Partida Rol por web

La Conspiración del Halcón: La Venganza del Halcón

[2] Capítulo IV: Las Barracas

Cargando editor
20/01/2017, 10:42
Director

Te diriges con Talasek  a través de las puertas de la ciudad hacia el Barrio Alto dónde se encuentra el Palacio del Alcalde, lugar que cumple las funciones de Ayuntamiento.

La conversación con el paladín ha sido bastante escueta aunque el caballero trata de mostrar su agradecimiento por tu compañía.

El camino es tranquilo y sin sobresaltos. El ayuntamiento es una de las mansiones mas hermosas de la ciudad, aunque no es tan grande como su nombre indica. Es un edificio de buen gusto, con su propio establo en la parte trasera.

Talasek te dirige junto a él al interior de la construcción. Los guardias le saludan amablemente y puedes sentir el gran respeto que suscita el paladín entre las gentes de Greyhawk. Después pregunta por el funcionario encargado de la cartografía y os dirigen a un despacho amplio con varios empleados y un montón de estanterías.

Tras una diplomática conversación, el funcionario de turno le entrega a Talasek un estuche para pergaminos de cuero.

- Maese Thraydin esto es lo que le puedo proporcionar, no está actualizado y no sé si le servirá de ayuda. Espero que sí.

Una vez fuera del edificio, Talasek abre el estuche y comparte contigo el mapa. Es algo rudimentario y por lo que parece, puede tener más de 50 años, quizá no será de mucha ayuda.

Cargando editor
20/01/2017, 11:11
Nicholi Nortoi

Nicholi se sorprende un poco por vuestra propuesta pero intenta que os sintáis confortables.

Ehh... Bueno, puedo prepararos varios colchones. Disculpad que tengáis que descanar a ras de suelo pero aquí no dispongo de las comodidades de una posada.

Después responde al halago del mago.

Es usted muy amable Hodrum, hago lo que está en mi mano por agradaros.

Os disponéis a descansar mientras esperáis noticias de Raff y Talasek.

Notas de juego

Podéis cambiar conjuros si queréis.

Cargando editor
20/01/2017, 12:36
Raff Stonecrow

—Bueno, ese fue un desafió que no hubieramos podido superar. Después de verte actuar, entiendo porque te creen un hombre santo —dijo Raff con una sonrisa irónica—. En serio, odio la burocracia, tu paciencia es admirable.

Raff abrió el estuche con cuidado y desplegó el mapa. Lo sopló un poco para sacar el polvo que tuviera.
Bien...hmmm...Está viejo, pero quizás todavía pueda servir al menos como esqueleto de los tuneles actuales. No es como si durante las renovaciones fueran a derrumbar todo lo previo ¿No? Ahora... ¿Dónde está el norte de esta cosa? ¿Alguna idea de cual es la parte que corre bajo las barracas?— le preguntó al paladín.

Cargando editor
21/01/2017, 02:59
Élise de Sable

Agradeciendo la buena voluntad del hermano Nicholi, y con Talasek y Raff de camino al centro en busca de los mapas del alcantarillado, decidió descansar las horas que les quedaban. Estaba de que era la mejor idea por el momento, convencida de que iban a tener una larga noche por delante. Si encontraban alguna pista allí, no descansarían hasta encontrar el origen del mal que acechaba a aquél barrio, puede que a toda la ciudad; si no encontraban ninguna, seguramente irían a las puertas de la ciudad para descubrir el motivo de aquellos extraños -y tan oportunos- cambios de guardia. Fuera como fuera, no dormirían, algo que hacía del descanso algo más que necesario. 

- Despiértenos cuando quiera salir a su paseo, por favor. - Dijo con una sonrisa al sacerdote. Luego, tras quitarse la armadura y dejar sus armas a mano, se echó sobre el colchón sin reparos. Era suficiente. 

 

Cargando editor
23/01/2017, 02:38
Hodrum

Antes de acostarse, Hodrum sacó su libro de hechizos para prepararse en caso de batalla, se deshizo de unos cuantos conjuros aprendidos para hacer sitio a los nuevos conjuros. Los repasó para acordarse de todo lo necesario para poder lanzarlos, en especial uno de ellos. No quería que volviesen a pillarlo desprevenido, y pensó que como distracción podría serle útil.

