Partida Rol por web

La guardia se había acercado a nosotros dándonos el alto. Miro el documento que tengo en la mano y me giro hacia Neliandra

Era nuestro contacto. Bonal Geldem. Ese forjado sabía que veníamos a verle y le ha matado. - miro al resto - Esto parece más gordo de lo que nos pensábamos en un inicio. Alguien ha silenciado a Bonal antes de que llegáramos a él.

Miro a la guardia y adopto una posición neutra, no agresiva. Mis compañeros dicen verdad. Este forjado mató al viejo.

La dejo oculta ^^

Una patrulla estaba lo suficientemente cerca como para llegar hasta nosotros antes de que pudiéramos salir de la escena del crimen, apesadumbrado ya me veo con mis huesos en el calabozo. Si querían podrían acusarnos y teníamos pocas pruebas aparte de nuestra palabra de que no habíamos sido nosotros. Retiro lentamente la mano de la empuñadura de la espada antes de apoyar la versión de mis compañeros.

- Como dicen mis compañeros....el asesino es el forjado. A saber que le empujó hacer un acto tan vil.

Eso era lo que diría a la guardia, estaba claro que al forjado lo habían mandado para que mis jefas y el resto del grupo no pudieran llegar a sonsacar al tal Bonal.

El altercado con la forjada dura poco, pero más de lo que me hubiera gustado. Sin embargo, ahora que la adrenalina deja de correr por mis venas, soy consciente de lo cerca que he estado de morir decapitada. El miedo, el viento y la lluvia se alían para hacerme temblar y me rodeo con los brazos en un estado rayano en la catatonía.

Tal vez por culpa de este sobrecogimiento, no consigo reaccionar con la debida rapidez cuando la pequeña esfera alada escapa del cuerpo inutilizado de nuestra atacante. Reconozco el objeto como alguna clase de componente mágico para forjado pero carezco de los conocimientos en la materia para identificarlo como lo que es. Si al menos tuviera la posibilidad de estudiarlo... Por desgracia, para cuando trato de desactivarlo ya se encuentra fuera de mi alcance.

Me quedo mirando a la inerte forjada, tratando de imaginar si fue creada por algún miembro de mi casa y si participó en la Última Guerra. Muchos módulos de personalidad de los forjados resultaron gravemente dañados durante la contienda.

A mi alrededor, escucho a algunos de mis compañeros proponer con insistencia que huyamos de aquí antes de que llegue la guardia de la ciudad pero todavía estoy en estado de shock y sus razones se diluyen en mi mente embotada.

No empiezo a recobrar mis facultades mentales hasta que escucho la voz de Neliandra. Parpadeo repetidamente y sacudo la cabeza algo aturdida aún. ¿De dónde ha salido la Guardia y cuánto tiempo llevan aquí?

Mi sorpresa es aún mayor cuando escucho al elfo revelar que la víctima del asesinato es precisamente Bonal Geldem.

―¡Menos mal que está aquí, oficial! ¡Gracias a la Hueste Soberana! ―exclamo con genuino alivio, dirigiéndome al enano con mi maza balanceándose inofensiva contra mis caderas―. Soy...

Rebusco entre los numerosos bolsillos de mi faldón de cuero que cubre mis ajustados pantalones.

―Un momento... un segundito... ¡Ajá, aquí están! ―clamo exultante mientras extraigo los documentos identificativos que me acreditan. El enano tendría que estar muy borracho para atreverse a detenernos después de constatar mi identidad―. Soy Alhandra d'Cannith y me aseguraré de que mi familia haga un generoso donativo a la Guardia por su oportuna intervención.

»Mire ―agito con indignación creciente un empapado mechón de mis rubios cabellos cortado a desnivel por el afilado hacha de mi atacante―. Ese forjado averiado ha estado a punto de cortarme la cabeza. Si no llega a ser porque os ha oído llegar no sé qué hubiera sido de nosotros.

»Por desgracia no hemos llegado a tiempo para salvar al pobre señor Geldem. Había quedado con nosotros y ha tenido la mala suerte de encontrarse accidentalmente con un destino tan lamentable. Si hubiéramos llegado tan solo unos minutos antes... Pero hace una noche de perros y todos entendemos que la Guardia no puede estar en todas partes a la vez.

