Partida Rol por web

Karl frunció el ceño sorprendido ¿Acaso esa enana había pasado de él? ¿Quién se creía que era? Nadie, absolutamente nadie, pasaba de Karl Ford. Trató de buscar entre los archivos de su cabeza el nombre de esa chica, quería saber quién era, quería saber todo sus secretos y atormentarla con esto. Pero nada, era como un fantasma, no la recordaba de nada. - Pobrecita, qué trágico ser tan irrelevante. - Pensó mientras lanzaba un suspiro melodramático. La zorrita se las pagaría, ingenua era si pensaba que podría humillarlo y salirse con la suya.

Que sí, que no, que los fantasmas existen y que no. El rubio puso los ojos en blanco y lanzó un bufido, mientras miraba su teléfono distraído. Levantó la vista ante el comentario de Hugo Boss, que para su sorpresa venía del nerd ¿Seguía teniendo el coraje de dirigirles la palabra? Pensaba que después de bautizarle en los baños comunales habría aprendido a callarse la boca. Pero qué más daba, aunque sea esta vez no había dicho ninguna estupidez - Los uniformes son un turn-off importante para mi, el juego del oficial de policía y todo eso. A mi me gusta tener el control de las cosas. - Confesó distraidamente, sin importarle que los outsiders pudieran escucharle hablar tan a la ligera de su vida sexual ¿Acaso contaban como personas? - Seguro que a Maddie le ponen... - Sugirió con una sonrisa ladina, aprovechando que su amiga estaba ausente para cotillear sobre ella.

La pequeña hobbit aseguraba que no había que jugar con los muertos, comentario que no hizo más que sacarle una sonrisa burlona a Karl. - Empiezo a aburrirme, juguemos de una vez. A lo mejor contactamos con el fantasma de tu vida social. - Comentó con ironía en dirección a Bill.

Felicia soltó un ligero gruñido, poniendo una vez más los ojos en blanco a la vez que balanceaba sus piernas con cansancio sentada sobre la mesa. La gente seguía discutiendo sobre si jugar o no a la condenada ouija. Que si era peligroso, que si divertido, que si fantasmas... Ugh. Bajó de un pequeño salto de la mesa, cogiendo previamente su móvil y metiéndolo en el bolso.

Karl se dedicó a dar su opinión sobre los uniformes y a quiénes le provocarían, haciendo que la Queen B soltase una pequeña carcajada y le diese un codazo amistoso al sugerir que la buena de Maddie era una de estas personas. – Qué malo eres. – Le dijo con una sonrisa al minion varón, volviendo su vista a los pequeños fracasados de la ouija. Estaba a punto de mandarlos a freír espárragos y en caso de que no le hiciesen caso mandar a Karl a tirar la tabla por la ventana, pero este expresó su deseo por jugar también a la condenada ouija junto con un comentario hiriente hacia el freak. Ella levantó una ceja hacia su minion, sonriéndole de lado con cierta superioridad. – Cuidado con lo que dices tú también, si busca venganza no mandaré a nadie a rescatarte, #1. – Le dijo con tono de broma... ¿O no? Era difícil de advertir en aquella frase. Tras soltar otro ligero gruñido, se volvió a girar hacia su grupo de amigos.

– Ugh, de acuerdo, jugaremos al maldito juego. Luego no me responsabilizo de que tengáis pesadillas... ¡Y como os salgan ojeras os quiero a un metro de mí!

Felicia habia aceptado jugar y casi no lo podia creer. Esa mujer era tan dueña de todos que podia cambiar de idea y planes para que todos la siguieran. Era increible. No podia perder detalle asi que me acerque un poco mas y acerque una silla para sentarme con discrecion y ver como se desenvolvia el juego.

Mi amigo estaba castigado y ya no tenia intenciones de salir a ese improvisado campamento. Seguramente algun profesor podria eximirme de esa actividad, pero por ahora lo mas importante era ver que pasaria con este condenado juego.

Maldecir no es bueno en un juego con muertos.

- No es ninguna broma, Felicia. - Alfie lanzó una risita nasal, sin poder contener su emoción con jugar. Mientras más personas eran, más divertido sería. - ¡Venga! ¡Juguemos todos! - Dijo en dirección a los excépticos que aún no se acercaban. - ¿O tienen miedo?

