web

La situación tomó absolutamente por sorpresa a Danny. Instintivamente, el joven escritor había asumido que la comisaría sería un lugar seguro. Por ello, se sintió a salvo y el nivel de adrenalina de su torrente sanguíneo había disminuido. Tal vez por eso, la irrupción de la criatura en el escenario le había bloquedao los nervios y su capacidad de reacción. Seguramente todo había ocurrido en milésimas de segundo: Ralph atravesado y Aaron preparando la huída mientras la criatura decidía su siguiente movimiento. La primera reacción de Danny fue sacar su arma y prepararse para vaciar el cargador sobre aquella criatura, sabiendo, en lo más profundo de su ser, que las balas no serían de mucha ayuda. Aunque todo había pasado en milésimas de segundo, Danny vivía el momento a cámara lenta...

Las reacciones a la repentina aparición de un enemigo desconocido son totalmente contrarias. Incluso parecen inversas con respecto a la personalidad de cada uno.
Aaron opta por huir ante la imposibilidad de acabar con la medusa. Por su parte Danny decide abrir fuego contra ella, sin embargo los disparos que logran alcanzarla se limitan a atravesarla sin dejar ningún daño permanente en su membranoso cuerpo.

Danny no termina de disparar un par de veces antes de que Aaron lo agarra y literalmente lo saque de allí a la carrera. La medusa inicia una persecución, aunque no parece tener mucha aceleración y pronto la dejáis atrás.
Subís las escaleras y rápidamente encontráis el arsenal, aunque la puerta está cerrada y bloqueada. Dentro se puede escuchar a alguien reír a carcajadas, aunque también parece decir algo no lográis entenderlo debido al grosor de la puerta.

De repente la puerta se abre y aparece un tipo enorme con un traje de antidisturbios. Lleva en la mano una caja de herramientas y algo voluminoso sobresale de su espalda aunque no lográis saber de qué se trata.

- ¿Quién coño sois y qué hacéis aquí?

Su primera reacción es cerrar la puerta para impedir que entréis, pone su cuerpo detrás para bloquearla mientras veis asomar la medusa por el fondo del pasillo. Lentamente se acerca a vosotros, el resto de puertas están abiertas aunque no parecen tan resistentes como la del arsenal.

Tal y como había supuesto, los disparos eran inútiles, por eso la opción de huir era lo más sensato, como en la mayoría de las ocasiones, dicho sea de paso.

!El tipo de abajo nos dijo que tenías algo contra esos bichos voladores de fuera!

Señaló la medusa, hablando con toda la tranquilidad de la que fue capaz, que no era demasiada dadas las circunstancias. Resoplaba debido al rápido sprint que había realizado arrastrando unos metros a su compañero.

Se lo han cargado, nos dijo que te llamas Toby...y ahora esa especie de medusa nos persigue y está en las putas escaleras.

No intentó abrirse paso a la fuerza, eso hubiera sido contraproducente. Mantuvo el arma fuera de juego también, empezando a sopesar la posibilidad de meterse en la puerta más cercana, al menos ganarían tiempo si no abría en un par de segundos. 

De repente era como si alguien hubiera quitado la cámara lenta e hiciera avanzar la película a toda velocidad. Los disparos atravesaron a aquel ente sin causarle ningún daño. Aaron le salvó la vida sacándolo de aquella habitación en el último momento. Corrió de forma autómata escaleras arriba hasta dar con el otro inquilino de la comisaría. Por fin, escuchando a Aaron hablar, Danny retomó el control de sus actos.

3, 2,... contaba en su cabeza. Si llegaba a 0 sin entrar a aquella habitación , pensaba buscar refugio en cualquier otra habitación vecina.

Lentamente la medusa planea hacia vosotros, tras unos segundos que parecen horas la puerta se termina de abrir y entráis rápidamente.

El arsenal se compone de varias taquillas con trajes antidisturbios, chalecos antibalas y cuatro metros de estantería repletos de armas reglamentarias como pistolas, escopetas y tasers. También hay escudos y porras mas largas para contener masas, aunque la cantidad en general de material deja mucho que desear aún tratándose de una ciudad no muy grande.

