Partida Rol por web

- Hola, bienvenida – Estrechó tu mano y te dedicó una sonrisa – Bueno, Rogers sabe ser también muy exigente y es muy suyo. Pero tu situación es especial, eres voluntaria, no te van a exigir lo mismo que a los demás – respecto al ambiente – Hasta ayer era un hospital tranquilo. Desde entonces nos hemos visto un poco desbordados, pero el personal hace lo que puede.

Vanessa te enseñó el resto de las dependencias. Por lo que pudiste ver se trataba de un hospital pequeño, pero con lo suficiente como para tratar urgencias de traumatología y realizar operaciones de no muy gran envergadura.

Al terminar el Tour te entregó una bata y la llave de una taquilla para que pudieses hacer uso de ella - Cuando vengas a trabajar pregunta por mi o por el Doctor. Puedes llamar directamente a su despacho, él es el que coordina las tareas.

- Muchísimas gracias, Vanessa. - Me despedí de ella y salí del hospital de bastante buen humor. Decidí ir ya hacia el ayuntamiento, y quizás pasar por la tienda a ver si podía comprar algo más que me cupiese en la mochila, y de paso ver el estado de las existencias locales. Cogí mi bici y me dirigí hacia el centro.

Saliste del hospital, no sólo el trato había sido bueno, sino que además era lo que tenía ayudar a los demás, que te hacía sentir bien.

Miraste el reloj y viste que te sobraban unos minutos. Costaba poco acercarte a un supermercado y tampoco te pillaba muy a desmano del camino al ayuntamiento.

Pero ya antes de llegar percibiste que algo no iba bien. Jaleo de gente, una sirena de policía... Al doblar la esquina, a unos cien metros, viste que justo en la puerta del super había una trifurca. Alguno intentaba llevarse un carro de forma apresurada y otros intentaban quitárselo, pero no sabías y el carro también lo había sacado sin pagar o que. Escuchaste un disparo. ¿Quién? ¿Qué? ¿Se estaba volviendo todo el mundo loco?

Afortunadamente el disparo fue del policía y al aire. No obstante muchos se echaron al luego y una chica gritó. Menos el del carro que salió de allí huyendo con su recompensa.

Aquéllo no tenía sentido, ¿la gente estaba volviéndose loca? Por un momento me planteé la posibilidad de ir tras el ladrón, con mi bici probablemente lo alcanzaría rápidamente...¿pero qué iba a hacer luego? Estaba segura de que no podría con él, y ya estaba allí la policía...Lo cual me dio una idea. Pedaleé hasta el agente, esquivando a la gente.

- Agente, tenga mi bici, con ella podrá dar alcance al ladrón con mayor facilidad que con su coche. Pero procure devolvérmela luego.

Cuando te acercaste viste que el policía resultó ser chica. En un primer momento frunció el ceño al no entender lo que pretendías y es que en una situación de caos no era fácil adivinar la intención de la gente. En su pecho pudiste ver escrito su nombre.

- Muy amable, no se preocupe, prefiero cuidar de que no se maten entre estos a que un pobre diablo se lleve comida. Ya sé quien es, ya iré a pedirle explicaciones cuando esto se calme.

Dicho esto la policía, que seguía un poco atacada de los nervios, volvió al meollo de la gente y ayudó a los empleados a bajar la reja del comercio y a cerrar las puertas - ¡Dispérsense! ¡Esta tienda está cerrada!

- De acuerdo...disculpe agente Anderson- Respondí mientras dejaba que cerrase la tienda. Me quedé un poco estupefacta por la situación, era como en las películas...Estaba claro que estábamos en una situación alarmante, pero de eso al pillaje...Esperaba que la reunión del ayuntamiento sirviese para calmar los ánimos un poco y darles alguna explicación.

Así pues, me dirijí hacia el consistorio. Quedaba algo de tiempo pero visto lo visto, igual acudía mucha gente y no quería quedarme demasiado atrás. Mientras calculaba mentalmente cuánto nos duraría la comida de casa, habría que empezar a racionar si la tienda no era una opción.

Pensaste mentalmente en la comida disponible. En condiciones normales dirías que había para tres días. Pero entre latas de conservas, harina, arroz y demás, podría estirarse hasta 7 u 8 días.

Sin perder más tiempo ya te dirigiste hacia el ayuntamiento. Llegaste a la zona de la plaza y te diste cuenta que la zona comenzaba a estar bastante concurrida.

La reunión sería en la sala de actos, pero comenzabas a pensar que no habría suficiente sitio para todos. Como llegaste a tiempo, aun te daba tiempo de ocupar alguna butaca o simplemente permanecer de pié, a tu elección.

Tomé asiento lo más cerca que pude del escenario. Imaginaba que la cosa se haría larga. Sin embargo, me fui fijando en la gente de mi alrededor, pues si veía a alguien mayor de pie cuando todo estuviese lleno, le cedería mi asiento. Busqué también a alguien conocido, me sentía una extraña, como si no hubiese crecido allí. ¿Tanto tiempo llevaba viviendo fuera?

