Partida Rol por web

La calma tras la tormenta

1.1 El Legado del Caos

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21/01/2010, 15:14
Maul

Un pollo muy bonito, espero que no acabe como raciones de emergencia penso Maul para si mirando la hermosa ave que el lider del grupo manejaba con la soltura de un cetrero profesional; personalmente le gustaban mas sus antiguos mastines de caza; los perrazos eran tan parecidos a el que no podia evitar hechar de menos a los animalitos.

Hermoso animal comenta en voz alta sin dejar de caminar con el martillo indolentemente apoyado en el hombro,l equlibrando el peso de arma para que llevarlo durante largos periodos de tiempo, no le resultara incomodo, una maniobra de soldado, de individuo con experiencia en campos de batalla y duras marchas a pie.

 

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21/01/2010, 16:06
Katherina Müller

Vaya, vaya, si el hombretón tiene a una preciosa damisela a su disposición. ¿De qué trabajaría exactamente este hombre? se preguntaba Katherina inquieta.
Preciosa ave, señor. Me alegra tener un animal así para ayudarnos, aunque espero que sus enemigos no la conozcan ni reconozcan. - comentó fríamente la mujer observando detalladamente al animal y deleitándose en la belleza animal que irradiaba. Podría decirse que Kat quería más a los animales que a la especie humana, excepto a aquellos bichos que habían sido contagiados por el Caos y que en más de una ocasión se vió obligada a matar. Y exceptuando a Frank y algunos de sus compañeros, por supuesto, ya que le dieron una vida digna, un sitio al que pertenecer y una causa más que seguir.

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21/01/2010, 19:52
Heinrich Arztmann

Heinrich se despidió del cardenal con una reverencia y siguió al grupo hasta el exterior. Cuando Thalber realizó el numerito del halcón arrugó con asco la nariz y clavó la mirada en el animal.

- Pffff, una rata sobrevitaminada con alas, eso es lo que és. - pensó el interrogador - No dudo que tenga buena vista, pero sí de que pueda comunicar lo que ve. El joven de Wurtbad bien haría en cuidar lo que dice. - sonrío borrando de su cara cualquier indicio de desagrado - Si algún ignorante entendiera que puede hablar con el animal podría pensar que está loco, o aun peor...

- Oh, no lo dudo, no lo dudo, Herr de Wurtbad. - asintió meneando enfáticamente la cabeza - Aunque perdone mi escepticismo, pero no entiendo como la criatura, por bella que sea, pueda comunicarnos lo que ve. Claro que debo decir que soy un profano en materias de cetreria.

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21/01/2010, 21:37
Thalber de Wurtbad

- Veo que tenemos un escéptico entre nosotros. - dijo refiriéndose a Heinrich. - Es un ave amaestrada, especializada en localizar y transmitir la posición de un objetivo. No le voy a aburrir con temario de adiestramiento, pero puedo resumírselo diciendo que ejecuta estilos de vuelo y figuras concretas en el aire para advertirme. Nada nuevo bajo el sol...

Hizó una breve pausa, pero continuó con una sonrisa socarrona. - No me diga, señor Arztmann, que creía que Mael o yo, o ambos, teníamos poderes mágicos y nos transmitíamos pensamientos a través de energías ocultas, jajaja...

En fin, el momento de ocio ha terminado. - dijo borrando su sonrisa de golpe y volviendo a su seria expresión que habían podido observar durante el resto del tiempo. - Tenemos una misión que cumplir.

Prosiguió su camino.

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21/01/2010, 22:16
Heinrich Arztmann

- Mmm, ya veo... - musitó el interrogador - es una solución muy interesante. ¡Y pensar que un animal pueda aprender a hacer todo eso! - continuó con muestras de asombro - Mis más sinceras disculpas pues, Herr de Wurtbad, si he sido indiscreto.

Rió a continuación, con cierto nerviosismo, ante las suposiciones del cazador de brujas que bien podría haberle leido la mente, pues pensaba algo similiar.

- Estoy siendo demasiado fácil de leer. Debo controlarme.

- En absoluto Herr, pero siempre tiendo a sospechar de todo y de todos. - bromeó - Habitos del trabajo, como comprenderá.

El cambio de ánimo que sufrió el cazador sorprendió a Heinrich y, con una inclinación de cabeza como asentimiento, le siguió con sus movimientos ortopédicos y en silencio por el camino hacia el barrio pobre.

