Partida Rol por web

 Al encontrar a Perendior, la sacerdotisa le saluda.

 - Hola Perendior.- Se acerca a él mientras mira al comerciante, saludándole también.- Buenos días señor.- Luego comenta en dirección al compañero- Hemos venido aquí al mercado en busca de provisiones para el viaje, creemos saber donde pueden estar los jovenes.

Aenghus saluda al explorador. Perendior... su voz no demuestra sentimiento alguno a oidos inexpertos pero los tres saben que Aenghus no es dado a efusividades. ¿Todo bien?

De camino a la casa Leyraghon pasas por el mercado y ves a Perendior, Ailush y Aenghus charlando en medio de la calle.

Muchas gracias señor me despido del comerciante, me alejo un poco con mis compañeros para contarles lo poco que he averiguado.

Parece se que un mercader llamado Jorgsen Fingual vendió a los jóvenes desaparecidos un mapa por una gran cantidad de dinero, su tienda es esa que esta ahí cerrada, tras realizar esta venta el mercader se esfumo con sus ganancias, seria interesante encontrarle e interrogarle.

 Ailush aruga un poco la frente ante la noticia.

 - Nosotros hemos visitado los grandes templos de la ciudad y hemos sabido que uno de los jóvenes es un joven paladín de Tyr, y que otro es sacerdote novicio de Oghma. Pidieron a sus respectivos tmplos que les indicaran información acerca de uns ruinas orcas al norte de la ciudad. Es muy provable que acudieran allí. Pero imagino que dsconocían, que es donde se dirigieron las ferzas que comentó la dama de los bosques antes de que llegáramos a la ciudad.- Hace una pausa y saca d entre sus opajes un detallado mapa.- Este mapa muestra el camino y la ubicación exácta del emplazamiento de las ruina orcas. Lo más provable es que este sea el lugar donde los encontraremos...

 Mientras andan haci un mercader de alimentos y provisiones  Ailush prosigue.

 - Estabamos buscando aprovsionamiento para el grup para le viaje de ida y vuelta a las ruinas para ir en su búsqueda.

Haces una pasada rapida por el mercado y les escuchas un poco. No puedes quedarte mucho mas sin que te descubran.

Perendior:
Muchas gracias señor me despido del comerciante, me alejo un poco con mis compañeros para contarles lo poco que he averiguado.

Parece se que un mercader llamado Jorgsen Fingual vendió a los jóvenes desaparecidos un mapa por una gran cantidad de dinero, su tienda es esa que esta ahí cerrada, tras realizar esta venta el mercader se esfumo con sus ganancias, seria interesante encontrarle e interrogarle.

Ailush:
Ailush aruga un poco la frente ante la noticia.

- Nosotros hemos visitado los grandes templos de la ciudad y hemos sabido que uno de los jóvenes es un joven paladín de Tyr, y que otro es sacerdote novicio de Oghma. Pidieron a sus respectivos tmplos que les indicaran información acerca de uns ruinas orcas al norte de la ciudad. Es muy provable que acudieran allí. Pero imagino que dsconocían, que es donde se dirigieron las ferzas que comentó la dama de los bosques antes de que llegáramos a la ciudad.- Hace una pausa y saca d entre sus opajes un detallado mapa.- Este mapa muestra el camino y la ubicación exácta del emplazamiento de las ruina orcas. Lo más provable es que este sea el lugar donde los encontraremos...

Mientras andan haci un mercader de alimentos y provisiones Ailush prosigue.

- Estabamos buscando aprovsionamiento para el grupo para el viaje de ida y vuelta a las ruinas para ir en su búsqueda

Comprais comida y odres de agua para una semana, sin ningun problema en el mercado.

 Una vez realizadas las compras el grupo va al punto de partida, osea la posada, a esperar a que lleguen los demás para poner la información hallada en común y terminar de tomar las decisiones pertinentes.

Aenghus llega a la posada y se prepara, afila la espada, da grasa a la armadura y alimenta al caballo, intenta parecer relajado pero los aires de aventura le hacen sonreir.

Me siento y espero a que llegue el resto de compañeros.

 - Perendior, podrás avisarme cuando lleguen los demás, voy a escribir algunos pergaminos por si los necesitamos. Estaré en la habitación, gracias.

 Sin más la joven sacerdotisa sube hacia sus dependencias.

"El nido del cuervo".

