Partida Rol por web

Muy bien Caballero Sorac, mi nombre es Xoan Valla, Bardo de profecion, Lobo de mar por hermandad, azotador de malvados por convicción y hermano del virtuoso por gusto a la amistad. Haciendo una reverencia saluda humildemente al tabernero. Ahora Señor este humilde servidor se va a a retirar a descanzar, puede mandar a por mi cuando concidere oportuno, seguramente me levantare al alba y paseare un poco por la ciudad luego me acercare por un refrigerio al comedor, y esperar al alcalde.

Xoan tomo las frazadas de ambas camas y armo rapidamente la suya. Dejo montado un cuchillo contra la ventana por si algun intruso o el mismo Gnomo queria volver mas tarde, y ubico un plato parado contra la puerta por si alguno de los duermientes sufria de sonambulismo o una curiocidad extrema...

Todos duermen sin sobresaltos, cuando las primeras luces del alba estan por despuntar el día y aún hay algo de oscuridad, todos van sintiendo dos golpes en cada puerta y la frase que se repite una y otra vez luego de ambos golpes, para fastidio y sorpresa de algunos el tabernero adelantó un poco la hora del anuncio.

                  Soy Sorac, es la hora, el alcalde los espera en el salón!

El tabernero repite cuatro veces el mismo aviso, luego escuchan los pasos del hombre que se alejan escaleras abajo.

Se levanta sobresaltado al primer golpe sobre la puerta echando mano de la empuñadura de su arma hasta que recuerda donde está y escucha la voz del tabernero. Se incorpora, se frota la cara mientras se estremece pues hace frío y el cambio es notable, se apresura a vestirse con sus atuendos habituales procurando que no falta nada y poniendo todo en su sitio.

- Ha sido una buena noche de descanso, hacia días que no conseguía dormir así. Este lecho es más cómodo de lo que parece. - Dice pensando en alto.

"Empiezo a tener hambre, ¿Que tendrán de desayuno?."

Se dirige a la puerta, la abre y se dispones a bajar las escaleras a reunirse en el salón principal.

Me levanto rapidamente. Los primeros rayos del sol me ponen de buen humor.

Hoy puede ser un buen dia para ayudar a alguien. Y claro arruinar los planes del infeliz que este atacando esta ciudad sin distinguir niños ancianos y mujeres. Los aplastare!!!

Me dirijo al comedor y tomo el primer asiento a la derecha del alcalde. Ya eh tomado todas mis cosas de la habitacion.

Mis saludos y respetos honorable ciudadano. Mi nombre es Xoan Valla y brindare mi ayuda a su ciudad.

"Uhhhm bueno, creo que ha sido una noche tranquila... Deeentro de lo posible!"  comenta hacia afuera mas alla del que parecia ser un nuevo integrante que hablaba casi tan alto como el enano gritón ese llamado Morkhur.

"buenos dias, Nigrum. Una larguisima jornada de aventuras y hechiceria se viene, jmjm!" dice Phelcyan mirando al gato negro que tambien se estira y lave ligeramente.

El elfo prepara sus cosas lo mejor posible guardando sus cosas, enrollando el petate y baja decidido con su gato siguiendole el paso, sin decir nada. 

Armando baja antes que vos al salón, te levantas sin apuro y lugo de darle los buenos días a tu querido Num, te dispones a bajar al salón, cuando estas en el pasillo común de las habitaciones y acabas de cerrar tu puerta, ves como un hombre que no es el gnomo, sale de la habitación del gnomo, y sin verte baja al salón principal, extrañado lo seguís escaleras abajo y escuchas como se presenta y saluda a Armando, que ya estaba sentado a una mesa para ocho, tomándolo por el alcalde.

Armando es el primero en levantarse y el primeroen bajar al salón, al llegar ahí. Sorac le ofrce una silla en una mesa preparada para ocho personas.

Buenos días Señor Guerra, espero que su descanso haya sido reparador, quiere comenzar a desayunar o esperará que bajen los demás?

Mientras hablan, ven bajar por la escalera al nuevo integrante del grupo, aquel que Armando escuchara llegar la noche anterior.

