Partida Rol por web

Asustado por lo que le esta pasando no puede mas que gimotear y balbucear palabras en goblin incomprensible para el resto de los presentes. Su hedor es comparable a aquella piscina de excrementos que tubo que pasar, ¿Comparable? No mucho mayor. Caminando a arrastrandose, pues nadie esta seguro de como se desliza ahora alza la mano temblorosa y supurante hacia la loca muchacha y explama con un grito de terror.
-¡¡QUE ME HAS ECHO!! ¡¡¡QUE ME HAS ECHO!!! MALDITAF PUERCA DEL DEFONIO, DEFUELFEME MI CUERRPO, DEFUELEVEMELO!!-Gritaba mientras negros y putridos escrementos brotaban de lo que se suponia su boca.

Lomy observa preocupado la transformación de Drerick. Seguramente allá sido el poder del cetro el causante, a pesar de que Leanan no lo haya hecho a posta.
¡Drerick!- comenta Lomy tapándose la nariz con el brazo que le quedaba-. ¿Estas bien? Maldita sea!

¡Leanan, para eso, vamos!- le dice a la joven, mientras se acerca a la puerta de la cabaña, donde Kaa parece haber visto algo. Lomy saca la cabeza por la puerta, mirando hacia donde mira la sorprendida Kaa.

Lomy al salir y ponerse a la altura de Kaa ve a un enorme ser de más de 10 metros de altura que emerge de la tierra apartándola en su contorno. El ser es algo grotesco sin duda es un semi-dios.

Es Poral, el hijo de Pifo.

El mago se dirige a la puerta entre arcadas de mal gusto por el estado de Drerick.

Invierte el hechizo. - Ordena a Leanan.

Al salir fuera ve el espectáculo exterior.

Ha comenzado, el día final del la era.

El mago se arrodilla y se pone junto a Lomy, inclina la cabeza.

Oh Poral, hijo de Pifo, el cetro del poder del alma de tu padre reside en las antorchas y el cetro que las forjó. Defiéndela de quien con él sumirá al mundo en tinieblas.

El enorme ser se hiergue sobre sus tentáculos para salir enteramente de las entrañas de la tierra.

Un temblor de nuevo hace estremecerse a la tierra. Algunas piedras de los laterales de la fortificación natural de la Aldea Maldita se desploman, cayendo con fuerza sobre el piso.

El ser sale se agarra a las paredes y mirando atrás habla.

Venid, portadores del cetro de mi padre. La hora de la nueva era comienzan.

Alarga uno de los seis tentáculos de su cuerpo hasta llegar al lugar que ocupan Kaa, Lomy y Gornamus.

Despertad a mi padre o de nada servirá mi ayuda.

Enrosca con su tentáculo a Kaa suavemente y la eleva sobre el nivel del suelo hacia los arbustos de la parte final de la plaza natural.

Ahí está mi padre, el dios castigado. Pifo hablará tras miles de años en silencio.

Desde el exterior un nuevo crujido de tierra y temblores coyevados son seguidos de una voz profunda.

Venid, portadores del cetro de mi padre. La hora de la nueva era comienzan.
Despertad a mi padre o de nada servirá mi ayuda.
Ahí está mi padre, el dios castigado. Pifo hablará tras miles de años en silencio.

Le costó unos segundos entender lo que sucedía, los suficientes para repasar en su alocada memoria que los goblins, por naturelza, no eran capaces de realizar aquel asqueroso espectáculo.

- Vale, vale, vaaaaaale -alzó el cetro hacia el goblin y recordando la pose de un mago al realizar un conjuro en su ciudad maldita, cosa que no le sirvió pues acabó devorado por un basilisco, se aclaró la garganta- "Oh apestoso goblin, me apiado de tu oscura alma para purificarte. Vuelve a ser la criatura que antes eras... -entonces añadió rápidamente con una voz más infantil- ¡y que seas bueno y noble de corazón!"

Leanan miró expectante si se realizaba algún cambio en la forma de ser del goblin... "Si funciona podré convertir a la gente mala en buena... no, no, no... tengo que ocultar el cetro", recordó al instante. Poco duró el entusiasmo al escuchar un nuevo temblor y la poderosa voz de aquel ser. Con cautela se acerco a Gornamus.

- ¿Podemos saludarlo? -dijo con una asombrosa simpleza refiriéndose al ser.

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El pequeño goblin entre, sollozos y gritos ahogados por el rio de excrementos en que se habia convertido poco a poco fue recuperando su forma y olor original, mientras recobraba la compostura, en todos los sentidos, mirada con odio a la vez que temor a aquella virgen loca que le habia arrebato el cetro y por ende el final de su camino.
-Apestosa hija de Mogg... nunca te voy a perdonar..-Mientras sentado en el suelo y limpiando su boca de seca baba maldecia a Leanan una gutural voz venida de fuera de la cabaña le intimido de tal forma que sus orejas apuntaron al suelo y su voz se perdio entre sus garganta.

Se acerco entonces a la puerta, donde estaban Lomy Y Kaa y agarrado a la pernera de su compañero asomo su calva cabeza mirando al exterior.
-¿Que... que es eso? ¿Es esa la voz de un dios, realmente?-Musito, clavando las negras uñas en la pierna de su ex-montura.

