Partida Rol por web

La ruina del Hombre

La flor de la luz (Fajssel, 3 de Numa del 471 d.T.)

Cargando editor
01/04/2008, 20:11
Unnysia ni Dooyrn

- Desde aquí podemos ver el patio, y más cosas, y durante un rato somos los guardianes de los Prados que están a la mayor altura de todos. ¿No te parece increíble, Rhiannon? Desde aquí podemos hablar con las águilas, podemos verlo todo. Somos como los espíritus. Podemos escuchar la Voz sin tener el don de los prestes...

Cargando editor
01/04/2008, 20:14
Director

La distancia era enorme. Rhiannon nunca se había asomado desde aquella altura. Los hombres eran hormigas y la muralla una línea blanca que parecía rídícula y frágil. Primero la del castillo, luego la de la ciudad alta y después la que delimitaba Colmillo Sur. Tres frágiles líneas que, desde aquella altura, parecían perder todo su significado.

Unnysia hizo un gesto para que tuvieran cuidado con los guardias y señaló un punto dentro del patio. Había un grupo de hombres montados, uno de ellos parecía vestir de blanco y los demás con cota, quizá...era tan difícil. Iban a salir por el portón principal hacia el exterior.

Cargando editor
04/04/2008, 10:06
Rhiannon de Curyll

Agotada, con la respiración y el corazón acelerados tanto por el esfuerzo como por la impaciencia, salimos al patio. El sol me recibió entre caricias mientras detenida y maravillada miraba a mi alrededor, con el viento enredando las faldas del vestido y desdibujando aún más la deshilachada trenza. Y yo sonreía... con el labio entre los dientes y un brillo dorado en los ojos que pocas veces se vió antes... porque Unnysia tenía razón... aquello era increíble... eramos como espiritus... eramos libres... por fin era un halcón...

Unnysia... cómo me alegra... cómo me alegra haberte encontrado...

La cercanía de aquel cielo y el viento en la piel me transportaban a dias mejores... dias junto a Arawn, mi hermano... días de juegos y enseñanzas en el lago. De cómo me había instruido en la cetreria... de cómo la primera vez que quité la capucha a David, su halcón, este me miró tan fijamente a los ojos que temí me arrebatara el alma... Ahora sabía que lo había hecho... Arawn siempre me decía que tenía ojos de halcón... ojalá tambien tuviera sus alas...

A la seña de Unnysia asentí complice, y seguí el recorrido de su dedo para descubrir al grupo de hombres que salia... Quienes eran? Afilaba la mirada con el gesto concentrado ahora... y entonrné los ojos interrogantes hacia mi amiga durante un segundo, para perderlos en aquellas formas minusculas un segundo después...

Vaya.... Es él? tu tío?...Dónde crees que van? me había parecido ver el destello de una cota aunque... Unnysia.. eso no parece una partida de caza....

Cargando editor
22/05/2008, 20:25
Unnysia ni Dooyrn

La ágil muchacha se asomó con cierto descaro, desafiando una altura que no admitía juegos. Aceró la mirada y hundió la frente en la lejanía, allá abajo donde los hombres no oían nada más que su propia vanidad, y se creían valiosos y únicos.

- Sí, parece mi tío. ¡Qué asco! Quería enseñarte el camino secreto hacia su Salón de las Palabras. Es una estancia preciosa, muy oculta de todo...pero el que construyó este palacio debía ser un poco desconfiado y cavó una especie de pasillo muy estrecho que rodea la cámara. Semeja una pared hueca, pero una mujer delgada - guiñó el ojo - o varias... pueden pasar si son cuidadosas... y se pueden oír muchas cosas.

Volvió a pensar con la vista puesta en los caminantes.

- En todo caso, tengo curiosidad. ¿Qué haría ahora mi tío? No se me ocurre qué idea le pasa por la mente, pero desde luego está inquieto. Yo creo que este palacio está maldito. Es malvado y se rebela contra sus ocupantes - rió -. ¿Qué piensas tú, Rhiannon? ¿Crees que este lugar quiere lanzarnos al vacío?