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22/01/2010, 01:12
Lazár Harish

- Muy buen aliado, si me permites decir Herr Wurtbad. Aunque siempre hay que pensar quien puede interpretar las señales del ave.

Sonriendo por primera vez desde su llegada a la ciudad pronto se identifica con el líder del grupo, sin prestar atención a la broma de este.

Caminando al flanco del grupo Lazar dirige su mirada al gigante del mazo.

- Me supongo que tendremos mas fácil los viajes gracias a Herr Talbert, y Herr Heinrich nos ahorrara muchos problemas con su buena disposición.

Hablando mientras mira el camino, hace alusión a la ocupación los dos hombres.

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22/01/2010, 14:00
Director (Akrabu)

El grupo de templarios caminó  por las calles de Altdorf en dirección a la calle que Verner les había señalado para que hablaran con el padre Nicolaso sobre la misteriosa enfermedad sobre la que tenían que investigar, charlando y conociéndose un poco más.

Pese a la amenaza que suponía la sospecha de que una secta estuviera operando en la ciudad extendiendo aquel mal, el grupo disfrutó de un agradable paseo por la ciudad. El ambiente era fresco y el sol calentaba allí donde uno pudiera escapar de las sombras de los edificios, y mientras caminaban con su autoritario porte y vestimentas que hacían apartarse a la gente que transitaba las calles, pudieron reparar una vez más el respeto que infundía la imagen de los soldados de Sigmar entre la gente del pueblo.

Los comercios bullían de actividad y la vida de la ciudad mostraba a los soldados de Sigmar, la cara de los barrios más pudientes de Altdorf, y como era de esperar, el aspecto de las calles cambió consideráblemente una vez llegaron al barrio pobre: La basura se apilaba en las calles, y la gente de allí mostraba su baja posición a ojos de cualquiera debido a su poca higiene y forma de vestir. Los edificios, viejos y en mal estado, no eran más que el rostro de una parte de la ciudad que no agradaba a mucha gente, pero seguía siendo parte de Altdorf despues de todo.

El edificio número 13 de la Calle de los Tintoreros no fue difícil de encontrar. Aquella calle apestaba a produtos químicos, minerales y olores de animales, producto del trabajo de los tintoreros del lugar, los trabajadores de un oficio eternamente relegado a lo más escondido de las ciudades debido a lo sufrido de semejante profesión. La puerta del edificio se encontraba cerrada, pero apoyados en el muro se encontraban varios muchachos de aspecto desaliñado y sucio que jugaban con peonzas.

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22/01/2010, 14:30
Thalber de Wurtbad

El grupo llegó a la puerta y se pararon un momento. Thalber miró a esos pobres desdichados sin cambiar su expresión. Llamó a la puerta con firmeza.

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23/01/2010, 02:58
Maul

HUmpf bufa Maul al acercarse a la casa del llamado Nicolaso; no es que el olor le molestase, ni los pobres, na , eso le daba igual, el mismo ya conocia los mordiscos de pasar hambre y frio antes de que el bendito Sigmar le permitiese servirle como su martillo contra todos los herejes del imperio.

Lo que le preocupaba es que estaban expuestos, la gente les reconocia y aunque era candidato de abrir las puertas a martillazos era tambien dolorosamente consciente de que una saeta de ballesta desde una ventana anonima puede truncar la carrera de cualquiera; por ello estar al descubierto de esa manera le preocupaba mas de lo que le gustaria; preferia ver al enemigo claramente en un campo de batalla pero le habian dado la orden de seguir a su nuevo lider y por Sigmar que lo haria, ida y vuelta del infierno si hacia falta.

 

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24/01/2010, 23:38
Katherina Müller

Kat caminaba en silencio por las calles de Barrio pobre, ya lo conocía, ya había tenido que pasar alguna noche allí... y por mucho que viera el aspecto del mismo no se acostumbraba a ello. La enfurecía ver a gente viviendo de aquella manera mientras unas calles más al norte había personas viviendo en auténticas mansiones. El mundo no era justo, así pues la capital del Imperio tampoco.
Aquellas sucias calles le trajeron malos recuerdos de su infancia, muy malos, pero seria y fría como siempre nadie pudo percibir en su rostro ni una mísera pizca de tristeza, o de compasión por la gente que se veía por la calle.

Al llegar a la calle de los tintoreros el ambiente se sobrecargó de numerosos olores, todos ellos fuertes que casi nublaron su mente al inspirar tal olor las primeras veces. Al ver a unos niños jugando tan tranquilos junto a la puerta que buscábamos Katherina se dio cuenta de que a todo se acostumbra uno al final. Y se dispuso a esperar a que alguien les abriera la puerta... pues Thalber ya había llamado.

