Partida Rol por web

La sombra del Norte

Capítulo 4: El Viejo Camino del Norte

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15/10/2017, 21:01
Eoden

-Yo estoy con Dimrod. -Dijo el impetuoso joven desenvainando la espada. -Hagamos una pira con los cadáveres de esas bestias.

Para Eoden aquella era una oportunidad de demostrar su valía una vez más, como ya lo hubiera hecho en el pasado, esperaba que en aquella ocasión lograra cautivar el corazón de Melyanna de una vez por todas si regresaba con un par de muescas de cadáveres de orco en su cinturón y unos cuantos prisioneros liberados. Así la dama dejaría de fijarse en Galastel y sus estúpidas historias, de quien Eoden ya sentía profundos celos. En aquellos momentos el Tahúr Púrpura descansaba sobre una de las carretas viendo todo aquello como un espectador, sin pretender mover un dedo para luchar.

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15/10/2017, 22:20
Aeth Umbradacil

- Conque SI se trataba de orcos - pensó el dorwinrim con una amarga satisfacción cuando el explorador de brazoafilado volvió con las malas nuevas. Para tratarse de unas criaturas tan mezquinas incluso entre ellas, se trataba de un grupo numeroso; probablemente a causa de la guerra, que facilitaba la proliferación de aquellos engendros.

La idea de largarse de allí antes de que los orcos se diesen cuenta de la presencia de la caravana le tentaba, pero las palabras de Dimrod hacían eco en su cabeza; tenía razón, en cualquier momento podían ser atacados por un grupo igual de numeroso y entonces necesitarían la ayuda de brazoafilado y sus guerreros.

- Si vamos a atacarles, espero que no estéis pensando en cargar de frente. - respondió en tono ácido mirando sin disimulo al enano Gramj, que parecía demasiado impaciente por iniciar la batalla. - Mientras aún no saben que estamos aquí, si preparamos una emboscada en el bosque y les atraemos con un jinete o un corredor rápido serían como cerdos en un matadero. Tendríamos toda la ventaja, incluso si sólo separamos parte de su grupo. - Por lo general Aeth no estaba tan dispuesto a combatir si su vida no estaba en peligro inmediato, pero con orcos de por medio se trataba de algo diferente. Como muchos otros había sufrido en el pasado el azote de aquellas criaturas, y si tenía la oportunidad deseaba que murieran tantas como fuera posible.

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16/10/2017, 08:17
Gramj Haïa

Estaba satisfecho que los demás entrasen en razón, pero no le gustaba la táctica del encapuchado.

- Están descansando, así que no les despertemos. Simplemente cambiemos su sueño reparador por uno itemporal y terno.

Estaban perdiendo el tiempo. - Sólo tenemos que tener el viento de frente, para que no nos olfateen esos perros. Lo demás es aporrear hasta que no queden ninguno.

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16/10/2017, 09:00
Thund

El enano negó con la cabeza tras impartirse las ordenes, pero una vez dadas no quedaba si no cumplirlas. Preparó todos sus aparejos y siguió al grupo con paso firme y seguro, pese a que pensaba que la estrategia no era la correcta, daría todo lo que tenia para que resultase en un triunfo.

-Lo único que hay que tener en cuenta es eliminar a los que estén de vigías, no debería ser difícil para alguno de los exploradores, no ven bien durante el día...
Después será únicamente cargar de manera ordenada sin dar tiempo a que se organicen.

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16/10/2017, 11:14
Aular Robleviejo

Aular había ido enfureciendo conforme avanzaba, el olor pestilente a orco fue inundando sus fosas nasales y su rictus normalmente bastante aséptico había ido cambiando. Sus ojos parecían inyectados en sangre, su frente fruncida y su piel se había enrojecido. Había dejado a un lado la lanza y había extraído su hacha y escudo. Había crujido sus nudillos y apenas pudo contenerse cuando se le ordenó detenerse, de hecho avanzó un par de metros hasta que comprobó que iba solo y a regañadientes retrocedió, mientras con la mano del escudo frotaba su collar murmurando en voz baja.

