Partida Rol por web

La larga búsqueda

Cautiverio de Viena

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30/04/2012, 13:29
BacilusInfernus

   El sonido apresurado de las botas aún resonaba dentro de sus cabezas. La memoria les encadenaba al pasado.
Gritos por todas partes. Al fondo un portón se erigía en salvación y tras ellos órdenes y maldiciones anunciando su condena. Correr fue la única posibilidad.
  Entonces vino el estruendo y el fuego. Los pies separándose del suelo, el mundo dando vueltas y un golpe violento contra los muros. Les tenían. Alguien no tenía piernas y el suelo levantado por la explosión estaba cubierto de sangre. El velo rojo lo cubrió todo y apenas si pudieron ver acercarse un par de siluetas envueltas en túnicas negras que se acercaban satisfechos.

  La memoria les encadenaba al pasado, pero sus brumas se fueron aclarando en la visión de una pequeña estancia circular, toda ella construida en piedra irregular y bañada en la nerviosa y cálida luz de las antorchas. El fuego les tensaba los nervios; sus ojos, atemorizados, quedaban atrapados en la contemplación de las llamas.
  Francesco, Rosalía, Thomas y Yurev estaban completamente desnudos, encadenados a los muros por frías y recias cadenas que se habían resistido mil veces a su fuerza sobrenatural. Débiles y sedientos sus ojos apenas sí acertaban a discernir los perfiles y sombras de la mazmorra. Al fondo un portón de hierro oxidado y ante ellos, en el suelo, como centro de una estancia vacía, un balde de madera repleto de sangre humana. Demasiado lejos como para llegar a él. Su aroma era tan intenso que les quemaba la nariz inundándoles por completo la cabeza y tiñendo sus pensamientos. El cuerpo se estremecía frío y cálido a la vez sólo con imaginar resbalando toda esa vitae por el interior muerto y seco.
  Sus cuerpos estaban sucios y cubiertos de heridas abiertas de las que no fluía sangre alguna. El fuego y el hierro había castigado su carne dejando en sus cuerpos los sellos del dolor. Llagas, costras, carne quemada y mutilaciones…
  Sin embargo lo peor de todo era el dolor de su memoria sajada. ¿Viena? Sí. ¿Cuándo? … Hacía tanto tiempo. ¿Tremere? Sin duda.
  Los cuatro llevaban más tiempo del que creían saber recibiendo el trato que los magos tenían reservado para aquellos lo suficientemente arrogantes, o lo suficientemente estúpidos, que creían que podían irrumpir en la Capilla de Viena y vivir para contarlo.

Notas de juego

Bueno. Vamos a ir poco a poco. Jeje

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30/04/2012, 13:49
Yurev Krecenko

... por los clavos de Cristo... seguro que Francesco dijo que no era buena idea...

 

Notas de juego

Si no recuerdo mal: 

pensamientos en cursiva

voz directa en negrita

narración en texto normal

estilo quizás en tercera persona en pasado (esto todavía lo podemos ir hablando y discutiendo)

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30/04/2012, 14:18
Francesco Romani

Y sobre todas las cosas una gran duda aporreaba con fuerza las paredes de la mente de Francesco: ¿le habían apresado como a un Ventrue o como a un Salubri? Porque no quería ni imaginar las consecuencias de que hubiera sido lo segundo. 

Tremere... Viena... ¿Por qué estaban ahí? No tenía ningún sentido. Lo que decía Yurev era cierto: Seguro que había dicho que no era buena idea. Aun siendo valiente como era, la sola mención de Viena y sus secretos gobernantes era suficiente para que cualquiera de su clan, incluso los más fuertes, temblaran como niñas asustadas. Porque todos sabían lo que ocurría con los que llevaban a la capilla más importante del clan de los Usurpadores. Algunos, decían, era incluso más importante que la misma Ceoris. 

Bajó la mirada, torva y algo furibunda, hacia el barril de madera del centro de la habitación. Y, lentamente, pasó la lengua por la punta de sus colmillos... 