Unnysia se aferró a las almenas bajas riendo, fingiendo sentir un temblor repentino.

Cargando editor
08/06/2008, 16:40
Rhiannon de Curyll

La había escuchado hablar sobre aquel pasadizo velado con la sonrisa maliciosa mal sujeta entre los dientes... con el brillo de la mirada ámbar mostrando mucho más de lo necesario... con las mejillas traicionadas por el rubor de la travesura.... por algo más que eso...

Vaya... eso es... muy muy interesante, amiga... enarcaba la ceja con la sonrisa ya imposible de contener... Me pregunto como una doncella noble y prudente... tan... ummmm...juiciosa, reflexiva y... sensata... llega a conocer de semejantes intrincados estructurales del palacio... y más aún... a usarlos.... jaajajajajajajajajajajjajaaj la risa se propagaba en aquel aire límpido evaporandose y perdiéndose en aquellas alturas... aunque... supongo que... después de todo, para poder ser realmente juiciosa, reflexiva y sensata... la información que se pueda poseer es más valiosa que el oro...

Junto a ella perdí la vista en las pequeñas figuras cuando Unyssia de nuevo hablo... aunque esta vez... su voz... me provocó el escalofrío en la espalda... y me erizó la piel... y me devolvió al recuerdo...

En este lugar existe un mal... la sonrisa se había borrado de mis labios... y ahora... con el miel de los ojos opacado por el recuerdo del tacto de infierno de aquel hombre... con el pelo y el vestido revuelto por el viento de cumbre de aquel lugar, buscaba las pupilas de Unnysia adusta... casi hosca.... Lo sé... lo he vivido... lo he sentido... La mano me buscaba el brazo herido por aquella otra la noche anterior y de nuevo el escalofrío me atravesó estremeciendome... un leve temblor que sacudió mi gesto... muy leve... pero evidente... Al volver la mirada a mi amiga... los ojos llameaban de nuevo.... Sé que parecen cuentos de niños.... Pero ni soy ya tan niña... ni es un cuento... Aquí existe un mal... qué es lo que quería de mí... Eso es lo que quiero averiguar...

Notas de juego

Buffffffffffff... se me fue el santo al cielo... Pero cómo no me avisas!!?? 15 días para un post, vaya tela, lo siento niño... :$

Joe Mavros... que ya sabes que tengo la cabeza perdía... La próxima vez dame un capón niño... que como lo miro y deja de salirme en la pestaña de novedades, se me va el santo al cielo... En fin, disculpas otra vez... pero lo dicho... la próxima vez mandame un mp amenazante hombre! XDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDD

:P

Besitos

Cargando editor
09/06/2008, 18:15
Unnysia ni Dooyrn

La muchacha dejó la almena que aferraba y cogió la mano de su amiga.

- Querida, de verdad que no quería preocuparte. No sabía...no sabía que esa sensación te hubiera afectado - se recompuso y suspiró -. Pero es cierto. Este palacio alberga leyendas y cuentos. Hay quien dice que un espíritu que roba la vida pulula por las noches en busca de gente sola. Dicen que es frío y veloz, como el viento, y que a quien no mata vuelve loco. Lo que es cierto es que mi tío ha nombrado a tres Principales, algo que no se hacía desde los tiempos de la antigua guerra, y que se toman muchas molestias en aparentar que todo va bien...y pensar que ni siquiera se soportan entre ellos.

Se apoyó contra la pared, sentada en el suelo, como si de repente ya no le importaran las alturas.

- Me gustaría creer lo que dicen, pero no es así. ¿Crees que dos tontas niñas podríamos averiguar más que los soldados y los prestes?

Notas de juego

Juas, con el lío que tendrás ahora al retomar la partida, no me extraña. Pero sí tengo ganas de leer tus excelentes posts. A ver si hablamos por el messenger y me cuentas cómo va todo, niña.