Cuando Andy llegó a la sala de estudiantes varios de mis compañeros ya estaban allí, había pasado la tarde entrenando y se le había ido el santo al cielo, cosa que a veces le ocurría, olvidando completamente que habían quedado en reunirse unos cuantos para preparar la acampada obligatoria

Se acercó primero a Bryan y chocó la mano con él, era su compañero de equipo desde que ambos entraron al St Agnes y Andy lo consideraba uno de los pocos amigos verdaderos que tenía en aquel lugar, después, se sacó un paquete de la mochila y se lo pasó a Bill - Felicidades Cumpleañero!! - le dijo mientras sonreía emocionado esperando a que lo abriese, aunque no se pudo resistir a hacer el spoiler sobre el regalo  - es el Total Domination VIII, seguro que este no lo tienes, acaba de salir hoy mismo, me ha llegado por correo esta misma mañana, cuando quieras montamos una campaña los dos

Quizá alguno de sus amigos, principalmente las chicas, no viesen con buenos ojos que se llevase bien con lo que ellos llamaban "Los Frikis", pero a Andy esas cosas le resbalaban, si una persona le demostraba ser digno de confianza, aunque fuera una tan reservada como Bill, sería un colega le pesase a quien le pesase

- Bueno, ¿y de que decís que va todo esto? - dijo cogiendo la tabla ouija de las manos de Alfie y mirándola de arriba a abajo, mirando los símbolos y las letras -  ¿queréis hablar con los espíritus?, solo tenéis que hablar con el entrenador sobre sus ligues, eso si que es un fantasma de verdad - bromeó y guiño un ojo a Bryan en señal de complicidad mientras devolvía la tabla a su dueño

- A ver Alfie como se juega, que yo no se nada de eso?

Dije finjiendo ingenuidad. De todas maneras alguien debia comenzar y si podia tomar la iniciativa frente a Felicia eso me hacia feliz.

- A quien vamos a invocar primero?

Le dedicó una sonrisita a su novio mientras entrelazaba sus dedos con los del chico, no podía evitar mostrar lo enamorada que estaba de él, eran la típica parejita empalagosa que todos envidiaban y deseaban ser. - Está bien, supongo que podré sobrevivir a una noche de acampada. Pero por favor, hagamos algo divertido... - Dejó este último comentario al aire. No iba ser ella la que incitara a una jugarreta contra los marginados. Claire no hacía eso. Era educada, calma y jamás desatendía las exigencias de su familia. Era una princesa y no se rebajaría a las acciones de los seguidores de Felicia.

- ¿Alguien sabe donde está Maddie? - Parecía que era la única que había notado la ausencia de la más pequeña del grupo, pero su pregunta se vio acallada por una molesta discusión sobre si debían o no jugar a aquel estúpido juego. Bueno, debía admitir que algo de miedo le daba, había visto esa película en el cine con Bryan hacía un tiempo y su novio tuvo que reconfortarla durante un rato.

Miró sorprendida cómo Felicia accedía a jugar con el resto. - ¿Lo estás diciendo en serio? - Le preguntó a su mejor amiga casi en un susurro. Dejó escapar un suspiro de resignación y aún sujetando la mano de Bryan, se levantó de los sillones para arrodillarse frente a la tabla esperando a que su novio se sentara a su lado. Tenía miedo pero odiaba demostrarlo frente a todas aquellas personas. Apretó algo nerviosa la mano del chico. Nunca creyó que desearía que se hiciera la hora para ir a la acampada como esta vez.

Miró el paquete que Andy le tendía:

Es el Total Domination VIII, seguro que este no lo tienes, acaba de salir hoy mismo, me ha llegado por correo esta misma mañana, cuando quieras montamos una campaña los dos

Sinceramente, no lo esperaba. Y además, se había esforzado en ello: Era un auténtico regalazo. Sabía que en determinados foros, sería un jugador envidiado.

- Muchísimas gracias, Andy... Eres la ostia tío

Repetí de nuevo saludo con las manos en alto y hubiera deseado encerrarme en ese mismo momento en mi cuarto a estrenar ese juego acojonante... Pero no. Teníamos que jugar a la OuiJa y pasar toda la puñetera noche a la intemperie... Por una estúpida tradición.

- ...Si, tio... (suspiro) jugaremos todas las partidas que nos apetezcan cuando acabemos con todas estas gilipolleces...

Me acerqué a donde habían montado la tabla y acerqué mi mano a la "planchette":

Bueno... ¿A quién toca invocar esta noche? ¿Alguien sabe como va el ritual?

Evidentemente y siendo aficionado a leer todo lo que caía en mis manos sobre esoterismo, yo me lo sabía de sobra, pero estaba claro que aquello no iba a ser algo serio, si no una cuchufleta de partida y no merecía la pena el mínimo esfuerzo en hacer una invocación medio digna.

- ¿Vas a ser tú el médium, Powell? ¿Crees que tu cerebro recordará más de cinco palabras y no te cagarás en los pantalones cuando aparezcan los espíritus?

