Partida Rol por web

Persigues a la mujer desde las alturas a traves de las calles de la ciudad. Ella no se percata de tu presencia, y finaliza su trayecto entrando en el parquing de un rascacielos de 30 plantas. Te encuentras en la zona mas centrica de la ciudad, donde residen otros edificios similares de oficinas. Destaca su color azulado con gran cantidad de cristaleras.

Mientras tu bola de fuego la esquiva, el zorro vuelve a disparar otra vez otra llamarada potente, viendo que fue efectiva antes. Enno y Chiaki se estaban preparando para atacar con un potente conjuro con el que estaban trabajando, aunque aun le llevaria un poco mas tener listo. A traves de varios talismanes que se mantenian en el aire iban conjurando.

Chiaki te dijo: Shizuka, aguanta, pronto estaremos listas.

La mujer decide cambiar de objetivo y se centra en ti, y te ataca con las garras, pero el zorro se interpone recibiendo el el daño. Como tu guardian se antepondria al daño siempre que fuera posible. Las garras le inflingen bastante daño en el lateral derecho de su cuerpo, sangrando bastante. Gime de fuerte dolor.

Rever hizo una seña a su compañera enmascarada.

- Podemos entrar por arriba, aunque sería dar un rodeo, pero entrar desde una zona no vigilada puede ser lo más apropiado.

Akai ve las heridas del zorro y le dice:

Desaparece… márchate, no quiero que te hagan más daño

Para desconvocarlo y mirar a la mujer serpiente mientras le dice:

Has hecho demasiado daño… no te dejare que sigas con eso

A las palabras de Chiaki asiente sabedora que estaba preparando algo para detener a la mujer serpiente, pero ella también podía luchar, así que imitando al zorro junta las manos y apunta hacia delante para lanzar su llamarada contra esta.

Esa parte de la ciudad le hacía sentirse más cómodo, porque le recordaba a los grandes bloques urbanos de su planeta natal: torres kilométricas que desafiaban a los cielos y que albergaban cientos de núcleos familiares. Los nativos aún no habían alcanzado ese nivel de sofisticación, pero estaban cerca, aunque Malakhai aún no alcanzó a comprender por qué había tantas diferencias entre unas regiones y otras. ¿Sería por el nivel económico de sus habitantes?

Con esa pregunta en la cabeza, descendió al nivel del suelo, se liberó del traje de vuelo y se dirigió hacia el edificio donde había entrado la investigadora. Si tenía suerte, podría averiguar el piso donde se encontraba e intentar acceder a ella usando su otra personalidad.

- ¿A dónde se han ido? ¿Los habéis visto pasar? - Pregunta a la mujer y el guardia que le miran extrañado.

- ¡Si, joder! ¡Acaban de agredir de alguna forma al guardia de arriba! ¡He bajado corriendo tras los que le han atacado! ¡Le rociaron una especie de gas de pimienta o algo parecido! - Dice molesto.

- Seguidme, voy a ver como está - Les increpa mientras vuelve sobre sus pasos.

Te diriges hacia la puerta principal. Al entrar te para el guarda de seguridad y te pregunta: A donde vas chico? Debes pasar por aqui primero, y dejar tus pertenencias. Te indica el arco y la maquina de rayos x.

Puedes ver un gran  recibidor con un guarda que retiene a las personas y debes pasar por un arco detector de metales, asi como dejar tus objetos personales a traves de una maquina de rayos X. Un gran mostrador es la recepcion atentido por dos chicas jovenes que recogen llamadas y atienden al publico. Tres mesas pequeñas con sillas, asi como varios sofás de estar permiten tener una vista hacia un pequeño patio interior a traves de la cristalera para las visitas. Dos ascensores se ven al final con otro guarda de seguridad al lado y unas escaleras que suben. Tambien divisas varias camaras que graban la entrada y el recibidor.

Rever pensaba en acceder desde arriba, pero los edificios eran altos, tranquilamente la media sobrepasaba los 10 pisos y no se veia ningun callejon en las proximidades. Sino era un asalto directo a traves del cordón policial, era a travesar el interior de otro edificio. Dar un rodeo podría llevar demasiados minutos que podría dar con el escape de los maleantes. 

El guardia de seguridad, junto al profesor de Hikaru y una trabajadora volveis a la exposicion sobre demonios guiados por Gabriel. Alli se encuentra el policia herido junto al otro compañero que le está asistiendo con una botella de agua. EL otro policia al veros pregunta:

Que ha sucedido exactamente? Aqui mi compañero me ha explicado que ha sido asaltado por dos chicos y una mujer. La mujer le ataco con un spray de pimienta, que se usa contra los acosadores.

Tras lavarse un poco la cara. Señala a Hikaru: Este chico salio del interior junto a las otras dos personas.

El profesor mira enfadado a su alumno y le pregunta claramente: Que esta sucediendo, Hikaru. Abajo has contado que te habian robado la cartera, y el policia que estabas alli dentro junto a los otros dos. Explicate por favor.

El lanzallamas resulto efectivo en tu ataque, y le volvio a hacer daño no permitiendo que se acercara a tu posicion. El zorro desaperecio tras desinvocarlo. En ese momento Chiaki y Enno acabaron su conjuro:

Presius Milatius Aprestus. Dijero las dos al mismo tiempo y lanzaron una especie de cuerdas mágicas contra la mujer serpiente que la apresaron totalmente dejandola indefensa. Esta intento forzosamente liberarse de ellas, pero era un conjuro realmente potente.