- Nicholi, gracias por los colchones aunque espero que no te moleste que descansemos un rato. No sabemos si puede ocurrir algo cuando salgamos, y nos vendrá bien estar descansados. -

Guardó el libro y se tumbó en uno de los colchones que había sacado.

Notas de juego

Sustituyo conjuros.

Nivel 0:

- Sonido fantasmal > Salpicadura de ácido

- Toque fatiga > Llamarada

Nivel 1:

- Disfrazarse > Impacto verdadero

Nivel 2:

- Toque de necrófago > Convocar monstruo II

 

Uso la dote "Apresurar conjuro" en el conjuro Manos ardientes.

Cargando editor
23/01/2017, 10:11
Talasek

Talasek observa el mapa con cierta incredulidad.

Amigo Raff - dice-, sinceramente no se mucho sobre interpretar mapas y menos del alcantarillado de la ciudad. Supongo que esto al menos nos ayudará para no perdernos si nos aventuramos ahí abajo.

El paladín aguarda unos instantes pensativo.

Será mejor que volvamos a Las Barracas, quiero acompañar a Nortoi en su paseo nocturno.

Cargando editor
23/01/2017, 10:40
Director

Notas de juego

Esperamos a que Raff acabe su "Side-trek"

Cargando editor
23/01/2017, 11:57
Raff Stonecrow

Raff volvió a enrrollar el mapa y a guardarlo en el estuche de cuero, luego se desperezó.

—Una lástima, pero quizás el resto si pueda leerlo—dijo con una mueca—.Bien, vamos de vuelta, a ver si siguen en la iglesia. Si cada tanto me freno, no te asustes, iré atento a ver si alguien nos sigue.
 

Cargando editor
24/01/2017, 10:33
Nicholi Nortoi

Nortoi os despierta tímidamente sin ánimo de violentaros. Para vuestra sorpresa, Talasek y Raff han vuelto de la ciudad con un antiguo y rudimentario plano del alcantarillado de Greyhawk.

Ya está anocheciendo por lo que Nicholi está preparado para hacer su ronda vespertina. Lleva una cesta con comida y bebida y ha preparado una carretilla con ropas y mantas.

Está todo listo.- Afirma el sacerdote-. Nos ponemos en marcha cuando queráis. Si no os importa os señalaré los lugares dónde habitaban los diez desaparecidos.

Cargando editor
24/01/2017, 10:56
Barakanar

-MUHAHAHAHAAH, el druida se despereza al ser despertado.

- ¿ Increible, no os ha pasado nada ? pregunta medio incredulo mientras se restriega las legañas.

- Vamos ¿?, indica mientras coge su baston y se prepara para salir

Cargando editor
24/01/2017, 18:48
Élise de Sable

Los suaves golpes del hermano Nortoi la despertaron casi de inmediato. Tuvo que controlar el impulso de coger la espada, consciente, con unos segundos de retraso, de que estaba entre amigos y no había peligro alguno. Más relajada, asintió; era hora de ponerse en marcha.

Se levantó con la parsimonia típica de quien acaba de levantarse -casi como si fuera andaluza-, y una vez en pie se estiró por completo para desperezarse, rotando también su cuello y haciendo crujir sus nudillos para recuperar la movilidad en ellos. No había descansado como lo habría hecho en los mullidos jergones propios de la nobleza a la que mucho tiempo atrás había pertenecido -y que había omitido en su historia-, pero aquél colchón había sido mejor que muchos otros camastros y duros suelos en los que durante sus viajes se había visto obligada a usar para dormir. Sonrió. Se daba cuenta de que no necesitaba más, y que aquellos recuerdos más parecidos a retazos de un sueño lejano no eran más que eso: pasado. 

De nuevo en el presente, centrada otra vez en lo que tenía por delante, miró a su alrededor hasta reparar en Sir Talasek y Raff; habían vuelto sanos y salvos, sin que -tal como decía el druida- le pasara nada, algo que era de agradecer. Ella, como su amigo, no creía que aquella gente que les perseguía se atreviera a atacar a plena luz del día, pero nunca se estaba demasiado segura hasta que todo salía bien.

Por suerte no sólo habían vuelto indemnes, sino que traían consigo los planos que habían pedido. Sin perder tiempo, consciente de que el sacerdote de St. Cuthbert estaría deseando no retrasar más su paseo, pidió el papel y lo llevó hasta una mesa, dónde lo extendió para echarle un rápido vistazo mientras se ponía la armadura y se ataba todas las cinchas que aquella coraza completa requería. 

