Partida Rol por web

La ruina del Hombre

Como de un sueño, despierta...(Fajssel, 3 de Numa del 471 d.T.)

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07/01/2009, 22:51
Jayrah Ydhûn

-Claro!

Si había sorpresa en el ánimo de Jayrah por causa del exabrupto del frÿlle, no lo traslució ni su mirada ni la voz que pronunció esa única palabra sin quebrarse. Podría ser que eso de lo que hablaba el noble joven fuera algo de lo que ella tuviera alguna idea también, o quizá que hubiera oído algún rumor que lo apoyara. El caso es que salió en pos del religioso rápida, recogiéndose la falda para poder seguirle con sus pasos menudos sin tropezar y sin perder el ritmo veloz que el hombre marcara.

Sólo un momento cruzó la mirada con Hans, y no hubo preguntas acerca del frÿlle, pero sí acerca de Trevor y de su relación con todo esto. Aunque... la respuesta debía estar aguardando en las sombras del fondo de la torre. Quizá.

-Claro...

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08/01/2009, 22:40
Director

El fryllë tomó una de las velas que había apoyada en una mesa junto a la escalera espiral que recorría todo el interior de la torre y descendió iluminando los peldaños que llevaron a un sótano alargado y oscuro del que nacía una puerta oscura con brillos metálicos. Estaba abierta, y en su interior apareció una pequeña habitación que contenía un gran cierto de jarras, cofres y rollos de pergamino apilados en estanterías excavadas en la misma pared. Un olor incierto ascendió como el humo de una hoguera, dulzón y almizclado, también agrio y amargo a ratos, fresco, como el ambiente. De repente, ambos nobles se dieron cuenta de que hacía algo de frío allí abajo.

Otra puerta, ésta de un tono rojizo, se abría delante de ellos. El fryllë apagó la vela y movió algo en la oscuridad. Encima de ellos se iluminó una esfera que estaba sostenida en el techo por unas ramas talladas en bronce. La luz blanca que emitía era pura, y hacía sentir a los recién llegados que sus secretos podían ser expuestos en ella.

Cassyrr se detuvo mucho, sino que atravesó la puerta rojiza y penetró en la siguiente habitación. Era más pequeña, y también la esfera que había, igual que la anterior, sostenida en el techo, en este caso por lo que parecía la imitación de la tela de una araña en plata. Había una mesa en medio de la habitación, y sobre ella un cuerpo destrozado, con la ropa hecha jirones y la cara desfigurada, sin ojos y con un agujero horroroso donde debía estar la boca. La nariz y las orejas, así como la frente y las mandíbulas, parecían haber sido mordisqueadas por pequeñas bocas. Su postura era grotesca, imposible, con un brazo aplastado y semioculta en la espalda, y las piernas, aunque intencionadamente estiradas, sinuosas como si no tuvieran huesos.

El fryllë se ajustó lo que parecían unos anteojos de buena calidad.

- Bien, bien. Seguro que no os es desconocido, aunque quizá tendréis que esforzaros en hacer una imagen más amable en vuestra mente. Se trata de Rannedh. No recuerdo su origen. Era hijo de un hombre importante en otros tiempos, y un joven inteligente. Lo encontraron dándose un chapuzón en el Milrríos fuera de la ciudad, hace un par de días ¿qué os parece? como un pez, nadaaaaaaando lejos hacia el Turry y quién sabe dónde llegaría si no le hubieran detenido unas ramas. Le daría justa sepultura, pero he encontrado quejas por parte de alguno de mis superiores, y hasta que no venga un familiar a pedir permiso al Donner, o a llevárselo, tendré que mantenerlo aquí, procurando que se pudra lo menos posible.

El cadáver no olía, y parecía que lo habían limpiado en lo posible. No era fácil decidir cuánto tiempo podría llevar muerto.

Notas de juego

Las esferas de Tadayr son esferas de un cristal que luce con una luz interior. Normalmente el cristal es azulado, que sea blanco es muy raro. Es el último resquicio de magia antigua que se conserva, y se consideró inocua por la Fe, y muy útil, entendiéndose como un regalo de la Voz para que los Hombres abrieran los ojos. La esfera está cerrada y si se rompe se extingue para siempre...

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08/01/2009, 23:08
Director

Notas de juego

Conocías algo a Rannedh, de oídas, como mucha gente. Era un hombre que tenía fama de hechicero y estudioso de lo oculto. Muchos prestes quisieron encontrar faltas para que fuera juzgado y castigado por la fe, pero el Donner siempre respondía a su favor y el mismo custodio de la ciudad, hombre por lo demás inflexible, solía prestar oídos sordos a las acusaciones que se formulaban contra él. Por parte de los sirvientes, la historia era bien distinta. Lo tenían como uno de los más amables entre los de alto cargo, y alguien de quien no tenían nada que temer, pues era justo y generoso, por lo demás.

