Partida Rol por web

El joven Garrim, se entregaría a los cuidados del anciano galeno, descansando del peso de la armadura por una hora, además de conseguir respirar con holgura por primera vez desde su "intercambio de posturas" con el gigante.

- Gracias, venerable cirujano. Me siento mucho mejor. Con ganas de rebanar mas cuellos de rata con mi hacha - sonreiría - Seguiré sus consejos y descansaré en cuanto sea posible, mil gracias de nuevo. Los Borinson somos una familia minera, dura como la roca, de hecho soy el primer Rompehierro de la familia, y a mi apellido he de honrar. No puedo rendirme a la primera de cambio, aunque haya cometido muchos errores... -el semblante de Garrim se tornaría serio y levantaría la barbilla para asentir. 

- Queda mucho trabajo por hacer para el Gran Rey, mil gracias de nuevo. Es usted una bendición para esta fortaleza. Cuídese. - le agarraría el antebrazo a modo de saludo y con una sincera sonrisa se iría a descansar la próxima hora, cayendo en un camastro dormido en menos de un minuto.

Algo se mascaba en el ambiente. Parecía que a pesar de que nuestra presencia era tolerada, algo ensombrecía la mente de aquel Enano. Pero no estaba entre mis premisas el interponerme en conversaciones como había echo ese Garrim. Malditos barbilampiños que no sabían guardar el correspondiente respeto!!!

Seguí comiendo con fruición pues a saber cuando volvíamos a tener la oportunidad de tener una comida semejante mientras observaba al médico arreglar un poco a nuestro novato.

- Un Enano ha de estar donde ha de estar y solo cuando le dicen que esté ahí!! – comenté por lo bajo esperando que aquel estúpido y díscolo enano comenzase a comportarse como tal!!!

No tardó mucho rato en llegar una pareja de Enanos un tanto peculiares.

- Ummmm!!! Yo soy Kurgan Pelogris… - dije viendo con desaprobación como aquellos enanos se ponían a comer sin más. – No dudéis ni un momento en comer algo!!! – añadí un tanto molesto por aquellos modales. Aún así se veía que eran Enanos diestros y preparados. Solo una idea estúpida ensombreció aquel instante. – Brrrr!!! Que me corten la barba si miento, pero preferiría evitar en lo posible subirme a un trasto de esos, por muy seguros que digáis que son y por muy prácticos que sean en una batalla!!!

Me acerque tranquilamente a mi amigo mientras despachaba todas las cosas que tenia que hacer y cuando le vi libre salude cortésmente y le digo:- Guardián de la Piedra, Amigo, se que ha sido una visita rauda, pero el deber nos reclama, muchas gracias otra vez por ayudarnos y da por seguro que yo, Girthal nieto del venerable Kargon, vendré a pasar una temporada en este baluarte durante un periodo que no disminuya de un mes y en el que me encargare escribir runas donde estimes oportuno como pago por este derroche de generosidad y esta comida y bebida suculentas que hemos podido degustar.

Mas tarde cuando llegan los dos nuevos integrantes del grupo les digo sin prestar atencion a sus modales, pues estaban en su casa:- Ikram, Okre, bienvenidos a la expedición, espero que nos compenetremos bien. Después coge un poco mas de comida y bebida, del que parte guarda mientras el Galeno restaura las heridas de su compañero.

El ingeniero siguio enterrandose en las entrañas de la tierra, un conjunto de elevadores y pasarelas conectaban el conjunto del lugar. Tras bajar una escalera qe le hizo sudar llego a una sala grande llena de fraguas, en un lateral pulian un cañon de buen tamaño mientras en la pared contraria trabajaban en los hornos con tozuda alegria, moldeando el metal con brio y sin la menor muestra de cansancio. Te habían indicado bien, y pronto encontraste a Draknugson que te hizo un saludo de lejos para que te hacercaras. Estabas maravillado pero no esperabas ver lo que ibas a encontrar.

Entraste en la armeria entre golpecitos y palmadas en la espalda de tú amigo, y boquiabierto quedaste al ver la armeria, que en comparación a la de Karaz-a-Karak estaria desabastecida. Allí vistes filas bien ordenadas de escudos, martillos de doble cabeza, y hachas que hablaban por si solas, las ballestas de acero te hicieron lagrimear de puro orgullo, atravesaria el peto mas fuerte de un virotazo como si tal cosa.