Finalmente si viste a una señora mayor un poco desorientada y le dediste tu asiento, cosa que te agradeció.Habían varias caras conocidas, algún conocido, pero no habías mantenido el contacto con ninguno de ellos a excepción de tu familia. Te daba la impresión de que aquí se debía de encontrar casi todo el pueblo.

Se ocuparon las butacas, la gente ocupó los pasillos y al fondo también había gente en pie. La reunión se retrasó unos minutos a la espera de que bajara un poco el murmullo de fondo.

Luego apareció un técnico e hizo unas pruebas de sonido, tras él ya apareció el Alcalde. Portaba unos papeles en la mano con el discurso o al menos con los temas a tratar.

Carraspeó – Ciudadanos, ciudadanas y gente en general que se ha visto atrapada aquí en Chester's Mills. Buenos días a todos. Cómo ya sabréis ayer por la mañana nuestros pueblo se ha visto aislado del exterior. Nos encontramos solos e incomunicados. En primer lugar quiero hacer un llamamiento a la calma. El cuerpo policial se encargará de velar por la seguridad de los ciudadanos. No se permitirán los actos delictivos ni la violencia.

Eso debió de ser el primer punto ya que hizo una pausa – Me informan que han habido actos de vandalismo en algunas tiendas. Para evitar males mayores de dado orden de que se cierren – Un rumor se levantó entre la multitud - El ayuntamiento creará un banco de alimentos para poder repartir los recursos disponibles con equidad.

- También informaros que la radio local sigue en funcionamiento. Intentaremos usarla como instrumento de información. Por lo demás intentaremos funcionar con normalidad hasta que pase el fenómeno y todo vuelva a la normalidad.

- Se que no es mucha información pero entre todos conseguiremos superar esto. Creo que lo más importante de esta reunión viene ahora. Se abre un periodo de ruegos y preguntas, eso si, os rogaría un poco de orden.

Cuando vi subir al alcalde esperé impaciente su explicación. Sin embargo, conforme hablaba, me di cuenta de que no iba a dar ninguna. "Aiswlado del exterior!" ¿¿¿Sólo eso??? Estaba muy bien todo eso de la ley, el orden y la equidad. ¿Pero no nos iba a decir qué demonios estaba pasando?.

- ¿Qué se sabe del "fenómeno", como usted lo ha llamado? ¿Que es esa cosa que impide que nada entre o salga del pueblo? ¿Y por qué no hace nada el eljército? Yo los vi rodeando Chester's Mill.

Formulé mis preguntas en cuanto tuve ocasión.

- Bueno, pues... - Casi se notó como tragaba saliva – No mucho, realmente parece inexpugnable – Una descripción tan vaga como avergonzante. Con respecto a la otra cuestión - Si pudiera descolgar mi teléfono y hablar con ellos créame que ya lo habría hecho, señora. Pero no es tan sencillo. Como dije, no hay comunicación con el exterior y todo intento por comunicarnos con el ejército o con cualquier autoridad externa, sencillamente no han funcionado.

Desconocido: - ¿Entonces estamos dejados de la mano de Dios? ¿Ya no formamos parte de los Estados Unidos?

Alcalde: - Va, eso es una estupidez, seguro que se consigue arreglar esto, sólo es cuestión de tiempo.

Chico: - Yo tengo una pregunta, ¿ya hay alguien investigando de donde ha venido y alguna solución? Como por ejemplo ¿un grupo formado que se encarge de eso?

Alcalde – Emmm no, pero me parece una buena cuestión. Cuando termine esta reunión el que quiera que se pase por la mesa de mi secretaria y apuntaremos su nombre. Sobretodo gente con ganas y que crea que puede aportar algo en esta crisis.

Realmente, poco sabía este hombre. Aunque la idea de cerrar la tienda y racionar había sido buena, ya era algo.

- Disculpe, sugiero que se haga un censo real de las personas que se encuentran en Chester's Mill en la actualidad, como base para racionar los alimentos y recursos disponibles.

Me quedé pensando si debería pasarme después y apuntarme al grupo de investigación. Me había comprometido con el hospital, pero no había asegurado que fuese a tiempo completo, así que podría con las 2 cosas. No iba a quedarme al margen de lo que estaba sucediendo. Papá se habría apuntado de estar en forma como antes...seguro que le podría ir contando lo que averiguásemos y aportaría alguna idea también. Estaba decidido entonces.

En este turno fuiste la primera en poder hablar, a lo que el alcalde te contestó - Si... bueno, tenemos el censo oficial. Suponemos que hay gente que se ha quedado fuera y gente que se ha quedado dentro pero que no son de aquí. Creo que con una estimación será suficiente, gracias.

A continuación intervino un señor mayor - ¿Qué demonios es eso de la equidad? ¿Acaso nos hemos vuelto comunistas? ¡No sé en el suyo, pero en mi país compra el que más tiene!

Se levantó un rumor entre la gente y el alcalde trató de salir del paso – Estamos abiertos a otras propuestas, pero esta es la que nos parece la más sensata ¿Otras cuestiones?

