Partida Rol por web

Un dia normal, puede o puede que no, tu piso o mas bien el piso que te han dejado es amplio, un loft en una ultima planta. Si no te gusta pueden conseguirte otro, aunque depende de ti mas que nada. Las vistas son bonitas, el Tamesis, la noria de fondo, la espesa niebla algunos dias, el tono gris del cielo, no tiene nada que ver con Africa y sus sabanas, sus cielos azules, su calor.

   No has tenido noticias de Derek, esta bastante ocupado por lo que parece,tampoco sabes mucho de la entrevista que haras, ni del sitio al que vas a trabajar, solo que alguien te vera y te hara algunas preguntas, nada mas. Tal vez deberias salir a dar una vuelta, hoy no hace mal dia, como tampoco hace buen dia, es tiempo londinese. Estas a punto de salir cuando deslizan un sobre bajo su puerta, no tiene remitente ni nada, solo una nota dentro con una direccion cerca del rio en un grupo de almacenes que se usa para no sabes bien si solo mercancia o que. Hay una frase a pie de pagina.

“No lleves ningun arma” extraño ¿por que pensarian que llevarias algun arma? sera que te conocen demasiado o que es el propio Derek el que te lo ha mandado o tal vez no y sea otra persona que confiara que lo hicieras. TE giras hacia el gran ventanal que da la Tamesis y ves como los pajaros, en su mayoria palomas, cuervos y alguna gaviota vuelan por los cielos grises de Londres buscando un sitio donde pararse a descansar o a comer, a la altura que estas no puedes ver quien pasa por las aceras, solo que son manchas, hormigas como los coches que pasan por la carretera. Aun queda mucho para que sea la hora y ademas... Maldita sea no es tu estilo esperar hasta el momento, nunca lo ha sido y no lo cambiara el tiempo. Cojes tu chaqueta y lo que crees que te hara falta y te marchas de alli, pero en el ascensor te topas con un tipo con ropas un poco zaraprastosas y una bolsa de papel que cubre un botella de cristal de la que bebe.
Huele a alcohol, tan profundamente que embotaria los sentidos de cualquiera. Se para y vomita junto al ascensor mientras maldice en otro idioma que no es desde luego ingles.

El chico parece bueno, pero no ha olido lo que deberia, puede que este demasido ocupado. Si no pasa la prueba, no podria hacer nada para que la Hermandad acepte que este con nosotros. Necesitamos nueva sangre y aunque un miembro como Derek le avale, no me gusta la historia que tiene detras.

Me apoyo en la pared mientras le doy un sorbo al contenido de la bolsa de papel que tengo en la mano, esta amargo, pero es bueno, tal vez no para mi, pero me da lo mismo, es hora de que me de las fuerzas necesarias para que siga con mi trabajo. Vibra algo en mi bolsillo y saco un movil demasiado caro para un vagabundo como yo.

Sabia que me has llamado para ver que estaba haciendo. Si le estoy vigilando, es un requisito para todos los que van a ser miembros de pleno derecho de la hermandad

Derek si no te gusta te quejas a los siete, si consigue verlos. Por que nadie los ha visto en años o mas bien en siglos al menos a dos de ellos. TEngo que irme que mis pequeños confidentes quieren...Me da lo mismo, ocupate de lo tuyo y encuentrala. 

Cuelgo, maldito puto egocentrio, no se da cuenta que la Hermandad no es su coto privado de caza  y que todos debemos hacer lo adecuado. Tiro la botella en una papelera mientras camino guardando el movil y con una sonrisa en los labios, es hora de hacer una visita a esos amantes de lo ajeno.

Cuervos como es posible que terminemos haciendo algo que no se debe o tal vez lo necesario, mañana sera otro dia pero esta noche, esta noche simplemente sera el comienzo de algo bueno, lo se, simplemente lo se

Leo la nota frente a la ventana y dejo que la información que contiene se mueva por mi mente mientras mis ojos se desvían hacia el paisaje. No estoy acostumbrado a permanecer recluido en espacios cerrados. Me crié como hombre en estas tierras inglesas, pero he pasado demasiado tiempo fuera, en plena naturaleza. Ahora un piso con paredes de cemento y ventanas de cristal casi me parece una jaula. Pero al menos tengo unas buenas vistas, y me pregunto hasta qué punto Derek era consciente de ello al elegir mi residencia. Mirar por los amplios ventanales hace que me calme, y me ayuda a pensar.