El armero veterano te miro de arriba a bajo, y sonrio al verte la cara y señalandote dijo a Draknugson:

-Que uno nuevo, esperabamos mas rompehierros o al menos un buen puñado de guerreros, este parece mas como tú, blandito blandito!- dijo con media risilla el barbalarga a lo que Draknugson respondio -necesito mi arcabuz y algo de munición, o mucha munición hay una misión que requiere polvora extra- el armero quedo dudando y mesandose la barba fue en busca de lo que el joven pedia al poco regreso con un arma tapada con una funda -y no seria mejor una ballesta, esas no se rompen tan facilmente y no explotan... sobre todo por si los goblins tú ya me entiendes- dijo mientras meditaba, y refunfuñaba algo de los tiempos de antes.

Draknugson te puso un arcabuz en la mano, era suyo tenia el simbolo del los ingenieros en un lateral y el de su propio clan, acepto de buen grado como intercambio momentaneo tú pistola, no eran comparables pero por las pocas palabras que habían cruzado no había demasiadas esperanzas de volver sin un golpe de suerte inesperado.

...

Dorg negaba con la cabeza, y señalaba unos cubiertos de acero tumbados a modo de puente, movia el dedo atraves de una jarra y seguia zig-zageando hasta otra jarra y a la vez dos cuchillos cruzados que representaban el Undgrim. Aquel mapa hecho con jarras y cuberteria ponia los pelos de punta a los mas veteranos, pero era una manera de entender el camino y la ruta a trazar a pie.

Okre señalo el puente imaginario y añadio: -no seria raro encontrar aun ratas en este punto y sus alrededores, son cobardes como gobos, pero si encuentran el suficiente numero igual decidan volver a comer mas virotes- dijo sin una pisca de gracia Ikram añadio -si no es así pasaremos por la sala de los veteranos y sera una camino descendente muy comodo, bien arreglado y sin fisuras o emboscadas... no hace mucho que pasamos por ahí- dijo el camino que representaba dos jarras juntas justo después de los cubiertos.

Estuvieron veinte minutos mas discutiendo sobre las posición de unos y otros, y la utilidad de dos hombres que con ballesta mantendrian a raya a alguna amenaza menor, pero que portaban hachas enormes medio tapadas por sus arapos.

En ese momento el galenos se levanto y miro a todos -alguno mas necesita un remiendo, tengo trabajo que hacer- dijo malumorado, en realidad por nada pero eso no evito que taladrara con la vista a todo el que levantara los ojos hacía él.

La conversación prosiguio un rato mas, aun así no falto comida en esa mesa en ningún momento y alguno se guardo algún trozo para el camino que quedaba, llevarse medio barrilete de esa excelente cerveza hubiera sido otro cantar, pero nadie intento meterse un barrilete debajo de la armadura.

Los dos recién llegados y la propuesta de viajar en girocóptero hacen que el último trago de cerveza se me atragante ligeramente antes de poder tragarlo. Aquellos dos eran sin duda una pareja singular, montaraces a juzgar por su aspecto y su indumentaria, de lo que podía entender aquellos peculiares modales sin duda provocados por el exceso de aire del exterior pero lo de esos cachivaches...

¡No!¡No me montaré en uno de esos aparatos descontrolados y mucho menos pondré en juego la misión por probar semejante cachivache!- digo alarmado ante la posibilidad de volar - Los enanos están hechos para andar por la dura roca, esgrimir hachas y martillos, e ir dentro de fiables armaduras... no para meternos dentro de cafeteras volantes, lanzar bombas y correr por las nubes. No, no iremos volando- digo zanjando el tema con una mirada ceñuda

Solo faltaba que nos subiéramos a uno de esos trastos y padeciéramos una avería... o un accidente. La caída sería peor que cualquier ataque grobi, skaven o gronti.

Me fijé entonces en el curioso diagrama que con jarras y cubiertos nos habían confeccionado los que serían nuestros acompañantes., asintiendo antes sus variadas explicaciones. Aquello tenía buena pinta, mucha mejor que el viaje por las nubes.