Solía encerrarse mucho en su habitación, y salía aún menos del palacio, sólo para visitar a algunos comerciantes y encargarles cosas extrañas de las que no hablaban. Llevaba tiempo sin saberse mucho de él, lo cual podía significar o que estaba más tranquilo, o justo lo contrario, que estaba especialmente ocupado.

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09/01/2009, 08:22
Jayrah Ydhûn
Sólo para el director

Notas de juego

Además, me pasaste esto sobre él:

"Rannedh era un cierto misterio para todos. Se llevaba mejor con los criados que con los señores. Él mismo era noble, pero más bien por su padre que por él mismo. A él no le gustaba nada el mundo de la corte y era evidente que si se quedaba era por su afán y su interés en aprender todo lo relacionado con la artesanía y lo antiguo. Muchos decían que era un alquimista o algo peor, que urdía complejos hechizos y que jugaba con los demonios para encantar muchachitos que poder sodomizar. Su padre es buen amigo del Donner Gareth, por lo que las voces en su contra eran bajas, pero más de una vez estuvieron a punto de saltar a pesar de las posibles consecuencias. Era un hombre oscuro tanto en aspecto como en fama."
 

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12/01/2009, 03:13
Hans Peloreon

La trémula luz de la vela iluminaba el, ya de por sí, oscuro y sobrecogedor subterráneo que se abría paso ante los inquietos ojos del joven noble. Las sombras proyectadas retrataban deformes siluetas sobre las mohosas y opresivas paredes, a la par que los reverberantes sonidos de pisadas profundas y respiraciones aceleradas emulaban los aullidos de aquellos extraños seres deformes. Si no fuese por estos, los sonidos, estoy seguro de que podríamos oír claramente el galopante bombeo, desbocado, del vigoroso corazón del menor de los Pelóreon.

Una extraña y confusa esencia inundó los sentidos de ambos convidados cuando la primera puerta , de brillos metálicos, les dio paso a una pequeña, fría y húmeda estancia plagada de singulares jarras con escalofriantes contenidos, gran variedad de cofres y multitud de misteriosos rollos de pergamino apilados en estanterías excavadas en la pared misma.

El primer escalofrío acudió al auxilio del atenazado cuerpo del noble que, paralizado, se había hipnotizado con el viscoso contenido de uno de aquellos macabros frascos. La nueva y sorprendente luz, procedente de una esfera de vidrio sostenida del techo, reveló lo allí sumergido... repeliendo súbitamente el asqueado gesto del noble que, en última instancia, había conseguido reprimir el chillido que había explotado en su garganta. -. Aghhhh!!!...- Se había aproximado a la mujer, con el rostro todavía contraído por la desagradable visión, para sostenerla, instintivamente y en actitud protectora, por los hombros.-. Por la Voz, Dama Ydhûn, no os entretengáis a observar ninguno de esos frascos... os lo ruego.- Apremiándola suavemente, con un leve impulso... con la mirada, a proseguir sin demora en pos del áspero frÿlle que les había conducido hasta allí... y ahora se adentraba en otra estancia custodiada por una puerta rojiza.

Lo que no podía imaginar el joven noble, aun habiendo sido anunciado, es que la nueva habitación albergaba, al abrigo de otra de aquellas sorprendentes esferas luminosas, algo más horrible y nauseoso de lo que había dejado a sus espaldas: el cadáver destrozado y desfigurado de un hombre yacía, en postura antinatural y grotesca, sobre la mesa central... un cadáver que parecía haber pasado los últimos días siendo suculento sustento de pequeñas criaturas hambrientas...

La nausea acudió, rauda, al encuentro del joven noble Pelóreon tiñendo su rostro de blanca palidez. No era de extrañar, pues en las últimas horas había visto más muertos que en toda su cómoda vida y cada cual más grotesco que el anterior. Imagen que parecía contrastar con la del veterano frÿlle, más sereno y templado... más habituado. -. Disculpe... señor Cassyr...- Reclamando, entre arcadas... sin olvidar sus modales, la atención del anciano que se había dispuesto unos anteojos. -... ¿dónde podría yo...?- La pregunta fue interrumpida por otra nausea de mayor intensidad que de milagro fue contenida con ayuda de la noble mano.

El veterano frÿlle, sin despegar del cadáver su experta mirada tras aquellos anteojos, indicó un lugar que seguramente tendría otro uso más sofisticado, pero que, en aquel inminente y apremiante momento de necesidad, bien podría valer para lo que pedía paso a través del tracto digestivo superior del joven noble.