Sin armas. ¿Por qué habría de preocuparles que fuera armado? Es una entrevista, una maldita entrevista de trabajo. ¿Acaso me consideran un peligro? Podría ser una simple formalidad, un protocolo. Si quien va a entrevistarme es lo bastante importante, daría igual lo mucho que confiaran en mí. Los protocolos sirven para eso, para no arriesgar. Bueno, en cualquier caso no acudo con más intención que intercambiar unas palabras y valorar opciones, así que por mi no hay problemas.

Cojo mis cosas, no sin antes dejar mi arma dentro de la caja fuerte que hay tras el cuadro de la pared -buen equipamiento, por cierto-, y salgo del piso. Con el mando a distancia del coche me acerco al parking, tratando de recordar cual de todos era mi coche. Al final, tengo que pulsar el botón de apertura y seguir el sonido para encontrarlo. Un coche de gama media, sin adornos, de un color gris sobrio. El típico coche que pasa desapercibido. Oculta cosas, por supuesto, pero no las voy a mover. Bajo el falso fondo de su maletero tengo una pistola pesada y un chaleco antibalas. Solo los tengo ahí para situaciones especiales, como precaución, y dudo mucho que vaya a usarlos esta vez, pero no voy a perder el tiempo sacándolos y guardándolos en casa. No creo que registren el coche, menos aún porque no voy a llevarlo hasta el punto de reunión. Aparcaré a algunas manzanas, donde no llame la atención, y caminaré.

Arranco el motor, consciente de lo diferente que es este coche europeo a los jeeps con los que aprendí a conducir, y tomo rumbo a mi cita.

Verg...me deja con la palabra en la boca, es hora de que me ocupe de algo y ese algo es ver a cierta doctora, pero esta vez ella esta ocupada o eso me dice su contestador.

Ese humano, no se si sera el recluta que buscamos, demasiado famoso para mi gusto pero no puedo dejar que los designios que han visto esos videntes me alejen de la causa.

Vuelvo a marcar otro numero. Necesito hablar con nuestro amigo tatuado, perdon con el Señor Lomark. Es importante tiene que ver con la chica que se han llevado, hemos perdido el rastro en el puerto.
Parece que se la han llevado con una barcaza, no sabemos mas. Tal vez pronto la encontremos, pero no sabemos que barcaza es.
Comprendo lo que siente, pues lo siente toda la nacion Bastet cuando uno de nosotros desaparece, pero hay mas...me callo. Deberia haber echo lo que pensaba ni llamar ni nada y usar mi influencia para que el SAS hiciera una maniobra en el Tamesis bombardeando algunas zonas o simplemente haciendo una incursion donde sabia que podria haber un nido ratkin.

Antes de llegar hay una obra por la que teneis que entrar los coches de uno en uno. Zanjas a ambos lados de la calle, con las tuberias abiertas, mostrando las entrañas de la tierra maltratada con los hombres picando y sacando tierra mientras a amontonan en un lado para que se la lleven en un camion.
Un hombre de raza hindu os da paso a cada lado en turnos de  tres o cuatro sin miraros y solo moviendo su pala con la flecha.

Por las aceras semilantadas pasean parejas, madres empujado carritos, jovenes en monopatin, perros con sus amos. Motoristas que se saltan el stop pasando como les da la gana sin importarles los coches o camiones que pasen.

Comienza a chispear de manera mucho mas fuerte, va a llover decididamente,, mucho si es posible, maldito clima. Te llama a atencion como en mitad de la calle hay parada una pareja, el lleva un viejo guardapolvos del ejercito con las manos metidas en los bolsillos y ella, morena con una chaqueta de cuero frotando sus manos.

Estan mirando algo al otro lado de la calle, en el edificio con detenimiendo sin perderse ningun detalle antes de comenzar a andar alejandose, pasando al lado de tu lado sin importarles la lluvia.

Sigues callejeando un poco, mas que nada por las obras, pero terminas llegando a un callejon sin salida, bueno mas bien otra calle cortada por obras. Una zanja la corta a la mitad sin dejar pasar y con los coches aparcados.

Se ve movimiento al otro lado, entre las sombras, puedes ver que son ratas en su mayoria, como si hubieran salido corriendo de las alcantarillas o de donde estuvieran viviendo. Una sombra mucho mas grande corre porla calle y de repente las ratas saltan sobre el callendo en la oscuridad, fogonazos, ruido de armas, carreras por los alrededores, el...rugido...no el aullido mas bien de un lobo.