Las palabras del dúnadan no sirvieron más que para enervarlo más, no quería quedarse atrás y miró a Dimrod con gesto serio, pero se mantuvo a la espera del explorador. El mensaje transmitido por este terminó de alterar a Aular, pronto intervinieron sus compañeros. Cuando escuchó las palabras de Hunkel soltó un fuerte bufido, se giró al verse acercar a Thund y tras oírlo se frotó los ojos mientras exclamaba en su idioma natal – fyrir þúsund illa anda, por suerte el enano Gramj parecía en su sano juicio al igual que la elfa. Finalmente la opinión del pagador era también proclive a actuar sino Aular hubiera tenido que actuar en solitario. Aular siguió a sus palabras – ¡así es! debemos actuar, esos sucios seres hijos de cuatro mil rameras deben ser extinguidos, que su sangre tinte nuestras armas ¡vamos! – intervino Aular con cierto desasosiego, parecía más nervioso de lo que nunca lo habíais visto y deseoso de lanzarse a la carga.

Más las palabras del dorwinrim parecían tener algo de sabiduría, una emboscada era más segura de funcionar que un ataque directo. Las opiniones comenzaban a aparecer, Aular guardó silencio mientras nerviosamente daba vueltas en el sitio, movía los pies impaciente y miraba a Elacar esperando instrucciones.

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16/10/2017, 23:16
Hunkel Saeta de Hierro

Hunkel no estaba de acuerdo, y no porque no hubiese razón en ello esa no era su misión, -campamentos orcos habrá muchos de aquí en adelante, mas vale que nos dispersemos y los encontremos todos si no queremos dejar algún orco atrás mientras mas avanzamos- dijo con cierto sarcasmo, aunque ya preparando su ballesta y sus armas. Si había que combatir, el obedecería y daría todo su esfuerzo gustoso si se trataba de orcos, solo le gustaría saber por que estaban haciendo todo aquello, realmente ya empezaba a cansarse de ser el peón humano que no hace preguntas.

Pero de momento había un combate que librar y su ballesta estaba lista para prestar auxilio en cuando se necesitase. Llevaba su escudo y el martillo a la espalda a la par de saetas en suficiente cantidad, y abrochada a la cintura, llevaba su hacha, que sería el arma que emplearía en caso de que fuese necesario combatir cuerpo a cuerpo.

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18/10/2017, 00:11
Rossuon Pairaniar

Rossuon respiró hondo al ver que se acercaba un enfrentamiento inevitable. La decisión era obvia. Intentó asimilar la situación, pues era la primera vez que se dirigía a la batalla. Era consciente de que en aquel viaje había combatido en varias ocasiones y se había visto en peligro en todas ellas, pero no había tenido tiempo de reacción. Luchar o morir... Pensó por un instante que igual hubiese sido mejor que los orcos les hubieran sorprendido para evitar la incertidumbre que le carcomía. La desechó como la tontería que era. Debían aprovechar su ventaja, la sorpresa, y él debía superar su miedo. Y actuar con inteligencia. Aquel apunte quería grabarselo a fuego. 

Al escuchar las sugerencias de planes de combate se preguntó si podría ser útil de alguna forma. Quizás pudiera ayudar en la distracción. Aunque tenía sus dudas. Moverse en un grupo reducido con la posibilidad de ser capturados en desventaja numérica no le resultaba muy atractivo... y no era la única pega. 

El joven noble dio un par de pasos hacia Elacar para intentar escuchar las ordenes que transmitía a sus hombres. Como la escolta de Melyanna se iba a sumar al resto de soldados de la caravana, sería Brazoafilado quien decidiese la estrategia del ataque a los orcos. Y Rossuon estaba preocupado por el puesto que se le iba a asignar. 

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18/10/2017, 19:53
Elacar Brazoafilado

Elacar terminó de repartir órdenes entre sus hombres y éstos se fueron a ocupar sus posiciones manteniendo el sigilo que se había instaurado, casi a modo defensivo, entre todo el campamento. El dúnadan comenzó a dirigirse hacía el resto de hombres y les transmitió las indicaciones. Bordearían con el mayor de los silencios el bosque hasta situarse frente a la leve brisa que traía el fétido olor del campamento orco, de ese modo evitarían que aquellas criaturas de fino olfato les detectaran. Una vez allí, los arqueros terminarían con los vigías del campamento y después el resto cargaría contra el resto para tomarlos desprevenidos mientras el explorador que se había adelantado previamente liberaría a los prisioneros.

