Partida Rol por web

 Al final Aenghus y Ailush llegan ante las puertas de la magnífica mansión de la Casa Nanzher

Llegais hasta la casa de la familia Nanzher. Es una casa grande de piedra, una patrulla de guardias vigila y hace rondas alrededor de la misma. En la puerta uno de los criados inspecciona cuidadosamente el sello y os da paso a una gran estancia, las paredes estan adornadas con tapices y armaduras, es una casa bastante lujosa. Esperais unos instantes en la sala y entonces.

Woarsten Nanzher entra en la habitacion apoyandose pesadamente en un baston de marfil rematado con oro, con el mango en forma de cabeza de ibis. tiene la apariencia ligeramente desordenada de un hombre que no ha dormido en dias, aunque esta bien vestido y es capaz de fingir una sonrisa. Tras eximiros de las presentaciones, se deja caer en una gran silla acolchada y fija su mirada acerada en cada uno de vosotros.

Se que os envia Alekay para que negocieis un tratado para entrar en guerra con la ciudad de Alcazar Zhentil, pero no llegais en el momento propicio. Mi hijo ha desaparecido. Estoy dispuesto a pagaros 1.000 piezas de platino para que en encontreis a mi hijo, Oral. Aunque ya tiene la edad de un hombre y no sigo sus actividades diarias, nadie le ha visto desde hace cinco dias. Demasiado tiempo. Para empeorar las cosas, hay rumores de que otros jovenes nobles tambien han desaparecido. He agotado todos los recursos de investigacion prudentes, pero con el aumento incursiones orcas de los ultimos tiempos y las tensiones cada vez mayores causadas por los hijos perdidos, me temo que tengo poco que ofrecer. Estoy seguro de que vosotros, como investigadores neutrales, tendreis mejor fortuna.

Debo advertiros de que como señor de esta gran casa tengo muchos enemigos, tanto dentro como fuera de la ciudad. Algunos sin duda buscaran sacar ventaja de esta distraccion para socavar mi autoridad, y la total destruccion de la casa Nanzher no seria precisamente algo aceptables para ellos ni para nadie. Asi funciona la politica en esta miserable ciudad.

Por favor, traed a mi hijo de vuelta, por la fuerza si es necesario, a salvo y de una pieza. Si encontrais a los otros jovenes, tambien os pido que los devolvais, ya que sin duda las otras grandes casas culparan a la casa Nanzher de cualquier muerte o daño que sufran los suyos. No obstante, tened muy claro que el platino que os estoy pagando es solo porque devolvais sano y salvo a Oreal.

Charlando con los hombres que estaban lanzando dagas a un tablon de madera, os cuentan que varios jovenes de las grandes casas de Melvont han desaparecido y que hay matones a sueldo recorriendo las calles buscandolos.

 Ailush escucha con suma atención las palabras del noble señor. Mostrando una impecable educación.

 - Por lo que mi respecta, señor Woastern, no es necesaria ningua recompensa, todo y que no hablo en boca de mis compañeros, gustosamente me esforzaré para intentar encontrar a su hijo, y traerlo junto a usted, como debe ser.- Hace una pausa.- Por cierto, habeís mencionado que ya habeís dado algunos pasos para averiguar e lparadero de su hijo, si nos puede facilitar esa información representará una despesa de tiempo importante, tal vez la diferencia entre conseguirlo o no. Puede compartir esa información con nosotros?- Hace otra pausa- Si encotramos a su hijo, pues el garantizarlo está más allá de mis posibilidades, debemos suponer que participara en la guerra contra el Alcazar Zentaril?

- Como padre estaria dispuesto, pero como gobernante, debo pensar en mi pueblo, no puedo prometeroslo, pero si traeis a mi hijo con vida, vere que puedo hacer. -

- Os puedo dar un boceto de mi hijo Oreal.-

Os entrega un pergamino con la imagen de un joven dibujada en carboncillo.

- Los otros jovenes que han desaparecido son Argens Bruil, Kalman Leyraghon, Elaint Marsk y Kara Calodra.-

- Tengo ciertas dudas, pero imagino que deberiais investigarlo. Mis mayores enemigos son Dornig Leyraghon y Halmuz Bruil.-

- Los Bruil y el resto de las casas menores no creo que se hayan atrevido a alzar un dedo contra la casa Nanzher, pero desconfio de Dornig Leyraghon.-

- Pero por otro lado creo que la informacion de que los hijos de las otras casas tambien han desaparecido es fiable.-

 - Que clase de relaciones teníen entre ellos esos jovenes, se conocían, imagino que sí alser miembros de casa importantes de la ciudad.- Mira intensamente al hombre que tiene delante.- Señor Woastern, que puede decirme de su hijo, tenía algún pasatiempo o afición que debamos saber? Como la equitación, el estudio... la juerga? Sabe algo de los otros jovenes?

