Partida Rol por web

No hay ninguna duda. Son tiempos díficiles. La desconfianza es el sentimiento habitual, y con ella la suspicacia, el temor, el fanatismo y la violencia social. Las extrañas circunstancias que han rodeado la aparición de la pareja de nobles y sus escoltas han levantado sospechas entre los campesinos. La escasa ferocidad de los protectores de los nobles ha ido lo más significativo, junto al hecho de que no han concretado, o se han contradicho, sobre la naturaleza de su atacante o atacantes. El otro grupo de extranjeros corresponde al prototipo de mercenarios a sueldo, gente peligrosa y de mala reputación, quienes tan pronto defienden la justicia como asaltan a los viajeros. Los dos supervivientes, de lo que en principio era un grupo de seis hombres, afirman haber sido atacados por un hombre-lobo, la siniestra figura que los vecinos han visto desde la empalizada.

Así pues el alcalde de Eirfrentz, el baronet Kurt Helderbag, ha solicitado (o exigido) un detallado relato de lo sucedido. Una pobremente elaborada mentira del joven Von Reinholn (incluyendo un falso nombre) no ha convencido al alcalde, quien ha pedido amablemente a la pareja de nobles que esta noche sean huéspedes en su casa. Mientras tanto, Ibraham y Klins han sido confinados en la oficina de la guardia del pueblo, no han sido encerrados en las celdas, pero durante parte de la noche han tenido als mismas vistas que las de un prisionero. Los mercenarios han corrido la misma suerte. Carecen de la noble posición de Von Reinholn y no pueden exigir un trato digno. En un principio el alcalde ha pretendido encerrarlos en las celdas hasta que se aclare lo sucedido, pero las quejas y amenazas del noble han mitigado la pena.

Pero una nueva prueba de sospecha ha sido presentada ante el alcalde. Un hombre desnudo, de color negro, ha sido sorprendido intentando escalar la empalizada del pueblo, y tras haber sido reducido entre varios hombres ha sido arrojado a las celdas. Marcus ha logrado por fin dominar su instintos animales y recuperar la forma humana; pero cuando intentaba recoger ropa en el pueblo y buscar a su amo y compañeros ha sido sorprendido por campesinos armados y llevado ante el alcalde.

La situación aconsejaba desentenderse de Marcus, y eso es lo que han hecho los sectarios, mientras pensaban en cómo salir de este embrollo. La solución ha llegado de la mano del leal Wolfgang, quien con ayuda divina ha logrado distraer a los guardias y acceder a las llaves, que Klins e Ibrahm han utilizado para liberar a Marcus. Los cuatro hombres han logrado salir del edificio gubernamental, dejando a un guardia muerto y a otro inconsciente. Apropiándose de unos caballos propiedad del alcalde se han reunido con Farmiekh y Maximilian, quienes en un forcejeo han dejado gravemente herido al alcalde. En una huida llena de audacia, destreza y una excesiva dosis de buena suerte los cinco hombres y la mujer han salido por la puerta norte del poblado, esquivando los grupos de milicianos cazalobos y dejado atrás las luces del pueblo.

Sólo diez minutos y cuatro kilómetros separan a los sectarios de los hechos relatados. Ahora cabalgando por el camino la noche es su única compañera.

Avanzaba junto a sus compañeros por el sendero.Recuperando las energías que aún le faltaban.Había gastado mucho en la forma crinos y más intentando cambiar de aspecto.Pocas palabras por no decir ningunas habían sonado durante todo el trayecto, pues parecía que la humillación de haber sido capturados les había sorprendido, no estaba previsto.¿Pero ahora que harían?

-Y bien....¿qué haremos ahora?- pregunta en general, aunque el Max era el que controlaba más esas cosas.

Tras la rápida y peligrosa huída, que incluía una cabalgada a máxima velocidad en medio de la noche, Maximillian tiró de las riendas de su caballo para frenarlo.

Si seguimos a ésta velocidad reventaremos las monturas; y las necesitamos para dar alcance a los carruajes.

El joven hijo del barón Von Reinholn levanta la mano para que sus compañeros se fueran deteniendo. Es hora de ponerlos al corriente de su misión.

- Queridos, celebro que nos hayamos podido reagrupar. Pese haber sufrido algún que otro contratiempo hemos conseguido la información y los caballos de refresco, de manera que continuamos con nuestra empresa.- Maximillian hizo una breve pausa para recabar la atención de todos los presentes.

- Nuestro estimado Wolfgang nos ha informado de que el oscuro objeto de deseo es portado por dos carros y protegido por ocho hombres, cuatro carreteros y cuatro jinetes. Van fuertemente armados, protegidos con armaduras y portan armas de pólvora. Uno de ellos le llamó especialmente la atención, puede que se trate de un templario o un noble menor. El grupo ya ha partido y tenemos que darle alcance cuanto antes.- dice Maximillian informando a sus compañeros.

