Partida Rol por web

Kailawen, Enelya y Pip caminaron hasta el punto donde se hallaba la orden de arqueros. Allí fueron recibidos con sorpresa y alguna risilla por lo bajo cuando les dijeron que iban a luchar. Oyeron algunos comentarios del tipo:

-Mira! dos mujeres y un niño! Se han tenido que equivocar...
-Tendrían que quedarse en el pueblo con las demas mujeres y los niños, ¿¡Como van a luchar!?
-¡No puede ser! Estas gente extranjeras son muy raras...

Hasta que el capitan de la orden de arqueros, un tipo sensato, les mandó callar con una orden.

Cuando el jinete entró dando la voz de alarma se prepararon. Es la hora. dijo sombriamente el capitan. Recogieron sus arcos y varios carcajs por cada uno de ellos, les dieron doce para ellos tres y encabezaron la marcha seguidos de la infanteria. Todo se hacía en el más estricto orden militar. Caminaban en filas perfectas de varios grupos y guiados por un capitan de pelotón. Por supuesto, a ellos tres les tocó juntos. Paso a paso se fueron acercando al lugar de la batalla. Pronto les sobrepasaron los jinetes por ambos lados.

El mediano no hace caso a los comentarios de los rohirrim,demasiado arrogantes -piensa el Hobbit-espero que a la hora de la verdad séan guerreros tan valerosos y efectivos como de ellos se dice..

Mas les valdría que se concentrarán mas en la batallas, espero que un niño y dos mujeres no tengan que pasar a través de vuestros cuerpos ensartados por feclas y espadas dunledinas-dice pip con voz seca y profunda-presten atención y no se distraigan señores, toda preparaciom será poca...

Dándo la espalda a los hombres que farfullaban esos comentarios el mediano sigue guardando la formación en la manera de lo posible ya que el paso de la formación es muy rápido para sus cortas piernas...

Caminando entra las Kailawen y Enelya Pip se gira hacia ellas y les dice;

Mucha suerte amigas mias, pase lo que pase siempre será un honor haberlas conocido.

-Lo mismo digo señor Pip, pero confiemos en que el destino nos permita salir victoriosos de este lance.- dijo Kailawen mirando alrededor, al resto de las tropas que habían dudado de su capacidad.

-Suerte!.-

No presto atención a comentarios tan irrelevantes de aquellos hombres, si estoy donde estoy en lothlorien es por algo.

Ando al lado del grupo y digo en tono bastante serio pero apenas para que ellos me puedan oir. Lo mejor es no separarnos, estos rohirrim, los nubla su arrogancia y para demostrar su superioridad haran lo imposible, entre esas cosas la excasa cantidad de carcaj que nos dieron.
Por cierto, no se despidan, ya que esto no será el final si estamos juntos, prometamonos algo, pase lo que pase, si vemos que alguno de nosotros corre el riego de morir, nos retiraremos, nos adentraremos en las gruesas filas del ejercito de rohan mientras nos reponemos. Aparte de eso lucharemos con honor y demostraremos a este ejercito nuestro valor; además si ellos fracasan al capturar a Beleflaca y se nos da la oportunidad a nosotros, la tomaremos pero con mucha precaución.
Honor, Justicia y paz en la tierra media, será el lema que tendremos en está batalla. Los miro con una sonrisa en la cara y mientras vamos al lugar de la batalla yo preparo todo lo necesario para no verme sorprendida o "atrazada" en batalla.

Caminaron sin pausa hasta llegar al sitio donde el día anterior les habían apresado. Según les explicaron, el plan consistía en hacer creer a los dunlendinos que todo lo que les mostraban de frente era todo el ejercito que había. Ya que ellos verían infanteria, caballeria y arqueros. La infanteria y los arqueros tenía que retener a los dunlendinos en una ladera, y cuando hicieran sonar un cuerno a modo de señal, el resto de la caballeria aparecería por los flancos para atacar por sorpresa.

El encargado de llevar el cuerno era un joven tembloroso que caminaba al lado de Pip y que no sabía como organizarse para llevar el carcaj, el arco y el cuerno.

Tranquilo pequeño-dice PIp al jovenzuelo en un tono suave y tranquilizador-aquí estamos todos para cuidar de tí , tienes un papel importante en esta historia, todo saldrá bien...por cierto mi nombre es Pippermin TUck pero puedes llamarme Piptendiendo la mano y con una sonrisa pretende tranquilizar al pequeño intentando ocultar que realmente está más nervioso que el pequeñuelo

Ando llevada por mis pensamientos pero "vuelvo" a tierra media al ver que el hobbit habla con un chico, oigo claramente la situación y me produce ternura como reacciona el hobbit para así calmar al chico.
Volteo a mirar al chico y veo al chico ¿Es tu primera batalla?
Tranquilo, no te separes del grupo...antes te pido, no te separes de nosotros, danos el honor de ayudarte en caso tal de que lo necesites...Eres el más importante de la misón y se que lo haras a perfección; sabes, me recuerdas cuando yo fuí por primera vez a batalla.
Me acerco al chico y lo ayudo a organizar el carcaj, el cuerno y demás elementos que lleve mientras caigo en cuenta digo un tanto apenada upps!, por cierto mi nombre es Enelya Tinuviel, por favor concedeme el honor de que me llames por mi nombre..., después de ayudarlo a organizar sus elementos continuo mi marcha al lado de pip.