Si hay ratas morirán- sentencié rotundo, abduciendo momentáneamente uno de los pilares del mapa formado por una espumosa jarra, depositándolo en el mismo lugar notablemente más vacía - Haced los últimos preparativos, partimos en un rato

Encontré a mi compañero de gremio con facilidad gracias a las indicaciones que me habían dado. Quién tras explicarle mi situación me condujo a una armería perfectamente equipada.

Escuché las pullas del armero con el estoicismo propio de los miembros del gremio de ingenieros y una sonrisa en la cara. Después cogí el arcabuz de Draknugson.- Muchas gracias.- Le dije.- Será un placer empuñarlo en la batalla que se avecina con nuestros mil veces malditos primos. Te ruego guardes mi pistola hasta mi vuelta. Está hecha a mano.

Tras despedirme y desearnos mutuamente suerte regresé junto al resto del grupo a esperar que Kudrim diera la orden de marcha.

La posibilidad de ir el girocoptero acabo igual que había empezado, a la par de las caras de disgusto de mis compañeros, se unió la negativa tajante de Kurdrim, por lo que no había nada que hacer.
Una vez solucionado el método de trasporte, hicieron un mapa que me vendría bien para ubicar lo que yo sabia de lo que debíamos encontrar, y una vez en camino podríamos encontrarnos con ratas, pero si habíamos sobrevivido a un ataque a una fortaleza y a los enanos del caos, que eran unas miseras ratas en comparación?.

Otra vez la armadura encima, pero se sentía infinitamente mejor que antes. Podía caminar pero le seguía doliendo, pero había que reconocer que ese galeno trabajaba a las mil maravillas... El contraste era tan grande, que podría decirse que se encontraba hasta "bien".

Ir en gyrocóptero, aun siendo peligroso habría dado mas tiempo de descanso al joven Garrim, pero arriesgarse a otra avería en el peor momento era algo con lo que no podían arriesgar. La misión era demasiado importante como para arriesgar a estamparse contra el suelo a la mínima de cambio.

El enano se colocó en la formación y siguió las órdenes de Kurdrim en todo momento, escudo en alto, cerrando lo que era una columna andante de duro acero enano. 

Estaba listo para todo.

La cantidad de afrendas que portaban podria parecer finita, pero en aquel grupo había sabiduria y agrabios para llenar un buen puñado de paginas. El grupo busco la salida guiado por los dos montaraces, que recuperaron virotes antes de salir y llenaron sus zurrones con pan seco y trozos de carne. Pronto los vieron masticar infinitamente esa misma carne, que aunque fria tenia un buen sabor.

Con el ruido de fondo del fuego, y de los montaraces masticando a dos carrillos. Salieron de aquel magnifico lugar y pronto encontraron un sendero sin riesgo de caer al magma que se había enfriado, aunque mas de uno dudo de que estuviera completamente frio y solidificado. Caminaron un trecho antes de llegar al puente, en el nada había ni rastro de batalla ni resto de nada, era dura y pura piedra colgando en el vacio uno de los hermanos dijo -pasemos rapido, caer seria una larga muerte- y encabezo la marcha sin mirar abajo buscando al frente algún signo de luz o de actividad. Nada sucedio, y cuando pasaron el puente todos respiraron mas tranquilos, desde la lejania el bastión enano seguia manteniendo un aspecto imponente, el Bemlir calculo que una bola de cañon podria llegar con la suficiente polvora hasta el otro lado del puente si tenian tiempo para apuntar y el ingeniero buena mano.

Desde el otro lado podia verse una entrada magnifica:

Caminaron un tramo de tierra humeda pero estable, y llegaron a una plataforma que olia raro. Delante del grupo había una de las antiguas glorias del reino enano, unos monumentos dignos de reverencia y temor. En esos monumentos y en otros que encontrarian había una vieja gloria gastada, algo que se te pegaba al final de la garganta y no te dejaba hablar. Vieron en esos mismos totem los huecos de joyas engarzadas, tiempo atras robadas por el enemigo, arrancadas con dientes y uñas o a base de golpes. Esto dío un motivo mas por el cual ponerse rojo de ira, pero era un mal momento para no tener la cabeza sobre los hombros y pensar con serenidad.

