Partida Rol por web

- Tío, eres la hostia jajajajajaj

Estoy un poco desubicado,  llegue algo tarde y no me gusta serlo...

Estoy vestido con  pantañoles de paño gris clara, zapatos de cuero y camisa larga negra (de buen corte). Deje en el carro la bata,  aunque mantengo un pin metalico con el signo de la medicina (un boton pequeño que se ve solo al acercarse un poco)

¿me habla a mi?

Supongo que no, me  acerco a cada uno a ver si reconozco sus nicks...

¿deje el laboratorio para esto?

¿y quien es el de la limo texana?... el sujeto ridiculo de baquero, seguro.

Camino al rededor, escuchando conversaciones a ver donde me puedo meter.

Nightwind

Ahora se acordaba de ella. Aquella chica era un enigma ya que si bien muchas veces se limitaba a boicotear temas de conversación en otros sin embargo se había mostrado más interesada.

Paul se guardó sus impresiones al respecto y prefirió no continuar la conversación. Era bastante obvio que la chica no quería hablar por lo que no insistiría. Además, en aquel momento había hecho acto de presencia otro joven, oriental, en cuya tarjeta, una vez se hubo acercado un poco, pudo leer el nombre de Dokkaebi.

Recordó que habían tenido varias conversaciones y que la última había tratado sobre las experiencias cercanas a la muerte. Se acordó de que había comentado algo acerca de trabajar en un servicio de urgencias y de que quería comentarle algunas cosillas directamente. Pero ya lo haría luego. Ahora no era el momento.

- Buenas noches - saludó, - soy Paul, Paul Brenner. Bookworm - dijo presentándose mientras extendía una mano, al igual que había hecho con los demás.

- Eh, todos - dice llamando la atención - Bookworm y Dokkaebi pueden terminar su conversación sobre las experiencias postmortem.

La chica ya se había acercado discretamente como si intuyera lo que iba a pasar.

- Si necesitáis un abogado puedo mediar en la negociación - dice divertido.

- Esto no me lo pierdo ¿no hay palomitas?

El chaval patalea y se enfurruña: Joder, ya teníamos un tema ¿qué pasa con lo que yo estaba contando?

Nadie le hace caso.

Mira el reloj viendo que la hora ya se ha cumplido, un poco nervioso parece dubitativo pero se mantiene junto a la puerta, escuchando.

Abro los ojos sorprendido ante la actitud dominante y algo ... cuestionable de Doc Alma, me hubiera gustarme integrarme más antes de que me hecharan al agua de esta manera, además que lo llamen a uno por el nick del foro es... tan putamente extraño. Los demás parecen pirañas a punto de deborar a su presa, en el chat no hablaron y ahora si desean.... vaya gente

En realidad no sé si haya algo más que agregar por mi parte, jaja

- demonios que incomodo es que te hablen  con un seudonimo y que ni siquiera te den tiempo de presentarte-

La verdad me hubiera gustado primero presentarme de manera personal con cada uno de ustedes,    Soy el doctor Jung Dae, conocido en el foro como Dokkaebi, y solo compartia una experiencia en mi residencia, tal como en otra oportunidad tambien lo hizo el Fry_Two_Fingers (¿como demonios se llamaba?,  me hubiera gustado saber si este era  médico paramedico o enfermero paramedico, pero caray)

Creo que no tengo mucho que agregar frente al mismo, solo comentaba lo que dijo el paciente, aunque  sería interesante saber que opinan los presentes y que se hicieran hipotesis o posiblemente observaciones más exactas.

Creo que mi aporte estaba en eso, pero si mal no recuerdo Black lotus no pudo dar su opinión, y sé que posible alguno de ustedes tenga sus opiniones muy respetables al respecto.

Los comentarios a mi espaldas eran cómicos, me odiaban y no me importaba. Tenía el suficiente orgullo para estar ahí y ser su vigilante, era difícil para ellos mi presencia pero la invitación estaba abierta para todos, incluso al troll de turno... Osea yo.