Cita:

-. Bien, bien. Seguro que no os es desconocido, aunque quizá tendréis que esforzaros en hacer una imagen más amable en vuestra mente. Se trata de Rannedh. No recuerdo su origen. Era hijo de un hombre importante en otros tiempos, y un joven inteligente. Lo encontraron dándose un chapuzón en el Milrríos fuera de la ciudad, hace un par de días ¿qué os parece? como un pez, nadaaaaaaando lejos hacia el Turry y quién sabe dónde llegaría si no le hubieran detenido unas ramas. Le daría justa sepultura, pero he encontrado quejas por parte de alguno de mis superiores, y hasta que no venga un familiar a pedir permiso al Donner, o a llevárselo, tendré que mantenerlo aquí, procurando que se pudra lo menos posible.-

La voz del perito no esperó a la completa reposición del menor de los Pelóreon, viéndose su discurso introductorio salpicado, ocasionalmente, por la espasmódica agonía del deshabituado noble.

Notas de juego

Dejo el post aquí, sin avanzar, para dar la oportunidad a Dama de tener la iniciativa en la conversación. Si en dos días no responde prosigo con Hans. Un saludo.

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13/01/2009, 08:01
Jayrah Ydhûn

Jayrah se había quedado quieta al poco de cruzar el umbral. Aunque era consciente de algún modo de que Hans se había alejado, buscando un lugar más o menos indicado para aliviar su náusea, su mirada estaba fija en el centro de la estancia, en lo que se mostraba con una crudeza abrumadora bajo la luz clara del orbe.

Había bajado con cuidado pero con ligereza las mohosas escaleras del Torreón, adentrándose en la lóbrega e inquietante atmósfera del interior. Ésta era tan densa que apenas se escuchaban sus pasos en la piedra, sólo el roce de las telas, el respirar agitado. Casi no podía ver la sombra del hábito del frÿlle descendiendo como una exhalación la espiral hacia las entrañas oscuras, pero la presencia de los tres era una mezcla de realidad y de curiosidad que, a pesar de todo, no hacía presuponer lo que iban a encontrar al final.

Porque cuando entraron precipitadamente en la primera de las habitaciones la luz la frenó, y apenas pudo darse cuenta de lo que veía. Apenas había podido pasear su mirada por las baldas de madera, atestadas de pergaminos amontonados, antiquísimos, y por el extraño contenido deforme y tortuoso de los centenares de redomas y frascos polvorientos que se alineaban uno junto al otro, cuando su compañero la apartó con delicadeza pero con firmeza de aquella macabra exposición que empezaba a hacer mella en su cerebro de modo casi imperceptible. Y la arrastró casi, aunque sólo con su mera fuerza de voluntad, hacia la puerta rojiza, hacia la segunda estancia.

Pero, allí, ahora, petrificada en el umbral, lo que estaba contemplando con todo detalle era mucho más aterrador que todo lo que hasta ahora, en sus años de vida, había visto.

-Por... La Voz!... es peor... peor que ese pobre... hombre... destrozado... de ayer...

Las palabras salían con dificultad de su garganta reseca, temblorosos los labios que las pronunciaban.

Tardó aún unos buenos momentos en tragar saliva, en rehacer su entereza hasta donde pudo. En esos momentos el religioso iba comentando lo que ella ya sabía. Conocía a Rannedh, aunque no lo había reconocido en ese amasijo fláccido hasta que él lo mencionó. Asintió, y anduvo unos pasos, lentamente, acercándose a la mesa, retorciendo sin darse cuenta la tela de su falda con sus manos crispadas por la impresión. No llegó hasta la linde, sino que se quedó a una distancia, la suficiente para comprender lo que había ocurrido, y que tan bien su imaginación se había encargado de describirle con todo detalle, para su propio horror.

-Yo... sí... sabía quién era. Decían que era hechicero... pero sus sirvientes le llamaban justo, y generoso. Los hombres que aman investigar en el conocimiento son muchas veces tildados de raros... incluso de cosas peores. Poco sé de él más que el resto... bien... que había algunos de entre los nobles que... estaban en su contra. ¿Quizá...? ¿quizá algo de lo que estudiaba resultó ser... peligroso...?

Notas de juego

 

 

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15/01/2009, 10:53
Hans Peloreon

El menor de los Peloreón se repuso como buenamente pudo de la nauseosa crisis... insuficiente como para borrar el demacrado rastro que había dejado en su semblante el repulsivo hallazgo; no así para aproximarse, haciendo acopio de toda su voluntad, a las cercanías del estudioso.

La trémula voz de la Dama Ydhûn, convenientemente afianzada a cierta distancia, escolta los reticentes pasos del joven. El delicado dorso de su mano ocluía, con elegancia, los orificios de entrada de aire que adornan su cara y que, en estos momentos, no parece conseguir que fuesen lo suficientemente estrechos para eludir la gélida esencia de la muerte... la repugnante deformidad de aquel manojo de carne inerte...