- ¿Alguna observación?.- inquiere al grupo.

Klins seguía enfadado con su compañero de color azabache. Su instinto animal les había costado caro y la cosa no prometia que no se volviese a repetir.

Por lo demás habían conseguido salir de ese pueblo por su propio pie, ya que cuando vio aparecer a Marcus sin ropa, estaba completamente seguro que iban a estar todos muertos en breve.

Por suerte ahora seguian adelante y estaban tras el objeto, klins esperaba que los dioses del Caos dejasen de jugar con su misión y les dejasen un poco de margen, por el bien de todos.

Ibrahm cabalgaba junto a sus compañeros sin dejar de pensar en lo que había sucedido, habían estado muy cerca de fallar en su misión siendo atrapados por los lugareños pero algo de ayuda y la suerte les habían permitido escapar del lugar, se tenía que analizar lo ocurrido y no volver a fallar, Nurgle no lo permitiría.

Cuando Maximillian les explico su objetivo a Ibrahm se le ilumino el rostro, lo tenían muy cerca y a la vez tan lejos... solo tenían que sorprender al grupo y conseguir el orbe, un grupo preparado para luchar y seguramente con experiencia, nada parecido a lo que habían tenido que hacer hasta el momento.

Sabemos hacia donde se dirigen esos carruajes o tendremos que seguirles el rastro? Eran pequeños detalles que podían cambiar la forma de llevar a cabo el plan y ésta vez no podían fallar, todo tenía que estar bien preparado, todas las posibilidades.

Ibrahm cabalgaba encerrado en sus pensamientos, la estupidez de Marcus les había estado apunto de costar la vida y hacerlos fracasar en su misión, era un error que no podía permitirse y para el que veía pocas soluciones, era una bestía y como tal se le tendría que tratar, para su suerte aun tenían que cumplir con la misión de conseguir el orbe y su fuerza les sería muy útil, por el momento, por el momenot estaría a salvo pero tend´ria que hablar con Maximillian sobre lo sucedido.

Maximillian tenía mucha información sobre el objetivo, la habría conseguido su ayudante o la habría obtenido del alcalde en su visita nocturna? Solo él sabía exactamente lo que sucedía y eso ponía a Ibrahm nervioso, podía aceptar ser una pieza en el gran plan de Nurgle pero odiaba que un simple humano se encargara de todo, Maximillian no había sido bendecido como él o Klins.

Maximillian responde a la pregunta de su compañero

- Van en dirección a Middenheim, nuestro contacto envenenó a uno de sus caballos y saboteó los carros lo mejor que pudo. No podrán llegar muy lejos si sufrena alguna avería. Deberíamos encontrarlos, cuando los tengamos controlados podremos trazar un plan para asaltar el convoy y hacernos con nuestro objetivo.- propone el joven noble imperial.

De todas formas debemos darnos prisa, seguro que no somos los únicos que intentan asaltar a los carros.

-Bien, alcancémoslos cuanto antes para que no nos puedan ocurrir más problemas...- comenta ante la propuesta de su compañerp Max.

De momento parece que hay que localizarlos y trazar el plan según su situación, si tienen problemes es probable que alguno tenga que irse para avisar reduciendo el número de efectivos pero sigue siendo arriesgado atacar a un grupo bien armado y entrenado...

No parece que tengamos demasiadas opciones, no? Hay que hacerse con el objetivo cueste lo que cueste pero asaltar un grupo armado y bien preparado es algo muy distinto a lo que hemos hehco hasta el momento, tendrmeos que ir con mucho cuidado, alguna idea?

Somos un grupo preparado, tenemos que encontrar alguna forma de hacernos con el orbe sin atacar directamente, somos seguidores de Nurgle, una asesina, un hombre lobo, Klins con sus alas y yo con mi Magia, algo tenemos que ser capaces de hacer para conseguir el orbe y no morir por una bala de un arcabuz.

Klins como siempre decide quedarse al margen de las decisiones importantes, sus habilidades para el combate o la estrategia distan mucho de ser útiles en situaciones así. En realidad solo hace que pensar en que función puede desempeñar en este grupo tan variopinto, si ni siquiera su habilidad con la honda es muy buena.

Al escuchar las dudas del mago del grupo Farmiekh recuerda lo diferente de sus razas. A los elfos se les enseña desde pequeños que la magia es el arma más poderosa que existe y a los más poderosos de los nacidos se les instruye en este arte. Sin embargo los humanos parecen dominar la magia de una forma más burda y básica y pese a que los adoradores de los Dioses del Caos llegan a controlar poderes mucho mayores que el resto de humanos, parece que no tienen la seguridad ni la certeza para confiar en ella.

Quizás sea porque los dioses del Caos suelen ser bromistas y caprichosos y los magos humanos temen que la magia se les escape de las manos.