Una figura que sale tambaleandose y que caen en la zanja mientras comienza a llover con mas fuerza y a llenarse...Es un hombre con las ropas destrozadas

La ciudad es un infierno de cristal y cemento, una gruta con cielo que me ahoga y asfixia. Cada nueva calle es más opresiva que la anterior, cada esquina es un peligro potencial. Los transeúntes se mueven ajenos a lo que les rodea, pero sería tan sencillo tenderles una emboscada, darles caza antes de que les de tiempo a defenderse o correr...

Es el león que llevo dentro el que habla, el ser salvaje que ruge desde lo profundo de la sabana. Pero otros como yo se alejaron de las tierras natales de la tribu y sobrevivieron ¿Por qué no podría hacerlo yo? Lo haré, y conseguiré tanto poder que los leones de África conocerán mi nombre y rugirán de orgullo por lo que tengo que ofrecerles.

Me llaman la atención los dos hombres que observan ese edificio con detenimiento, sin importarles la lluvia. La lluvia es una constante en este lugar, algo insignificante en las vidas de los londinenses. Para mi, la lluvia es el preludio de inundaciones y torrentes, de tiempos interesantes y problemáticos. Aquí en Londres, por lo visto, siempre son tiempos interesantes. Y problemáticos.

La pareja se aleja, y yo sigo conduciendo, hasta que termino en un callejón cortado. Estoy a punto de dar marcha atrás cuando algo llama mi atención. Una figura corriendo en las sombras, ratas, fogonazos, un aullido. Abro la puerta del coche, dejando que la lluvia empape mi rostro para poder ver mejor, no a través de un cristal empapado. Un hombre sale y cae en una zanja, sus ropas están destrozadas. La zanja pronto se llenará de agua.

Debería irme. Es el hombre quien habla. Lo que haya atacado a ese hombre es un peligro. Es el hombre el que teme. Si es un crimen, no deberían encontrarme junto al cadáver. Es el hombre el que toma precauciones. Miro a mi alrededor, pero no parece haber nadie. Al fondo, la calle está cortada por obras y hay coches aparcados. Tras de mi, el único camino lo cierra mi propio auto. Ante mis ojos hay un misterio por resolver, un crimen en el que podrían estar involucrados los odiosos perros Hombres Lobo, que podría tener relación con los hombres rata de que he oído hablar. ¿Quién es ese hombre? ¿Por qué debía morir? Son preguntas que se hace el felino, el león que nada teme. ¿Debo detenerme y alejarme, temiendo las consecuencias de mis actos? No, son otros los que deben temerme a mi. Es el león el que avanza. Tengo que saber más sobre ese hombre muerto, y sobre quien le ha hecho esto.

Ya acudiré a la cita más tarde...

Saltas por encima de la zanja, sorteando lo que te encuentras y sigues por el callejon, mas adelante escuchas otra vez aullidos y algo mas, chillidos de rata.
La escena es dantesca y algo grotesca si cabe. Cambiaformas peleando entre ellos, mientras un camion esta con el motor encendido cerca y con la puerta abierta.

Escuchas golpes de dentro del camion, sollozos mas bien los acompañan. Destellos plateados cruzan el cielo mientras caen las ratas o mas bien los ratkins como has comprobado al ver como una de ellas se transformaba en su forma Crinos, pero sus atacantes no estan mejor.

Un rugido, un felino que pasa a tu lado, es blanco, un tigre tal vez o...no es un leon blanco, pero eso son viejas historias, no son reales, los leones blancos no existen.

Su cuerpo se convierte ne crinos mientras se abalanza contra uno de los hombres rata, formas femeninas se ocultan tras su pelaje. Una de esas ratas va a golpearla por la espalda...

Esto no está pasando, no puede ser posible. ¿Una batalla de cambiantes en plena ciudad? Estas cosas pasan en territorio salvaje, donde los animales reinan en un mundo de bestias, pero este es el reino del hombre ¿de verdad es esto posible?

Debería haber cogido la pistola...

Una sombra blanca cruza a mi lado, y me quedo perplejo al verla. ¿Un león blanco? ¡¡Imposible!! ¿Una leona? ¿Una Simba? Siempre creí que yo sería el único de la tribu por estas tierras tan alejadas de nuestra Africa original, que sería el ejemplar raro de una tribu salvaje. Que era el único de ese linaje europeo perdido tiempo ha. Encontrar ahora a una ejemplar de la tribu, aquí, tan lejos...

Sigo sin saber por qué luchan estos seres, pero no puedo dejar a una Simba a merced de las ratas. Puede que me llamen Cazador-de-Leones, pero seré yo quien cace a quienes lo merezcan por sus pecados, no otros. Las ramas de un árbol deben ser podadas para que éste crezca fuerte, pero no abandonadas a las plagas. Así sucederá con la tribu, si hay Simbas que merecen morir, morirán, pero a nuestras manos, no a manos de estos roedores.