-Dimrod, tú y tus hombres avanzad en segunda fila. Recordad mantener el silencio en todo momento.

En total 13 hombres más el grupo que ellos formaban se sumó a aquella estratagema de emboscada. Una vez todos estuvieron listos, se acercaron con paso ligero y sigiloso hacía el linde del bosque de coníferas. Una vez entre los árboles, los arqueros comenzaron a cargar las flechas en sus arcos mientras el resto caminaba lentamente de árbol en árbol para mantener su cobertura. Allí, entre los árboles, el olor se volvía cada vez más intenso y desagradable. Era difícil imaginar a qué tipo de tareas se dedicaban aquellas pestilentes criaturas para provocar que hasta el aire de los bosques se viciara.

Notas de juego

Haced tiradas de acechar/esconderse, en sólo para el director.

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18/10/2017, 20:11
Yulma Tarmaelen

Yulma asintió y sostuvo su bastón con fuerza. Se había tomado muy en serio su papel como protectora de Melyanna y del resto de la compañía, pero también ansiaba algo de acción y estirar las piernas. No dejaría que aquellos monstruos siguiesen atormentando a gente inocente. 
​Una escaramuza silenciosa era sin duda la mejor forma de aproximarse, sobretodo a falta de un mayor control sobre el terreno y teniendo en cuenta la superioridad numérica.

Miró a Dimrod y luego echó la vista atrás hacia el carro donde esperaba la dama, junto al resto de la caravana. Esperaba que los hombres de Elacar hiciesen un buen trabajo protegiendo la comitiva.
 

- Tiradas (2)

Notas de juego

Imagino que querías decir en oculto, ¿no?

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18/10/2017, 20:22
Thund

 Thund dejó escapar un bufido ante la estratagema, más valia que la primera linea se deshiciera de los vigias rapido, los enanos envueltos en cota de malla no solian ser especialmente silenciosos, tampoco hubo tiempo de pararse a explicar las virtudes de la raza de Durin antes de dar por comenzada la emboscada.

 Sin mucha más opcion que obedecer, el enano caminó junto a sus compañeros, hacha y escudo en mano, su sangre comenzó a calentarse, era una sensación conocida, placentera en cierto modo, las criaturas que esperaban adelante contaban con el odio eterno de todos los hijos de Aulë, su hacha seria empuñada por generaciones de enanos que habian luchado y perecido bajo las cimitarras de los "Rakhâs*" suya seria la victoria final.

- Tiradas (1)

Notas de juego

* Orco en Khuzdul
 

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19/10/2017, 09:32
Gramj Haïa

Había organizado un dunadan, como líder militar, el asalto, y no le parecía mal, pero el ser sigilosos, sólo lo conseguiría con las voces, que en todo momento permaneció callado; pero sus botas, sus armaduras y sus armas ... habría que vigilarlas mucho más de cerca. De todas maneras se ató a la cintura las puntas de la capa, para que ni se enganchara, ni entorpeciera sus pasos, y con suerte, si su armadura hacía rudo, tal vez, el tejido lo amortiguara.

Además, había que ganar, por los rehenes que escoltaban.

- Tiradas (1)
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19/10/2017, 11:19
Aular Robleviejo

A Aular le gustaron las indicaciones que dio Brazoafilado, los orcos eran unos seres apestosos pero tenían unos sentidos muy despiertos, el viento podría traicionarlos así que asintió satisfecho. Ansiaba que llegara el momento de cargar contra esos monstruos, deseaba ampliar su collar con más falanges.