Puede que incluso aquello acabara por ser divertido...

Ugh. Por supuesto, sabelotodo. No hay profesores delante, ¿hasta para esto tienes que andar presumiendo?

La alegría de que su comentario sobre los nazis fuera bien acogido le duró poco. Se quedo taciturno mientras los diálogos se sucedían a su alrededor, sin que el le prestare mucha atención. Estaba en estado de fuga mental. ¿Por qué se empeñaba Alfie en que jugaran todos? La mitad de los aquí reunidos pasaban y estaba acribillando con veneno y crueldad a la otra mitad. A lo mejor el pobre cabeza de chorlito esperaba que esto funcionara y le diera puntos o algo.

Se limitó a coger el manual de instrucciones del juego. Habría respondido a Haily, pero no quería presumir más de conocimientos. Además solo había que “poner el dedo y empujar” frase que daba pie para muchos chistes que de pronunciarlos le volverían en forma de dagas envenenadas. Se los guardó para sí, induciéndose una sonrisa. Además, técnicamente, no se empujaba, se dejaba que el espíritu empujara. Menuda forma de malgastar un trozo de árbol.

_{^{-¿Y si juegan los que quieran jugar y, los que no, pues que no jueguen, pero dejamos de darle vueltas a si funciona o no, o si es una pérdida de tiempo?-}} Le murmuró al cuello de su camisa. Por suerte Bill habló y se acercó. Y su frase quedo en la nada.

– Tu existencia es la broma, Alfie. – Soltó Felicia a la vez que se colocaba frente a la tabla, dispuesta a acabar con esa tontería de juego cuanto antes... Pero al poco de sentarse llegó Andy, cargado de un extraño positivismo. – ¡Vaya! Mira quién se ha dignado a aparecer. – Comentó Felicia sonriente. El chico bueno sacó un regalo para el cumpleañero, que a juzgar por su expresión o bien era muy caro o muy acertado. – ¿Quedaré mal por no comprarle nada? Hoy todos están especialmente amables con él... – Se preguntaba mentalmente la Queen B, mordiéndose el labio inferior. Salió de sus propios pensamientos al sentir la voz de su mejor amiga susurrarle al oído mientras se preparaba también a jugar a la ouija. – Si es la única manera de que se callen, que así sea... Y deja de temblar, corazón. Los fantasmas no existen. – Le dedicó una sonrisa dulce y amable, de esas que no le echa a nadie más que a ella. Al fin y al cabo llevaba siendo su amiga desde prácticamente siempre.

Las palabras de Bill también le llamaron la atención, pues se dedicó a preguntar y a aconsejar a Alfie sobre lo que habría que hacer durante la sesión de espiritismo. Incluso hizo a Felicia soltar una ligera risilla cuando le dijo lo de hacérselo encima.

– Vaya Bill, ¿sabes de espiritismo? ... No sé de qué me sorprende, la verdad.

No estaba segura que me molestaba mas, si era porque Felicia se metia con Bill, o porque era Bill la victima de sus ataques. Ciertamente Felicia se metia con todo el mundo, pero no era justo que ella le echara a perder el dia. O lo que quedara de el. En un momento de distraccion me acerque a Bill y le susurre algo al oido:

- Susurro en otro post.

Y luego me aparte nuevamente para ver el apasionante juego que al parecer no iba a hacer ser mas nada que otra oportunidad de Felicia para burlarse de Alfie, cosa que lamente porque ella tenia a todo su sequito para cubrirse y a quien tenia yo?

Creo que me iba a ir pronto a esa acampada solo para salir de alli.

Susurro: Te dare tu regalo en la noche en la acampada.

Trate de que mi voz sonara sensual aunque aun no estaba segura de como hacer eso.

- ¿A quién invocamos primero? ¿Acaso tienes una lista? - Preguntó Su Woo irónicamente en dirección de Haily, mientras se colocaba al lado de Karl para empezar a jugar. - Pues seguro que St. Agnes está lleno de fantasmas ¿Acaso no vieron el cementerio abandonado del bosque?

- Es verdad, hay un cementerio de unas quince o veinte lápidas, todas con el nombre borrado. Está cerca de las vías del tren. - Afirmó Ryder, el cementerio era uno de los tantos rumores que corrían por los pasillos del internado. - Dicen que el anterior director era un científico loco y hacía experimentos con los estudiantes, y al cementerio iban a parar quienes descubrían la verdad o ya no les servía para seguir experimentando...