Uno de los montaraces y Urlik giraron la mano casi al unisono para avisar a Kurdrim y al resto, lo que vieron allí no supieron como entenderlo pero aquellas marcas eran muy grandes y extrañas como para no tenerlas en cuenta. Vieron dos lineas casi juntas como las que deja un carromato al pasar, pero las ruedas o lo que fuera tenian el grosor de un escudo. Ademas el suelo estaba salpicado de puntos como si hubieran estado clavando estacas a diestro y siniestro por todo el lugar. Ulrik se agacho y paso el dedo por una saliente recogiendo un liquiedo viscoso y negro que se llevo a la boca para probarlo. Este gesto casi lo hizo echar todo lo que había ingerido, pero aguanto echando espumarrajos por la boca. Bemlir lo identifico como "agua negra" un producto muy inflamable que utilizaba el gremio de ingenieros para ciertos aparatos, no dio muchos mas detalles ya que su utilización y conocimiento era casí secreto, ademas el no sabia mucho mas al respecto pero si sabia que era difícil de conseguir y de domar.

Las huellas se perdian en la plataforma donde se encontraban y por la dirección seguian el mismo camino que iban a coger ellos.

Atrás quedaba el fuerte, muro inamovible ante las hordas skavens, a través del cual nos adentrábamos en lo que podía ser el último tramo de nuestra misión y, si las cosas se torcían más allá de nuestras opciones, seguramente también el fin de nuestras andanzas... lo curioso era que aquello no me afligiría ni me supondría una carga de no ser por lo importante del asunto que nos traíamos entre manos. Fracasar en aquello era lo único que me quitaba el sueño.

Avanzamos a buen ritmo guiados por la pareja de montaraces, quienes parecían conocer aquellos túneles como la palma de su mano hasta alcanzar unas efígies colosales de nuestra raza, mancilladas y arañadas por los enemigos ancestrales en un vil expolio de las gemas que contenian pero sin lograr malograr la belleza de aquellas figuras

Contemplad la grandeza de los nuestras- dije a nadie en particular, de forma reverente, mientras me paraba unos segundos a admirar la obra

Pero un gesto de los montaraces nos llamaron la atención para fijarnos en unas marcas paralelas que avanzaban en la dirección hacia donde nos encaminábamos sin que nadie supiera decir del cierto a que pertenecía... por un momento vino a mi mente los ingenios chapuceros de los humanos, basados en el vapor, de una enorme máquina metálica tan grande como un granero... me giré hacia Bemlir, seguramente el más entendido de los presentes en semejantes asuntos dado que los exploradores del grupo no sabían decir nada en claro

Bemlir ¿a qué creación puede deberse estas marcas?¿alguno de vosotros las reconoce? Jamás he visto nada parecido en mis viajes...- digo desconcertado

Sea como sea debemos seguir, no podemos detenernos por unas marcas en el suelo ... ni por nada. Nuestra misión es extremadamente urgente, ya lo sabeis. En marcha, formación cerrada y alerta. No quiero sorpresas

Avancé siguiendo el ritmo de los montaraces que el Guardián de la piedra había dispuesto para que nos guiarán por los túneles hasta llegar al puente de fría y dura piedra. Una vez lo cruzamos me giré para ver la distancia hasta la fortaleza y el enorme orgullo que sentía por mi raza volvió nuevamente a aumentar. Si el bastión era atacado desde esa dirección, todo el ejército enemigo debía atravesar el puente y este era lo bastante angosto para ralentizar enormemente su marcha, dando tiempo a las dotaciones de los cañones a diezmar las filas enemigas antes de que pudieran cruzarlo.

Miré las bellas esculturas hasta que Ulrik encontró un rastro extraño. El olor era inconfundible.- Agua negra.- Murmuré.

No sé que puede ser. Pero sea lo que sea son sin duda malas noticias. El agua negra es muy poderosa, pero tremendamente difícil de conseguir y de dominar, sin duda fuera de las capacidades intelectuales de humanos, orcos y gobis. - Respondí a Kurdrim.- No quiero pensar el poder destructivo que puede tener lo que sea que estén trasportando.

Guardé silencio hasta que el barbahierro impartió las órdenes que cumplí inmediatamente.

Por fin nos pusimos en marcha. Los músculos descansados aunque apenas habíamos tenido unas horas para dormitar y comer. Tras colocarnos en formación, y bajo las indicaciones de nuestros dos nuevos guías, comenzamos a avanzar entre los cuerpos caídos de las alimañas que apenas unas horas antes intentaban conquistar aquel bastión que había resultado ser inexpunable.