»Estoy segura de que unos oficiales tan competentes como ustedes pueden hacerse cargo de la situación a partir de aquí sin nuestra colaboración pero creo que puedo hablar en nombre de la Casa Cannith y de estos valientes que me han salvado la vida cuando le digo que estaremos encantados de ayudar a esclarecer lo sucedido en la medida de nuestros pobres conocimientos. Pero si prefieren que nos vayamos, lo entendemos, no queremos molestar tampoco. Estamos tan sorprendidos y apenados como lo estaría cualquiera en esta situación.

Estoy segura de que unos oficiales tan competentes como ustedes pueden hacerse cargo de la situación a partir de aquí sin nuestra colaboración pero creo que puedo hablar en nombre de la Casa Cannith y de estos valientes que me han salvado la vida cuando le digo que estaremos encantados de ayudar a esclarecer lo sucedido en la medida de nuestros pobres conocimientos. Pero si prefieren que nos vayamos, lo entendemos, no queremos molestar tampoco. Estamos tan sorprendidos y apenados como lo estaría cualquiera en esta situación

Cuando Alhandra se aproxima para enseñarle la documentación el enano vacila un poco al ver los documentos que le muestra la joven... 

-¡ No todos a la vez!¡No todos  a la vez!- contesta el enano un poco sobrepasado por el aluvión de contestaciones de aquel grupo.

Su ballesta se relaja algo quedando a media altura en una posición que no apunta a nadie directamente pero que le permitiría hacerlo rápidamente si eso fuese necesario. Los cuatro alabarderos se abren en abanico tras él con sus armas en disposición de ser usadas.

-¡Conozco todos los trucos os lo advierto! Y hablarme todos a la vez no me va a confundir...Eh...- dice algo confundido y al tiempo que se separa algo del grupo. Sus ojos no han podido evitar fijarse en los dos cuerpos que yacen ensangrentados sobre el puente.- ¡Que hable uno solo! Y no os acerquéis a nosotros hasta que no hayamos aclarado este asunto porque a lo que a mí respecta...¡veo dos muertos y un montón de gente armada! Primera pregunta; ¿Quien es ese tal Bonal Geldem? Segunda pregunta ¿Qué os tenía que dar o contar? Y tercera pregunta ,¿Quienes sois y qué os traído a esta ciudad? ¡Usted!- Se dirige hacia Neliandra seguramente por haber sido la primera en hablar o, tal vez, por haberle enseñado el símbolo sagrado de Ollandra-. Conteste a mis preguntas y no obvie ningún detalle- dice al tiempo que se toca con un índice su enorme narizota-. Me llaman el "sabueso de Sharn"...huelo las mentiras...

Con un gesto de la cabeza dos de sus guardias avanzan hacia los dos cuerpos tendidos en el suelo con la clara intención de registrar e identificarlos. 

Como pide el enano, doy un par de pasos hacia atrás y me quedo como estoy y paso a responder a las preguntas del guardia -Pues empezaré por la primera pregunta, ese anciano es un erudito humano de la Universidad Morgrave. A la segunda pregunta, realmente, desconozco la respuesta concreta, solo algo sobre una tercera persona que no viene al caso, o tal vez sí, lo desconozco, pero eso son detalles de mi compañera- digo señalando a Alhandra -yo como buena amiga y conocida de su casa desde... siempre, la he acompañado por su seguridad y mi tranquilidad señor- Hago una pausa, miro a Alhandra por si quiere explicar ella algo al respecto sobre los motivos de buscar a Jarem y prosigo con la tercera respuesta -Y como le dije, soy Neliandra, devota clériga de la diosa fortuna para servir a quien lo necesite, esta- señalo a Alhandra -es como bien le a dicho Alhandra d'Cannith y somos ambas de esta ciudad- Señalando a Raith prosigo -es un guerrer al cual mi compañera y yo hemos contratado para que nos proteja de ataques como el que acabamos de sufrir. Y al resto de caballeros, no los conozco más que de esta noche, pero entre ellos hay un escritor, y a los otros no les he prestado demasiada atención- digo quitando importancia a quienes son -aunque por mi fe puedo jurar que son inocentes- acabo finalmente espero que mis palabras calmen su sed de saber y nos deje marchar.

Sellion mantuvo siempre la distancia con los guardias, atento observaba a sus acompañantes quienes intentaban esclarecer el incidente, aunque en su opinión estos habían revelado cosas que seguramente crearía más preguntas por parte de aquel pequeño pelotón frente a ellos. Pero bueno, quién era él para cuestionar los métodos de los demás. Después de todo, había decidido viajar para conocer lugares y cosas nuevas, y estos inesperados acompañantes le estaban pareciendo la mar de interesantes.