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25/01/2010, 01:04
Heinrich Arztmann

Heinrich avanzó junto al grupo por las calles de la ciudad. La sensación de la gente apartandose, infundidos de miedo y respeto a la vez, resultaba agradable. Esta sensación se acentuó en el barrio pobre, donde el temor de la plebe era más patente.

- Pero claro, tampoco hace falta mucho para asustar a estos arapientos - pensó con desprecio el interrogador. Para él no eran más que motas de polvo flotando en el aire o, en el mejor de los casos, sujetos sobre los que experimentar su arte. Cobayas.

Pronto llegaron hasta la casa indicada por el cardenal, y Heinrich permaneció a la espera mientras el lider Thalber llamaba a la puerta.

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25/01/2010, 00:59
Lazár Harish

Siguiendo silenciosamente al grupo pro las calles ajeno a las construcciones y prestando atención al camino. Incomodo en la ciudad, imaginando que las miradas de los pobladores le examinan, siendo un ajeno a su mundo, mira a cada persona al pasar intentando hacerse una idea de lo que piensan al ver al grupo de caza brujas.

Sobresaltándose ante el olor a químicos, apresura el paso hasta quedar hombro a hombro con el hombre del martillo esperando a llegar pronto al destino marcado.

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25/01/2010, 14:24
Gabrielle, iniciada de Shallya

Los niños que jugaban cerca del edificio se sobresaltaron al percatarse de la aparición del grupo de templarios de Sigmar, lo que provocó que se apartaran asustados cuando Thalber se adelantó al grupo para llamar a la puerta.

Los muchachos se alejaron sin dejar de mirarlos, y cuchichearon algo entre ellos, antes de marcharse corriendo y desaparecer de la vista de los templarios por uno de los callejones cercanos.

No tuvieron que esperar mucho, y un momento despues de que Thalber golpeara en la carcomida y sucia puerta de madera, esta fue abierta por una bella joven de escasos 20 años y pelo rubio, ataviada con los hábitos de las novicias de la iglesia de Shallya, que los miró con curiosidad antes de preguntar con su acaramelada y dulce voz:

-¿Que desean?

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25/01/2010, 15:34
Thalber de Wurtbad

Thalber, ante la entrada en escena de una joven decidió ser cortés, de vez en cuando había que serlo.

- Saludos - dijo quitándose levemente el sombrero y volviendo a ponérselo - mi nombre es Thalber, y estos son mis compañeros - dijo mientras se giraba levemente hacia ellos. - Queríamos ver al padre Nicolaso, órdenes del cardenal Von Neuman...

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25/01/2010, 22:08
Maul

¿Humpf? miro Maul a los crios escaparse algo extrañado, pero bueno, luego reparo en que viajaba con una alegre comitiva de simpaticos templarios de Sigmar, caracterizados por su harta amabilidad y buenas maneras; en fin los crios recurriendo el instinto de superviviencia se habian largado con viento fresco.

Maul reposo el martillo en el suelo, dejando al lider hablar; la chica era una bonita joven, de las chicas de la Shalaya; las cuales nunca vienen mal cuando te usan para barrer el suelo los herejes, desgraciadamente en demasiadas ocasiones, una de estas chicas recurriendo a los dones de Shalaya te salvaba el pescuezo de modo que Maul las estaba agradecido.

¿Tardarian mucho en ver a Nicolaso?...empezaba a tener una cierta gazuza..desde la cerveza de anoche no habia comido nada y pasear por las tintorerias aunque no era una forma precisamente agradable le recordaba a los vinos tintos; vinos que regaban comida y que si era lo que hechaba de menos.

Sigmar dame fuerzas rogo apoyando un segundo la cabeza en el mango del martillo en queda reverencia aun hay trabajo que hacer..

 

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25/01/2010, 22:23
Katherina Müller

Vaya, así que Shallya también anda tras esto como era de esperar, curando a los enfermos como de costumbre... pensaba Kat cuando la rubia y hermosa muchacha abrió la puerta y al instante la sacerdotisa reconocó la típica vestimenta de las seguidoras de Shallya, diosa de la curación y la misericordia.
Ni siquiera hizo ademán de abrir la boca para hablar, Thalber podía hartarse de escupir saliva si quería, para eso era quien lideraba aquella pequeña comitiva. Katherina era parca en palabras y eso no iba a cambiar, se dedicó a estudiar a la muchacha e intentar ver algo del interior de la casucha.