Ves a un hombre adulto de unos casi 30 años, de apariencia jovial y rasgos diríamos, estéticos. Su voz termina siendo uno de sus mejores atributos visibles. Viene vistiendo un saco de cuero con decoraciones algo vistosas, un par de anillos y un pendiente en su oreja derecha tambien bastante llamativos, y porta un hermoso Laúd.

El vistoso caballero se dirige directo a Amando y le dice:

Mis saludos y respetos honorable ciudadano. Mi nombre es Xoan Valla y brindare mi ayuda a su ciudad.

 Te saluda con la tìpica parsimonia de alguien versado en las artes de la poesia, el canto y el lenguaje elegante, obviamente confundiéndote con el alcande, a pesar de tus ropas, correctas para un guerrero pero vestimenta poco adecuada para un hombre de tal alto puesto como el alcalde de una ciudad, aparentemente el nuevo integrante es educado y refinado pero no demasiado detallista.

Sorac se apura a dar el buenos días al nuevo personaje e interviene en la presentación, al percatarse del error del bardo.

Jajaja! no no, mi señor Valla, éste hombre no es el alcalde, ha cometido usted un error, el señor aqui presente es Armando Guerra, uno de los valientes que irá con usted a las minas, permitanme presenlos, Señor Armando Guerra, el es el Señor Xoan Valla, bardo de profesión, y recien llegado, ha llegado ayer luego de que ustedes se retiraron a dormir, Señor Valla, el señor guerra.

Señor Valla tome asiento mientras llegan los demás integrantes del grupo y el alcalde debe estar por llegar. Oh, miren justamente aquí llega otro de ellos, el Señor Phelcyan Gulmore.

Lo ven a Phelcyan parado en el borde de las escaleras con su gato a sus pies, aparentemente escuchó toda la reciente conversación.

La voz de Sorac despierta al joven quien dormía profundamente bocabajo contra el flaco colchón. Con babas sobre su barbilla producto de un profundo y reparador sueño, Lázaro se incorpora despacio apartándose las legañas con el envés de las manos. 

- Aaaoooooouuummmmh - el bostezo se podría escuchar desde fuera de la taberna. 

Se mete la mano en la entrepierna y rascándose sale de la habitación a la taberna - _{Mmnos días compñrosss} - dice, casi susurra, con los ojos todavía medio cerrados sin detenerse ni reparar en la presencia del alcalde. Sale de la taberna y, junto a la puerta sobre unos matojos secos mea todas las cervezas que bebió anoche.

- Aaaaah - el gemido de placer al liberarse de tamaña presión en la vejiga también entra en la taberna. No se puede decir que sea un chico discreto, al menos cuando no lo intenta.

Ya liberado de la presión, vuelve a la taberna a desayunar. Mucho más espabilado, con los pelos bastante enmarañados repite saludo:

- ¡Buenos días compañeros! ¿Hay desayuno? 

La voz de Sorac interrumpe el rezo diario del Paladin, lo que hace que se sobresalte, y acto seguido, empieza a ponerse su armadura y ropajes, y hecha un vistazo a su compañero de habitacion, comprobando que estuviera despierto.

Padre, el alcalde nos hace llamar, por favor vistete y preparate y nos vemos en el salon.

Tras ello, encamina sus pasos al salon, y busca con la mirada a Sorac...

Maese Sorac, por favor, tendria la amabilidad de decirme donde podría asearme un poco para estar mas presentable ante vuestro alcalde? Muchas Gracias.

llega al salón principal de la taberna donde Sorac lo espera con una silla preparada donde tomar asiento, con un leve gesto de cabeza acepto su ofrecimiento y me siento.

- Me gustaría desayunar ya, si los demás tardan mucho me tomaré su parte también. - Dice tras lo que suelta una pequeña carcajada. - Es broma. Tráelo por favor, he de coger fuerzas para lo que nos espera, pero que sea tan copioso como te sea posible. - Añade tras la pequeña risotada.

Esperando su desayuno un extraño individuo se acerca y suelta unas palabrejas.