Aular comenzó a avanzar intentando no hacer ruido, más estaba algo nervioso y la sangre fluía caliente por su cuerpo, el ansía le podía. En su favor jugaba que no vestía los pesados ropajes que sí lo hacían algunos de sus compañeros, más si uno hacía ruido es como si todos lo hubieran hecho. Echó un vistazo a los bosques, este tipo de árbol que tiene las ramas muy bajas permite algo de cobertura, eso jugaba en nuestro favor. El hedor ya era insoportable, una mezcla de muerte, suciedad y podredumbre, le traían recuerdos de hace tiempo, de antes de irse, de destrucción y fuego, el corazón latía con tanta fuerza que notaba la presión en las sienes y ralentizó el paso algo como si sintiera que sus palpitaciones pudieran escucharse fuera de su cuerpo.

- Tiradas (1)
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19/10/2017, 13:25
Rossuon Pairaniar

Rossuon se alivió un poco al enterarse de que avanzarían en segunda fila. Y su idea desapareció en el olvido antes de ser pronunciada. Ni siquiera había estado convencido de llevarla a cabo ni del provecho que podría suponer. Aunque sí de sus riesgos para su persona. Le pareció más conveniente resguardar la vanguardia y avanzó tras el pequeño contingente.

Al penetrar en el bosque el pulso del noble se aceleró. El enfrentamiento era cada vez más próximo y no dejaba de imaginar el aspecto que tendrían los orcos basándose en las cruentas historias que había escuchado sobre ellos. Apretó su agarre sobre espada y escudo en busca de confianza y se concentró en que sus pasos fueran lo más silenciosos posible. No quería estropear la emboscada. Tampoco quería caer en la batalla y rezó para sus adentros. No podía pensar en otra cosa. Estaba aterrado. 

- Tiradas (1)
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20/10/2017, 00:36
Aeth Umbradacil
Sólo para el director
- Tiradas (1)

Notas de juego

Se me ha pasado hacer la tirada oculta. La dejo aquí tal cual y así tu decides si la borras y la repito.

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20/10/2017, 00:46
Aeth Umbradacil

A Aeth no le sentó bien sentirse ignorado. Soltó un par de improperios mientras ataba su montura a los carros antes de avanzar con el resto de los combatientes, porque no podía estar seguro de que el caballo permaneciera en silencio al notar la cercanía de los orcos.

No le inspiraba mucha confianza el iniciar un ataque frontal. Al menos brazoafilado había demostrado algo de sensatez al pretender eliminar a los vigías antes de atacar, pero su instinto le decía que no pillarían a los orcos tan desprevenidos como pretendían. Por suerte en aquella ocasión estaba más preparado para combatir. Además de su fiel maza, en el último pueblo había comprado un viejo escudo a los soldados, que debían de tener más armamento que hombres; sobre todo después del incidente con los desertores. De ese modo, al menos sentía que tendría más probabilidades de sobrevivir al combate y no acabar mutilado, como el propio Elacar.

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20/10/2017, 19:52
Hunkel Saeta de Hierro

Con la ballesta cargada y un segundo virote en su boca, el enano Hunkel avanzaba lentamente en la segunda línea, listo para entrar en combate, un combate que aun le parecía un error, pero que si había que llevarlo a cabo, lo haría con gusto; pues un enano no podría jactarse de haber tenido un buen día si en ese día no mataba a un orco.

- Tiradas (1)
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22/10/2017, 23:13
Director

No fueron los enanos quienes peor se movieron entre los troncos de los árboles, de hecho supieron moverse con sigilo a pesar de que su naturaleza les alejaba de los bosques y los mantenía en cuevas oscuras y profundas y en cavernas donde sabían desenvolverse mejor que muchas de las criaturas que las moraban. Rossuon era quien más dificultades tenía para moverse entre las ramas caídas de los pinos, las piñas que poblaban el suelo y su propia armadura que le hacía sonar como un cacharrero. Yulma en cambio se movía con la gracilidad de los de su pueblo, acostumbrados muchos de ellos a morar los árboles de los bosques más frondosos de la Tierra Media. Sus pies estaban más que acostumbrados al suelo de aquellos terrenos. Aeth también supo acechar con notoria prudencia la zona, pues sus movimientos eran silenciosos y ágiles como los de un gato. Eoden y Dimrod también se deslizaron entre las ramas con el silencio que requería la situación.