-Y si no lo dije entonces, lo digo ahora... -masculló, entre dientes. Imposible contener el sentimiento. Estaba atemorizado-. No fue una buena idea... ¿alguien sabe por qué estamos aquí? Siento como si me hubieran acuchillado la mente con crueldad... 

Notas de juego

¡Encantado y congratulado de inaugurar esta deseada partida! 

Una pequeña aclaración: negrita y cursiva en la misma frase sería para indicar un tono de voz bajo o afectado. Al menos es lo que suele hacerse, jejeje. ¡Démosle caña, albóndigas!

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30/04/2012, 14:41
Rosalía Caeiro

Rosalía trataba de contener las lágrimas que acabarían con los últimos restos de vitae de su cuerpo, pero el dolor, la vergüenza y la confusión le nublaban los ojos con un velo rojo. Y el hambre, sobre todo el hambre… No podía quitar la vista del balde ante ellos. A su nariz llegaba nítido el suculento olor de la sangre fresca, tan brillante y cálida, tan cerca pero tan lejos… Si tan sólo pudiera estirar un poco los brazos…

El ruido de las cadenas ahogó su grito cuando su hombro crujió intentando llegar con la mano a tocar la sangre.

Una lágrima roja le resbaló por la mejilla sucia, entre el cabello enmarañado y húmedo que le caía ante los ojos. ¿Por qué la llevaban hasta ese extremo de humillación? ¿Qué demonios había hecho ella para ofender a los Tremere?

Se encogió tanto como sus ataduras le permitieron para ocultar su desnudez y miró hacia Yurev y Francesco.

-Si no lo sabéis vosotros… -su voz sonó entre un gruñido y un sollozo-. Siempre sois los que nos metéis en problemas, haced algo… Necesito alimentarme o… ¿Por qué no rompéis las cadenas? Os he visto hacer cosas más difíciles. Vamos, por favor...

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30/04/2012, 19:36
Thomas Daister

¿Qué? ¿Qué es esto? ¡Maldita sea! ¿Qué hago aquí? Seguro que todo es culpa de estos pordioseros. Me pregunto qué clase de recompensa pueda haberme llevado a seguirles hasta este lugar. No importa. Yo puedo salir de ésta, como siempre he hecho. Todos dependen de mí. Hallaré el modo de liberarnos y luego podré echárselo en cara.

El aroma de la sangre turbaba la mente de Thomas, pero se concentró en sobreponerse, pues con seguridad aquel balde no sería capaz de satisfacer sus sofisticados apetitos. Además no terminaba de estar convencido sobre la pureza de aquella sangre ni su propósito. Debía conseguir que alguno de sus aliados se desencadenara y quizás la Bestia podía ser la respuesta. Después de deleitarse un instante con la desnudez de Rosalía se volvió hacia Francesco.

Francesco! ¡Necesito tu ayuda, así que mírame! (Dominación) Cuando diga "belladona azul" liberarás a tu Bestia y utilizaras su fuerza para quebrar tus cadenas o escapar de ellas de cualquier modo posible, aunque para ello debas pelar tus muñecas. Después me liberarás a mí. ¡Yurev! si nuestros captores nos sorprendieran crea la farsa de que seguimos encadenados.  -Thomas se encomendó a los cielos y con voz clara dijo- Belladona azul.

 

 

 

Notas de juego

A los efectos de juego, si no estoy equivocado, romper las cadenas sería una proeza de fuerza. Para ello se tira Fuerza de Voluntad dificultad 9 y los éxitos se suman a la fuerza en la Tabla de proezas. En Frenesí toda la Fuerza de Voluntad se consideran éxitos.

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30/04/2012, 22:30
BacilusInfernus

   La voz del sajón resonó decidida entre los muros de la pequeña mazmorra y acto seguido un alarido llenó los oídos de los presentes. Entre gruñidos Francesco se agitó en el muro, moviendo frenético sus brazos, tirando de las cadenas con toda la  fuerza de la bestia.

   Sus muñecas comenzaron a abrirse sin que saliera sangre ninguna y el tintineo furioso de las cadenas saturó el aire. Un crujido sonó cuando, con la espalda arqueada hacia atrás, el hombro del romano se luxó en un esfuerzo imposible. 