Cuando todas las correas estuvieron listas, sus armas preparadas en sus respectivos enganches y vainas, y el símbolo sagrado de plata colgaba de su cuello, sólo entonces, apartó la mirada del mapa subterráneo; se había centrado en buscar posibles entradas y caminos ocultos a la vista en las zonas que, hasta ahora, habían sido de su interés: ese barrio, la calle donde habían sido atacados los demás, y el lugar dónde el paladín había sido atacado antes de eso.

¿Estamos listos entonces? – preguntó de manera retórica, pues en verdad era ella la que más había tardado y no era más que una manera de mostrar que ya estaba preparada. 

Notas de juego

¿Nos pondrás el plano máster? :P 

Cargando editor
26/01/2017, 09:47
Director

Con vuestro beneplácito, el Hermano Nortoi lidera vuestra comitiva en su paseo vespertino. Una vez más sois conscientes de las lamentables condiciones en las que viven los habitantes de Las Barracas. 

Nicholi os pide que mantengáis las distancias cuando entra en algunas de las chabolas pues, vuestra apariencia puede alertar y sobresaltar a algunos habitantes. 

El sacerdote se muestra muy cariñoso, tratando de hablar con todos, escuchar sus problemas e incluso retener alguna petición especial (abrigos, mantas, etc.) Su labor es digna de ser reconocida.

Nortoi señala minuciosamente los lugares dónde habitaban los desaparecidos y os invita a investigar todo lo que necesitéis. Por desgracia, poco o nada queda, tan sólo restos de harapos, comida y suciedad. Nicholi asegura que de no haber recogido él mismo sus pertenencias, cualquiera se hubiera adueñado de ellas pasada alrededor de una semana de su desaparición. La gente en Las Barracas tiene un "código ético" para ayudarse entre todos, pero si alguien desaparece... el muerto al hoyo y el vivo al bollo.

Notas de juego

El plano no es relevante, al menos por ahora.

Cargando editor
26/01/2017, 23:57
Élise de Sable

El paseo habría sido agradable en otras circunstancias, pero en aquél momento ni el motivo que los había llevado hasta allí ni las condiciones en las que aquella gente vivía hacían de aquello algo remotamente alegre. La simpatía hacia el hermano Nortoi crecía con cada muestra de humilde amabilidad que éste ofrecía a los pobres desdichados de aquél barrio, pero pese a dicha afable actitud, no dejaba de ser una horrible la situación la que estaban allí presenciando; para alguien como ella, dedicada en cuerpo y alma a erradicar el mal y preservar el orden, un barrio como aquél no hacía más que hacer que se replanteara quienes eran de verdad los héroes y quienes los villanos de la historia. Como herramienta de la iglesia y el gobierno, se sentía tan culpable por aquella visión como si ella misma les hubiera arrebatado todo cuando tenían o podían poseer. 

Era un pensamiento horrible que la acompañó todo el camino, y que permaneció latente cuando regresaron de nuevo al templo. 

Por favor, acepte esto por su trato y por los problemas que le hayamos podido causar – dijo mientras tendía a Nicholi un puñado de monedas de oro que sacó de su bolsa sin siquiera mirar, causa de la vergüenza de tener tanto mientras otros tenían tan poco –. Espero que puedan ayudar en la importante labor que aquí hace. 

Dicho esto, aún ciertamente azorada por su propia brújula moral, miró a sus compañeros y sonrió con reparos; era una mueca que quería mostrar alegría pero que dejaba entrever una profunda lástima por el mundo que les rodeaba. 

Nosotros deberíamos irnos. Pronto se hará de noche, y deberíamos aprovechar para echar un ojo a los extraños cambios de guardia de los que habéis hablado. Tal vez saquemos algo en claro sobre que está pasando aquí... – <<...en mi hogar>>.

- Tiradas (1)

Motivo: Oro

Tirada: 3d4

Resultado: 9

Notas de juego

El puñado son 9 piezas de oro y ya están descontadas. 

Cargando editor
28/01/2017, 13:06
Raff Stonecrow

Raff paseó por las calles de la barracas en silencio. Nortoi se detenía cada poco rato para charlar con alguien u ofrecer alguna cosa, era entendible por qué el hombre era tan querido, pero la verdad Raff estaba un poco impaciente por llegar solo a donde le interesaba, por lo que las constantes interrupciones lo irritaban un poco aunque supiera que no tenía derecho a molestarse.