Malakhai estuvo tentado de responder duramente al nativo que se interponía entre él y su misión personal, pero luego recordó su posición. Ya no era una figura militar de importancia del Imperio, sino un ser de poco tiempo de vida a ojos de las criaturas de ese planeta. Era una de las preguntas para las que aún no tenía respuesta: ¿Por qué los seres humanos sufrían una degeneración tan visible de sus sistemas vitales? ¿Tendría que ver la estrella que iluminaba su planeta? ¿La radiación? En el Imperio, por ejemplo, apenas había signos visibles de envejecimiento celular hasta que no llegaba un tiempo de vida de varios cientos de ciclos solares.

El responsable de seguridad del edificio parecía solicitar que dejase sus bienes personales antes de cruzar un dispositivo electrónico que parecía radiar con ondas electromagnéticas el cuerpo. Así que dejó a un lado el brazalete que servía de conexión con la nave estrellada – que aún esperaba ser reconstruída – y donde alojaba el traje de vuelo semiorgánico. Desconocía los efectos que esa radiación electromagnética podría tener en la tecnología Imperial, y no quería arriesgarse.

- Creo que me he equivocado – mintió al guardia de seguridad. Necesitaba saber dónde estaba la nativa. Intentó que su rostro no fuera captado por los dispositivos de grabación de imágenes. Por alguna razón, no se sentía cómodo sabiendo que su rostro se guardaba en ningún sitio – Estoy buscando a un investigador de microbiología, ¿es éste el lugar?

Dejas tu brazalete en la cinta y esta pasa por el visor de rayos X. Luego pasas por el arco y accedes al interior. El guarda te comenta al ver el extraño objeto: De que se trata este objeto? Por lo que he visto no parece ser un simple brazalete. Es todo metálico y contiene mecanismos en su interior. Lo siento, pero por temas de seguridad te lo requisaré. Y aqui no conozco a ninguna microbiologa. Deberás preguntar en la mesa de ahi delante, en recepcion. Esto es una empresa de tecnología punta, aunque hay mas oficinas alquiladas a otras empresas.

Te habla mientras coge en el aire el brazalete y lo guarda en una caja metalica. Desde tu punto la cámara no te coge aún, pero acceder mas al interior si que era inevitable grabar tu imagen.

Tecnología punta. Si su sentido del humor no fuera escaso probablemente habría roto a reír a carcajadas. Pero tenía que reconocer que los nativos tenían unos avances bastante punteros en determinados campos, más que otros miembros del Imperio. Comprobó dos veces dónde dejaba el responsable de seguridad su brazalete y se dirigió al llamado mostrador donde nativas atendían a los recién llegados. No veía a la periodista por ningún lado, así que buscó algún índice o información sobre qué había en cada planta. Si no lo localizaba, tendría que preguntar directamente.

Por algún motivo su traje no conseguía levitar como había aprendido a hacerlo las primeras veces que probó sus poderes. De todas formas no había tiempo para subir tan alto aunque pudiese hacerlo...

¿Tal vez por debajo, aprovechando la red da alcantarillado? No.. no hay garantías de que pasemos por debajo o encontremos salida, y los rehenes tampoco van a tener mucho más tiempo.... Joder, cómo....

Entonces se le ocurrió una idea. Tal vez no hubiese nada que él pudiese hacer para acercarse rápidamente sin ser visto. Pero su compañera...

- ¿Hasta qué punto puedes controlar esa niebla negra? -le preguntó- ¿Podrías formarla cubriendo a los atracadores y a los policías? Si están cegados no nos verán acercarse.

- ¡Pero vamos a ver! ¡¿Han visto pasar corriendo a esa gente y no los han detenido?! ¡Pero si han atacado con una especie de spray de pimienta a su compañero de arriba! - Gabriel se puso nervioso con aquello y no atinaba a persuadir, en lo más mínimo a los policías.

Parece que todo estaba en manos del chico.

Cuando escucho el aluvion de preguntas me quedo en blanco, ¿qué hago? ¿en serio me había visto? Piensa Hikaru piensa...
-Em... yo no me he acercado a esa uexposición... fui al baño y pasó el robo, Ruri lo sabia, la avisé antes de irme.-
Se que no he sonado nada convincente así que rezo por que mi amiga me ayude.

Una típica escena en la ciudad. Corruptos contra cucarachas, policías contra atracadores, y en medio lis habitantes de la ciudad. Por un momento, me dan ganas de entrar y acabar con el juego, pero, aunque pocos, en esta ciudad aún hay personas que merecen ser salvadas.

Pero, ¿cómo entrar? Mil opciones pasan por mi mente, pero todas parecen condenadas al fracaso. Entonces, mi compañero hace su propuesta. Miro la calle, demasiada gente, demasiado terreno que cubrir. Niego lentamente, aunque una idea se abre paso en mi cerebro.

Mi voz de ultratumba, que parece la mezcla de varias voces a la vez, se deja escuchar. Sí Reaver no la hubirra oído antes, seguro que estaría asustado de ella. Demasiado terreno que abarcar, demasiada gente. Además, la sombra se forma donde yo esté, no puedo moverla, se centra en mi persona. Sin embargo, sí podemos buscar una puerta o entrada lateral y cubrirnos en mi sombra mientras nos colamos dentro. Durante todo el rato, no miro a Reaver, solo al banco, desviando un poco la vista hacia la calle lateral al mencionar una entrada lateral.