El hombre se asoma antes de cerrar para ver a la medusa aproximarse, cierra pero no bloquea la puerta en ningún momento.
Ahora podéis ver lo que lleva a la espalda, se trata de una bombona de gas de la cual sale un tubo de goma que conecta con el soplete que porta. Aunque en principio son materiales comunes notáis que han sido modificados para formar algo más grande.
Con algo más de calma también os percatáis de que el tipo es muy grande, debe rondar los dos metros de altura y su peso es difícil que baje de los ciento veinte kilos. De hecho el traje antidisturbios deja muchas partes al descubierto y no parece tan ceñido como debería.
Al quitarse el casco se descubre el rostro de un hombre con la cabeza rapada camino de los cuarenta años, pero lo que más llama vuestra atención es que la mitad de su cara está congelada. Al igual que ocurrió hace un par de minutos con Ralph, la tez muestra un color grisáceo y es evidente que la sangre ya no circula por esa zona.
Le afecta levemente a la comisura del labio y asciende hasta la sien, su ojo derecho es ahora una esfera blanca inerte.
En cuanto habla notáis como su pronunciación se ve afectada por la parálisis.

- Esas mierdas son traicioneras, te acechan hasta que descubren una forma de atacar. Aquí estamos seguros, por ahí no podrán pasar. - señala a la ventana abarrotada y con una rejilla metálica cubriendo el cristal - Así que ese estúpido ha caído, bueno, casi mejor así. Temía que me disparase presa del pánico, no se qué coño hacía en el cuerpo.

Escucháis un leve zumbido al otro lado de la puerta, la medusa ha llegado aunque no parece poder pasar.

- No va a atravesar la puerta, solo congelan cosas vivas. O eso espero. Coged lo que podáis, muchos compañeros se llevaron material antes de irse. No se si nos vale para algo, pero ahí fuera puede haber de todo.

Se vuelve a poner el casco y se acomoda la pesada mochila y la escopeta que cuelga de su hombro.

- ¿Como están las cosas en la ciudad? No he oído ni visto un puto avión en horas, ni un helicóptero ni nada que provenga del resto del mundo. ¿Queda alguien vivo?

Un suspiro de alivio cuando el tipo se hace finalmente a un lado, habían sido unos segundos muy largos, de los más largos de toda su vida, y eso que había tenido momentos realmente tensos, pero eso de ser perseguido por una cosa que no sabía lo que era y que acababa de matar a un hombre sólo pasando "a través de él"... era demasiado.

Aún no estaba seguro de que eso no atravesara la puerta, pero al parecer este tipo las había visto antes y las entendía un poco.

¿Qué coño era eso?

Preguntó todavía sin alterarse mucho.

¿Hay más cosas como esa? ¿Qué cojones son?

Echó un vistazo a su alrededor para ver que era exactamente lo que había en lo referente a armas.

Le ha disparado señaló a Danny y no les ha hecho nada, ¿sabes cómo mueren?

Ignoró las preguntas que el gigante realizaba, no estaba ahora mismo de humor para contestar, y seguro que su compañero tenía más labia que él para explicar según que cosas. Levantó entonces la mirada y buscó la del hombre que les había abierto la puerta.

Y gracias por abrir.

Nunca estaba de más. 

Toby asiente bajo el casco mientras vigila la puerta.

- Hemos visto algunas más, como mínimo debe haber un par ahí fuera, contando con ésta. No se de donde coño han salido, pero ya habéis visto lo que pueden hacer. No soy un experto en biología, pero esas cosas no deberían existir en nuestro mundo.

Levanta su arma improvisada para mostrárosla.

- De camino a la comisaría me encontré con una, estaba revoloteando alrededor de un par de coches accidentados. Esa puta me atacó y me escondí entre los coches, cuando vino a por mí disparé a un charco de gasolina. El fuego les jode, no se queman pero su... cuerpo se reduce. Es como quemar plástico, se va consumiendo aunque el resto del cuerpo no lo nota. Si quemamos esa cosa terminará por desaparecer, si no funciona entonces estaremos más que jodidos.