Cuando la clériga hace mención del escritor, Sellion se da por aludido. Con sus manos tiró para atrás de la capucha que cubría su cabeza, buscando con ello transmitir que no tenía nada que esconder, luego levantó ligeramente una de sus manos como muestra de un pequeño saludo. -Ese soy yo.- Dijo sonriente y mostrándose lo más inofensivo posible.

Con nuestra cháchara rápida habíamos conseguido poner nerviosos a los miembros de la guardia, eso podría normalmente terminaba en problemas cuando los guardias tenían ganas de verter tu sangre. Pero esta vez no...Alhandra y Neliandra estaban siendo lo suficientemente hábiles como para mantener la calma, dar razones claras y explicar lo sucedido a la guardia. Puede que no pisara....esta vez el calabozo.

―En la casa Cannith tenemos buenas razones para sospechar de que alguien conspira contra nosotros ―intervengo cuando Neliandra me da pie para hacerlo―. El señor Geldem podía proporcionarnos información sobre la identidad y los motivos de la persona que está detrás pero ahora...

El sargento Dolom escucha con detenimiento las palabras de Neliandra. Poco a poco el testaurdo enano va relajando la guardia hasta el punto que una de sus manos pasan de sujetar la ballesta a mesarse las barbas.

-Vaya...¿Es usted realmente escritor ?- pregunta a Sellion muy sorprendido por el aspecto intelectual del semielfo.

Una de las guardias se aproxima en ese momento al sargento Dolom.

-Sargento. Los testigos que hemos interrogado en la aguja Kelsa aseguran que escucharon un grito en mitad de la noche. Cuando se asomaron vieron un cuerpo tendido en el puente y algunos hablan de una sombra que se movía sobre el cuerpo. Luego vieron llegar a un grupo numeroso de unas 6 personas- señala mientras hace un gesto con la cabeza hacia vosotros e intentando ser lo más conciso posible-. Y después de eso aseguran que ese grupo fue atacado por una figura surgida de debajo del puente. La mayoría aseguran que este grupo tan sólo actuó en legítima defensa señor...

El sargento Dolom asiente con la cabeza lentamente mientras no deja de peinar su espesa barba con sus propios dedos. Habla también con aquellos que han examinado los cuerpos del anciano y de la forjada. La identidad del anciano asesinado parece clara. Es Bonal Geldem. Finalmente se acerca a vosotros mientras los guardias tapan los cuerpos con unas mantas y los cargan en unas parihuela.

-Bien...-empieza dubitativo el enano-. Aquí aún quedan muchas preguntas por hacer y muchas respuestas que contestar. Pero mi olfato es infalible para estos asuntos turbios. No en vano me llaman el "sabueso de Sharn"- dice mientras vuelve a repetir el gesto de tocarse la nariz-. Y lo que mi olfato me dice es que...¡Estoy ante unos auténticos héroes de la ciudad!- exclama con una gran sonrisa al tiempo que sacude fuertemente a Sellion con un golpetazo en el hombro-¡Ja, ja, ja,ja! Lamento profundamente la muerte de este pobre hombre, ¡ pero el asesino ha sido ajusticiado! Y si hubiese algo más detrás de este turbio asunto prometo llegar hasta el fondo del asunto.

Los guardias pasan a vuestro lado cargando los cuerpos del anciano y de la forjada. La tormenta está ahora menguando. Los truenos ya no pueden escucharse y la visibilidad ha mejorado notablemente. El agua convierte las superficies en un cristalino espejo que refleja las luces que proceden de las torres circundantes.

-¡Oh!- exclama el sargento Dolom mientras extrae una bolsa de su cinturón-. Vuestro servicio a la ciudad no debe quedar sin recompensa.- Extrae unas cuentas monedas . Hace entrega de  2 monedas de oro a cada uno de vosotros. A medida que va pasando os saluda efusivamente excepto a las mujeres a las cuales os habla de usted y os saluda con una solemne reverencia de su gran cabeza-. No es mucho lo que puedos daros pero al menos cubrirá vuestros gastos de alojamiento durante un día. Es más...¡Por Ollandra!. Os escoltaremos hasta la zona residencial. Conozco una taberna excepcional. El tipo que la regenta es un buen ciudadano y hace unos guioso tremendos. Os acompañaremos hasta allí...¡Seguidme!