-. Tengo entendido que... pudo haberse precipitado en el interior de... el pozo que reside en el patio de armas, cuando fue a saciar su sed...- Añadió con cierto reparo, conteniendo la insistente regurgitación que inunda de amargura su paladar. -... dicen que se le vio desmejorado... vomitando... acuciado por algún extraño mal.- No quería entrar en los detalles de la investigación. Sin embargo, lo creyó necesario para adecuar los posibles hallazgos del peritaje. -. He detectado algunas incongruencias... algunas lagunas en el discurrir de los hechos... que me gustarían esclarecer, señor Cassyr.- Los extraños ojos del menor de los Pelóreon habían abandonado, transitoriamente, el cadáver para aposentarse en los expertos y arrugados del frÿlle. -. ¿Es posible que la causa de la muerte fuese otra que la evidente?... ¿Es posible que este hombre haya sido envenenado?...- Siempre tuvo el pálpito de que así fuese, y así se lo hizo saber en cuanto tuvo ocasión al encargado principal de la investigación, dom Jorgall. Pues él, el noble Pelóreon había sido testigo accidental de aquel posible y repudiable acto.

Notas de juego

Listo!!

¿Aun no conoces al pistolero???. Suerte no mujer, más bien justicia!!... XDDDDDDDDDDDDDDDDDD... y que el resto no de la talla. :P No, en serio, la suerte es para el que lo quiera ganar; por mi parte estoy más que complacido con la participación. Es todo un lujo!!, lo estoy disfrutando... que de eso se trata. ;) Enhorabuena!!

PD: Con ligera pausa y sin desfallecer... :P

Dar notificancioncilla al master por si puede conectar

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15/01/2009, 12:12
Jayrah Ydhûn

-¿¿Envenenado?? ¡Por la Voz! ¡De nuevo el veneno...!

El rostro de la joven se ha demudado, más si eso es posible, al oir la pregunta del noble. Con los ojos yendo de uno a otro hombres, el ansia aflora en sus gestos tanto como en sus pupilas la inquietud.

-Yo... la Sava... yo misma... balbucea, incoherente, tratando de encontrar las palabras, y recordando que no quiere la Dana que el Frÿlle sepa que están aquí por ella. -Las savas que me cuidaron en mi... indisposición... me advirtieron... que es posible... que pudiera estar siendo objeto de un... envenenamiento...

Y espera la respuesta de prieste con el latido de su corazón golpeando su pecho y sus sienes.

Notas de juego

Caballino, y Mavros de paso, por mi mejor un ritmo pausado, la verdad. El Torneo me está sangrando, y llevo un agobio encima que no os cuento. Desde luego, sigo, no quiero decir con eso que lo dejo, sólo digo que... jejeje, casi que me algro (es figuraaaaado!! XDD) que estés extenuado, chiquillo.

Por cierto, sé que estás dentro, ¡mucha suerte!.

PS: Pues en ese caso, Caballino, si no quieres suerte, Justicia!! Jajajaja!!
PS2: Animando también al Máster. :)

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28/01/2009, 20:00
Casyyr

Cita :

-Yo... sí... sabía quién era. Decían que era hechicero... pero sus sirvientes le llamaban justo, y generoso. Los hombres que aman investigar en el conocimiento son muchas veces tildados de raros... incluso de cosas peores. Poco sé de él más que el resto... bien... que había algunos de entre los nobles que... estaban en su contra. ¿Quizá...? ¿quizá algo de lo que estudiaba resultó ser... peligroso...?

Ante las palabras de la joven, el fryllë practicó un gesto de lo que parecía verdadera extrañeza semioculta entre la luz alta de la esfera.

- Sin duda, todo aquel que demuestre atesorar conocimiento y gusto por aprender verdadero saber entre los nobles es objeto de temor e ira, mi señora - el nuevo tratamiento hacia Jayrah mostraba un recientemente adquirido respeto por ella -. No debiera decir que Rannedh tuviera algún amigo, desde luego, pues no lo tenía, al menos no entre los vuestros. Como mucho, los sirvientes a los que tan bien trataba, o al menos no mal en absoluto, y quizá el Donner, quien quizá por amistad con su padre le protegía en la medida que podía. Obviamente, no lo suficiente.

Cita :

¿Es posible que la causa de la muerte fuese otra que la evidente?... ¿Es posible que este hombre haya sido envenenado?...
 

El fryllë rio.

- Es evidente, señor, que vuestra imaginación alcanza cotas notables. No digo que no fuera algo posible. En realidad, sospecho que nuestro buen Rannedh pasaba mucho tiempo...cerca de sustancias de naturaleza incierta. He tenido ocasión...de observar el cadáver. Ya he vivido esto antes, frente a un mocoso que decía ser los oídos del Principal Jorgall, ese hombre marcado. Igual que a él, os diré que murió por las heridas sufridas al caer desde una gran altura, ya que tiene el cráneo cubierto por arena del patio. Ah, quizá también contribuyera el hecho de que le arrancaran la lengua de cuajo mientras aún estaba vivo. Supongo que su agresor no quería que gritase...En todo caso, es evidente que una vez en el patio él sólo no pudo lanzarse por el hueco del pozo cerca del cual cayó...Yo me inclino por pensar...que alguien quiso deshacerse de él.