Cargando editor
09/06/2008, 21:39
Rhiannon de Curyll

Sonreí... Sonreí perdida en su mirada oscura con la mía ámbar destellando bajo aquel sol.... Intensa... tanto... y liberé sus pupilas para buscar con las mías a aquellos hombres diminutos que se desdibujaban en la distancia...Me había sentado a su lado, en el suelo... obviando todo protocolo y todo saber estar... con las piernas cruzadas, con las palmas de las manos apoyadas en el suelo y la barbilla apoyada en mi hombro... pensativa...Dos tontas niñas...El aliento escapó entre los labios desafiante... los labios se dibujaban de malicia... la mirada más que eso...

Sabes Unnysia?... Quizá sí seamos unas niñas... pero si algo no somos... amiga... es tontas.Yo no sé de juegos de corte, ni de bailes... ni de hombres zalameros que sisean al oído halagos falsos e interesados... me mordía el labio mientras sentía las mejillas arder ruborizadas por la rabia del recuerdo... por el sol y el viento de aquel lugar... un sol que templaba mi piel... un viento que enredaba y deshilachaba aún más la trenza de mi pelo... Quizá sí seamos unas niñas... pero desde luego... sepamos o no de esas cosas... aquí no hay ninguna tonta... la sonrisa se me amplió en los labios mientras le guiñaba un ojo... Y después de todo, quizá eso nos de una ventaja.... sujetaba la sonrisa traviesa con los dientes... el brillo de los ojos era imposible de acallar... En ocasiones es mucho mejor que te tomen por tonta... Suele ocurrir que si no te creen capaz de comprender... dejan de tenerte en cuenta... te desdibujas... te difuminas... Creeme... ocurre... y las conversaciones fluyen tranquilas porque nadie considera tu inteligencia para comprenderlas, tu capacidad para atender a ellas... Es este un mundo de hombres... encogía los hombros con desden... suerte que la mayoría están ciegos...

Aún sentada en el suelo erguí la espalda mientras me acariciaba los brazos... Aún dolía...

No sé si es el mismo mal.... pero lo que me atacó a mí era frío... mucho... Un frío como nunca antes sentí... un frío que no era de este mundo... Averiguaremos más... principalmente porque yo no dudaré de que es cierto... porque yo sé que no es una leyenda.. ni un cuento. Unnysia... fue muy real...

Notas de juego

Ay!! todo va acelerado... jajajaajaajajaja.. dios.. no paro ni un segundo... Casa, curro, niña... y estoy preparando oposiciones... no digo más ;) Pero sí.. a ver si hablamos pronto.

Besitos mil

Cargando editor
10/06/2008, 13:02
Meridiar de Loorgyll

Se había permitido bajar la mirada hacia las manos de aquel artesano. Era inevitable, necesitaba observarlas desde la perspectiva de quien las sabe creadoras de belleza. Ese momento de abstracción de mirada baja había sido imprudente y lo compensó devolviendo y manteniendo los ojos con severidad sobre los del orfebre al tiempo que, interiormente, se reprochaba su propia debilidad.

- Mi nombre es Señor de Loorgyll, artesano. Estoy seguro de que podré discutir el precio de las mercancías con tú señor, pero no es eso sino su factura lo que me trae aquí. Eso y tu sobrina...

Se echó a un lado casi como una espesa cortina negra que desvelase a la chiquilla que, sin embargo, nunca había dejado de estar ahí.