    Las cadenas se tensaban y sonaban, pero no se aflojaron ni un ápice. 

   Durante largo rato la furia de la bestia de Francesco llenó el aire con sus intentos, pero nada sucedió. Poco a poco el italiano fue quedando sin resuello y su bestia agotada en su furia. Finalmente quedó su cuerpo inerte colgando de las cadenas. 

 

 

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30/04/2012, 22:36
Yurev Krecenko

También podrían creer ver una fulana con las piernas abierta allí donde estás tú. Yurev sonrió sólo con imaginarse la cara del Tremere… 

Al menos el numerito de Francesco había servido para distraer su atención de aquel cubo de sangre. Cada instante que pasaba aquel balde costroso le parecía más grande. 

Se obligó a espolear su mente y comenzó a mirar en todas partes. Las cadenas… Las cadenas estaban ahí por algo.

Claro, inglés… A ningún Tremere en Viena se le ha ocurrido que un vástago sea dominado por la bestia mientras está encadenado… 

Yurev se rió.

Lo que necesitaban era gente. Si llegaba gente… bueno. Tenía en muy alta estima su capacidad de enervar a sus semejantes. 

¡Eh, vosotros...! No seáis tímidos… ¡Nadie dice que no podamos hablar!

Yurev miró de nuevo el balde y paladeó la boca vacía, como si se lo imaginara.

 

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30/04/2012, 22:44
BacilusInfernus

Francesco abrió los ojos con párpados pesados. Los gritos le arrancaron de un abismo dominado por la sangre y la furia primitiva. Sólo quería sangre, pero ahora su razón regresaba atravesando el umbral… Su humanidad.

Un mirada al balde y sintió perderse de nuevo. Pero se centró. Apenas sí pudo levantar la cabeza y mirar sus muñecas mutiladas. La carne sajada entre sangre coagulada dejaba ver trazas blancas. El hombro le dolía. Se puso en pie y sentía que el brazo derecho le flotaba fuera de su sitio. 

Las formas fueron cogiendo nitidez en la mazmorra y los gritos de Yurev se hicieron cercanos y molestos.

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30/04/2012, 23:02
Rosalía Caeiro

Rosalía trató como pudo de ignorar la mirada de Thomas. Maldito sea, ¿de verdad se le ocurre pensar en eso en esta situación?

Se volvió esperanzada hacia Francesco cuando el Ventrue declaró sus intenciones. Ojalá sirva, por Dios, ojalá…

Pero pasado un rato quedó bien claro que esas cadenas estaban hechas a prueba de frenesíes. Lógicamente, no iba a ser tan sencillo.
-¡¿Qué haces?! –exclamó cuando Yurev se puso a gritar a la puerta-. No quiero que entre nadie, no quiero que nadie me vea, no quiero que me lastimen más, no quiero que me toquen… ¡Sólo quiero alimentarme y salir! –gritó desesperada agitando las cadenas-. ¡Haced algo! ¡¿Por qué demonios no hacéis nada?! ¡Sacadme de aquí!

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30/04/2012, 23:28
Francesco Romani

Aunque intentó interrumpir el monólogo del inglés, pronto supo que tal cosa era imposible. Probablemente sólo había algo que Daister amara más que escuchar su propia voz: contemplar su reflejo en un espejo. Por eso fue inevitable que la bestia despertara desde las profundidades de su alma y tomase el control. Luego el velo rojo cayó... Y Francesco dejó de ser él mismo. 

Los gritos de Yurev ayudaron a que se despertara. Le devolvieron con la realidad, aunque no de forma muy amistosa o agradable... Un nuevo vistazo a la sangre y la cabeza le dio vueltas. Y por encima de todo ello, una furia terrible e incontrolable. ¿El causante? Thomas Daister, ¿quién si no? Alzó la cabeza y fulminó al inglés con la mirada, mostrándole los colmillos entre mechones sucios de cabello rubio. Agradeció en silencio no sentir dolor por estar muerto. 