 

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01/02/2009, 19:31
Hans Peloreon

El joven rostro del menor de Pelóreon no se inmutó, ni dio muestra de malestar más allá del revuelo de sus endebles entrañas, ante la carcajada del frÿlle... pues ésta era franca, sin atisbo de arrogancia.

Sus extraños ojos permanecieron afianzados en los del anciano, hasta que éste comenzó a esclarecer, según su experta opinión... indicando aquí y allá en el cadáver, lo que pudo haber ocurrido con el difunto Rannedh.

¡Por la voz!!!... ¿es posible qué? El desconcertado semblante del joven Pelóreon palideció aun más. Ciertamente, independientemente de la imaginativa interpretación del noble, había discrepancias entre ambas versiones: la del propio difunto y la que habían hecho saber al Principal. Lo cual sólo podía significar que alguna no era cierta o estaba incompleta...

Sus extraños ojos, jade y ocre, retornaron a los del anciano. -. ¿Pondría, Cassyr, su experta mano sobre el fuego en lo que ha afirmado?...- Preguntó en tono severo, todo el que le permitiese su delicado estado de salud. -. Debo advertirle antes, señor, que sus deducciones podrían estar contradiciendo con las de varios testimonios presenciales. Si está completamente seguro de lo ha dicho, debo informar al Principal Jorgall al instante...- No pretendió transmitir ningún tipo de amenaza, sino hacer hincapié en la gravedad del asunto.

El joven noble era consciente de que el perito no parecía tener ningún motivo aparente, ni interés, para ocultar la verdad... es más, había mostrado cierta simpatía por las discutibles artes del difunto y les había recibido de buenas maneras. Por otro lado, aunque no compartía sus rudos modales, le agradaba la franqueza con la que se expresaba... un bien demasiado escaso y muy preciado por el joven noble.

Notas de juego

Recien salidito del horno y calentito ;)

PD: Buena maniobra y gran sincronización... estaba deseando que pusieses algo así para reconducir el tema por el que habíamos venido. ;)

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04/02/2009, 18:40
Jayrah Ydhûn

La joven miraba a uno y a otro, alternativamente, intentando comprender, intentando que su mente asimilara lo que estan relatando, aún con la turbadora presencia del cadaver frente a ellos.

Abrió y cerró la boca varias veces, como si fuera a hablar, pero sin saber exactamente qué es lo que quería decir. Finalmente parpadeando y sacudiendo la cabeza con gesto de darse por vencida, balbuceó confusa.

-Pero... yo... no entiendo. Un estudioso parece enfermar, y, sin embargo, lo silencian con violencia, lo asesinan para evitar que aquello que quizá ha descubierto se haga público. Bien... eso puedo entenderlo, aunque no entiendo su extraña enfermedad, esa que confundís con un envenenamiento, mi Señor Peloreon. Y a su vez, en la Ciudad aparece una verdadera plaga, una epidemia de algo terrible, que trastorna el sentido y el organismo de aquellos a los que consume... ¿tiene relación con ello...? Hemos venido aquí para preguntaros acerca de eso, frÿlle. Pero... nos mostráis ese... cuerpo. ¿Es eso una respuesta...? Temo que mi conocimiento es escaso, y mi comprensión limitada. Yo... ¿ante qué estamos, Cassyr...? ¿Qué os dice vuestra intuición... si no vuestra sabiduría...?

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08/02/2009, 12:27
Casyyr

Cita :

¿Pondría, Cassyr, su experta mano sobre el fuego en lo que ha afirmado?...

El fryllë hizo un gesto de fastidio.

- Cuando conozca la manera de no quemarme poniendo mi mano en un fuego innecesario, lo haré. Por lo demás, sí, estoy seguro de lo que digo ¿cómo si no iba yo ha deciros esto a vosotros y, por ende, al mocoso que sin duda fue a informar al mismísimo Jorgall? A Rannedh le arrancaron la lengua estando vivo, y luego, no sé si vivo o no, lo despeñaron desde su ventana. El resto lo han hecho los peces o lo que sea que se ha dado un festín con su cuerpo.

Cita :

-Pero... yo... no entiendo. Un estudioso parece enfermar, y, sin embargo, lo silencian con violencia, lo asesinan para evitar que aquello que quizá ha descubierto se haga público. Bien... eso puedo entenderlo, aunque no entiendo su extraña enfermedad, esa que confundís con un envenenamiento, mi Señor Peloreon. Y a su vez, en la Ciudad aparece una verdadera plaga, una epidemia de algo terrible, que trastorna el sentido y el organismo de aquellos a los que consume... ¿tiene relación con ello...? Hemos venido aquí para preguntaros acerca de eso, frÿlle. Pero... nos mostráis ese... cuerpo. ¿Es eso una respuesta...? Temo que mi conocimiento es escaso, y mi comprensión limitada. Yo... ¿ante qué estamos, Cassyr...? ¿Qué os dice vuestra intuición... si no vuestra sabiduría...?