Alfie ignoró los comentarios del grupo que intentaban desestimar la veracidad de la Ouija. Si lo hacían porque le tenían miedo a los fantasmas, él no les diría nada. Se había propuesto contactar con un espíritu esa tarde y así sería. - No necesitamos a un médium, Bill. - Puso los ojos en blanco mientras sacaba la planchette del bolsillo y la colocaba en sobre la tabla.

- ¿Están listos? - Preguntó con una sonrisita perturbadora. - Podemos contactar con el anterior director, o alguno de sus estudiantes asesinados...

- Creo que mejor sera invocar a ese director loco, asi nos puede decir si era verdad lo de los experimentos... je... je...

Aunque algo nerviosa, preferia hablar con el director que con los estudiantes. Por razones obvias. Al menos para mi.

Carter donde estas, porque me dejas sola.

Su, habia hehco un comentario pero se fue del lado de Karl, no valia la pena comentar algo de la realeza y llamar la atencion. Y el cementerio, claro que lo recordaba. Lo habia visto cuando ... camino al tren.

Me aleje un poco para acercarme a Bill y quedarme cerca de el pero sin perder vista de lo que pasaba con el juego. Alfie parecia estar al corriente del manejo de los espiritus y aunque era algo que no esperaba de ninguno de nosotros siempre habia alguien que me sorprendiere, y cuando lo vi con los ojos en blanco me preocupe mas todavia.

Mierda, que hago aqui.

Aunque no era muy experto en eso de las relaciones sociales, resultaba agradable estar en un confortable puesto del escalafón auspiciado por una especie de "protección" que no entendía por parte de la "reina" Felicia ...o quizás si. Pero fuera por un cierto temor, por respeto o porque simplemente le hacia gracia, aunque sabía que nunca sería uno de los bufones de su corte, el caso es que no solía atacarme con sus afilados comentarios.

Agradecí a Haily con la mirada y una sonrisa lo que me había susurrado al oido, pero ahora no me podía ocupar de ese tema. Aquella sesión de espiritismo, podía acabar fácilmente siendo una insensatez. Y me vi al menos en la obligación de advertir a tanto insensato.

- Pues si, hace falta una persona con "poderes". "Concentración" ¡Yo qué sé! Al menos con alguna experiencia. Si no es así, esto que vamos a hacer no es más que una patochada. Y por cierto - dije mirando a Haily- invocar a un loco o a un diablo, es lo peor que se puede hacer en una sesión de OuiJa. Sería mas aconsejable invocar a alguien mas... "Benigno" ¿Hay en la sala algún voluntario para hacer de médium? -dije mirándoles a todos- ¿Alguna voluntaria?

Me senté a la mesa y esperé. Todos, el que mas el que menos, habíamos oido extrañas historias sobre sesiones de OuiJa que habían acabado mal y había en el ambiente un cierto temor reverencial a iniciar aquella sesión.

Bill me agradeció el regalo con una mirada extraña, como si no lo esperase, es verdad que no nos conocíamos mucho, pero en el poco tiempo que me había relacionado con el me había caído bien, era algo tímido, en eso nos parecíamos, aunque yo disfrazaba mi timidez con bromas y risas, el no, el se apartaba de la gente.

Bill y Alfie se enzarzaron en una discusión sobre como funcionaba el dichoso jueguecito, yo no tenía mucho que aportar, no tenía ni idea de espíritus ni fantasmas, no creía que hubiese nada más allá, así perdí rápidamente el interés y decidí hablar con Bryan, que era quien mejor conocía en aquella habitación, sobre los planes para aquella noche

-  Oye, dime que tenemos preparado algo mejor que esto para la acampada - le dije en voz baja intentando que nadie me oyese - o esto puede resultar un aburrimiento de muerte

Aquello era un poco irritante. Todos mareando la perdiz con la ouija, había unos que querían jugar, otros que no y luego una nube quántica que como el gato de Schrodinger estaban jugando y no jugando a la vez.

-Yo hare de médium. Como no creo en esto, si contacto con algo será un cambio vital en mi forma de entender el mundo pero, al menos, sabremos que no ha sido sugestión. Contactaremos con los alumnos muertos en los experimentos del director científico-loco. A ver si podemos hacer algo por ellos para darles paz. Suponiendo que haya algún ex alumno asesinado por el viejo director para hacer experimentos, claro.- Intentó no ser muy condescendiente con los creyentes.  

-¡No sé cómo te llamas, pero sé que eres una buena persona enterrada en el cementerio del bosque. Si necesitas una misa o unas flores para pasar al otro lado, manifiéstate y pídelo!

Brad puso su dedo en el tablero marcador y miró a los demás. Esperando a ver que salía del subconsciente de los que participaran en el invento este.