Me abalanzo sobre la rata traidora que amenaza la blanca piel de la leona, mientras cambio a mi forma Socto. Debería bastar para acabar con una bestia menor, y con algo de suerte lograré conservar mis ropas. Solo si no queda más remedio cambiaré a Crinos o a Chatro, formas más serias para combates más peligrosos. No cuento con mi pistola, pero las garras darán buena cuenta del cuerpo de esta rata

La rata no esperaba tener mas problemas de los que la Simba le podria dar, Cuando le coges por la espalda y lo levantas del suelo para lanzarlo contra una de las paredes cercanas solo puede chillar como lo harian sus antepasados.
Ella encambio esta asombrada de encontrar ayuda tal vez y al deshacerte de su enemigo puedes ver como tiene un grillete  alrededor de su cuello del que cuelgan unos eslabones de una cadena rotos.

Da un paso atras y te gruñe mientras dice algo en lengua Bastet.
Alejate de mi y dejame que me marche, ya es mucho tiempo el que me habeis tenido prisionera. Apelo a la madre qu tenemos en comun para ello.

Esta en tension y escuchar como se acerca un coche no ayuda mucho tampoco.

Hacía tiempo que no escuchaba el Kheuar. Derek no lo usa salvo en contadas ocasiones, y en África los últimos que lo usaron conmigo fueron mis enemigos. De mi propia tribu, pero enemigos al fin y al cabo. No en vano me llaman Cazador-de-leones, un nombre que porto con orgullo. Pero esta leona me sorprende, me toma por un enemigo y un captor, y eso me inquieta y ofende a partes iguales.

Escucha, leona -La indignación supura cada una de mis palabras en lenguaje Bastet- No se por quién me has tomado, pero no me harás responsable de las cadenas que portas al cuello. Y no nombres a Selene en vano, pues es su rabia quien guía mis actos y engrandece mi orgullo -Son palabras pertenecientes a un rezo que acostumbraba a recitar Rey-del-espino, me gusta recordarlas para no olvidar quién soy y de donde vengo- Ni soy tu enemigo ni hago prisioneros -Suavizo mi tono, tratando de mostrarme más cordial, con mi sonrisa más encantadora- Y puedo ayudarte a salir de aquí, si me dejas. Tengo un coche, y un piso donde puedes esconderte...

Desde mi percha observo como llevo haciendo desde que naci, una leve sonrisa se forma en mi rostro de pajaro. No, realmente no es una sonrisa, los cuervos no podemos sonreir el pico es demasiado duro para ello, pero puede que mintamos.

Las ratas se estan moviendo muy deprisa persiguiendo a esa gatita, puede que sea importante o puede que sea una mas que acabe con todos los que se pongan delante por que esta demente. Creo que ultimamente el pueblo gato esta un poco loco o mas bien muy loco. La chica habla, no esta mal al menos sabemos que es educada, las ratas vuelven a la carga, las oido y las veo, muevo un ala con suavidad mientras se desprenden algunas de ellas y se clavan en el suelo del callejon. 

Lo que viene a continuacion es cosa de ellos no mia, bato alas un poco, odio este maldito clima ingles, pero el deber es el deber.

Le miro a los ojos mientras mi cuerpo se relaja poco a poco, mis manos se abren aunque mis garras siguen aun ahi por si acaso. No me fio mucho aun a pesar de que me hable en mi lengua materna. Pero estoy cansada, muy cansada y mi cuerpo vuelve a ser humano, cubierto de heridas y hematomas.
Me conocen como Luna Negra entre los mios, por que el dia que naci la luna estaba negra.
Hace dos ciclos estaba en casa de mi familia en un bosque cuando aparecieron y me llevaron matando a los demas
Me llevo mi mano al collar del cuello. Me han puesto esto y no me han dejado marcharme. Dijeron que querian usarme en un combate NIego mientras termino cayendo al suelo de rodillas, me duele todo, demasiado tal vez.

El último comentario me desconcierta. Casi quedo boquiabierto, si no fuera porque el sonido del coche me hace sentir apresurado. ¿Usar a una Simba en un combate? ¿Después de apresarla y matar a los demás? Lo primero que viene a mi mente es un circo romano, un jodido espectáculo de sangre. Pero ¿quién podría hacer algo así, quién sería capaz en estos días, en pleno occidente?