 
Casyyr se encogió de hombros, un poco hastiado por la insistencia.
 
- Os mostré este cuerpo como para ilustrar el hecho de que en estos días suceden cosas fuera de lo normal. Decidme, si tras un período de paz se establecen a la vez varios frentes de batalla, ¿qué pensaríais? ¿Creeríais que casualmente se han formado todos a un tiempo o que había un motivo ulterior que conectaba todos ellos? Eso ya es cosa de otros, que para eso hay Principales electos intentando arrojar luz en la oscuridad. Mi sabiduría dice que yo sé sólo una parte de la historia, y me imagino que querrán que siga así. Yo no sé nada de muertos de hambre, y menos en el interior de estos muros, donde todos se atiborran como si acaparar comida y tesoros fuera lo mejor de la vida. Sin embargo, sí puedo deciros que hace tiempo, mucho tiempo, supe de gente que se armaba con venenos impregnados en los filos de las armas. Eran de tipos diferentes, y venían del conocimiento de pueblos perdidos en las montañas de los que no hablaré demasiado para que no me tildéis de locos. Algunos venenos privaban de sueño, y los soldados morían desesperados tras muchos días sin poder dormir. Otros enfriaban el cuerpo de manera que uno podía morir congelado en pleno verano...y también recuerdo que en una ocasión, un soldado herido murió de hambre, aunque era regularmente alimentado. Había llegado a morder a un compañero...sí...pero eso fue...una vez.
 
Casyyr pareció hundirse en un tiempo muy pasado, como si hubiera visto una luz entre la oscuridad del pozo de sus recuerdos.
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08/02/2009, 13:02
Jayrah Ydhûn
Sólo para el director

Notas de juego

¿Puede mi carisma, mi empatía, conectar de alún modo con el frÿlle para que éste recupere con suavidad y facilidad su memoria histórica, y no tenga inconveniente ni dificultad en relatarnos lo que sabe, lo que vivió? Postearé el intento, pero antes quiero saber si tengo algún arma mental o física, empática (no sexual, ya me entiendes) que pueda potenciar el hecho, para postear con propiedad.

Además, Jayrah tiene conocimientos de naturaleza y estudios acerca de venenos, supongo que puede influir también, pero no voy a tomar ninguna iniciativa sin saber hasta dónde llegan mis habilidades y características.

:)

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16/02/2009, 09:23
Hans Peloreon

El rostro del veterano frÿlle se torció con evidente fastidio ante las necesarias insinuaciones del joven noble. Algo que sin duda, denotaba una buena nueva... una buena disposición, pues seguramente, su experto peritaje sería requerido como fiel testimonio ante el comité de investigación comandado por el Principal Jorgall.

Aun así, el menor de los Pelóreon convino, afianzando el gesto, que debería ser más que cauto con aquellos a los que revelase tal información. Pues, dadas las graves circunstancias, no sería descabellado que intereses ocultos, comprometidos, decidiesen acallar semejante testimonio. Rogaba para sí, a su vez, que el joven escudero mostrase el mismo buen juicio... siendo únicamente su señor, Sir Alesian, y el Principal los únicos destinatarios de semejante información.

Cuando iba a intervenir nuevamente, su joven acompañante, la dama Ydhûn, se adelantó balbuceante evidenciando su desconcierto... su confusión ante el contradictorio relato del noble Pelóreon; recanalizando sus inquietudes hacia aquello que les había traído realmente hasta la Torre... en presencia del singular frÿlle, Cassyr, que respondería a la mujer ante la atenta mirada del noble... ante sus extraños ojos que parecían ir más allá de lo confesado.


Cita:

-. Sin embargo, sí puedo deciros que hace tiempo, mucho tiempo, supe de gente que se armaba con venenos impregnados en los filos de las armas. Eran de tipos diferentes, y venían del conocimiento de pueblos perdidos en las montañas de los que no hablaré demasiado para que no me tildéis de locos. Algunos venenos privaban de sueño, y los soldados morían desesperados tras muchos días sin poder dormir. Otros enfriaban el cuerpo de manera que uno podía morir congelado en pleno verano...y también recuerdo que en una ocasión, un soldado herido murió de hambre, aunque era regularmente alimentado. Había llegado a morder a un compañero...sí...pero eso fue...una vez.-

Armas impregnadas en extraños venenos... Repitió para sí el joven Pelóreon, rebuscando con aire pensativo en el confuso recuerdo de lo que había presenciado con sus afilados ojos. ¡Eso es!!!!... ¡sí!!!!. Concluyó con cierta exaltación y repentino apremio.