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26/01/2010, 00:42
Heinrich Arztmann

Heinrich sonrió hasta mostrar las encías mientras se inclinaba en una leve reverencia a modo de saludo cuando el lider Thalber les mencionó.

- Un bello especimen, - pensó el interrogador estudiando a la joven - perfecto para mi mesa de trabajo. Y una voz aun más bella, pero no canta la tonada que a mí me gusta. Aunque eso sería fácil de arreglar... una lástima que esté de nuestro lado.

Sin llegar a decir nada Heinrich permaneció quieto, absorto en sus pensamientos y manteniendo la sonrisa. Prefería delegar la tediosa tarea de abrirse paso entre la morralla al intrépido lider y aguardar hasta que le llevaran a su objetivo; el padre Nicolaso.

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26/01/2010, 00:29
Gabrielle, iniciada de Shallya

-¡Oh! ¿Vienen de parte de Neuman? Preguntó la joven, pero les dejó pasar sin esperar una respuesta, echándose a un lado y abriendo la puerta del todo Pasen, el padre Nicolaso los estaba esperando, ya fuimos avisados ayer de que Von Neuman mandaría a alguien para ver lo que ocurre aquí de primera mano... supongo que son los templarios de la orden de Sigmar que nos dijeron que van a investigar el asunto. Yo soy Gabrielle, iniciada de Shallya. Nuestra orden esta colaborando con ustedes los Sigmaritas enfrentando esta amenaza.

-Síganme, por favor, dijo la joven y cerrando la puerta tras los templarios,comenzó a andar por el interior del taller que era el interior del edificio guiándo al grupo. Se ató un pañuelo en la cara, tapándose la nariz y la boca, y ofreció uno a cada uno de los templarios recién llegados.

Lo que en un principio no era más que un taller de tintoreros, había sido acondicionado como buenamente se había podido para el reposo de los enfermos. El olor de los productos y herramientas utilizados por los artesanos, seguía impregnando el ambiente y penetraba hasta lo más profundo de las fosas nasales, pero en apariencia, las Shallyanas que rondaban el lugar habían hecho un buen trabajo adecentando el taller, pese a lo deficientes que eran los medios con los que contaban en aquel edificio.

Por el suelo del taller habían tiradas alrededor de unas 20 personas, entre jovenes y ancianos. Echadas sobre lechos acondicionados por las Shallyanas con mantas y otros materiales, los enfermos gemían de dolor en el suelo, atendidos por las mujeres. Su estado era lamentable, la enfermedad había hecho mella en ellos, y tal como Verner había descrito, sus cuerpos estaban invadidos por forúnculos que se extendían sobre su piel de manera horrible, supurando allí donde se habían formado heridas.

Caminaron un momento esquivando enfermos y cuidadoras hasta llegar al lado de un paciente que estaba siendo atendido por un anciano y dos Shallyanas.

-Padre Nicolaso le dijo la joven al anciano agachado sobre el enfermo, acaban de llegar los templarios que Von Neuman dijo que enviaría.

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26/01/2010, 01:11
Nicolaso Weiser

El hombre se incorporó para recibir a los recién llegados y al hacerlo, los templarios puedieron ver el horrible aspecto del enfermo al que el padre Nicolaso acababa de estar atendiendo:

 

 

Nicolaso se ajustó la montura de sus gafas a la nariz y observó la reacción del grupo ante el enfermo que acababan de ver antes de hablarles:

-Terrible ¿Verdad? Es mejor que no sigan adelante si no quieren tener pesadillas, a partir de aquí los enfermos están en un estado similar o peor . Puedes ir a atender tus tareas Gabrielle le dijo Nicolaso a la muchacha y cuando esta se retiró, volvió a dirigirles la palabra Bien, soy Nicolaso y ustedes los que Verner me dijo que enviaría para indagar sobre este mal, espero que les haya preparado para lo que están viendo hoy aquí.

Nicolaso les habló con una voz cascada por la edad y mitigada por el pañuelo que el también llevaba para taparse la boca y la nariz, pero pese a tener gran parte de su rostro oculto, las facciones que estaban descubiertas delataban una gran experiencia y sabiduría.

Notas de juego

Ala, hacedme todos una tiradita de Voluntad :b

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26/01/2010, 01:53
Katherina Müller
- Tiradas (1)

Notas de juego

Pufff menuda forma de empezar... Me vuelvo loca loca de repentes.