Pasar por el puente no me hizo excesiva gracia, pues allí las corrientes eran más fuertes, pero aún así no eran lo suficientemente fuertes como para moverme de mi posición. Tras un buen rato de marcha llegamos finalmente a un lugar en el que sobresalían unas enormes construcciones de nuestros ancestros. Algunas presentaban marcas provocdas por las despreciables manos de nuestros enemigos, pero aún y así lucían orgullosas y mostraban el regio aspecto de reyes. Asentí a las palabras de Kurdrim, con un gruñido por lo bajo. Pero a una seña de los montaraces, nos pusimos en alerta. Aquellas marcas eran realmente extrañas, por no hablar de su olor. Escuché las explicaciones del ingeniero, negando con la cabeza ante su aseveración.

- Malo es que quien sea haya conseguido ese producto… Y malo será cruzarse con ellos.

Y tras aquel comentario lanzado al aire, y tras asentir a las órdenes de Kurdrim nos pusimos nuevamente en marcha.

Salimos del torreón en dirección al objetivo con dos montaraces que eran expertos en sus artes, advirtiendo y dirigiendo la expedición de una manera experta.
Pasamos por diferentes sitios hasta que llegamos a antiguos vestigios de nuestro antiguo poder, las esculturas eran maravillosas y enormes, y a pesar de que le habían quitado sus alhajas y joyas seguían teniendo la presencia de antaño, eso se debía recuperar y se haría.
No pude resistirme a mirar en el interior donde montones de estatuas mas pequeñas descansaban, estuve mirándolas un rato parándome en sus formas, posiciones, expresiones e intentando recordar a que periodo de nuestra historia podrían pertenecer, quienes serian, que historias guardarían o habrían visto pasar y si podría tener relación con la runa.

De repente Kurdrim nos informo de algo, que Bemlir distinguió como "Agua Negra", intente recordar que podría ser eso, y que maquina podría haber pasado por aquí.
Después me acerque a los dos montaraces y les digo:- Soléis pasar por aquí de vez en cuando supongo... ¿Habíais visto antes, estas marcas, surcos, agujeros y ese agua negra?, Si no lo habían visto y solían pasar, significaba que esos engendros enanos nos llevaban la delantera.
También les pregunte:- Con mis años se me suelen olvidar las cosas y no se si os lo habré mencionado, pero estamos buscando Un cruce abovedado, en este cruce de tres vías una te llevara hasta el antiguo Undgrin hacia Zhufar, otro camino es una mina agotada de piedras preciosas, Tenemos que llegar allí. Conocen ese lugar?
Seguramente lo habría mencionado, pero mas vale asegurarse y recordarlo, la misión es demasiado importante como no saber donde vamos.

Cerrados, en formación y caminando con bastante mas solvencia de la que tenía antes de llegar a la roca donde los enanos plantaron cara a miles de ratas, el joven rompehierro miraba constantemente, incluso con paranoia a los lados del puente, esperando que ratas, gigantes o cualquier cosa se les echara encima. Pero a sus lados no había mas que lava.

El "apaño" del anciano galeno hacía que respirara mejor, y que sus castigadas costillas no le pincharan tanto como antes. Además, metido en la formación y sintiéndose de nuevo en condiciones su ánimo había aumentado mucho, así que se permitió disfrutar de los monumentos antaño construídos por sus ancestros, y sonreir asintiendo.

Volveremos a ver tiempos gloriosos. Sí señor. Con determinación y buen hacer todo es posible. Si yo he conseguido llegar a rompehierros, nuestra raza puede hacer cualquier cosa. 

Escuchadas las palabras del herrero, miró a cada paso que daban cualquier cosa que les recordara a algo parecido a una bóveda. Estaban cerca, ahora solo quedaba terminar la misión. Y vaya que si iban a hacerlo. Tuvieran esas criaturas un arma secreta o no, iban a pagar por traicionar a sus ancestros.

Superada tirada de Sabiduria popular enana y herrero.