Una vez terminó el recorrido, Raff estaba todavía más ofuscado. No habían podido sacar absolutamente nada util de ello. Entendía que no hubiera ninguna pista en los "hogares" que consistían en un callejón sucio o en la parte de abajo de un puente, pero esperaba que al menos en una de las casas por más precarias que fueran Nortoi hubiera omitido algún detalle que les diera una pista. Nada.

La noche se cernía sobre ellos y el pícaro ya no estaba tan cómodo, la raspadura que le hacía la armadura en la parte donde el cuero se convó hacia adentro por el corte le recordaba que la ciudad no era un lugar seguro. Sinceramente la idea de ir al Pez Silvador era mucho más atrayente, pero siendo que la tarde había sido completamente improductiva, la razón dictaba que debían aprovechar la noche para ver si los nuevos turnos de guardia les daban algún indicio que los encaminara.

—Gracias por su tiempo y su ayuda, Nortoi, además de la sopa —dijo Raff. Luego se volteó hacia Élise— Supongo que conoces la ciudad un poco mejor que nosotros ¿Sabes donde solían ser las guardias anteriores? Tener una referencia de qué ha cambiado podría ser útil.
 

Cargando editor
28/01/2017, 13:24
Élise de Sable

Lo siento, pero no – dijo respondiendo a Raff, pero mirando a todos –. Este es mi hogar, he recorrido muchas veces sus calles, pero nunca he tenido que preocuparme de la guardia, ni me ha interesado. Aunque en ocasiones me ha tocado trabajar junto a ellos por encargo de mi orden, son un misterio para mi tanto como lo son para vosotros.

Ella era una guerrera al servicio del Templo de Heironeus, no una soldado a las órdenes de la milicia local, motivo por el cual también había sido llamada por Talasek; su amigo sabía que ella no albergaba más que un corazón puro, sin mayor señor que su dios, y por tanto sería difícil que, llegado el momento, se dejara corromper como otros podrían hacerlo. Por desgracia, eso significaba que tampoco tenía información que compartir, ni contactos en las altas esferas de la política de Greyhawk que pudieran servir de ayuda en un caso como aquél. 

Cargando editor
29/01/2017, 10:11
Nicholi Nortoi

Nortoi agradece entusiasta el donativo de Élise.

- Gracias amiga, muchas gracias. Que la bendición de San Cuthbert esté contigo siempre - dice-. Los habitantes de Las Barracas lo agradecerán.

Nicholi hace una pequeña reverencia mientras toma las monedas.

Cargando editor
29/01/2017, 10:13
Talasek

Talasek queda absorto en sus pensamientos por unos instantes.

¡Esperad! - advierte finalmente - Si no recuerdo mal, Nicholi nos dijo que recogía todas las pertenencias de los desaparecidos para salvaguardar su integridad. Quizá deberíamos echar un vistazo antes de irnos. ¿No os parece?

Cargando editor
29/01/2017, 22:34
Barakanar

- Me parece correcto. Busquemos por ejemplo si todos los desaparecidos tienen algun objeto en comun. Se gira a sus compañeros, luego podremos investigar los cambios de guardias. Pero apresuremonos no vayan a saquear las pertenencias y se nos escape alguna pista.

 

Cargando editor
30/01/2017, 00:37
Hodrum

- Por supuesto, yo pensé que ya los habias repartido pero si tienes los objetos de los individuos traelos. Puedo intentar detectar si hay algún objeto mágico o con residuos de mágia entre las pertenencias de las personas desaparecidas. - Hodrum pensó que si algún objeto les daba alguna pista quizas podrían descartar algunos de los rumores que habían oido. - Si tenemos suerte encontraremos algún objeto que nos indique que camino debamos seguir -

Notas de juego

Cuando traiga todos los objetos de los que disponga lanzo detectar mágia sobre ellos el rato que haga falta para tener toda la información posible.

Cargando editor
30/01/2017, 11:52
Raff Stonecrow

Por intentar, no perdemos nada— dijo Raff con poco ánimo. Después de ver cómo estaban los "hogares" de los secuestrados creía que sus pertenencias no podían ser mucho más que algunos harapos sucios, unos cuantos útiles de cocina y poco más. Pero por no llevar la contra, prefirió no decir nada, no fuera a estar equivocado.