Al llegar al claro interior del pequeño bosque el olor se hizo cada vez más intenso hasta que pudieron ver a los orcos. Eran casi una veintena, grotescas criaturas de costumbres siniestras. Habían talado árboles indiscriminadamente para alimentar el fuego o para verlos caer por pura diversión, llenaban el suelo de sus desechos y ennegrecían hasta el verde de la hierba. La mayoría de ellos se encontraban descansando con cuatro de ellos montando guardia y caminando por los alrededores. Uno de ellos, el más cercano, anadeaba encorvado por el linde del bosque con una lanza en las manos. Tenía la piel ceniza, los ojos amarillentos y las orejas puntiagudas, largos colmillos asomaban de su feroz rostro y una deforme joroba asomaba en su espalda. No parecía haberse enterado de la presencia del grupo en los alrededores.

Los arqueros de Elacar ya estaban tensando sus cuerdas y apuntando a los cuatro infelices que montaban guardia, tan sólo esperaban la orden de Brazoafilado que comenzó a alzar su brazo mutilado para dar la señal. Cuando lo bajara, las flechas saldrían disparadas y ellos entrarían en el claro a la carrera para ensartar a aquellas bestias y liberar a los prisioneros que se encontraban en un estado deplorable al otro lado del claro, en jaulas fabricadas de ramas de los árboles talados y cuerdas negras anudadas.

Pero entonces Rossuon, quien caminaba con movimientos pocos coordinados, pisó una rama que crujió sonoramente en la quietud de la mañana. El orco alzó la vista hacía el lugar, reconoció entre las sombras del bosque las figuras de los hombres y alertó al resto con gritos.

-¡Skai-hai! - Escupió con desprecio antes de que una flecha le atravesara la garganta.

- Tiradas (11)

Notas de juego

Yulma, Aeth y Hunkel consiguen una maniobra de dificultad media.

Siguiente asalto es turno de combate, lanzad MM para iniciativa, ataque y posible crítico.

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23/10/2017, 19:31
Gramj Haïa

Esperaba que las flechas hicieran su trabajo, así que se centró en alguno que estaba tumbadito, descansando. - Ahora si vas a descansar "PPPIIIIII". Sus dientes mantenían la tensión y cuando se escuchó el primer sonido estruendoso salió a la carga. Era el mejor momento. No podrían esquivar así como así. Sus armas aún no estaban empuñadas y la somnolencia les acompañaba. Incluso la luz podría molestarles. No podían fallar. No había mejor momento.

Objetivo seleccionado se empeñó con su mejor habilidad en destruir a ese infame ser.

- Tiradas (3)

Notas de juego

Me he autocensurado, pero poner las palabrotas que os plazcan.

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23/10/2017, 22:06
Thund

Concentrado como estaba en caminar sin producir demasiados ruidos, ya que caminar como los condenados orejas puntiagudas, sin apoyar los pies si quiera en el suelo, malas artes propias de su raza sin duda, cuando la rama crujió a su lado bajo los pies del joven noble, el enano se dió cuenta de que no habría marcha atrás.
El enano empuñó con fuerza sus armas y cargando a plena velocidad contra el engendro más cercano hizo acopio de fuerzas y descargó su hacha contra él.

Habría gritado a pleno pulmón un grito de guerra enano, pero no quería dar ventaja alguna a los orcos.

- Tiradas (4)
Cargando editor
24/10/2017, 22:10
Rossuon Pairaniar

Una mueca de espanto apareció en el rostro de Rossuon al escuchar el crujido bajo su pie. No había forma de camuflarlo. Y antes de que se diera cuenta un guardia orco alzó la voz, dando la alarma tras verlos. El joven noble dudó un instante mientras miraba a su alrededor. Fue la carga del resto y la flecha certera lo que consiguió que reaccionara para lanzarse al ataque. 

En su avance procuró mantenerse en segunda fila. Nunca había estado en un combate tan multitudinario y pensó que lo mejor sería rodearse de aliados para no ser flanqueado. Alzó el escudo, intentó olvidar el nauseabundo olor que impregnaba el claro y corrió hacia el enfrentamiento más cercano para ayudar a cualquier compañero. 

- Tiradas (4)

Notas de juego

Estas tiradas no hacia falta que fueran ocultas no?