1º Reconoces los perfiles de algunos heroes enanos, señores del clan de karaz-a-karak y porta estandartes orgullosos. Puedes pillar la historia de los enanos y nombrar alguno, o inventarte alguno que no esta de mas :D

2º Tú al igual que Kurdrim has tenido tus propios viajes, y sabes lo que es un tanque de vapor. Pensando en esto y lo que has estudiado/escuchado, puedes temerte(sin estar 100% seguro) que puede ser un "aparato", "carreta grande", etc. que usan para la guerra los enanos del caos. Suele ser una maquina con forma de algún animal terrorifico, o con forma de demonio demencial. Si esto es el caso, ve rezando todo lo que sepas porque luego no vas a tener tiempo.

Uno de los hermanos se acerco, y señalo mas adelante como a la nada mientras recuperaba con la cabeza el camino que iban a trazar.

-Llegaremos en la siguiente hora si nada nos molesta, es un sitio muy transitado por nuestras tropas- dijo con media sonrisa de orgullo, parecia que él mismo había sido participe de que así fuera -en suficiente numero aun podemos llegar a Zhufar y volver, no es un paseo tan comodo como el que daremos ahora maese herrero pero es transitable- dijo saciando la curiosidad del herrero runico.

Mientras las estatuas petrificadas de sus antepasados, heroes de karaz-a-karak los miraban con ojos ceñudos en piedra un temblor hizo caer polvo de las paredes. Todos se mirarón como esperando que la montaña se les viniera encima, pero no fue el caso, otra replica les llego mas amortiguada y tanto Dorg como los hermanos montaraces supusieron lo mismo.

Dorg hablo en voz baja -parece un pequeño terremoto, y ya paso-  dijo tranquilizando a todos bastante menos de lo que hubiera esperado. Siguieron la marcha unos minutos mas para sentir un nuevo temblor, que se repitio al poco tiempo. El camino estaba bien acondicionado y limpio, por allí pasaban patrullas cada poco tiempo así que solo esperarian un ataque de los supervivientes skaven, si así fuera estaban mas que preparados pero por allí no parecia nada amenazador que se atreviera ha hacer cara a un grupo como aquel.

Llegaron a una pendiente, en ella escucharon un sonido extraño y todos se pararon a escuchar. Ikram señalo mas adelante como atravesando la roca -ahí delante esta el cruce que buscamos hemos llegado- dijo en un susurro con la mirada severa de algunos que intentaban al igual que el mismo, reconocer aquel sonido.

El ligero temblor me dejó extrañamente pensativo y aunque continué caminando en la formación siguiendo a los montaraces del guardián de la piedra como si nada hubiera pasado, en mi cabeza bullían diferentes diseños de ingenios de tamaño gigantesco que impulsados por motores de agua negra hubieran podido causar aquel pequeño terremoto.

Al llegar a una pendiente escuchamos un sonido extraño, intenté concentrarme en él y descubrir alguna cosa más pero no pude hacerlo.

Temblores, terremotos en el Undgrin Ankor después de habernos topado con unas marcas enormes de algún ingenio mecánico movido por aquel hediondo componente oscuro; no hacía falta ser ingeniero para saber que si la máquina no era de los nuestros tendríamos un serio problema si su destino era el nuestro. Fruncí el ceño y sopese el arma... (Espero que seas lo suficientemente dura como hendir a una creación de acero, pequeña, pensé intranquilo)

Pero mis pensamientos quedaron relegados a un segundo lugar cuando, al llegar al que nos indicaban era nuestro destino, empezamos a escuchar un sonido extraño difícil de identificar. Al parecer no éramos los primeros en llegar a la sala donde se encontraba la ancestral runa y eso me enervaba 

Miré a los miembros del grupo y, tras sopesar las opciones, me dirigí a los dos montaraces

Sois los que vais mas ligeros de equipo. Id a echar un vistazo e intentad que no os detecten, sea lo que sea que hay ahí delante. No entabléis combate. Regresad e informar de que nos aguarda en la sala -indiqué con tono marcial 

Dawis, formación de muro de escudos. Dorg, Bemlir y Girthal, a la tercera línea. Si algo sigue a los hermanos lo vamos a parar en seco aquí, sea lo que sea - ordené serio antes de bajarme la máscara del casco - Listos para el combate

Ulrik se movio inquieto, miro por delante de él como sopesando un pensamiento, cuando escucho la orden a los dos exploradores él añadio -Señor dejeme adelantarme con ellos- pero Kurdrim bramo una nueva orden formación y a la espera de lo que tendria que llegar.