En el interior del arsenal se encuentran las armas reglamentarías de la policía de Anchorage además de material para su mantenimiento.
Pistolas Glock 21, escopetas Remington 870 y algún rifle semiautomático. Lamentablemente no hay lanzallamas ni granadas mas allá de una docena de gases lacrimogenos.
La munición es abundante y cada arma cuenta con una funda o correa.

Al otro lado de la puerta la medusa se limita a hacer pasadas, al carecer de ojos se desconoce como os puede detectar.

¿En serio estaba diciendo eso?

¿Qué coño quieres decir? ¿Qué son extraterrestres?

Negó con la cabeza, eso no podía ser, no tenía ningún sentido.

No tío, son algún tipo de experimento que alguien está utilizando contra esta ciudad aislada del resto del mundo.

Comprobó un par de armas, primero una pistola, nunca estaba de más, la Glock era eficiente.

Anchorage es ahora una puta ciudad fantasma, sólo hemos visto a unos cuantos presos fugados de la cárcel.

Sopesó la semiautomática, pero finalmente se decantó por la escopeta, era más fiable en distancias cortas.

Cogimos un camión e intentamos salir de la ciudad, pero, unos moteros nos adelantaron, y algo se los cargó, no sé, fue raro, era como si no se pudiera cruzar más allá de una línea, no quisimos arriesgar.

Cómo no había nada parecido a un lanzallamas, no podría hacerles frente directamente, no se le ocurría como cargarse a esa mierda.

Las comunicaciones no funcionan, y es como si el mundo hubiera desaparecido a nuestro alrededor.  También hemos visto cosas raras, gente atacando a otra y luego desapareciendo, joder, no sé como explicarlo, pero vimos una grabación rara de cojones en el centro comercial.

Os hacéis con algunas armas aunque no parecen efectivas para vuestro inminente enemigo, sin embargo iguala las condiciones con los presos que pasean por la ciudad.

Toby escucha el relato de Aaron y aprieta el puño cuando menciona a los dos motoristas.

- Puede que nadie haya llegado a Fort Richardson, no podemos contar con su ayuda entonces.

Al hablar de la grabación del centro comercial el enorme policía asiente lentamente.

- La gente no puede desaparecer porque sí. Si están muertos debería haber cadáveres, por mucho que se los coman o los congelen o lo que sea que hacen con ellos no pueden haber tenido de tiempo de hacer desaparecer a toda la población de Anchorage.

Comprueba su equipo improvisado y os señala un pequeño pasillo formado entre una estantería y la pared del fondo.

- Poneos ahí atrás, voy a acabar con esa cosa. Si entra la llevaré hasta la ventana y vosotros podréis salir, si no muere la esquivaré, no tendrá espacio para acelerar y será fácil... o eso espero.

Sin esperar respuesta abre la puerta, durante un segundo no hay nada hasta que la medusa aparece flotando lentamente. Toby enciende el lanzallamas artesanal y el fuego apenas alcanza el metro y medio. Sin embargo parece suficiente, en cuanto las llamas alcanzan el cuerpo de la medusa ésta comienza a derretirse. No arde, pero su cuerpo se deshace lentamente llenando el suelo de un fluido transparente a medida que su tamaño se va reduciendo.
El techo se va ennegreciendo por el fuego, por suerte una llama tan pequeña no pone en peligro la munición siempre y cuando Toby no desvíe el arma.

El plan funciona y la medusa avanza lentamente siguiendo a Toby, la criatura emite unos quejidos extraños pese a aparentemente no tener boca. Cuando hay hueco para salir de la armería os grita y ambos salís corriendo de vuelta al pasillo. Allí veis otra medusa, lentamente sube por las escaleras tapando vuestra vía de escape.
Las distintas puertas parecen abiertas y las ventanas dan a la calle, al ser un primer piso la caída no debería ser peor que el contacto con la medusa.
Sin embargo Toby seguramente no pueda con dos medusas, le está costando acabar con la primera que a éstas alturas apenas tiene la medida de un folio.

