Partida Rol por web

-Él no es uno de "los elegidos por los dioses", Kolthar--trata de consolar Amílcar al minotauro al tiempo que guiña con disimulo un ojo al enano--Sólo ha cruzado su camino con el nuestro para ayudarnos puntualmente.

-En cualquier caso,--prosigue el arquero acercándose al luchador sacerdote para estrecharle con fuerza el antebrazo--gracias por todo, Craster. Jamás te olvidaremos. ¡Que los ancestros guíen tus pasos con la sabiduría que les otorga la experiencia!

Mi alegría se ve truncada por una noticia que, si no mala, si al menos sorprendente. Con gesto serio, permanezco mirando al enano despedirse del resto de nuestros compañeros.

Doy un trago a mi vino especiado antes de levantarme y acercarme a Craster. Para ser un enano, has demostrado valor y valentía, haciendo frente a todo lo que nos han puesto por delante. Espero que allá donde vayas te sepan apreciar por tu valor. digo tendiendo una mano hacia el enano.

El chico, Alfio, parece que, como es habitual en él, se ha metido en algo que le supera, aunque siempre se niega a admitirlo. Estos humanos con aires de caballero es lo que tienen...

El caso es que al parecer está en disputa evitar que el gran Khan de Kuri-Khan acepte una alianza con los caballeros de Neraka. Y no sé cómo, pero nuestro mutuo conocido ha sido gravemente herido tras ser emboscado por unos asesinos. Una de las hojas estaba envenenada. Solo espero llegar a tiempo... de lo que sea. Antes, pasaré por alguna capilla o templo a ver si consigo algunos remedios que pueda necesitar.

Tras subir a recoger sus cosas, el enano se vuelve y murmura:

 No, si todavía os echaré de menos... Kolthar, cuida de esta gente.

El minotauro menea la cabeza y con ojos enrojecidos levanta un puño en señal de despedida.

Siempre podéis volver a encontrarnos cuando sanes a Alfio.

Dice sin admitir que la despedida pueda ser definitiva.

Muchas gracias por todo compañero. Dice Hank mientras levanta el vaso para brindar a su salud.

Ha sido un honor pelear a tu lado, Craster. - el normalmente parco en palabras Gnart golpea su pecho con la mano derecha abierta, uno de los signos de camaradería más habituales entre los ogros de las llanuras.

Una vez que se ha despedido de Craster, vuelve su atención a la espada que le ofrece Kolthar.

No sé si soy merecedor de tal arma...

Con la ayuda de Hank, averiguas que es una poción de Quitar enfermedad.

Tras las despedidas, os retiráis a descansar pues al día siguiente os toca levantaros pronto.

3 de rannmont (invierno), 422 DC

Madrugáis, dejáis la posada y os dirigís al puerto. No os cuesta localizar el barco que os comentó Rand: el Levinbolt. Cerca del navío, os aborda un joven de pelo castaño y ropas demasiado elegantes para un marinero.

Buenos días. Me envía Rand. ¿Habéis traído la espada?

Gnart mira a Kolthar y luego al barco. Está claro que el semiogro no va a ser el interlocutor del grupo...

Kolthar mira desde arriba al joven con cara de pocos amigos.

La hemos traído, ¿tienes tu esos pasajes? 

Girándome hacia Amilcar ¿De qué espada habla? ¿qué demonios ha pasado durante nuestra ausencia? murmullo al nómada, un tanto confusa.

Tengo vuestros papeles, dice sacando unos documentos del interior de su camisa.

La espada, por favor.

Tiende una mano vacío mientras os ofrece los pasajes.

Por cierto, ¿sois cinco? Mi señor me dijo que seríais seis.

-Es una larga historia--susurra el arquero a la maga--Tuvimos nuestra propia "prueba". Si eso, luego te la cuento abordo.

Amílcar hace un gesto a Kolthar para que éste entregue el arma y después se dirige al joven:

-Al final uno de nosotros ha decidido viajar de otro modo. En cualquier caso, el trato fueron seis pasajes y eso es lo que recibiremos a cambio de la espada.

Muy bien, cinco o seis, a mí me da igual. Mientras me deis la espada...