Agradezco el ofrecimiento y tal como me ofrece las monedas y me hace la reverencia le devuelvo ambas -No es por ser desagradecida señor Dolom, pero no es necesario pago alguno hacia mi persona, lo he hecho por ayudar a mi ciudad e intentar proteger a un hombre, aunque he llegado tarde- mientras empezamos a emprender la marcha me detengo un instante y digo -Sargento, acabo de recordar una cosa más, del cuerpo de esa cosa salió como una esfera luminosa y voló en aquella dirección- digo, pues no lo he mencionado antes y tal vez ayude en la investigación.

Bien, gracias - digo aceptando las monedas. - Nos vendrá bien un descanso después de una entrada así en la ciudad.

Miro hacia el cielo. Parece que deja de llover y las nubes, aunque no se difuminan, ya no tienen un aspecto tan amenazador.
 

A medida que se desarrollaba la conversación entre el sabueso de Sharn y sus actuales colaboradores, Sellion sentía que tal vez era posible sacar a un valioso aliado de este encuentro. Al sabueso por el momento no le parecía sospechosa la amalgama de personajes que se habían reunido en aquel lugar... y quién era él para cuestionarle.

-Mi nombre es Sellion Bertanil, y el darle vida a las cosas y los sucesos por medio de la escritura es todo para lo que existo, Sargento.- Respondió sin dudar al sargento antes de que un guardia tomara su atención.

El joven escuchó con atención el intercambio entre el sabueso y sus hombres, luego el sargento se dirigió a ellos nuevamente, lamentando la muerte del sujeto y prometiendo el investigar si hubiese algo más detrás de este asesinato, momento que Sellion aprovechó para dejar caer una pregunta al experimentado sargento.

-Ahora que menciona lo de algo turbio detrás de este asunto, ¿podría significar algo la Marca de Karrnath que el forjado tiene sobre una de sus cejas?- Cuestionó el semielfo de forma casual, no dudando en aceptar la generosa recompensa que la guardia de la ciudad les ofrecía. El recibir alguna remuneración por según qué actos era algo común entre los aventureros después de todo, además de que el joven prácticamente se había convertido en un buscavidas al abandonar su hogar meses atrás.

---"del cuerpo de esa cosa salió como una esfera luminosa y voló en aquella dirección"--- Sellion se giró hacia la clériga al escuchar aquel señalamiento. -Yo también lo vi. Creo que era un "MENSAJERO DEFINITIVO". Entiendo que es algo que les permite comunicarse a los forjados. Estos pueden inscribir un mensaje y enviarlo a un destinatario incluso momentos antes de morir como ocurrió con este.- Concluyó esperando haber podido resolver las dudas de la clériga y lamentando el no haber podido hacer nada para bloquear a este "MENSAJERO DEFINITIVO" en el momento en que salió del forjado.

Nuestras palabras parecían haber obrado en nuestro favor y unos providenciales testigos terminaron por convencer a la guardia. Sujeto las monedas que el guardia nos tiende en el puño, mientras pienso en lo cerca que hemos estado de ser acusados y en cambio ahora no solo somos recompensados sino que nos escoltaran hacia una buena taberna.

- Si no lo veo, no lo creo. Yo en compañía amistosa con guardias.

Aun quedaba mucho por descubrir y dudaba de que mis jefas dejaran eso sin respuesta. Maldita sea seguro que me liaban para buscar la esfera voladora. Esa esfera que según el elfo "cantarín" era un mensajero definitivo.

- Yo no se que es ese mensajero definitivo....pero si le comunican quien le ha abatido, correremos cierto peligro. 

-Sargento, acabo de recordar una cosa más, del cuerpo de esa cosa salió como una esfera luminosa y voló en aquella dirección-. reveló Neliandra.

- ¿Una cosa voladora...?.-El sargento se mesó las barbas mientras miraba al espacio entre las torres con rostro dubitativo-. Pues tendré que consultarlo con algunos contactos. Tal vez ellos sepan algo al respecto. Y respecto a las monedas que no acepta las entregaré en el próximo templo que encuentre de su parte.

-Ahora que menciona lo de algo turbio detrás de este asunto, ¿podría significar algo la Marca de Karrnath que el forjado tiene sobre una de sus cejas?- pregunta Sellion.