Cargando editor
11/06/2008, 22:59
Rikke

Volviendo a aparecer…a sentirme centro de atención de aquellos dos hombres, cautelosa y dubitativa, sin saber bien a quien mirar, cariño y temor por mi tío, respeto y miedo por el noble…finalmente es el corazón el que gana la primera batalla y es en el artesano en el que el azul se centra…y una tímida sonrisa lo acompaña diligente…

Tío… el Señor de Loorgyll es un recién llegado al castillo… viene de un lugar lejano… pero parece interesado en conocer vuestro trabajo… bajo la voz al pronunciar el nombre, y mi sonrisa desaparece especialmente en un anillo que vos conocéis bien, uno que os encargó el malogrado Rannedh… trago saliva, me miró sin ojos yo misma le he informado de quién lo elaboró… ahora Eddyck es la mano que lo luce… y tarde o temprano, se interesará por vuestro arte…

Lo miro a los ojos, asustada… me preocupa mi prima… apostando por un jugador desconocido…desoyendo los consejos…¿quién los sigue cuando no sabe como escucharlos?...

Cargando editor
15/06/2008, 13:01
Herond

El hombre dejó caer la mandíbula un segundo, ante la impresión de las palabras de su sobrina. Calló un instante, y cuando se decidió hablar empezó balbuceando, como muy inquieto por las palabras que pudiera decir.

- El... el anillo. Querida Rikke...yo... Bien, creo que mi señor no se encuentra disponible en este mismo instante, mi señor de Loorgyll. Yo... yo mismo, si os parece adecuado, podría intentar resolver vuestras preguntas.

El rostro del artesano exudaba miedo. Era un aspecto que a Meridiar se le antojaba semejante al de un guerrero primerizo ante su primera batalla en campo abierto.

Cargando editor
16/06/2008, 19:11
Meridiar de Loorgyll

Meridiar había sido entrenado para ser capaz de mitigar las reacciones inmediatas a todo aquello que le pasaba por delante. Cuando se daba el caso, se mantenía hierático, como ausente, lo que podía conferirle cierto aire estúpido de no ser por su rapidez a la hora de recobrar la compostura.

- El anillo sí. - miró un momento de soslayo a la inquieta Rikke - Ha de ser una pieza de cuidada manufactura y en extremo peculiar si ha pasado tan prontamente de una mano a otra sin apenas haber tenido tiempo de enfriarse.

Observó al artesano mientras que descuidadamente hacía girar sobre el dedo anular de su mano izquierda la imágen de un anillo que nunca tuvo allí. Se diría que sus propios pensamientos se traducían en gestos de un modo inconsciente.

- No ha de ser una pieza corriente si tu sobrina, Herond, se muestra especialmente celosa sobre quien debería y quién no preocuparse por tu arte. Quizá ambos me podreis explicar qué hay tan particular en una pieza que a buena fe no desmerece al resto de tus obras, orfebre.

Cargando editor
19/06/2008, 19:23
Herond

El artesano miró como si sus ojos buscaran estar en cualquier otro lugar, pero sin encontrar la salvación. Abrió las cuencas tanto como las narinas al respirar y demostró que la presión era algo que sabía aplicar a sus metales para moldearlos, pero cuando se trataba de él quien sufría la horma...era más bien un material débil.

Su última mirada fue para su sobrina, antes de responder muy azorado, con la voz tan rota como la de un trovador borracho y acabado que supiera que su espectáculo estaba a punto de acabar.

- Mi Señor...los tratos que me encargan... en realidad es poco lo que sé. Las instrucciones precisas para fabricarlos, los materiales y detalles así... No me gusta saber demasiado, pues los señores no ven bien que un torpe artesano se meta con sus joyas más de lo debido... Yo... me encargaron construir un anillo de parte de un hombre del palacio llamado Rannedh. No conozco el apellido de su familia, aunque creo que era un hombre notorio por sus... prácticas. Era un encargo delicado, mi señor... los tratos con determinados clientes, aunque sean negocios, implican miradas... no todo el mundo comprende que es una simple transacción... por eso no quería yo que se supiera mucho de nuestra implicación... y no deseo que mi familia sea mencionada... Además... ese señor... he oído cosas horribles sobre su destino... Estamos... estoy asustado. Sólo soy un simple orfebre que intenta complacer a sus clientes, mi señor.