Meció inquieto su flequillo y afianzó nuevamente su mirada, jade y ocre, en la del veterano Cassyr... que rellenaría por completo sus dilatadas pupilas. Antes de partir, debía averiguar algo más. -. Señor Cassyr, debo pediros disculpas por mis anteriores insinuaciones... incluso por el tono de las mismas.- Sorprendió a los presentes con sus sinceras palabras. -. Os creo. Debía asegurarme de que comprendieseis la relevancia de vuestra experta conclusión.- Exponiendo los motivos que le llevaron a actuar de semejante forma. -. Deciros que os estoy enormemente agradecido por la necesaria luz que habéis arrojado, con vuestra reconocida sabiduría y sapiencia, en este escabroso asunto que nos atañe.- Prosiguió. -. Espero poder responder a la confianza que habéis depositado en mí, intentando que vuestra identidad no trascienda más allá de lo justamente necesario. Aun así, procuraré asignaros, si me lo permitís, conveniente protección hasta que se haya esclarecido este turbio asunto y los que guíen sus oscuros propósitos sean llevados ante la justicia.- Habla con pausa, pero con firmeza... sin pretender alarmar al viejo frÿlle. -. Yo también estoy convencido de que ambos extraños sucesos están de alguna forma interrelacionados.- Confesó. -. Decidme una última cosa y disculpad de antemano mi atrevimiento, Cassyr, os ruego.- Hizo una pausa en la que trago saliva... demasiado amarga todavía -. Vos sois ese soldado al que os referís... al que su compañero afecto mordió, ¿no es así?. Sin duda, recordaréis bien sus extraños ojos, con haberlos visto una vez no se pueden olvidar jamás. Decidme entonces, señor... ¿cómo eran?.- Aquel importante detalle no había sido revelado en ningún momento, si la corazonada del joven Pelóreon era acertada y el singular frÿlle colaboraba... puede que el mecanismo de transmisión fuese el mismo... puede que la maldición fuese la misma que entonces...

Notas de juego

Listo, decir tiene que Hans responderá a todas las cuestiones que le plantee la Jayrah.

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16/02/2009, 12:23
Jayrah Ydhûn

Notas de juego

Turno todo tuyo. Yo estoy a la espera de que el Jefe me responda a un par de cosillas que le he preguntado en privado sobre mi pj. Así que no hay prisa.

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25/02/2009, 10:46
Director

Notas de juego

Tu carisma es alto, pero el viejo es un hueso duro de pelar, precisamente. Sin embargo, tienes posibilidades, y si sabes enfocar las preguntas de modo en que le puedas mover a ayudarte, tendrás un muy buen modificador para ello.

Te puedes haber hecho a la idea ya de que Casyyr tiene determinadas debilidades que una persona sensible como tu pj habrá captado, por las historias que de él sabes.

Ánimo, creo que sabes a qué me refiero.

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25/02/2009, 10:49
Casyyr

El fryllë miró a Hans con una sonrisa melancólica, aunque pretendiera ser simplemente divertida.

- No estás del todo desencaminado, señor. Quizá cada uno de tus ojos ve una cosa, y uno está en lo cierto mientras que el otro se equivoca. Eran ojos verdes, como el fondo de la luz de una ciénaga antes de apagarse. Unos ojos abiertos que parecían poder devorarte. Pero no me mordieron a mí, sino a un compañero, y casi lo matan. Yo fui el idiota que procuró salvarlo, y no hubo manera. Puedo deciros, si me obligáis a ir tan lejos en el tiempo, que nuestro compañero había resultado herido en el cuello por una flecha muy rústica y bastante inútil en todo caso, de no haber sido por ese olor almizclado que lo enloqueció al entrar en su cuerpo. Quienes lo hicieron, sin embargo, eran salvajes de las montañas, y es ahora cuando me tendréis por loco. No eran humanos, pero quizá sí lo fueron. Viven en las más altas cumbres y muy de vez en cuando bajan. Secuestran y matan, y devuelven a algunos de los hombres locos. Esa es la verdad de los cuentos para niños, y ya sabéis tanto que nadie os iría a creer. Sobre todo porque estamos muy lejos de esas montañas. Una cosa es que en un pueblo perdido de Hassped ocurran cosas extrañas, pero las leyendas de un pueblo quedan en el pueblo. Para algo tienen murallas las ciudades, para defendernos de los idiotas.

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25/02/2009, 20:36
Hans Peloreon

El menor de los Pelóreon contempló, con cierto remordimiento, la lánguida reacción que habían provocado sus palabras en el insólito frÿlle, obligado a rememorar con una sonrisa melancólica dibujada en los labios.

