Partida Rol por web

Drommbar se volvió como accionado por un resorte cuando oyó las palabras de Kevan. Debbe había llegado primero, pero él se abrió camino y colocó el canto de su hacha en la garganta del supuesto "mediano".

- Bien, se acabaron los juegos -dijo, con un brillo amenazador en los ojos-. O nos aclaras ahora mismo qué está pasando aquí y quién demonios eres, o te cercenaré la cabeza como si fuera un tallo tierno. Dado que no tienes nada de provecho que ofrecernos, no serás una gran pérdida...

Y esperó una respuesta de aquél ser, gruñendo por lo bajo.

- Eh, ¿Qué... qué...? - El mediano dio dos pasos hacia atrás, asustado, con las palmas en alto y negando con la cabeza. Entonces, su rostro cambió y apareció en ella una sonrisa maliciosa. Sin mediar más palabra, atacó a Grongar. El garrazo fue brutal.

Entonces visteis la verdadera forma de quién teniais delante: Una criatura arrugada y con joroba con la carne moteada con colores marronáceos y rojizos y una cabeza esférica sun cara, sólo una hendidura torcida de dónde una áspera lengua latigaba y se movía de forma un tanto desagradable.

Casi sin darle tiempo a reaccionar. Grongar recibió un manotazo de la otra mano que le mandó al suelo, inconsciente. El grupo tardó en reaccionar por lo repentino del ataque, pero pronto se pondrían todos en guardia listos para enfrentarse a aquel ser.

Casi se me olvida hasta cerrar la boca cuando vi que donde antes había un guapo y pequeñín mediano ahora había un bicho feo al que no sabía ni cómo llamar. Desde luego, que no hubiera esperado este cambio nunca, pero claro, no sabía tampoco qué esperarme de alguien al que se le movía la piel.

Ahora era cuando llegaba el problema, pues en apenas unos segundos tenía que intentar hacer algo, porque ya había visto el golpe que le había dado a mi compañero y no quería que se lo diera a nadie más, pero si me ponía al lado suyo tendría muchas posibilidades de comérmelo yo así que... lo mejor era ser paciente incluso en esa situación y esperar. Esperar a que en cuanto uno de mis compañeros llegara al cuerpo a cuerpo para entretenerle, yo me movería y le clavaría el arma a traición.

Barajando opciones, sin duda esa era la más sensata.

No había terminado de hablar cuando el "mediano" se transformó en una aberración horrible, ¿Eso era un doppleganger? Bueno sin duda no era un mediano, y la rapidez antinatural con la que se movió y dejó seco en el suelo al enano fue pasmosa.

Mierda, Kevan, algo tienes que hacer...

Moviéndose hacia la derecha, sacó una flecha y la disparó hacia el monstruo, que estaba bien parapetado en la esquina de la casa del mediano.

La flecha de Kevan falló por poco, el cambia-formas era de tamaño pequeño y el proyectil pasó a escasos centímetros de su cabeza.

Grongar estaba tirado en el suelo, sangrando por sus heridas. Y Debbe esperaba la acción de Drommbar para atacar también al enemigo.

Drommbar se había quedado durante un momento, y más que nunca, de piedra. La transformación del mediano en ese ser le había cogido totalmente por sorpresa.

Sin embargo, enseguida se rehízo y con un grito gutural, cargó hacia delante dispuesto a partirlo en dos.

- ¡Uaaarrrggh!

Atacó sin pensárselo con su hacha a dos manos, dando apenas dos grandes zancadas hacia delante.

No me hacía demasiada ilusión cómo se me había quedado la cosa para pelear, pero viendo que no me quedaban muchas opciones más decidí hacer la más útil aunque quizás la menos sensata, que fue la de moverme hasta quedarme delante de aquella criatura, donde seguramente no tardando mucho no me gustaría haberme puesto.

Así pues, según llegue, traté de darle un buen estocazo, pero se movió como anticipándose a lo poco que yo le pudiera hacer, por lo que como si no hubiera hecho nada mas que ponerme delante para saludar...

- Espero al menos que lo del enano haya sido suerte y no acierte siempre en sus rivales, porque sino.. me va a doler.

La extraña criatura recibió el golpe y aguantó estoicamente, entonces Debbe le acorraló contra la esquina de la casa. Esto no pareció gustar al cambiaformas que atacó a la pícaro con un fuerte golpe de una de sus extremidades. Debbe estaba atenta y lo esquivó con facilidad. Pese a ser pequeño, el daño que le había hecho el veneno era más que obvio, y eso hacía de sus movimientos algo lentos y pesados.

-Jodido monstruo.- Exclamó Kevan. No tenía buen ángulo de tiro contra la criatura con el enano en medio así que soltó el arco.

Se concentró. Esto va a ser duro. ¿Quien diría que encontraríamos a éste demonio tan cerca de Sandpoint.