Debe estar aún dormido si me confunde con un "honorable ciudadano".

- Saludos señor Valla, bienvenido al circo de la mina. Según vayan bajando los demás se dará cuenta del porqué del nombre. - Aunque esta vez no suelta una risa si se vislumbra una sonrisa tras su capucha. No añadió más, no le gustaba demasiado la palabrería y por lo que sabe de los bardos les gusta demasiado escucharse a si mismos. No dará pié a ello.

Una serie de sonidos casi guturales provienen de las escaleras, lo cual llama su atención solo para ver como bajaba el pequeño desaliñado más dormido que despierto. Sale de la taberna y vuelve a entrar ahora ya más despierto.

- Saludos pequeño, parece que la ventisca mañanera te ayudó a despertar. - Dice tras el saludo de Lazaro.

- Yo hasta que no meo no despierto peloblanco - contesta Lázaro a Armando - y hasta que no desayuno ¡no soy persona! ¿Qué tenemos tabernero?. 

Tras sentarse en la mesa se da cuenta del nuevo acompañante en la mesa y le tiende la mano echándole un vistazo de arriba a abajo - Hola, soy Lázaro, de Semrot. ¿También aquí por el anuncio? 

El grupo comienza a reunirse poco a poco en el salon principal de la taberna, Armado se presenta con Xoan quien lo confunde con el alcalde que aparentemente aún no ha llegado, Phelcyan se acerca a la mesa y toma su lugar en una de las sillas.

En el mismo momento en que el elfo se sienta a la mesa para desayunar y observa al nuevo integrante del grupo, se escuchan los sonidos que alguien con poca educación en benos modales haría a la mañana, no es otro más que Lázaro el chico al parecer ha dormido como un bebé, y al alegre grito de:

¡Buenos dias compañeros! ¿Hay desayuno?

El alegre muchacho se sienta, recien una vez acomodado, repara en el nuevo personaje que los acopaña. Un vistoso caballero de unos casi 30 años, de apariencia jovial y rasgos diríamos, estéticos, vistiendo un saco de cuero con decoraciones algo vistosas, un par de anillos y un pendiente en su oreja derecha tambien bastante llamativos, que deja reposar en sus rodillas un hermoso Laúd.

Antes de que puedan comenzar las presentaciones, Ryld, el paladín hace su aparición a los pies de las escaleras, le dice algo a Sorac, sin darse cuenta de que la mayor parte del grupo ya está aquí.

Señor Ryld, tenga usted muy buenos días, como no, detrás de las escaleras encontrará un puerta, dentro hay varios baldes con agua para que pueda lavarse, y toallas limpias para que se seque.

A, señor, no se si se ha percatado que la mayor parte de sus compañeros ya estan aquí listos para desayunar, incluyendo a un nuevo compañero que ira con ustedes que usted aún no conoce ya que ha llegado a Duvik en la noche de ayer muy tarde, luego de que todos se hubieran ido a dormir, es un bardo y está interesado en formar parte del grupo, luego se lo presentaré, sólo faltan el enano, y el padre, sobre el gnomo esteeee... bueno, hay novedades, novedades que les contaré en cuanto todos estan a la mesa, sobre nuestro asunto prefiere lavarse antes de desayunar o quiere ir a conocer a su nuevo compañero?

Cuando baja ve todo el gentío, su compañero guerrero de cuarto, el tabernero Sorac y luego uno que tenia atuendos de alcurnia con un instrumento. Deberia ser el ultimo que Sorac recibió aunque no pudo escuchar demasiado pero si se entero dado a que su estado de meditación tras sus sentidos mas agudos pueden sentir algo mas.

"Eh? un musico humano? con atavios elegantes y un lexico de casi un noble?" 

Mira todo el salón, se siente en un lugar y espera a ver si le sirven algo. Mientras tanto ve al adolescente Lazaro pasar todo desmarañado.

"buenos dias sean si los son..." comenta Phelcyan cuando lo anuncia el tabernero.

