Partida Rol por web

Recibes una carta del Padre Aldern , diciendo que requiere tus servicios y que te cites con el en su iglesia de Nelleska en la ciudad de Cardius. Cuando llegas a Cardius parece ocurrir algo en la ciudad. Hay algo malo. Muchas tiendas tienen cerradas sus puertas, y los cadáveres tapados son una algo común a lo largo de las calles. Las pocas personas que permanecen al aire libre se ven asustadas, como si el mundo estuviera llegando a su fin.

Alderen... ¿qué querrá ahora?

La Iglesia no me caía en gracia, pero él era distinto, había algo en sus actitudes que hacía que confiara en él como nunca había hecho. Además, no podría olvidar las veces que me cobijó cuando aún no era nadie y mi color sólo despertaba enojos y miedos entre la gente. ¿Si le guardo aprecio? Puede que sí... es un buen hombre.

Por lo que apenas recibí su carta me puse en camino. Tenía todo lo necesario, o eso creía yo en ese momento...

Llegué a la ciudad apenas un par de horas después de amanecer. El viajar de noche me daba muchas ventajas, aunque el buscar refugio de día a veces se volvía una tarea ardua. De todas formas, hace rato que habrían tenido que estar abiertas las tiendas... y no lo estaban. Es más, los cadáveres parecían ser una constante y el miedo inundaba el ambiente de la ciudad.

Instintivamente me llevé la gorguera sobre mi rostro ocultando mi identidad y también cubriéndome de cualquier olor o peste que anduviera por las calles.

¿Qué está sucediendo aquí?

Antes de presentarme con el padre quería hacer alguna que otra averiguación, por lo menos para saber qué estaba sucediendo, ya que si esto era tan grave como parecía, podía intuir la razón de mi convocatoria.

-Oiga...- dije casi en un susurro y con la capucha baja para que el sol no me hiciera tanto daño. Debo ocultarme... -¿Qué está sucediendo aquí?- le pregunté a un panadero que parecía tener ansias por abrir, pero se lo veía reticente ante el espectáculo que había ante su puerta: una mujer y su niño, acurrucados en un abrazo que la muerte habría inmortalizado.

El viaje a la ciudad de Cardius fue largo, pero sin mayores altercados. La imagen de la ciudad con los cuerpos por doquier y en decadencia fue algo que le llamo mucho la atención a Dae, debido a que esto es algo que no se ve todo el tiempo en cualquier lugar.Mientras se iba por la calle siguiendo los cuerpos, trataba de conseguir algo de información de la poca gente que se encontraba en la calle y sin que huyan debido a su apariencia. 

Una maldicion! muy mal han debido de rezar la gente de Cardius a los dioses pues estos nos han castigado con una plaga , y las cosechas tampoco es que hallan sido demasiado buenas, lo que te decia un mal presagio que trae una calamidad, no se que vamos a hacer mucha gente se esta marchando, los que se quedan tienen familiares enfermos.

Le preguntas donde esta la iglesia del padre Aldern:

La iglesia de Nelleska hace lo que puede , pero no pueden pararlo, esta al fondo de la calle principal a la derecha , alli van muchos enfermos y gente a rezar porque termine la maldicion, pero todo esta perdido , cuando veas la aglomeracion alli la encontraras

Rezos... muchos rezos... ¿y de qué sirven? De nada... esto lo demuestra...

Seguí las indicaciones de la gente, pero acostumbrado a estar en las sombras, fui dando un rodeo para poder ver la situación antes que ella a mí primero. Observaría el lugar y luego entraría a la Iglesia... claro que por algún lugar que no fuera por la puerta principal. Después de todo, no se contrata a un ladrón y asesino si no se quiere que esa relación quede en secreto.

El Padre Arden es un hombre de mediana edad de pelo castaño. Está vestido con una tunica marrón sencilla con el símbolo de su orden bordado en verde en el pecho. Él sonríe y dice: "Veo que eres una persona de acción, así que voy a ser breve. Usted sin duda,es consciente de la plaga barre la ciudad, y es posible que también tenga en cuenta que la única cura parece ser un objeto mágico en la posesión de Baron Velstaf, y lo usa sólo por un precio. Ahora, yo no quiero ser juicioso, pero no tengo oído que usted tiene ciertos ... talentos para la adquisición de artículos. Si la estrella de Olindor viniera a nuestro poder, estaríamos muy agradecidos ".

Me senté en un banco de la iglesia mientras escuchaba al padre pedirle expresamente robarle al Barón... por una cura, pero era robarle al Barón.

Si no fuera él le pediría una fortuna por hacerlo...

-Padre, agradezco que me haya llamado, pero sabe que mis servicios no son gratuitos y no tengo la misma fe que usted... de algo hay que vivir- dije cuando hubo terminado -Puedo hacerlo pero, ¿de qué sirve que la robe y se la dé si después los hombres del Barón lleguen aquí, pasen a cuchillo a todos y recuperen la Estrella?-

Recientemente el cajon de donaciones a llegado a 250mo, que seguro haran bien al desarrollo de la causa de nuestra iglesia Dice mientras sonrie por la ironia de sus palabras

El pueblo no se lo permitiria y no me dan miedo sus guardias (clerigo nivel 13) ya que una vez se sepa que la estrella esta en manos del pueblo en nombre de Nelleska se rebelarian, y ahora el varon ya no goza del poder del pueblo por vender la cura solo a los ricos 

El Baron vive en la mansion Whitehall , seguramente el objeto este alli, tiene forma de estrella (ver portada de la partida) y lo demas depende de sus habilidades para enterarse de formas de entrar y escuchar rumores , y ese tipo de cosas que se les da bien a los de su profesion.