-¡Maldito seas, Daister! ¡Maldito seas cien veces! ¿¿No te das cuenta de dónde estamos, de quiénes son nuestros captores?? ¡¡Estas ataduras son mágicas!! ¿¿Para qué habrían puesto ahí delante un barril de sangre si la Bestia pudiera romperlas, patán inútil?? ¡La próxima vez guarda tu lengua de serpiente o te la arrancaré! ¡Por Dios que lo haré!

Aún mantuvo su mirada unos segundos más, con el rostro fiero y los ojos ardientes. Odiaba aquellos ardides. Más de 200 años en compañía de aquél cerdo y todavía caía en sus juegos y manipulaciones. Su mirada, después, se posó de nuevo sobre el barril... Y se relamió los labios. 

-Dios mío... Estamos a su merced... -musitó para sí mismo, con la mirada perdida en el maravilloso líquido rojo. Sólo la retiró con los gritos de Rosalía-. ¡Cálmate, por Dios! ¡No podemos salir de aquí y estamos tan hambrientos como tú! ¡Dependemos de nuestros captores, y Yurev lo sabe! 

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30/04/2012, 23:41
Rosalía Caeiro

-¡No me digas que me calme porque no soy yo quien acaba de caer bajo las garras de la Bestia, italiano! -reaccionó Rosalía a las palabras de Francesco.

Poco importaba que hubiera sido por culpa de Thomas: al menos él había tenido una idea, mientras que el Salubri no hacía más que quejarse. Y sí, ella tampoco había propuesto nada, pero ella era una dama, se suponía que eran ellos quienes debían ocuparse de liberarla.

-¡Además, si estamos aquí seguro que es por tu culpa! ¡Así que haz algo para solucionarlo!

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01/05/2012, 22:24
Thomas Daister

Que insolente se ha vuelto Francesco y que poco me costaría contarle a un Usurpador su oscuro secreto con tal de que me sacaran de aquí. No pienses en eso ahora, no pienses en la sangre, no te distraigas. Analiza la situación.

-Lamento lo sucedido Francesco, amigo mío -dijo Thomas con su tono más sincero- pero había algo que debía comprobar. Sólo hay dos motivos para que nos tengan aquí en esta situación funesta. El primero es provocar que nuestra Bestia despierte por inanición y nos matemos unos a otros en la lucha por la sangre contenida en este balde. Esa posibilidad queda descartada al ver ni siquiera tu ciclópea fuerza han conseguido liberarte. La otro opción, es, obviamente la tortura. Van a dejar que nuestro apetito crezca hasta el punto de que seamos capaces de decirles cualquier cosa por dar un pequeño sorbo de ese jugo. No tardarán en venir, así que si alguno  tiene algo que ocultar espero que esté preparado... Porque con toda seguridad serán muy crueles-añadió mirando a Rosalía -Si alguno queréis que os impida hablar es el momento de pedírmelo.

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01/05/2012, 22:47
Yurev Krecenko

Las cadenas que apresaban al gitano comenzaron a agitarse levemente provocando un tintineo nervioso con las cada vez mayores convulsiones de su cuerpo. Por más que lo intentaba no podía contenerse…

- No puedo… de verdad que no puedo… - dijo con la voz sofocada por la risa que se apoderaba de él.

El rom estalló en una sonora carcajada hasta que las piernas no le sostuvieron y quedó colgando de los brazos.

Ojalá pudiera hundir mi cabeza en ese balde. 

 

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01/05/2012, 22:51
BacilusInfernus

En ese momento un crujido profundo llenó la estancia cuando el cerrojo de la puerta metálica del fondo se abrió  un quejido profundo del metal oxidado. Al principio casi no podían ver. Parecía que dos siluetas se aproximaban en la penumbra, envueltas en largas túnicas oscuras que ondeaban con sus pasos diligentes.

De los que ahora entraban uno era alto, de complexión fuerte y disposición rígida, con la espalda recta y el cuello enhiesto. Aparentaba más de cuarenta años y su rostro duro estaba enmarcado por una melena gris peinada hacia atrás y una espesa barba. El gran medallón que en su pecho destacaba entre su indumentaria oscura no dejaba lugar a dudas de su identidad como usurpador. 