La pesadilla que tuvo Morkhur hizo que tuviera un súbito despertar. Perturbado por la visión, tomó su hacha y, con una inusitada fuerza, la lanzó a través del cuarto, hundiéndose en la madera que hacía las veces de cabecera de la cama de Lázaro, a milimétrica distancia de su cabeza. Bastaba el más mínimo movimiento del jóven ladronzuelo para que se cortara sus facciones con el filo. De pronto, escucha un golpe en la puerta y la voz del tabernero anunciando la llegada del alcalde a la posada. Sin pronunciar palabra alguna, se retira de la habitación y se dirige escaleras abajo al salón de la taberna. 

Morkhur escudriña desde las escaleras, tratando de encontrar un lugar apartado de cualquier personalidad lo bastante insoportable como para terminar de arruinar su ya de por si pésimo humor. Hace una seña con la mano al tabernero - "Una pinta y cualquier tipo de bocadillo que tenga, porfavor" - El pedido del enano fue con tal tranquilidad y cortesía que parecía otro ser distinto al de la noche anterior. "Buenos días, Alcalde" - prosigue Morkhur con una actitud turbadoramente cordial, repasando el filo de su hacha con una tira de cuero endurecido - "Me gustaría saber a que hora hemos de partir, me urge ir a aquel sitio" - agrega Morkhur, golpeando la mesa con sus dedos, una y otra vez. "Mi mente es mía, no tuya ¿has entendido? ¡¡¡MÍAAAA!!!" - Los pensamientos de Morkhur le hacen viajar sin siquiera moverse de su silla.

La mayor parte del grupo se encuentra en el salón, hablando entre ellos y conociéndose un poco, y preguntándose que pasa con el alcalde que está algo retrasado, cuando de repente la figura del Mayor Sendars atraviesa la puerta de la taberna, notoriamente exitado y nervioso como una persona que hace tiempo que duerme poco y tiene muchas cosas en la mente.

El alcalde los ve y se acerca a la mesa y dice alegre pero serio:

Muy buenos días a todos! espero que hayan tenido una buena noche de descanzo.

Mira a Xoan, se acerca a él y mientras le extiende la mano y se la estrecha con fuerza dice:

Señor Xoan si no me equivoco, es un placer, me han comentado de su llegada y de su interes en formar parte de la partida de busqueda, sepa usted que es muy bienvenido y sus servicios son aceptados con gusto.

Casi al mismo tiempo en que el alcalde está saludando, ven que Morkhur baja por las escaleras con el seño fruncido y cara de pocos amigos, a juzgar por apariencia su sueño no ha sido tan reparador con el de los demás.

El enano pide sorpresivamente mucho más calmo de lo habitual en el una pinta de cerveza y algo de comer, y al ver al alcalde dice:

"Buenos días, Alcalde" - "Me gustaría saber a que hora hemos de partir, me urge ir a aquel sitio"

Buenos días señor Morkhur, me alegra mucho su entusiasmo para con la misión, la idea es que se pongan en camino lo antes posible, en cuanto baje el padre Palomeque, y esten todos les dará los úlitmos detalles y podrán partir, a la brevedad. Pero por favor, no se quede ahí venga que Sorac seguramente ya les traera el desayuno.

Morkhur asiente con la cabeza al Alcalde y se acerca al grupo. Nota una cara nueva. Con una amabilidad sorprendente se presenta - "Mayor gusto. Mi nombre es Morkhur. Cuenta con mi hacha en esta travesía" - expresa el enano dirigiéndose a Xoan. "El Alcalde ha dicho que solo falta por bajar el santurrón, pero no mencionó al gnomo ¿Saben qué ha pasado con él?" - pregunta al resto del grupo. Poco después acota por lo bajo a Lázaro - "Mis disculpas pequeñajo por aquel incidente con el hacha. Mi mente me jugó una mala pasada" - "No volveré a caer. Esas fauces. Esos ojos. No me privarás de mi alma. Ahjuajuajuajajajuajua. Déjame, déjame solo. No te necesito. No me vencerás ¡¡¡ESPERA!!! No te vayas aún...quizá más tarde. Pero aún no..." - Sus pensamientos vuelven a abstraerlo del plano material.