Danny asiste a la conversación estupefacto. El bueno de Toby sugería que aquellas criaturas tenían que venir del espacio exterior. Sea como fuere, el experto agente de policía había descubierto por casualidad cómo causar daño a aquellos seres. Fuego. Por primera vez en su vida, deseó ser fumador, para así llevar en el bolsillo un zippo y tener disponibilidad de generar una llama. Con eso y un bote de cualquier spry tendría un arma capaz de enfrentarse a aquellas extrañas medusas voladoras que congelaban la carne viva. De repente a Danny se le ocurrió que si en vez de fuego usaba agua contra aquellos enemigos, el agua podría congelarse, inmovilizando a aquellos seres y derrotándolos en cierta forma.

Toby se fajaba en lucha a muerte con uno de los adversarios, mientras el otro avanzaba por el pasillo en pos de Danny y Aaron. El aspirante a escritor regresó corriendo al office, en busca de cerillas, mecheros, spray contra cucarachas o agua embotellada en cualquiera de sus formas.

Situaciones desesperadas requerían medidas desesperadas.

!Déjala Toby!

Aaron corrió hacia una de las puertas abiertas, había visto lo que el roce de esos bichos podían hacerle a una persona y no tenía ganas de experimentarlo.

Vámonos, no sabemos cuantas hay...

No tenía ni idea de lo que pretendía Danny, pero ya le había salvado el culo y no vez y no podía estar preocupándose por él constantemente.

No esperó a nadie, sino que se introdujo en la puerta más cercana y miró rápidamente a ver si la ventana tenía algún tipo de barrote antes de encerrarse en una posible tumba, sino lo había entraría y sopesaría las posibilidades de saltar.

!Vamos!

Apremió una última vez a sus compañeros.  

El grito de Aaron devolvió algo de cordura al escritor amateur aspirante a superhéroe del tres al cuarto.

No sobrevive el más fuerte sino el que mejor se adapta a los cambios.

Y si alguien parecía tener experiencia en afrontar cambios bruscos, ese era su compañero de aventuras. Sin pensarlo dos veces, siguió a Aaron al interior de la habitación...

Sin mucho tiempo para decidir optáis por entrar en la primera habitación cuya puerta esté abierta. En cuanto entráis bloqueáis la puerta arrastrando un escritorio.
La medusa comienza a planear por el pasillo acechándoos mientras escucháis los ruidos de lucha procedentes del arsenal.

La ventana no tiene barrotes, de hecho está ligeramente abierta y la persiana está subida mostrando el tejado a modo de terraza del piso inferior.

De repente el fuego se intensifica en el arsenal, la luminosidad aumenta indicando que ya no solo arde la llama controlada por Toby. Acto seguido comenzáis a escuchar sus gritos de dolor y una bocanada de fuego asoma por la puerta tiñendo de negro el techo y las paredes junto a la puerta.

Los chasquidos indican que algo está ardiendo y el pasillo comienza a llenarse de humo negro, los ruidos de lucha han cesado al igual que los gritos del policía.

!Capullo!

Fue un medio grito lo que pronunció Aaron cuando se confirmó lo que ya temía, la muerte de Toby por querer hacerse el héroe y no buscar una mejor opción a la hora de enfrentarse a esas cosas.

Es el momento de salir de aquí.

Se colgó la escopeta del hombro y comprobó la ventana, el salto no parecía complicado gracias a la configuración del edificio. No sabía si los bichos esos eran capaces de pensar, no podía deducirlo por lo que había visto hasta ahora, pero si lo hicieran pronto rodearían el edificio.

No esperó a la respuesta de su compañero, sino que comenzó a deslizarse hacia el exterior. Alejarse de la comisaría era ahora mismo la máxima prioridad de Aaron, pero no se sentía capaz de pensar ni siquiera un poquito más allá.