El involuntario instinto de ocultar, con su largo flequillo, sus dispares ojos mencionados dejó de ser contenido, por innecesario, cuando el asombro roció su jovial rostro ante la sospechada respuesta... ahora cierta. ¡Por la voz!!!... esto... esto... es inaudito... Abrumado se forzó a silenciar sus pensamientos, para prestar suma atención al resto del escalofriante relato que le privó de saliva... de voz. "Esa es la verdad de los cuentos para niños, y ya sabéis tanto que nadie os iría a creer. Sobre todo porque estamos muy lejos de esas montañas. Una cosa es que en un pueblo perdido de Hassped ocurran cosas extrañas, pero las leyendas de un pueblo quedan en el pueblo. Para algo tienen murallas las ciudades, para defendernos de los idiotas" Las palabras del avezado frÿlle reverberaban en su ingenua cabeza... ensombreciendo su rostro... borrando cualquier residuo de repulsión que le había provocado el cadáver destrozado.

-. Lo lamento, señor Cassyr...- Alzó de nuevo la mirada perdida hacia el veterano frÿlle. -... lamento haberos hecho rememorar el suceso.- Se disculpó el considerado noble. -. Yo os creo... sí, os creo...- Se sinceró el joven Pelóreon. -... y la dama Ydhûn, a mi lado, estoy seguro de que también.- Haciendo partícipe a la abstraída joven. -... y cualquiera, como nosotros, que hubiese presenciado esos ojos antinaturales!!- Enfatizando sus palabras con la voz... con el gesto de sus manos. -. No puedo entrar en más detalles con usted al respecto.- Confesó el bueno de Hans, que seguramente le hubiese gustado dialogar largo y tendido con el frÿlle. -. Le ruego máxima discreción hasta que el asunto se esclarezca... puede estar, ciertamente, seguro de que su valioso testimonio ha aportado gran cantidad de luz.- Reiteró, sin reparos... con cierto apremio, sus anteriores palabras. -. Se lo agradezco nuevamente... mediaré con insistencia para obtener lo convenido.- No se refería a otra cosa que a lo que había mencionado... a la prudente asignación de cierta protección al frÿlle.*

Notas de juego

* Momento antes de la despedida para que Jayrah pueda intervenir si cree conveniente. En todo caso mi pj intentará responder en todo lo que pueda a sus dudas.

1ª Intención de Hans: - Informar a Jorgal (por mi parte puedes pnjtear a mi pj si consideras que hay que acelerar en el tiempo).

Felicitarte jefe por la trama Holmiana con la que me (nos) has agasajado y que me tiene en vilo desde los inicios.

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25/02/2009, 20:46
Hans Peloreon
Sólo para el director

Notas de juego

Asuntos pendientes que yo recuerde:(los dejo en privi)

-. Posible audiencia con el donner para esclarecer su situación de "orfandad" actual.

-. Compra herraduras para la yegua Bhela.

-. Necesidades primarias: comer, beber, aseo... XD

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26/02/2009, 00:24
Jayrah Ydhûn

-Decís que no hay señor en esta torre, Frÿlle. Sin embargo, no estoy de acuerdo. Lo hay, si por señor entendéis lo que yo: aquel que merece respeto, y que se distingue del resto porque en algún campo domina, señorea, como Vos mismo. No sólo merece ese nombre el noble que cuida de tierras y vasallos, no sólo el que puede comprarlos porque ha reunido, por herencia o por comercio, los bienes necesarios. No, es señor también y por pleno derecho, aquel que atesora conocimiento, sabiduría. Es señor el maestro para el alumno, el anciano para el jovenzuelo. Y a ese hombre apelo, al que gusta de entender, y por ello profundiza, estudia, prueba. Lo hizo este desgraciado ahí tendido, y hora está muerto. Entiendo y suscribo esa protección que mi compañero os ofrece, pero yo os ofrezco más, o distinto. Os pido conocimiento a cambio de conocimiento. Sé que son los libros donde encontráis las respuestas, pues bien, abriré cuantas puertas estén a mi alcance para que los obtengáis, usaré mi influencia para que tengáis todo el material que sea posible para vuestra investigación. Material escrito, desde luego, pero también aquellas sustancias que son objeto de vuestro estudio, y aquellas que os ayudan a profundizar en él. Cuanto esté en nuestras manos, Cassyr, ambos sabemos lo que es el hambre de experiencia royendo las entrañas...

Notas de juego

Siento ser breve, y tan directa, Mavros. Pero estoy atacá con muchas cosas, y acabo de venir de unos días de merecida pausa carnavalera (vale, y desmadre, jeje).

Por eso el post es un sucinto paseo por encima de lo que realmnte pretende Jayrah, que es mucho más sutil y diplomático, pero espero que aceptes mis disculpas.

En cuanto al sentido, es un tiro al aire conectado con lo hablado, veamos si voy desencaminada o me acerco.

:)