El joven mira al hobbit con incredulidad.
Gr..gracias, me.. me llamo Etilien. dice estrechandole la mano tendida. Si, es mi primera ba..batalla señora Enelya, mu..muchas gracias. dijo haciendo lo que parecía una reberencia.

Levanto la cara del niño con una sonrisa en la cara y diciendole: solo llamame Enelya

Tras caminar un buen rato al fin vieron las tropas enemigas en la lejanía. Estaban acampadas en el Paso de Rohan justo tras haber cruzado el Isen, se apresuraban por recoger el campamento y comenzaban a formar. Al parecer algún explorador había dado la voz de alarma por la gran agitación que se veía. Así pues el enfrentamiento iba a ser cara a cara.

Las huestes de Belefleca formaron rápido y comenzaron a avanzar lentamente hacía ellos, que también se colocaron en las posiciones planeadas. Los arqueros esperando la distancia oportuna para atacar y la infanteria y los pocos caballeros que se quedaron en el grupo delante de estos esperando que los primeros terminaran.

Entre la algarabia de gente distinguieron a uno que les era familiar. Belefleca Dunlen se movía de un lado a otro y aunque no lo escuchaban parecía dar ordenes a diestro y siniestro.

El olor a batalla y un dolor de barriga creciente empezaba a surgir en todos los allí presentes. La tensión se mascaba en el ambiente.

Ya es la hora-piensa el pequeño hobbit, sin hacer un sólo comentario gira su cabeza hacia sus compañeros que también se encuentran preparados, ni una sóla palabra, casi conteniendo la respiración, se preocupa de que su ballesta está preparada y los pivotes de reserva se encuentran a mano mientras ocupan las posiciones adecuadas esperando a que la batalla de comienzonull

Alisto mi arco y saco una flecha pero no la apoyo sobre el arco, esperare hasta estar a una buena distancia para apoyarla y empezar a luchar Etilien, preparate, toma primero tu cuerno, cuando sea el momento no dudes en utilizarlo, luego dejalo caer al suelo y prepara tu arco con una flecha, mientras menos pierdas tiempo preparando tu arco estaras bien, por favor está a nuestro lado así nos podremos ayudar mutuamente.

Veo prepararse al ejercito de beleflaca y pienso: Celedhring, ya estás en las tierras imperecederas, por favor ruega a los valar nuestro bienestar y alumbranos con tu gracia para no sufrir daños en está batalla...
Miro al grupo y digo en tono muy frio mi buenos amigos, ya vi a beleflaca, el desgraciado está dando ordenes; debemos tener cuidado ya que su maldad no lo dejara caer tan facilmente... y mi mirada vuelve al frente, hacia beleflaca y sus ejercitos.

Cierto odio se apoderó por un instante de la pelirroja mujer al ver a Belefleca, sin duda responsable de todo aquello.

-La hora ha llegado compañeros.-

El ejercito de Belefleca comenzó a avanzar hacía ellos en cuanto se hubo organizado. Un capitán de los grupos de arqueros alzó su voz alto y claro.

Atención arqueros!! El hombre divisaba al ejercito esperando el mejor momento para disparar. Los arqueros alrededor de ellos comenzaron a coger flechas y a moverse con cierto nerviosismo. Todos cargaron sus respectivas flechas en el arco. Apuntaban al suelo esperando la señal, colocados en cuatro lineas de hombres preparados para disparar.

Apunten! ordenó la voz. Los dunlendinos se iban acercando corriendo, Belefleca habia mandado sus soldados a pie, ya que contaba con poca caballeria. Una gota de sudor frío y un escalofrío recorrieron sus espaldas. La cuerda del arco tensada se hacía dificil de aguantar, el pulso les temblaba esperando la orden final. Cuando el enemigo se hayaba a cien metros el capitán finalmente ordenó el ataque.

Flechas!! Y una timida primera flecha salió surcando el cielo con un claro sonido silbante y se clavó en el suelo a pocos centrimetros de un dunlendino que corría con la espada en alto.

Pip, trata de serenar sus nervios y a la voz del capitan apunta y dispara su ballesta a pesar de la distancia, tras el primer disparo rápidamente se dispone a cargar de nuevo y preprararse.