El otro era considerablemente más bajo y no parecía que en vida hubiera llegado a entrar en la edad adulta. Catorce o quince años asomaban en la apariencia de su rostro inmortal; bien parecido, algo frío, de una tez tan pálida como claro era su rubio cabello bien recortado. 

Avanzaron hacia el interior y aguardaron de pie frente a ellos, mirándoles con seguridad, sin bajar la mirada ni esconder sus ojos.  

 

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01/05/2012, 22:57
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Alto y fuerte, con las manos cruzadas a la espalda, sus rasgos duros e inexpresivos les contemplaban sin piedad. La palidez de la no vida había dado a su rostro casi la impresión de la piedra. 

- Me alegra ver que estáis de buen humor - dijo con voz profunda, casi monocorde-. Ahora que volvéis a ser camaradas quizás os mostréis más dispuestos a la colaboración. Hablad y se os tratará con dignidad- miró a Rosalía- se os recompensará- sus ojos saltaron a Yurev, e incluso puede que salgáis mejor parados de lo que pensáis- miró a Tomas y finalmente volvió su atención a Francesco-. Quizás hasta recibáis la clemencia que no merecéis.

El hombre volvió a cruzar los brazos tras la espalda, adoptando nueva aquella actitud de fría e inquietante espera. 

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01/05/2012, 23:04
Audax

El muchacho de cabello rubio, pálido y con una nota de fría arrogancia asomando en la comisura de sus labios, les miró con detenimiento.

- Decidnos lo que os guardáis con tanto celo. Decidnos dónde está la Corona de Constantino.

El muchacho se adelantó al balde repleto de sangre, apoyó su bota de brillante cuero negro y lo empujó hasta que todo su contenido se derramó por el suelo, deslizándose seductor y brillante por las frías losas de piedra. 

- Hablad y todo esto terminará - miró a Rosalía dejando ver la lentitud con que sus ojos la recorrían. 

 

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01/05/2012, 23:09
BacilusInfernus

Notas de juego

Perdón, jeje. Ya podéis intervenir cuanto queráis. (Le tengo que coger todavía el truco al ritmo :P)

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01/05/2012, 23:10
Rosalía Caeiro

Porque con toda seguridad serán muy crueles

Había dicho Thomas, y Rosalía se había encogido de miedo. Pero aquéllo era peor. Peor que los golpes, las heridas o el fuego... Ver, oler, casi saborear la sangre que se perdía entre las piedras... Si la hubieran liberado en ese instante, se habría abalanzado a lamerla del suelo.

Casi agradeció seguir presa. Bastante humillada se sentía ya.

-¿La Corona de Constantino...? -repitió con un hilo de voz las palabras del chico, pero miró al viejo. Se había propuesto ignorar por completo a ese repugnante y endiosado crío-. ¿Qué es eso? ¿Se supone que sabemos dónde está? Por lo que a mí respecta, no recuerdo nada desde hace ni sé cuánto tiempo, supongo que gracias a alguno de vuestros originales rituales. Así que si en algún momento llegué a saber qué era y dónde se encontraba, ya no. Libérame. No podría ayudarte aunque quisiera.

Notas de juego

Máster, ¿puedo hacer una tirada de Inteligencia + Ocultismo, o Inteligencia + Academicismo, o lo que sea, para ver si a Rosalía le suena de algo la Corona de Constantino?

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01/05/2012, 23:26
Thomas Daister

Thomas se mordió el labio al ver la sangre derramada. Pero al fin su espera había terminado. El juego comenzaba.

-¡Ey, vos! -dijo mirando al niño. De algún modo el modo en que miraba a Rosalía había desagradado al Ventrue. Sin duda la española era una imagen difícil de ignorar, pero había que tener mucha más clase para ese tipo de miradas -Acercaros pequeño. Negociemos. Yo sé dónde está la Corona, pero quiero garantías -afirmó para después dirigir su vista hacia las cadenas- Y no parece necesario que os diga que en ese sentido no habéis empezado con buen pie.  

 

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01/05/2012, 23:36
BacilusInfernus

Notas de juego

A ver. Por partes: Rosalía puede hacer su tirada de Inteligencia+Academicismo

Ahora viene otra intervención