- Oreal tenia cierto entrenamiento como explorador, pero es despreocupado, consentido e imprudente. Tambien es demasiado confiado. Ha llegado incluso a decir que la paz entre las grandes casas es posible, quizas entre las generaciones mas jovenes. Yo le prohibi que hiciera cualquier cosa que pudiera socavar la posicion o seguridad de la casa Nanzher.-

 La joven y menuda Ailush tiene un semblante serio, parece que se toma con enorme seriosidad el asunto.

 - Explorador... imagino pues, que debía pasar gran cantidad de tiempo fuera de la ciudad... explorando...- Parece un poco pensatiba.- Podría dejarme algúna prenda de Oreal, algo que él haya lelvado durante tiempo, tal vez el Parde Sonriente pueda iluminar algún camino a seguir.

Aengus permanece impasible ante la conversación, siendo mero expectador. Las palabra del noble le han causado gran impresión. Sin embargo.... algo no le huele bien. Se siente como el que entra en una madriguera de un oso sin saber si esta dormido o despierto... eso le escamaba.

Señor...disculpe... la voz de Aenghus resuena en la sala. Dice que traigamos a su hijo a la fuerza si es necesario... ¿ha podido irse voluntariamente?

 Ailush permanece atenta ante cualquier posible reacción por parte del noble. Pregunta muy interesante Aenghus.

- Mi hijo es libre de marcharse y de tomar decisiones, pero debiera haberme avisado, comprended mi preocupacion, deseo que traigais a mi hijo con vida, algo me dice que esta en algun aprieto. Imagino que ahora deberiais investigar en la ciudad y en el resto de las otras casas, haber si el resto de las familias os pueden aportar alguna pista, es extraño que tantos nobles hayan desaparecido al mismo tiempo, no se quien ha podido realizar tal afrenta, pero juro que pagara por esto.-

 La doncella Ailush asiente ante la reacción del sr. Nanzher.

 - Nos hacemos cargo, sin más dilación nos ponemos a trabajar para poder encontrar y traeros a vuestro hijo.- Hace una breve pausa.- Algún detalle más? Sinó es el caso partiremos en busca de más información.

Aenghus asiente, comparte el dolor y la furia de la indefensión de Sr. Nanzher.

En poco tiempo daran solución al misterio, confiaba en sus compañeros y en sí mismos, para él era un alivio tener un objetivo claro.

 Una vez fuera de la noble residencia del sr. Nanzher, y de que les dieran una camisa vieja del joven, la pareja de aventureros se encaminan hacia la posada en la que se enuentran sus compañeros.

 - Un asunto interesante, ahora nos toca hacer de investigadores, los caminos de Lathander son inescrutables.- Sonríe la joven.- Una vez lleguemos a la posada y notifiquemos a nuestros compañeros los resultados de la visita por dónde propones empezar Aenghus. Yo he estado pensando, que después de preguntar al tabernero sería interesante intentar hablar con Vadania, la dama de los bosques, según nos contá hace décadas que reside en estos bosques, y según su padre, el joven es explorador, con lo cual imagino que por lo menos se conocen... tal vez nos podría orientar....

Aenghus y Ailush entran en la posada discutiendo y ven a sus compañeros entablando conversacion con los hombres que estaban lanzando dagas al tablon de madera.

Buena idea Ailush. No habia pensado en la elfa. Aun no me doy cuenta de su longevidad. De todos modos nos recomendo preguntar a otras familias nobles, ¿no? Aenghus entra en la posada hablando en voz alta, ante la sorpresa de sus compañeros. Cuando este se da cuenta se calla subitamente e incluso parece sonrojarse por la atención recibida.

voy... por una cerveza.

Superdiverchupi, ¡ya habéis venido!. Venga contadme, ¿qué os han dicho? ¿tenemos trabajo? y lo más importante... ¿Pagan bien por el trabajo? -rápidamente mientras digo esto, me acerco a nuestro compañeros recién llegados.

Mi rostro denota el hastió y la desesperación después de aguantar los desvaríos de la mente enferma de Mafuso por favor, ponednos al día de todo lo que habéis sacado en claro y de las posibilidades que hay en un futuro próximo.