Partida Rol por web

La Alianza Rota de Calebais

Escena I - Una Carta del Pasado

Cargando editor
13/03/2012, 22:28
Cicos Tremeris

Pese a que la amenaza de los hombres hurones había quedado controlada, se hizo la oscuridad en torno al grupo. No salían de un obstáculo para entrar en otro... ¿Qué estaba ocurriendo? ¿Habrían caído en alguna especie de trampa?

Quizás deberían haber intentado parlamentar con los hurones... Siempre era mejor contar con un individuo de nuestra parte (o doblegado) que con un individuo muerto...

Subido al caballo, a oscuras, con ruido amenazador de posibles atacantes acercándose, Cicos decidió iluminar el entorno con algún hechizo sencillo de luz. Así podrían discernir quiénes eran los que se aproximaban.

Sin discreción alguna, pues no había ya nada que perder, empezó a gritar vocablos latinos y a realizar gestos exagerados, marcando firmemente cada uno de los pases del hechizo improvisado, de manera que las posibilidades de llevar a cabo con éxito la magia se vieran incrementadas.

Cargando editor
14/03/2012, 10:37
Denis de Sade

Denis miró su espada unas 3 veces con incredulidad, no podía creer que Dolfus le hubiese cambiado la espada por una de madera, justo cuando acaban de terminar con la amenaza de los hurones y parecía que se disponían a entrar en otra con unos jinetes desconocidos.

Miró a Dolfus en plan, QUE GRACIOSO EL MAGO, AHORA A VER COMO SALIMOS DE ESTA, pero prefirió no decir palabra ya que allí no se las tomaban con la intención con las que se decían.

Visto lo visto, y pensando en las armas que poseía, al escuchar a los jinetes acercarse, sacó su pequeña daga con la mano izquierda y con la derecha armó la ballesta apoyándosela en el hombro y dejándosela posar en el cuello, mientras esperaba amenazante a lo que viniera por el camino. 

Cargando editor
14/03/2012, 11:28
Oren Alston

"Cuándo se ha hecho de noche?... qué extraño..." Oren seguía turbado acerca del paso del tiempo en aquel lugar, primero la sensación de que el sol se encontraba más alto de lo normal por el tiempo que llevaban allí dentro, ahora la noche avanzaba repentinamente... al menos se las habían apañado con los hurones.

El joven sidhe pegó su espalda en el muro de roca recientemente aparecido, ¿cuántos son?, ¿por qué vienen al galope en un lugar como éste, huyen de algo, persiguen algo?, al fin y al cabo las respuestas no importaban, pues lo primordial era estar preparados para cualquier cosa. Sacó una saeta de su carcaj y se quedó mirándola, pensó en lo inútil que resultaba frente un gran número de enemigos, estaba molesto, tenía que haber sido capaz de arreglárselas por sí mismo, es lo que siempre había hecho en su vida, sin ayuda de nadie.

Cargando editor
14/03/2012, 11:50
Oren Alston
Sólo para el director

Aún pensando en todo un poco miró a Burokt, quien se había acercado sin decir palabra, Oren se agachó y se dirigió al verdoso ser -Burokt, ¿qué sabes de este sitio?, ¿qué es Ierimyra?-  

Cargando editor
14/03/2012, 17:25
Beoval

La hechicera de bermeja cabellera concluyó su encantamiento y un talud de piedras bloqueó la angostadura entre las colinas, bloqueando de nuevo a los bichejos humanoides y neutralizando la amenaza, por lo menos momentáneamente.

Beoval relajó sus musculos y encogióse de hombros, aquella mujer había disipado la posibilidad de una buena pelea. Aún así, seguía impresionado por la demostración de poder místico de la dama, y dirigióle una ancha sonrisa y un asentimiento enérgico de cabeza antes de girarse. "...¡Bravo, milady!...un espectáculo digno de verse"

Apenas había terminado la media vuelta, observó cómo la gran espada de Denis tornábase de madera, y cómo el cruzado dirigía una mirada de enojo y fastidio a otro de los magos que reía jocoso.

-"...¡Ja!...", no pudo evitar exclamar el joven, medio divertido por la broma mágica, aunque también compadeciéndose de su estoico amigo guerrero. "...¿Acaso no tienen fin los prodigios en compañía de estos seres?"

Y se hizo la noche repentinamente. Y se escucharon ruidos de pisadas presurosas encaminándose hasta donde estaban desde el otro camino, y ruidos de cascos. Y Beoval pensó que quizá podría haber otra oportunidad de trifulca, así que encaminóse hacia la ahora nueva posición de vanguardia, pasando primero por el lado de Denis y dándole una palmada amistosa en el hombro, suave, pues había descubierto en el transcurso de su camino juntos que padecía alguna vieja herida de guerra que aún le molestaba, mientras meneaba la cabeza sonriente, señalaba al palo de madera que ahora pasaba por ser su espada y chistaba. -"...tché...", "...Están locos estos hechiceros..."