El hombre mayor se fue por suerte, no tenía nada de que hablar con él. Valoraba su actitud de acercarse pero no compartíamos las mismas ideologías ni nada por el estilo. No pensaba hablar sobre la muerte aunque sabía que la ciencia noética habían investigado sobre el peso de nuestra alma y las pruebas se realizaban con personas que ya les quedaba poco tiempo de vida. Era algo muy interesante y dentro de lo que es la ciencia, no estas habladurías de segunda mano. 

Como el grupo se encontraba cerca de donde estaba me alejo un poco y me coloco en la puerta de entrada, a medio paso de irme o quedarme, quizás porque no sabía mucho que hacer en este lugar. Es probable que haya sido un error haber venido.

Parece que percibe la incomodidad del doctor y le sonríe mientras le tiende la mano: Soy Marie Smith, perdona pero el otro día me quedé con ganas de que siguierais debatiendo y me he emocionado.

La puerta se abre otra vez más y aparece un joven con una sudadera oscura y la capucha puesta.

Cuando llegas a la dirección indicada 

te sorprende una limusina aparcada allí.

Entras y te encuentras al guardia de seguridad mirando hacia fuera como no pudiendo creerse que alguien haya venido en eso. Te indica el camino de la convención y sigue absorto.

Cuando entras en la sala, Frohike corre a presentarse y ves al resto de personas conteniéndose las risas y presentándose a un hombre joven vestido de esta guisa*:

Otro hombre de aspecto maduro y serio:

Charla con una atractiva mujer:

Un hombre joven oriental que parece ser el centro de atención ahora mismo:

Frohike te saluda y te invita a pasar mientras la joven de la gorra está cerca de la puerta y te mira casi pcon desprecio como al resto de la sala cuando entras.

"La vida es una ilusión, solo tendré que soportarla hasta que despierte"

Un hombre de porte casual frena su motocicleta muy cerca del establecimiento. Sus pies se afirman en el pavimento, pero realmente no hay suelo donde apoyarse... no tiene sentido aferrarse a esta tierra.

Enciende un cigarrillo y un viento fugaz juega con el fuego de su zippo, llevándose consigo la primera bocanada de humo. Suelta una parte de su vida con aquel humo, simplemente la deja fugarse y promete no extrañarla. -"Se libre y déjame en paz"

Sus pasos se pierden entre una multitud de sombras sin rostros, reflejos vacíos de un mundo que lo observa distante. Un mundo que coquetea con una ilusión hipócrita y deformada de una realidad que jamás existió.

Lleva la mirada de un hombre cansado, son los ojos un hombre viejo que no ha vivido nada. Una herida reciente corta su nariz dibujando una linea de sangre seca. Es el beso de su realidad, una cruda verdad que acaricia su rostro, el capricho de su adicción.

Michael ignora a la multitud y sus miradas de desprecio, solo camina hasta alcanzar su destino. Con su mano izquierda en el bolsillo mira hacia arriba, asegurándose que este es el lugar. Una mirada fugaz recorre a todos los presentes en la puerta, su pierna derecha tiembla cual tic nervioso y lleva nuevamente el cigarro a su boca. Marca su objetivo, el hombre de color debe de ser Frohike.

Estrecha su mano curtida y fibrosa, Frohike puede sentir la furia dormida de un guerrero en aquel apretón, una sensación que no se condice con su mirada. -Soy Michael- asiente con su cabeza sin quitarle los ojos de encima. -Termino esto y entro...- Le enseña el objeto de su ruina quemándose entre sus dedos.

El panorama no es prometedor, demasiada gente rara concentrada en un solo lugar. El foro era mas sencillo, al menos podía cerrarlo cuando el quisiera... tal vez después de todo este no era su lugar. Observa el panorama desde la puerta y en parte se siente tentado. Al menos parece mucho mejor que aquellas tristes reuniones de la AAA llenas de miserables resignados a abandonar lo único que los motiva a vivir. Ademas, aquí hay buena comida.