Cargando editor
20/06/2008, 15:10
Rikke

Aquellas prácticas…eso era lo que más me preocupaba de todo el asunto… devuelvo la mirada a mi tío, intentando insuflarle un ánimo que yo misma no tenía… no tenía ni idea de que si este hombre era de fiar… pero tampoco sabía por donde continuar la partida que cada vez se enrevesaba mas…

Al ver su expresión, una sensación de congoja en mi pecho me ahoga… pero tenía que advertirle, preguntarán por él… Tío… me acerco hasta él, tomando su mano entre las mías, olvidando por un momento al señor de Loorgyll… te preguntarán por el anillo… otras personas… no dejes que mi prima regrese al castillo…si hay algún encargo, manda a buscarme, yo lo llevaré… suelto su mano… bajando la vista al volverme de nuevo hacia el noble…

Una muda súplica…no sabía bien porqué… he sido una idiota… Rannedh, mi señor…ya os dicho lo que sabía sobre lo sucedido… no sabemos nada sobre sus “prácticas”… confusa… sin saber como reaccionaría aquel hombre al hecho de que no poder sacar demasiado en claro…

Cargando editor
24/06/2008, 17:07
Meridiar de Loorgyll

- Pocos autores consiguen ocultarse detrás de sus obras, principalmente cuando estas nacen del trabajo y obtienen cierta excelencia. Tu sobrina tiene razón. Otros no tardarán en venir y preguntar y no hay nada que yo pueda hacer para evitarlo. Sólo soy un extranjero recién llegado a esta ciudad. No poseo la influencia requerida para poder intervenir de algún modo. Lo lamento.

Con gesto apesadumbrado, quizá demasiado exagerado para tratarse de un asunto del que no se experaba ningún tipo de reacción emocional, se giró para volverse. Dio dos pasos y, como en una obra de teatro, sin salir de la zona iluminada, se volvió mudando su expresión como si algo se le hubiese ocurrido de repente. Para gente humilde como el orfebre y la criada, acostumbrados a expresar los sentimientos había siempre algo inquietante en aquellos como aquel noble, más dado a sentir lo que le convenía expresar.

- Si lo que temeis, no obstante es que la mano que cayó sobre el noble Rannedh pueda llegar hasta aquí, lo único que es posible hacer es encontrarla a tiempo. Descubierto el crímen no podrá hacer llegar más lejos su mal. Yo os puedo ayudar, claro, pero necesito que me conteis, los dos, lo que sabeis, de una vez y sin verdades escondidas. ¿Cuáles son las verdades horribles que se oyen sobre su destino? ¿Y qué hay de esas prácticas? Si a vuestros oídos han llegado bien han de ser conocidas. Y en último lugar, ¿Quién te hizo el encargo en nombre de Rannedh? Contestadme ambos y veré qué puede hacer un extranjero en esta corte extraña por evitar que un mal pueda extenderse fuera de los muros de palacio.

Cargando editor
28/06/2008, 20:43
Herond

- No quiero que mi sobrina...ni mi hija. Ninguna tiene la culpa. Es la culpa del oro, mi Señor, de no saber... que hay otros precios con los que no debe negociarse - admitió el artesano, con voz derrotada -. Mi Señor ha aceptado cada vez encargos más... cuestionables. Todos los comerciantes guardan secretos, es necesario para medrar y ser valioso... y fiable. Rannedh es... era un buen cliente. Siempre pagaba con puntualidad y se acordaba de mí por mi trabajo. También pedía cosas... intrigantes, que son un reto para alguien de mi profesión.

Lo último que pidió fue hacer la réplica de un anillo que nos dio. En cuanto lo tuve en las manos sabía que no era un anillo normal. Estaba hecho de cobre y alguna aleación sencilla. Él nos dio las instrucciones precisas, pero el material no era el problema. Era su diseño. Estaba diseñado de forma que pareciera un anillo sencillo cuando en realidad en su interior había tres canales huecos que lo recorrían por el interior. Cada canal tenía un agujero de salida, y se tapaba con un simple remache pegado con cera, bien encajado.