Lomy había quedado paralizado durante unos segundos al observar la enorme figura de Poral. No era la primera vez que lo veía, pues anteriormente Elandeil lo había invocado para que les ayudase. Pero aún así le cuesta reaccionar. Para cuando se da cuenta, Poral ya tiene agarrada a Kaa con uno de sus tentáculos, transportándola suavemente. Cuando Leanan y el recobrado Drerick salen de la caseta, Lomy no puede más que señalar hacia el enorme semi-dios.
Es… es Poral. ¿Lo recuerdas, Drerick? Una vez nos ayudo… ¿Hará lo mismo ahora? Dice que tenemos que despertar a su padre, Pifo.
Lomy mantiene la vista en el tentáculo que porta a Kaa.

El pequeño goblin se mantenia agarrado a la pernera de ex-centauro mientras este le explicaba la situacion.
-¿Hablas de aquel monstruo gigante con tentaculos? Eso que invoco el matadragones para protegernos? ¿Me preguntas que si recuerdo eso? Si, y e de admitir que estoy tan asustado como aquella vez... ¿A... A donde se lleva a la arpia?-Señala a Kaa con su huesida mano derecha mientras que la otra la usa para mantenerse sujeto a su manco compañero.

-¿Despertar a Pifo? Eso es tarea de quien tenga en cetro ¿No? ¿Que le espera a quien lo despierte?-EL pequeño goblin interrogaba a Lomy con preguntas que no esperaba que realmente conociera.

¡No se, Drerick, no se!- responde Lomy, algo nervioso por la situación- Tal vez el mago lo sepa, o el propio Poral nos lo diga. Creo que a Kaa se la lleva a donde está su padre, Pifo. ¿Gornomus, como se supone que despertaremos a Pifo? ¿Y que consecuencias traería eso?

A pifo se le despertará con la última de las antorchas de pifo, el resto debe ser destruído por el cetro. Pero no se si eso es bueno. La llegada de Pifo es el anuncio del fin del mundo.

Gornamus mira como el enorme tentáculo de Poral, recorre la plazoleta natural de La Aldea Maldita, transportando a Kaa hacia un punto tras unos arbustos.

Allí está el santuario de Pifo, en una piedra garbada.

No se que será mejor.

Kaa es depositada tras los setos, dejandose ver tan solo su cabeza.

Otro de los tentáculos de Poral acude ahora hacia Leanan.

Las virgenes deberán iniciar el ritual.

Iniciar el ritual implicaba, según creía, despertar a Pifo. Según Gornamus aquello significaría el fin del mundo... "Hay tantas cosas que no he visto aún..." La visión del hijo de un dios tendría que ser algo grandioso, y lo era, pero también se respiraba miedo. Se aclaró la garganta antes de hablar, y acumular valor para ello.

- Mmm... -buscaba la forma de dirigirse a aquel ser- Hijo de Pifo cuyo nombre es Poral... -fue lo mejor que se le ocurrió- ¿La llegada de tu padre, Pifo, traerá el fin de nuestro mundo? -preguntó con tristeza- Otra cosa... -añadió rápidamente y en un tono más informal- ¿Y qué va a ser de nosotras? Soy joven para ser sacrificada.

Buscó la mirada de Gonamus y con voz abatida buscó respuesta.

- No vamos a ser sacrificadas, ¿verdad? -miró de reojo al ser- No entiendo esta aventura, buscar la destrucción del mundo es una tremenda tontería -miró a sus compañeros casi regañándolos ante la insensatez de la misión.

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Poral se detiene un instante mientras acaricia con uno de sus tentáculos a la joven otrora risueña.

Sí, el despertar de mi padre será el fin del mundo, tal y como le conoces. Pero no tu fin, hace falta que seáis virgenes para llevar a cabo el ritual, si morís ella, - señalando a Kaa, - o tú. El poder del cetro será inexpugnable hasta para un dios. Debési vivir al terminar el ritual.

Al terminar de hablar agarra firmenmente a Leanan por la cintura, si hacerla daño, pero inmovilizandola por completo para llevarla junto a Kaa por los aires.

El tacto del tentáculo fue bastante extraño, así que hizo lo posible por no ofender a aquel semidios.

- A ver... explícame eso porque no me tranquiliza eso "tal y como lo conoces" -dijo suspicazmente- Mire señor Poral, yo no quiero que éste mundo se destruya. Hay gente muy buena que no merece morir -aseguró.

Poco bastaron sus palabras puesto que la intención de aquel ser era, simplemente, llevarla junto a Kaa para iniciar el ritual.

- ¡EH!, no te he dicho que acepto -inquirió a Poral cuando la agarró- ¡No voy a dejar a Canela!¡Sube Canela!¡Sube al tentáculo éste!

El perro trató de seguir a su dueña, pero se tu que conformar con perseguirla por el suelo, hasata llegar a los arbustos, entre los que posó, Poral, a la bella Leanan.

No, se destruirá el mundo. Se acabará el mundo que conoces y otro mundo sin magia aparecerá.

La magia corrompe los corazones, mi padre hará ese sacrificio. Sólo los dioses tendrán el poder de la magia y nunca a favor ni en contra de los humanos, elfos, enanos, hobbits o goblins.

Poral suelta a Leanan y se aparta de la pared para acercarse a Gornamus.

Hoy una nueva profecía se enarbola. Los humanos y solo ellos perdurarán en le mundo. Pero para eso mucho queda aún.

Viejo mago, ilustralas en su ritual, nadie mejor que tú conoce el pavor que causa el cetro que con buena fé se creó.

La llegada de Leanan es muy bien recibida por Kaa que asustada se encontraba sobre una piedra plana en la que se podían leer unas inscripciones que Leanan a través de sus años en la biblioteca traduce con algo de esfuerzo.

Pifo despertará con el resplandor de la última antorcha de su alma.