- Cierto. Una de mis guardias me ha revelado esta circunstancia pero no creo que esté relacionado con espionaje entre estados. Actualmente las relaciones entre Breland y Karrnath no son malas. ¡Diantre! Si hasta creo que el Rey de Karrnath, Kaius ir Wynarn, ha acogido en su corte a dos hijos de nuestro Rey Boranel. Aunque seguramente todo responda a un interés de cerrar posibles frentes mientras soluciona sus problemas internos...- dice mientras empieza a descender por unas escaleras-. Por cierto, si es usted escritor estoy seguro que este viejo enano -dice señalándose a sí mismo- podría contarle varias historias increíbles que tienen lugar aquí en Sharn ¿sabe?. No es que me interese la fama, ¡ni mucho menos! Pero a buen seguro que muchos podrían aprender un buen par de cosas de este viejo "sabueso"...¡Ja,ja,ja!.

- Yo no se que es ese mensajero definitivo....pero si le comunican quien le ha abatido, correremos cierto peligro- confiesa Raith.

 - Antes tendrá que vérselas conmigo, amigo mío.

El camino os lleva a una zona en la que las torres están realmente próximas entre ellas. Las escaleras recorren los gruesos muros de las torres entre grandes balconadas. Ahora mismo incluso los que sois de esta ciudad tendríais problemas para desandar el camino. Si es cierto que en esta zona hay una posada debe estar realmente escondida.

-No se preocupen por el momento de eso. Si alguien fuese tan osado como para intentar algo en mi ciudad se encontrará rápidamente con mi ballesta apuntando a su entrepierna.

Un puente os lleva hasta el centro de una torre. Allí un pasaje parece atravesar la torre de lado a lado como si de una calle se tratase. A izquierda y derecha pasáis varias puertas y algunos locales cerrados debido a la intempestiva hora. Hay varias luces siemprebrillantes que iluminan suficientemente el callejón dándole un aspecto bastante acogedor. A medio camino veis una gran puerta de roble de dos hojas con un cartel en el dintel en el que puede leerse: " La Buena Taberna".

Dolom pica un par de veces y abre la puerta dejando que paséis primero . El interior es acogedor. Hay varias mesas, un fuego y una barra junto a la que hablan tranquilamente tres hombres. Uno de ellos saludo al sargento. Es evidente que se conocen desde hace bastante tiempo. 

-¡Te traigo a unos amigos para que los acojas lo mejor posible en este tugurio !- dice a grandes voces mientras sujeta por los hombros al posadero.

-¡Por supuesto! ¿En qué puedo servirles?- pregunta condescendientemente.

Después de muchas vueltas, realmente me había perdido, literalmente. Menos mal que habíamos sido tratado como héroes finalemnte, porque si hubiéramos tenido que huir por estas calles, nos habíamos perdido sin duda alguna.

La taberna estaba bien y limipia, lo que era un bien escaso en estos tiempos.

Gracias sargento por acompañarnos hasta aquí. - le digo - Si quiere, con las monedas de la recompensa le invito a una cerveza. Yo pienso tomarme una junto con algo de comida. - miro a los demás - ¿Alguien más tiene hambre?

Seguidamente me siento en uan de las mesas más grandes, para que podamos caber todos y digo al tabernero - Tabernero, 1 jarra de cerveza y un poco de estofado y pan para mí, y ponle algo al sargento.

- Uh...¿Una cerveza?- pregunta dubitativo Dolom-. En principio estoy de servicio aún pero por otra parte es ya muy tarde y debería haberme ido a casa...- Mira al resto de su guardia que espera en la puerta de la posada-. ¡Que diantre! ¡Muchachos! ¡A casa! Mañana nos vemos. Descansad y dadles recuerdos de mi parte a vuestras familias.

La guardia se despide con un seco "¡A la orden!" y desaparecen por la puerta.El sargento se sienta, no sin algo de esfuerzo, en la silla junto a Threkor y señala al tabernero cuando este le sirve unas cervezas.

-Gracias joven.Norman es amigo mío desde hace ya mucho tiempo...eh...Norman ¿ Cuánto hace que nos conocemos?

-Veintiun años, 9 meses, 2 semanas y 4 días...Imposible olvidar tan desdichado día maldito enano- replica con sorna Norman.

-¡ja, ja,ja,ja!- Dolom ríe la gracia de Norman expulsando parte de la cerveza que había empezado a tragar.

-Por cierto. Si buscan alojamiento tengo una única habitación pero es lo suficientemente grande para todos ustedes. El resto las tengo ocupadas o ocupadas con cajas.