Ailush, Aenghus y perendior son lo primeros en llegar a la posada, el ambiente esta animado y esta a rebosar de gente, bebiendo cerveza, cantando canciones y chocando jarras de hidromiel. Hay discusiones, pero siempre alguien media con una sonrisa y una palmada en la espalda. Mientras tanto ailush sube a su habitacion para preparar unos rollos de pergamino y cuando termina baja. En ese momento llegan Puk, Arek y poco despues Mafuso.

- Hey compañeros.- Dice saludando con la cabeza.

- Tengo una mala noticia que daros.- Espera unos instantes hasta que atrapa vuestra atencion.

- No voy a poder acompañaros en esta mision, me encontre con un viejo amigo, un mago poderoso y me ha hecho un encargo, hace tiempo trabajaba para el, y necesita mi ayuda.-

- Ademas lo acabo de hablar con puk y ha decidido acompañarme.-

 Ailush parece enormemente sorprendida ante tal noticia. Ahora que necesitábamos de toda nuestra capacidad, Puk y Arekse van. La cara de Ailush es todo un poema.

 - Comprendo que tengaís que iros, pero eso nos deja en muy mala situación, pues Aenghus y yo creemos haber encontrado el lugar dónde ese encuentran los jovenes, y el lugar es peligroso, posiblemente esté plagado de orcos.

Llego a la taberna tras un agotador día de recolectar información, cuando veo a Arek hablando con Ailush. Lleno de curiosidad gnómica, que no es como la mediana, pero mola mucho también, afino el oido para oir lo que dicen. Tras oir unos dos segundos de conversación, me canso y digo- ¡Hola a todos! ¡Vaya, que bien, por fin todos otra vez juntos! ¿Qué tal el día?. Por muy increíble que parezca, yo no he podido averiguar nada. Las casa nobles no son muy colaboradoras...

 Ailush saluda al gnomo.

 - Aenghus y yo hemos sido un poco más afortunados.- Saca un mapa y lo abre encima de la mesa.- Fuímos a los templos de Tyr y de Oghma, resulta ser que dos de los jóvenes desaparecidos eran devotos, uno paladín de Tyr y el otro sacerdote de Oghma.- Hace una breve pausa.- Parece ser, por distintos indicios que han ido surgiendo, estos muchachos formaban un grupo de aventureros, y tenían como objetivo ir a explorar a estas ruinas.- Señala con el dedo unas ruinas marcadas a cierta distancia al norte de Melvont.- Desconocemos si sabían que estarían tan repletas de orcos como nos comento la dama de los bosques, pero allí es donde se dirigieron.- Hace una pausa grave, mirando a sus compañeros.- Si no esperaban a esos orcos tendrán problemas... de camino a la posada hemos comprado las provisiones para partir lo antes posible en su búsqueda.

Sólo hay dos sonidos en todo el universo que pueden hacer que Esfurmo Pieldeplata, el herrero gnomo de Melvont, pegue un brinco de aproximadamente cinco veces su estatura y derrame la cerveza en las barbas de sus colegas de mesa.

El primero de esos sonidos es el del fuegometal diamantino candente al ser golpeado contra un yunque.

El segundo, la voz de alguien de su propia sangre.

Desde lo más recóndito de la taberna, una figura diminuta y embutida en una aparatosa armadura que debería (¡debería!) restarle agilidad para saltar por encima de las mesas (como está haciendo) se acerca hasta el grupo de aventureros. El ruido de las jarras al ser pisadas y de los parroquianos indignados jurando arrancar los ojos al ***** del herrero inunda de pronto el local. Pero eso no serviría para distraer a cualquier observador de la verdadera proeza que se está desenvolviendo ante sus ojos: un gnomo-bala que grita, como si estuviera a cámara lenta, un nombre audible:

-Maaaaaaaaaa

...

fuuuuuuuuuuu

...

sooooooooooo!!!!

Cuando finalmente aterriza, jadeante, junto a los sorprendidos aventureros, sólo tiene ojos para mirar al mago gnomo, buscando en su rostro las huellas del paso del tiempo. Por un momento parece que va a echarse a llorar. Por un momento. En lugar de eso, posa su mano sobre el hombro de Mafuso y la agita, como sacudiendo un polvo imaginario, mientras dice con tono indiferente:

-¿Qué tal, hermano?

 Ante la entrda inesperada de este menudo personaje, la joven sacerdotisa de Lathander no puede más que quedar un tanto perpleja. Caray que pequeño es el mundo, o acasoes que son familia numerosa?