- Creo que podemos enfrentarnos con cualquier grupo por muy armado que este. Simplemente necesitamos adelantarnos a sus movimientos y prepararles una encerrona que es donde creo que nos movemos mejor todos nosotros. Así que salgamos cuanto antes y dejemos de perseguirlos para pasar a anticiparnos a sus movimientos.

- Bueno, pues localicémoslos y pasemos a urdir un plan de ataque.- dice Maximillian azuzando su caballo para ponerse en marcha.

Cuando los encontremos ya pensaremos cómo atacarles, pero una por una hay que localizarlos.

- ¡Vamos compañeros!.- les dice a sus acompañantes

-Está bien.Que así sea....¡Adelante!...- dice sacudiendo las espuelas del caballo para tomar más velocidad y alcanzar a su objetivo cuanto antes.No sabía si los tipos que protegían el apreciado obejeto serían fuertes o no, pero tenían unas buenas protecciones, aunque quizás sus garras puedieran traspasar esas armaduras.

Sin descanso. Las pocas horas en Eirfrentz han sido demasiado agitadas para haber proporcionado algún respiro a los sectarios, demasiadas complicaciones y demasiada Fortuna, no se pueden seguir cometiendo semejantes errores en una situación tan importante. El grupo de mercenarios indica que hay personsas que conocen la naturaleza del artefacto, o al menos su valor; lo suficiente como para matar por él. Las monturas aguantan el ritmo a la perfección, pero no los jinetes. Llevan cabalgando toda la noche, y tienen intención de seguir haciéndolo hasta alcanzar el convoy. No debe hallarse lejos, es muy probable que se encuentre haciendo noche en  Mittelberg, o en Delberz como mucho.

Eso es lo que anima a los sectarios a continuar, la certeza de que están cerca. Lo más importante es dar con el objeto, aunque no etén en condiciones de poder robarlo. Pero la seguridad de estar junto a él, de poder controlar sus movimientos, de acechar a sus protectores...es una maravillosa sensación. Es lo que empuja a seguir cabalgando en plena noche.

Pero las intenciones son una cosa, y las acciones otra muy distinta. Forzando su resistencia han conseguido recorrer la distancia entre los dos pueblos en algo más de dos horas, frente a las tres previstas. Una vez más un pueblo pobremente amurallado se presenta ante los siervos de Nurgle. Una vez más las puertas están cerradas y se ven figuras en la entrada. Pero esta vez no hay nadie en los alrededores, las murallas son poco más que un cerco para retener el ganado y el tamaño de la localidad mayor que el de Eirfrentz, resultará mucho más fácil pasar desapercibido. Al menos eso es lo que esperan...

-Otro pueblo....lo que faltaba por ver..- dice cuando se topa en todas sus narices esa pequeña muralla comparada con la antes vista.

-¿Y ahora?, ¿intentamos cruzarlo sin llamar la atención?- propone a sus acompañantes.La verdad es que había sido una idea rápido y poco estudiada, por eso hasta él no estaba muy conforme con ella.

- Seria lo más aconsejable visto lo visto en el último poblado, pero estamos demasiado cansados para continuar a este ritmo. Si continuamos no sólo nosotros, si no también los caballos lo van a pagar caro.

Mirando a Maximillian.

- ¿Que decís?

- Creo que no podemos continuar a éste ritmo. Las monturas lo pagarían caro. Pronto tendremos que cambiar los caballos en alguna posta o posada. En mi opinión, deberíamos de rodear el pueblo y rastrear el camino para ver si hay huellas de los carros. En ese caso habrán continuado y no se encontrarán en éste villorrio. En el caso contrario, habrán echo noche en la localidad y esperaremos fuera a que prosigan con su camino para seguirles de cerca.- opina Maximillian

- ¿Qué pensáis vosotros?- inquiere al resto de sus compañeros que hasta el momento habían permanecido en silencio.

De momento la cosa marcha, con un poco de suerte encontraremos a nuestro objetivo.

No creo que debamos entrar en el poblado tras los últimos incidentes, Nurgle cuida de los suyos si se lo merecen, la opción de esperar fuera si el convoy se ha detenido es la más segura o seguir el camino.

Entrar otra vez en un poblado podría ser demasiado peligroso, un grupo de cinco jinetes llama demasiado la atención en un lugar pequeño como éste y no podemos correr más riesgos, con algo de fortuna el convoy habrá parado a descansar y podremos detenernos para descansar un poco.

-Si, quizás sea buena idea rodear el pueblo, pero también necesitamos descansar.No podremos mantener este ritmo por mucho tiempo...- comenta Marcus ante la propuesta de Maximilian.El tiempo apremiaba, y debían organizarlo todo a la perfección para así finalmente poder alcanzar a su objetivo y dar por finalizada la misión.