Desde la ventana a la azotea del primer piso apenas hay un metro y medio, descendéis sin problemas y comprobáis que no hay ninguna de esas medusas en el exterior.
Si no fuese una comisaria sería el lugar mas idóneo para robar, ninguna ventana tiene barrotes acceder a esta zona es relativamente sencillo.

La caída hasta el suelo es un poco más dura, pero no es nada que vuestro instinto de supervivencia no pueda superar.
Comenzáis a escuchar pequeñas detonaciones dentro del edificio, posiblemente el fuego haya alcanzado alguna caja de balas o cargador.

Alcanzáis sin problemas el camión en el que llegasteis, el resto de coches supuestamente carecen de llaves. En escasos minutos os habéis alejado lo suficiente para no ver la comisaría y poder comprobar si alguna medusa os sigue.
La carretera está despejada y nada viene volando detrás de vosotros. Se puede ver como empieza a formarse una columna de humo procedente de la comisaría, señal inequívoca de que el fuego se está extendiendo.

Os encontráis al norte de la ciudad, una señal indica un desvío hacia la base aérea y otro hacia el puerto de Anchorage.

No lamentaba la decisión de haber abandonado a Toby, había que ser inteligente, y el grandullón tenía que haberlos seguidos en lugar de enfrascarse en una fanática cruzada contra aquel bicho.

Al menos nos han enseñado como matarlos.

Pero iban a necesitar un fuego mucho más potente.

Los nervios no desaparecieron hasta que no se alejaron un buen trecho de la comisaria. No dudó ni un segundo en el desvío y enfiló la dirección de la base aérea, quizás allí quedaran supervivientes, y sino armas más potentes que las de la comisaria.

¿Te encuentras bien?

Preguntó a su cada vez más silencioso compañero. Lo sucedido a su alrededor comenzaba a afectarles, Aaron estaba empezando a asimilar que algo muy muy extraño había sucedido, y que tal vez no fuera solo en esta ciudad.

Danny se veía a sí mismo como si estuviera detrás de una gruesa mampara de vidrio. Todo era irreal y actuaba movido por los instintos y la improvisación... El bueno de Toby había muerto dentro de la comisaría, y a punto había estado él mismo de dejarse la vida en aquel lugar. Descendió al suelo siguiendo a Aaron en una huída eterna que parecía haberse convertido en su nuevo modo de vida. Corrieron y corrieron, sin mirar atrás. Regresaron al camión y siguieron huyendo, con la certeza clara de que algo malo y grave había sucedido. ¿Pero qué...?

No, no estoy bien. No soy un héroe. Solo soy un aspirante a escritor que ya ha fracasado demasiado en la vida.

Danny ve que Aaron toma la dirección de la base aérea...

¿Sabes pilotar un avión?, pregunta esperanzado.

¿Un héroe?

Aaron dejó escapar una risotada.

No creo que nadie lo sea, sólo somos personas intentando sobrevivir a lo que cojones sea esto que está pasando negó con la cabeza, la mirada fija en la carretera ¿sabes? ni siquiera mi importa una mierda lo que esté sucediendo, sólo quiero salir de este sitio, nunca me ha gustado demasiado la gente, me refiero a las grandes multitudes, y ahora mataría por estar en mitad de la línea principal de metro de Nueva York era bastante irónico en realidad.

Toby se creía un héroe, y ahora está muerto, no me escuchó cuando le dije que había llegado la hora de largarse.

De eso sabía bastante, era lo que le había mantenido con vida, y no sólo desde que la ciudad se había a tomar por culo.

Y no, no sé pilotar un avión, pero si buscamos supervivientes, la base área es una buena fortaleza, y tampoco creo que pudiéramos escapar en avión, no se ve ninguno sobrevolando la ciudad.

Se encogió de hombros, así estaban las cosas.

Parece que la cosa está jodida, pero yo al menos voy a continuar buscando la forma de poder contar esto.

Si tenía que hacerlo sólo, lo haría.

No podemos perder el control

Una vez asimiladas las cosas, se hacía más sencillo mantenerlo.