No llegué a terminar el anillo, porque el señor Rannedh murió y yo entonces tuve miedo. Mi Señor no querría tener nada que ver en esto, de manera que hablé con mi sobrina para que devolviera el anillo a los aposentos de Rannedh. Mi pobre Rikke. Pero era lo único que podíamos hacer... Mi hija era la que iba y venía, y ya empezaba a llamar la atención sobre nuestra relación con Rannedh. Mi sobrina al menos es sirvienta en el palacio, nadie sospecharía, nadie husmearía... o eso esperaba yo...

El hombre tenía los ojos rojos y cada vez le costaba más hablar.

- Hay un preste...es un hombre poco afable con los desconocidos, pero me ha enseñado mucho sobre el comportamiento de los metales. Incluso me enseñó a leer y me dejó acceder a los libros que guarda. Cuando consulté en su...librería... llegaron mis primeros miedos.

El diseño del anillo es Ymmerio. Es antiguo, tan antiguo como la misma Niebla del Norte. De los hombres Driidan de antaño, mi señor. Lo usaban para identificar a los primeros espíritus malignos... y a enfrentarse a ellos.

Cargando editor
28/06/2008, 22:56
Unnysia ni Dooyrn

La joven pareció estremecerse con las descripciones de su amiga. Su pelo se ondulaba y viajaba aquí y allí con el viento de las alturas, mientras escuchaba.

- No querrás asustarme más de lo que lo hace ya esta torre, querida amiga. Soy de la sangre de Irrfall, de donde nacen las leyendas, y me creo todo lo que me cuentan - sonrió.

- Ahora, ¿qué tal si bajamos y somos chicas malas durante un rato? Te enseñaré el lugar que te digo.

Se asomó a las escaleras y comenzó a bajarlas mientras invitaba a su amiga a acompañarla. Unos bucles encrespados permanecieron tras de ella, como no queriendo irse, y cuando al fin el viento dejó de jugar con ellos, su pelo cayó como una cascada castaña y alegre.

Notas de juego

Post corto, por si acaso quieres decir algo.

Cargando editor
30/06/2008, 12:08
Rhiannon de Curyll

Los juegos parecieron apagarse en mi ámbar…

Bajemos sí… me obligué a la sonrisa… con un brillo demasiado decidido en la mirada… con un brillo demasiado indómito y que me había llevado a demasiado problemas… un brillo que no podía acallar, porque ni quería, ni sabía como hacerlo…

Aún así… no es que quiera asustarte, amiga… es que quiero saber… Y precisamente por tu sangre nadie mejor que tú… Quién sabe… Quizá cuando llegue el momento uno de tus cuentos… una de esas leyendas sobre los males que pueblan estas tierras nos salve de él… o nos muestre su debilidad… Quien sabe…

El viento pareció sujetarnos reticente a dejarnos marchar… Pero... quién podría haberlo hecho?... Entorné la mirada para encontrar la misma malicia en los ojos de Unnysia… Esa complicidad decidida… esa tenacidad firme del firme carácter…

Seriamos chicas malas…. Un rato…..

Cargando editor
02/07/2008, 12:39
Meridiar de Loorgyll

- Luego existe un anillo original, un anillo Ymmerio y una réplica inacabada. Guardaste la réplica e hiciste que tu sobrina devolviese el original. ¿Estoy en lo cierto, artesano? - luego se giró hacia la pequeña Rikke - Y ahora, Rikke, dicho anillo obra en poder del principal Eddyck ¿verdad?

Se llevó la mano a la barbilla y, entrecerrando los ojos parecía reflexionar mientras se acariciaba con el índice el labio superior.