Luego intervino un hombre de mediana edad: - ¿Qué quiere decir que no se han podido comunicar? ¿Que los de fuera no quieren comunicarse con nosotros o que a nadie se le ha ocurrido usar pizarras para mantener una conversación con el exterior? Porque si algo tiene la Cúpula esa es que es transparente.

A lo que el alcalde aporta: - Ambas cosas, ni hemos podido ni se han querido comunicar, no sabemos el motivo... Pero seguiremos intentándolo, creo que es una de las cuestiones de las que se puede ir encargando el grupo que se cree. Por cierto, las novedades que haya las iremos colgando en el tablón de anuncios y además lo informaremos por la radio.

Carraspeó – Bien, doy por finalizada la rueda de preguntas. Los interesados ya saben por donde pasar, al resto... vayan con Dios.

La gente comenzó a levantarse de sus asientos y el rumor de las charlas aumentó súbitamente.

La respuesta del alcalde no me satisfizo, pero lo dejaría estar por el momento. Creía que era importante saber quién estaba actualmente en la ciudad, no sólo por el reparto de recursos, sino porque tal vez hubiese niños desatendidos, y a la larga tal vez hiciese falta saber si había casas desocupadas, o cualquier otra cosa. En fin, me quedé escuchando hasta el final y luego me dirigí a la mesa de la secretaria para apuntarme al grupo de crisis, y miré quién más se apuntaba para ver si podíamos empezar a hablar de por dónde empezar.

La gente salía de la sala, había bastante por lo que se formó un pequeño tapón junto a la puerta, pero poco a poco había cada vez menos gente.

Ya fuera de la sala tomaste la dirección de la secretaría, donde se formó una pequeña cola, aunque no mucha, faltaban un par de personas para que te atendiesen a tí. Detrás tuyo se puso una pajera joven de unos veinti-pico años. El chico le acababa de preguntar a ella si conocía a alguien más que le pudiese interesar lo de apuntarse a esta iniciativa, ella le respondió que quizá podría interesarle a una amiga.

No quería parecer entrometida, pero era obvio que podía escuchar a la pareja que esperaba su turno detrás de mí, así que decidí darme la vuelta y entablar conversación con ellos. Estaba cansada de ir por libre tanto rato.

- Hola, me llamo Joana. Dado que vamos a formar un grupo de "investigación" - dije haciendo el gesto de comillas con las manos- juntos, podríamos empezar a conocernos ya, ¿no os parece?. Yo soy bioquímica, y aunque mis padres viven aquí, yo resido habitualmente en Boston. - Le tendí la mano a la chica.

Salí acompañada de Rose, y fuimos a por mi bici. Luego echamos a andar ya que no cabíamos las 2 en la bici y tampoco corría prisa llegar a casa de su amiga. Además, la cartulina era un poco incómoda, así que se la tendí a Rose.

- ¿Puedes llevarla tú? Gracias- Le agradecí la ayuda con una sonrisa-  Háblame de vuestros amigos. ¿Rachel y Brandon, no? ¿Trabajan también en el bar?

Adrien se marchó con su moto y echasteis a andar. - Si, claro - Rose tomó la cartulina del mapa y lo enrolló formando un cilindro para transportarlo con mayor comodidad.

- Ajá – Respondió a la primera cuestión y luego – No. A Brandon no lo conozco, creo que es un chico que vive en una granja que ha conocido Adrien. Y Rachel es amiga mía. Tampoco trabaja en el bar. Es... peluquera. - Ella sintió la neesidad también de hacerte alguna pregunta - ¿Así que te criaste aquí en el pueblo y luego te fuiste fuera?

El trayecto no fue muy largo y Rose se detuvo ante una casa y llamó al timbre. Nada. - Ais que estúpida, siempre se me olvida que no hay electricidad – Golpeó la puerta con los nudillos - ¡Rachel, soy Rose!

El paseo con Rose era agradable. Respondí a su pregunta con algo de nostalgia en mi voz, parecía que había pasado mucho tiempo...

- En efecto, conseguí una beca para la universidad y me fui con la intención de estudiar medicina. Sin embargo, no terminé de médico...descubrí que no tenía verdadera vocación, pero la bioquímica me gusta, trabajo en una empresa farmacéutica. Así que he terminado viviendo en Boston, y cuando vengo estoy casi todo el tiempo en casa con mis padres, para aprovechar todo el tiempo que puedo con ellos.
 

Me abstuve de mencionar que estudié en Harvard...no quería que se sintiera intimidada. Había notado que se sentía un poco avergonzada al hablar de su trabajo y el de sus amigos, y no era lo que yo pretendía. En el pueblo, era difícil aspirar a algo mucho más elevado, y yo había tenido suerte. Sin las becas, no creía que mis padres hubieran podido pagarme los estudios sin tenerse que endeudar. Quizás era eso lo que me había distanciado de mis amigos de juventud del pueblo, que me veían como demasiado sofisticada o algo así. Suspiré, era algo que no se podía evitar.

Al fin llegamos a casa de Rachel, tenía curiosidad por cómo sería.