Me abalanzo hacia Luna Negra al verla caer, agarrándola con cautela. Trato de cogerla en brazos, de llevármela hacia el coche. Tengo que sacarla de aquí cuanto antes, alejarla de este lugar, ponerla a salvo. Y averiguar más de todo este asunto.

Y tengo una cita a la que debo acudir, también...

Su cuerpo tiembla, tal vez por el frio nocturno y por estar desnuda o tal vez por lo que ha estado sufriendo este tiempo en el cautiverio. Sus parpados se cierran por el cansancio y deja que la lleves como un muñeco, parece que despues de todo el gato no es tan fiero como lo han pintado. MIras tu reloj y ves que estas a punto de llegar muy tarde a tu cita.
Tendras que llevartela contigo te guste o no, mientras se quede en el coche no tendras poblemas. Tal vez en tu cita puedas averiguar mas.
En ese momento escuchas el graznido de un cuervo y como uno alza el vuelo de un alfeizar cercano y alejarse en la noche, notas como se queja. Deberias tal vez quitarla el collar o tal vez dejarselo aun...

Otro coche se va acercando por la calle, esta vez es un coche de la policia, si se para deberias dar muchas explicaciones. Oyes algo una especie de chillido y en un rincon puedes ver unos ojitos rojos que te observan detenidamente antes de volver a desaparecer entre la basura. Otro minuto mas en tu reloj, estas llegando tarde...

Joder, esto se complica más a cada momento. Devuelvo la mirada al ser que me observa desde la oscuridad y le regalo una sonrisa despectiva, una amenaza velada con la que muestro mis colmillos. Pero no tengo tiempo para esto, cuando el brillo de sus ojos desaparece camino apresurado hacia el coche, adoptando de nuevo mi forma de raza. Rezo una silenciosa plegaria a Selene, implorando que el coche de policía no se detenga. No quiero que la cosa se ponga fea, y la perspectiva de tener que matar a un par de polis por preguntar demasiado no es nada atractiva. Bueno, quizás tendrían un poco de consideración si les mostrara mi identificación militar, pero...

No, lo mejor será apresurarse y meter a Luna Negra en el asiento trasero de mi coche. Tengo una pequeña manta de viaje en el maletero, con la que cubrir su desnudez. La cadena... será mejor dejarlo para luego, cuando pueda quitársela tranquilamente.

El cuervo me ha dejado mosqueado. Rey-del-espino siempre decía que hay que huir del pueblo cuervo, que les gusta demasiado enterarse de todo y hacer que todos los demás se enteren. Los Simba somos demasiado reservados para que nadie ande por ahí contando lo que hacemos o dejamos de hacer. Todos los Bastet lo somos. Espero que fuera un simple cuervo...

El coche patrulla por fortuna no para a tu lado, simplemente sigue el agente que lo lleva te mira un segundo antes de seguir adelante.
Ella se queda quieta bajo la manta parece que esta agotada, tu arrancas y te marchas de alli.
Consigues conducir por las callejuelas hasta llegar a tu destino.

El rio al fondo brilla con la luz de la luna y los almacenes estan en silencio. No se ve a nadie caminar por alli o que pueda estar.

Ves como hay una furgoneta a un lado, no se ve a nadie alli. Apagas el motor y las luces, esperas un rato y despues de unos minutos que se te hacen eternos.
Por un lateral vez aparecer a Derek vestido de negro como siempre, paso firme mientras se acerca a donde hay una luz como si no temiera lo que pudiera pasarle. Se para y espera, en el asiento detras tuyo sigue durmiendo.

Dudo si dejarla dormir o despertarla para decirle que me voy a ausentar un poco. Lo cierto es que no tengo ni idea de cuanto tiempo voy a estar fuera, no se de qué va esta entrevista o lo que sea, y me da cierto miedo que despierte sola y decida huir. Ella es la única pista que tengo para desentrañar ese misterio de las peleas...

Sin embargo, la aparición de Derek hace que me decida. Salgo del coche en silencio y me muevo ligero entre los coches aparcados, en dirección a donde se encuentra. Lanzo furtivas miradas en todas direcciones, por si hay alguien observando. Cuando me sitúo a su lado, con gesto grave le hablo en voz baja, de forma discreta.

Derek, tenemos un problema. Tengo en el coche a una mujer, de mi tribu -Le clavo una mirada preocupada. Derek sabe lo que opino de mi propia tribu, lo que algunos de sus miembros me han hecho sufrir- La estaban persiguiendo, dice que ha estado prisionera, con otros, y que les obligaban a participar en una especie de peleas. Es... algo serio.