Su mano izquierda se movió con unos pases extraños mientras trazaba runas en el aire y murmuraba palabras en dracónico. Un círculo de fuerza apareció en su mano izquierda mientras con la otra desenfundaba su estoque.

-Ahora verás.

Drommbar apenas perdió tiempo entre un golpe y otro. No se le escapó, no obstante, que la criatura se centraba en agredir a Debbe. Eso era bueno, cuantas menos energías tuviera que emplear en defenderse, más podría emplear en hacer pedazos a ese engendro.

Tomó unos centímetros de impulso y volvió a hendir el aire con su hacha, para descargarlo sobre aquella masa de carne amorfa.

Viendo que aquello ya se había convertido en " todos " contra aquella criatura no me corté y volví a tratar de clavar mi estoque de nuevo en ella.

La verdad es que no esperaba que según llegáramos a aquel " feo " lugar fuéramos a tener aquel movimiento, pero estaba claro al menos, que la misión no iba a ser tan sencilla como parecía en un primer momento.

Eso sí, siempre era mejor que la monotonía de no tener nada que hacer, que era capaz de secarte la sangre de las venas.

Sólo tuve que elegir un punto de su cuerpo, pues estaba lo suficientemente ocupado como para no prestarme demasiada atención, quizás, porque el otro humano era bastante más alto que yo y el enano, bastante más ancho, por lo que así pasaba más desapercibida.

Los dos golpes seguidos, uno del enano y otro de la chica, hicieron mella en la criatura que cayó bajo los cortes y los golpes. Una vez en el suelo, inconsciente, ya no era una amenaza para el grupo.

En el mismo estado estaban tanto Grongar como ella, ambos tirados en el suelo uno al lado del otro.

-¡Bravo !- gritó Kevan al ver caer al monstruo. Los golpes de sus compañeros habían sido increíblemente certeros y letales...

Pero había que asegurarse, quién le iba a decir que semejante amorfoide no se regeneraba o así...  que dio un pasito y traspasó al caído de lado a lado. Luego se arrodilló al lado de Grongar para ver cómo estaba el pobre clérigo.

Sonreí satisfecha cuando vi caer a la criatura y asentí mirando a Kevan, pues la exclamación había sido la que aquel momento merecía, aunque en seguida se puso manos a la obra, atendiendo a nuestro compañero caído...

- Creo que a un enano le hace falta más de un golpe para estar muy mal ¿ verdad Drommbar?

Lo decía por el del suelo, que aunque inconsciente, seguro que en seguida conseguía despertarlo.

Yo lo que me di cuenta era de que ahora tenía una puerta abierta delante de mis narices y con eso, un lugar nuevo en el que meter las narices.

- ¿ Creéis que habrá un mediano de verdad en alguna parte?

Antes de terminar de hablar ya estaba entrando en la casa, con el fin de ver tanto si había un mediano que no le diera por el transformismo, los restos del mediano en cuestión o ya que estaba... algo con lo que llenar mis siempre vacíos bolsillos.

Como si de una respuesta se tratara una voz salió del fondo de la casa.

- ¿Hola? ¿¡Quién habla!?

Drommbar no había tenido tiempo de seguir machacando aquél cuerpo informe, pues Kevan se había aproximado y lo había ensartado con rapidez. Dejó caer el hacha a un lado y se apoyó en ella, mirando con furia al engendro.

- Escoria... -masculló.

Luego asintió a la pregunta de Debbe. Haría falta más que eso para acabar con su amigo enano, aunque sin duda tendría un buen dolor de cabeza.

Cuando la humana entró en la casa, una voz salió de ella y Drommbar volvió a coger su arma para ponerse en guardia.

- ¡¿Más cosas de estas?! -exclamó, sin pararse a pensar que quizá fuera el auténtico Walthus el que hablaba.

Apenas había dado un paso dentro de la casa y ya me habían sentido entrar. Eso o se habían puesto a hablar cuando las hostilidades habían cesado, que también podía ser eso último.

Lo que ya no imaginaba era quien estaba al otro lado de aquella voz de la que ni siquiera pude diferenciar si era de un hombre o de una mujer.

- Soy Debbe. ¿ Y tú quién eres?

En ese momento decidí que a aquella respuesta le faltaba algo para infundir un poco de respeto ahora que aún no me veían.

- Hemos acabado con la otra cosa disfrazada de mediano. No quieras correr su misma suerte.

- Ja! Seguro que con eso ya se lo piensa dos veces!

Mientras Drommbar y Debbe se ocupaban de lo que había en la casa, Kevan examinó con cuidado al clérigo enano... las heridas pintaban bastante mal y quería asegurarse de que no se desangraba.

Instantes después vio que tanto la mujer como el enano tenían razón y Grongar no corría serio peligro.

Mejor prevenir que curar.

Pero no quería dejarlo yaciendo en el barro, así que lo apoyó contra la pared de la casa.

-Esto nos debería enseñar una lección... ¡Nada es lo que parece!.-murmuró acercándose al monstruo y comprobando si llevaba algo encima.