-Haremos así... me darás esas monedas como adelanto ya que seguramente necesitaré hacer algunos sobornos... y cuando te dé la estrella, podrás recaudar 750 monedas más de oro, ¿qué te parece? Creo que es un trato justo para la Iglesia... no cobraría menos por un trabajo así de arriesgado, y ya estoy siendo muy solícito con usted, padre- dije con una sonrisa que ahora sí se podía ver gracias a que dentro de la Iglesia la visión se me relajaba.

-Entonces si no son un problema, entonces no tengo problema en traérsela a usted...-

*1 Es que estamos hablando de mucho dinero y todavia ni has recuperado el objeto ,consigue primero el objeto y despues ya hablamos de pagos

Sólo una cosa más. Somos una orden pacífica y estamos tratando obtener la estrella para salvar vidas. Por favor, recuerde que la mayoría de los guardias y demás personal son inocentes simplemente tratando para alimentar a sus familias y tratar de minimizar el daño. Si  mueren inocentes a través de su acción directa, no hay trato. Yo buscaria rumores sobre la enfermedad y sobre el baron en una taberna cercana , 

Es terco... eso hay que concederle...

-Haré todo lo que pueda... pero no seré un mártir que se sacrifique por esa estrella. Si hay algún guardia que intenta matarme, me defenderé, y no prometo dejarlo con vida porque en el momento del combate sólo queda defender la vida de uno- aclaré ante la condición del padre Aldern -¿De qué taberna habla? Puedo acercarme esta noche para buscar información... ¿usted no sabe nada como para saber si tengo que protegerme de alguna forma de la enfermedad?-

La enfermedad salio de la nada , se oyen muchos rumores sobre su aparicion , pero nadie lo sabe con certeza como  tampoco se sabe portanto como se contagia, Hay una taberna cerca de la mansion quizas alli sepan mas. Buena suerte "Sombra silenciosa" que lleves las bendiciones de Nelleska

-Gracias Padre, pero me interesaría pasar el día aquí, si me lo permite- dije con amabilidad -Viajé toda la noche y ahora debo descansar... cuando baje el sol podría investigar más al respecto, además, a la noche es cuando los hombres beben más y por lo tanto son más... comunicativos- agregué con una media sonrisa.

Hay una celda libre que le puedo prestar para un rato... descanse y pongase comodo

El drow ,pudo quitarse la mascara y descansar del viaje en una paz como nunca habia sentido antes

A la noche siguiente....

Cuando comenzó a anochecer, yo ya estaba ansioso por salir, pero con el sol que había no lo haría ni soñando.

Ni siquiera saludé al padre cuando desaparecí por una ventana, perdiéndome entre la multitud y las callejuelas de la ciudad.

Aproveché un primer reconocimiento para discriminar las diferentes salidas que podía tener para escapar de la mansión. Con el mayor de los sigilos, que daban el apodo y mi nombre de nacimiento, recorrí las calles aledañas a la mansión, tomando nota mental de cada detalle, para luego poder marcar una buena ruta de escape llegado el momento. Para ello utilizaría las tizas: simples y ordinarios objetos, pero de gran utilidad en las calles.

Luego, habiendo hecho ese primer reconocimiento, me dirigí a la taberna, no sin antes hacer un mismo recorrido por los alrededores de ésta. Si de algo me podía sentir orgulloso es de no ser un impulsivo, aunque a veces la situación lo requiere, y en ese caso, actúo por instinto.

Finalmente, me dirigí a la entrada de la taberna. Me detuve un momento en su portal...

Espero encontrar buena información aquí...

Y entré...

-Digamos que he venido de tanto en tanto, pero me dijeron que el vino es el mejor del reino, por lo que tuve que venir- respondí sin hacerle caso al mal modo del tabernero, para luego adoptar un tono más sombrío, acorde a la temática que tocaría a continuación -¿Qué ha sucedido aquí? Me ha sorprendido tanto muerto en la zona... ¿una plaga?-

Me senté en la barra para poder conversar con el hombre que seguramente más sabía de lo que sucedía por la zona... el tabernero.

-Devan es mi nombre...- me presenté con mi nombre falso, utilizado generalmente para cuando me hacía pasar por mercader.

El Baron Velstaff , ese maldito tiene el unico antidoto para la enfermedad que asola la ciudad y la pone a un precio de 4000mo para que solo los ricos puedan pagarla, mientras los demas llenan las calles con sabanas encima, los demas curadores de la ciudad no han conseguido nada. 

Dice de mala gana y distraido, mientras limpia vasos con un trapo de cocina 

-¿Y dónde vive ese conde? ¿No han ido a pedirle muchos para que les dé la cura?- pregunté en el mismo tono distraído, como si hubiera expresado mis pensamientos.

Le di un sorbo al vino y no pude evitar toser un poco. Realmente era fuerte.

-Te concedo la veracidad del nombre de tu taberna- le dije al tabernero con una sonrisa -La recomendaré...-