- Si la muerte de Rannedh nada tiene que ver con ese anillo estarás tú y tu familia a salvo, no tendrías por qué preocuparte. Si no fuese así... tendré que averiguar más sobre él y sobre los planes de Rannedh para encontrar la mano que se esconde tras su asesinato. Existe el rumor en palacio de que espíritus malignos lo recorren por la noche de un tiempo a esta parte. Quizá esas habladurías hicieron que cada cual tratase de extremar las precauciones en la medida de sus conocimientos y posibilidades. Rikke, tú entraste en los aposentos de ese desgraciado para devolver el anillo. ¿Crees que podrías volver a hacerlo? Un hombre de las prácticas que describís es frecuente que tenga un diario y, si dichas prácticas son tan peculiares, es probable que no lo mantenga a la vista. Si lo encontrases y me lo hicieses llegar sabríamos lo que pretendría.

Cargando editor
03/07/2008, 23:05
Director

- Sígueme - dijo, y ambas descendieron con cuidado. Los escalones eran altos y algo traicioneros, no pensados para damas con faldas pesadas, sino para soldados que tuvieran que ascender veloces.

Bajaron y bajaron hasta que tuvieron que detenerse por si el cansancio les hacía trastabillar. Notaron su respiración fatigada, pero en los ojos de la joven había un brillo alegre que no disminuía. Un poco más abajo encontraron una puerta y Unnysia la abrió con presteza, haciendo una seña a su amiga para que la siguiera rápidamente.

Aparecieron, como no podía ser de otra forma, en un pasillo abierto al patio que habían dejado, de árboles altos y olorosas flores. Habían bajado hasta el mismo nivel del suelo, y Rhiannon reconoció el camino que la llevó antes hacia el despacho de Principal Amryyrr. Siguieron junto al jardín y tomaron otra puerta por la que descendieron un piso más. De repente, la oscuridad y el calor húmedo se hicieron sofocantes.

Estaban sin duda en la zona reservada a los sirvientes, amplias cámaras comunes abajo del todo donde la servidumbre dormía y comía cuando les tocaba. En ese momento había muy pocas personas, rondando distraídas en sus cosas, ignorantes de las dos sombras que se movían en la penumbra hasta uno de los recodos de techos bajos en bóveda de cañón, antiguos y olvidados como si fueran el esqueleto del palacio.

Unnysia se detuvo junto a una pared y tanteó con cuidado. Apenas se la podía ver. Ambas habían tenido que sujetarse las faldas para no mancharse, pero las calzas estaban inevitablemente caladas de un agua caldosa y olorosa. Tiró de algo, y un sonido como un engranaje viejo respondió. Entonces llegó una corriente de aire viciado y Unnysia se perdió dentro de la oscuridad.

- Vamos - su voz sonó como un eco distorsionado, como una invitación para una mala idea. Rhiannon sintió la sensación inconfundible de que, una vez tomado ese camino, las cosas cambiarían de una forma u otra.

Cargando editor
09/07/2008, 16:31
Rhiannon de Curyll

Y por fin llegamos... con las mejillas sonrojadas de esfuerzo y excitación... con las faldas recogidas someramente en el intento vano de protegerlas de la inmundicia... y los pechos agitados por la impaciencia, por el sentir de la travesura agitando los corazones... los alientos...

Sus gestos arrancaron destellos del miel de mis ojos... dibujaron la sonrisa maliciosa en los labios... y al golpearme el aire viciado tuve esa sensación.... ese gritar del instinto... ese grito de alto en mi cerebro acallado por el brillo de los ojos... por el latir del corazón..

Y entré en aquel pasadizo erguida y con la determinación del que elige... con la sonrisa en los labios... con el resplandor en la mirada... Detente... detente... El golpe de la sangre, el brillo de las pupilas acallaron a la razón... y el oro de la mirada pareció iluminar la oscuridad... simplemente, porque no sabía como acallarlo... ni quería hacerlo.

Notas de juego

Vamos allá amiga...