Partida Rol por web

Los segundos pasan, y sus voces no son más que ecos, ocultos entre las nieblas. Apenas si alcanzan a ver más allá de medio metro....

Las brumas, comienzan a disiparse, arrastradas por una tenue briza. Dulcimae no está con ustedes, y a vuestro alrededor, el paisaje ha cambiado completamente. Se trata de un denso bosque. Arboles enormes y altos, y un denso colchon de hojas resecas en el suelo. Están completamente perdidos. El cielo, de estrellas irreconocibles, está en pleno anochecer. Aun hay algo de luz, pero oscurecerá en pocas horas.
La vegetación es abrumadora, se observan algunos claros, pero en realidad todo está repletos de arboles viejos y arrugados, con cientos de ojos en su tronco que parecen observarlos con malicia.

Miro hacia un lado y hacia el otro...

Pero que diantres???

Boquiabierto, no soy capaz de reaccinar, solo de quedarme anonadado. Entre balbuceos, digo- pe... pero... El desierto... y ahora esto... ¿Cómo es posible, y el fantasma de la gitana?

Tal vez haber seguido a ese fantasma no ha sido tan buena idea...

La humedad del bosque se me impregna en la ropa tanto o más que la que dejó con sus lágrimas la gitana. Del ambiente desértico plagado de muertos vivientes a un bosque lúgubre que parece observarnos.

Cierro los ojos durante un instante

Gracias Heironeus por traernos a salvos... aunque este lugar me de mala espina...

¿A salvo? No se yo, este lugar parece lúgubre y tenebroso. Además, estamos más perdidos que en el desierto. Allí, al menos, sabíamos que había un pueblo. Aquí no sabemos nada.

Sonriendole al enano le retruco

Pero también sabíamos que había ciertas momias desquiciadas que disfrutarían arrancando nuestras extremidades... no me mal entiendas, me hubiera gustado enfrentarlas, aunque el resultado de tal cosa probablemente fuera que las momias cumplieran su cometido.. je

 Aquí huele raro, dice Ulrik sin pensar.

Seguimos al espíritu de la gitana y la niebla vuelve a rodearnos refrescando el duro y abrasador aire del desierto a nuestro alrrededor, hasta que estamos totalmente cubiertos por blanca y húmeda niebla,. el desierto desaparece, la niebla se esfuma y como arte de magia todo nuestro entorno cambió, ahora estamos sobre oscuro y denso bosque, el duro desierto quedó atrás, y el espíritu de Dulcimae desapareció.

Ven que Furius se acerca a uno de los árboles, apoya su mano en su corteza y se queda unos momentos pensativo mirando alrrededor pero sin mirar nada en particular.

Dulce y amable Dulcimae sabía que nos ayudarías, solo lamento no haberte escuchado cuando nos pediste ayuda, y sobre todo lamento no haber podido evitar que esos malditos acabaran con tu vida, te estaré eternamente agradecido, que tu espíritu descanse en paz en las moradas más allá del mar, nos veremos.

Luego de unos momentos ven que Furius sacude levemente su cabeza como saliendo de un trance.

Bueno amigos, dulcimae nos ayudó lo más que pudo, ahora depende de nosotros, quizás para ustedes éste denso bosque no sea mucho mejor que ese desierto, pero para mi es cmo estar en casa, si bien no se donde estamos y nunca había visto un bosque como éste, soy un elfo de los bosques y fui criado en medio de un bosque muy parecido a éste, no podría estar más feliz en otro lugar.

Lo importante ahora es saber donde estamos, exploremos el bosque en busca de una casa o de alguien que nos pueda dar esa información, de acuerdo? vamos, intentemos buscar un camino, todos los bosques tienen un camino que guia los pasos de quien sabe encontrarlo. 

Dicho esto comienzo a caminar por entre los árboles intentando buscar alguna señal en el piso o en los árboles de algo o alguien que haya pasado por aqui, para intentar encontrar un camino que atraviese el bosque.

El lugar está oscuro, y es completamente lúgubre. Los arboles parecen poseídos por ojos al asecho...ojos malignos que observan cada cosa que hacen. Está todo en silencio, un silencio forzado y tenso. Ni siquiera los pájaros suenan...

Estoy de acuerdo contigo Furius.. probablemente seas el mejor guía para la situación en la que nos encontramos...

Aguardo la respuesta del elfo, observando detenidamente todo

Está bien elfo. Si crees que serás un buen guía, no me opondré. Ahora, dinos, ¿sugieres algún camino? Yo lo veo todo igual de lúgubre -diciendo esto, entrecierro los ojos, buscando algún camino visible. Para un enano, la oscuridad no es problema.

Buscan en los alrededores pero no encuentran ningún camino. Nada. ni siquiera huellas de que alguien haya pasado recientemente por aquí. Se sienten completamente perdidos...

Elfo, mis ojos de enano no me rebelan nada. Quizás tú, con tu empatía forestal, puedas encontrar algún camino. Si no, propongo avanzar, aunque sea a ciegas. Dice un viejo proverbio enano, que el humano necio se queda quieto en medio de una habitación a oscuras, mientras que el sabio, prefiere chocarse contra las paredes para encontrar la puerta.

Petrus amigo, debo decirte que si bien fui criado en los bosques, nunca había visto algo parido a esto, éste bosque vie y respira maldad, y aunque lo intento no puedo encontrar ningún rastro, es como si nada ni nadie hubises caminado por aqui desde que los dioses crearon el mundo.

Una sensación de incomodidad está creciendo en mi, debemos salir de éste bosque lo antes posible, los árboles no nos quiren aquí.

Petrus dice unas palabras y le respondo :

Sabias palabras en verdad Petrus, estopy de acuerdo, no nos quedemos quietos, caminemos, no tengo certeza de hacia adonde , por lo que creo que lo mejor por ahora será ir hacia adelante y ver con que nos encontramos.

Lo segundo será proveernos algo de comida, podemos tardar mucho tiempo en salir de aqui, vamos, caminemos, esten atentos a cualquier cosa que vean o escuhen.

Dicho esto comienzo a caminar despacio, muy atento a todo lo que nos rodea.