Disponíase a ponerse de nuevo en guardia, cuando una idea cruzóse por su mente, "aunque seguro que no querrá hacerlo..." Giróse de nuevo y encaminóse ahora hacia donde se encontraba el mago que obviamente había sido el autor del encantamiento al pobre Denis, el tal Dolfus no se qué mas. Paróse ante él, la oscuridad reinante haciendo que sólo pudiera discernir su silueta y pocos detalles más.

- "¡Eh!"... y ahora titubeó, pues no quería ofender al hechicero, y que transformara su preciado acero en algo absurdo, como un ramillete de flores, así que decidióse a llamar su atención poniendo un tono de voz suave e interpelándolo en una de las pocas palabras que había aprendido del viejo bibliotecario de la torre de la Alianza..."Magister, eh...magister...¿summum?"

Y cuando parecía tener la atención de Dolfus, asió su espada y alzóla en frente de él, mientras que con la otra mano señalábala y colocábala con el dorso sobre el metal y empezaba a mover los dedos, mientras con la boca hacía sonidos como los de una llama ardiendo, y completaba añadiendo en portugués, su segunda lengua: "...¿Fogo?, ¿fogo?"

 

Cargando editor
15/03/2012, 15:38
Marlene Lemoine

El muro de piedra se había formado perfecto cerrando la brecha, alejando de momento la amenaza de los hombres hurones.
De pronto, la noche los envolvió como un manto oscuro, generando una dezasón importante. Algún artilugio? Será otra de las "defensas" de Calebais? pero ella no lo sabía.

Su caballo, se agitó con la oscuridad y la Maga acarició su cuello para tranquilizarlo nuevamente. Sus custos se habían preparado para un repentino ataque ante el movimiento de botas y cascos de varios corceles que se acercaban. Cicos estaba conjurando, para eliminar la oscuridad del lugar...

Atentos, no descartemos nada. Debemos tener en cuenta que podría ser un hechizo ilusorio...dice reflejando sus pensamientos.

Cargando editor
16/03/2012, 12:42
Dolfus ex Jerbiton

Dolfus miró a Beoval mientras este le hacía unas extrañas señas acompañadas de unas palabras que parecía un idioma del oeste de la península ibérica. Decidido a ayudarle empezó a pensar en las opciones:
"O bien le pedía que conjurase fuego para ver en la oscuridad, quizás fuera eso, pero por que iba a saber este mundano las habilidades que tenían los magos.
O bien le pedía que le ayudase a hacer una antorcha improvisada, pero el guerrero no tiene ningún palo de madera para hacer una antorcha.
O por último y mas descabellado, Beoval al indicarme su espada y el fuego pudiera querer darme a entender que debería de usar el fuego en la espada, en la suya o en la de Denis"
-Este último pensamiento hizo reír al mago-No te entiendo Beoval, no te entiendo-añadió a modo de respuesta, y para intentar que el guerrero se preparase para lo que les venía encima, con su mano derecha se tocó la oreja y señalo hacia donde venían los ruidos.

Cargando editor
16/03/2012, 13:32
Beoval

Beoval atendió a los gestos y palabras de Dolfus, y entendío que aquél no comprendíale. "La comunicación va a resultar bastante difícil entre nosotros...espero que en lo que sea realmente importante sí que nos podamos entender..." Compuso una mueca, encogióse de hombros nuevamente e indicó con un gesto de la mano al mago que se olvidase de su propuesta. Desanduvo el camino hacia el petate olvidado en el suelo cuando se aprestó a trepar las rocas en balde en ayuda de Oren, rebuscando en él hasta encontrar un pedazo de yesca y pedernal, rebuscó una pequeña cantidad de matojos y hierba, y empezó a chocar las piezas de roca hasta crear una chispa que rápidamente prendió en las ramitas. Cuando compuso la pequeña hoguera, arrimó el par de teas que había traído consigo. Con las antorchas prendidas, volvió a donde se encontraba Denis, hizo un pequeño montoncito de tierra cerca de él y clavó la primera, dirigiéndole otra sonrisa amplia. "Esto te permitirá ver quién se acerca por tu lado, y creo que así apuntarás mejor, amigo mío".

Luego, asió la segunda con la mano izquierda, mientras volvía a blandir su Vlfbrehct con la derecha y se dirigía a la vanguardia, poniéndose en espera...