En medio de su debate interno por ingresar, algo interesante llama su atención. Michael la recorre disimuladamente con su mirada, la mujer parece tan confundida como él y en parte se siente identificado -No puede ser tan malo ¿Verdad?- Se dirige a Sarah Wells manteniendo la mirada dispersa en la multitud.

Se pregunta si ella piensa lo mismo que él -Aunque si no ingresamos... jamás lo sabremos- Le entrega una mirada rápida y luego se la vuelve a negar. Su pierna derecha aún tiembla, su mano en el bolsillo parece sujetar algo. 

<< Realidades que se tergiversan, sensaciones que se agolpan invadiendo cada centímetro de mi cuerpo recorriéndome por completo al punto critico de mi integridad. Por una brisa, un instante... que resulta ser tan mágico como la primera vez pero mas consecuente que el primer beso. >>

Siento como mi piel se estremece y no comprendo el porque, me encontraba en la puerta decidiendo entre la posibilidad de irme o quedarme en un sitio donde no hay lugar para mi. El motivo era solo uno, mis manos se encuentran embarradas por el cálido sabor de liberarme, molestando, invadiendo y generando en los otros algo mas significativo que palabras vacías fundadas en ideales que se deshacen al igual que los castillos en la arena. Esto era una perdida de tiempo... Maldita sea y ellos no lo veían.

Pero de repente, como obra de este mágico y casual destino, una presencia con un par de ojos azules intensos como mis impulsos de arrasar, se atreven a mirarme, revisando lo que soy, intimidando hasta el ínfimo detalle... Me surge una sonrisa, me ruborizo y muerdo mi labio perdida en la situación de estar atrapada bajo el influjo sombrío de alguien atractivo a simple vista, envuelto en su halo de oscuridad adyacente. No lo conocía ni el tampoco a mi.

- Tu mundo, el mio... Solo uno...- Mi mente divaga en estos minutos, imaginando tantas cosas que revolucionan mi interior y porque no mi cuerpo. Pero callo, le permito al silencio adueñarse de este encuentro, anhelando que su voz sea el alivio a mis oidos comenzando con esta aventura de un minuto o mas tiempo. Quien sabe lo que uno puede tardar en conocer a una persona...

Alzo la mirada, discreta, desafiante. -Lo es … Si te atreves a mirarlo con un solo ojo, si es con los dos estarás muy perdido. - respondo a su pregunta, de una forma instintivamente sensual por defecto. Este lugar no era algo para recordar, sino mas bien para darle un incentivo al olvido cuando decide regresar.

Continuo sonriendo, busco su mirada, aquella conexión que va mas allá de mis expectativas y respondo a su segundo comentario, no sin antes acercarme rozando su mano hasta quitarle el cigarrillo, darle un pitada para luego sacar el humo suavemente, devolviéndoselo en su boca para que juegue con ella y se funda en el.

- Puedes ingresar y veras nada que vale la pena. Allí tienes, las puertas abiertas al saber. - sugiero con ironía pero sin pecar de estúpida, manteniendo mi lado sensual en punto caramelo.

No hay problema Marie. Dice aceptando la disculpas de doc Alma.  Sé que era un buen tema pero ya sabes como son los servidores, justo cuando estabamos hablando se reinicio y el debate no se pudo hacer por chat, pero teniendo en cuenta la oportunidad.

Miro de lado al par en la puerta, siempre estan los que vienen a ligar como si esto fuera el instituto.

- Ja, y encima ahora no hay tema...esto es la ostia, parece bastante enfadado y contrariado.

Mira el reloj y luego a Frohike que sigue en la puerta esperando, por último a la mesa donde solo queda una tarjeta identificativa, Kain.

- Quizás deberíamos comenzar lo que sea que nos tenga preparado ¿no creéis? Entro de turno a media noche.