Partida Rol por web

Philox dejó a sus esbirros vigilando a los esclavos para que no dieran ningun problema. Por suerte el olfato de los humanos no estaba tan desarrollado como el suyo propio, pero esos esclavos estaban soltando unos olores bastante intensos aunque no los culpaba por ello. Philox por su cuenta se puso un disfraz de viajero. Se encorvó mas todavia sobre un bastón de madera mientras se cubria perfectamente con una capa de viaje algo gastada y roida. En el interior de sus ropajes iban sus armas y decidió jugarsela al todo por el todo, se fue en busca del camino para llegar hasta el castillo y comenzó a caminar

Despues de unos minutos los esbirros se colocan en posiciones ventajosas a los lados del camino, algunos esclavos no sabe muy bien que hacer y simplemente se dejan guiar por los amos, asi pasa un rato en los que te vas moviendo por el camino en silencio.

Philox puso la oreja en el suelo y espero a percibir el ruido del camino, pero no el que hacian los torpes esclavos, si no algo más adelantado de sus tropas, esperando oir algo.

Tú superior visión en la oscuridad y tus finos sentidos te dan datos sobre el bosque, a unos kilometros hueles leña quemada, que se extiende lentamente por todo el bosque, tú apenas has percibido una brizna de este humo que camina entre los arboles, pero calculas hasta el tamaño del fuego(algo grande 30cm de radio). Entre los arboles te parece escuchar a un caballo galopar, los cascos pegan duramente contra el suelo, aun queda unos minutos hasta que lleguen a tú altura, pero llegara muy rapido, y pasara de largo a menos que hagas nada. Poco mas de información puedes arrancarle al bosque, ahora solo quedan tus ordenes.

Philox comienza a dar ordenes a todos sus hombres para que comiencen a enramarse a los arboles y los esclavos a formar con las armas en posicion.

Junto con uno de sus muchachos, a varios metros por delante de los esclavos tienden una cuerda lo suficientemente resistente como para darle algun problema a un caballo o dos, y deja al mas fuerte de sus hombres para cuando vengan los jinetes darles la sorpresa.

Philox ya tenia todo organizado. Los 6 esclavos estaban puestos en formacion de 3 y 3 con las armas preparadas para atacar en cuanto llegasen los jinetes.

Uno de sus hombres de confianza se encargó de lo de la cuerda para hacer tropezar a los caballos y que cayesen al pie de los esclavos. Confiaba plenamente en ese skaven, sabia que se comportaria como la rata cornuda manda, ocultandose en la maleza y tensando la cuerda en el momento justo. De todos modos, los jinetes no centrarian su atencion en la cuerda, sino en los 6 esclavos que iban a morir. Los otros 3 soldados y el propio Philox se subieron a los arboles y se quedaron en las ramas de los arboles que daban justo encima del camino, bien ocultos entre las hojas dispuestos a saltar sobre el enemigo cuando llegase el momento. Si el plan funcionaba segun lo previsto ya tenian el trabajo echo. En caso contrario era tonteria bajar de las ramas, dejaria que matasen a los esclavos y seguirian su camino mientras ellos huian a traves de las ramas.

El soldado de la cuerda estaba bien dotado para poder trepar el arbol rapidamente y unirse con sus camaradas para huir de vuelta a las alcantarillas.

Con tú excepcional vista, ves la silueta que se acerca de un hombre montado a caballo, el ligero eco de los cascos parece que se acercan varios, pero tú solo ves a uno, que ademas tiene mucha prisa, no ves que tenga ningun arma a la vista, pero con las prisas que lleva seguro que no podra esgrimirlas con soltura. Llegara a la altura del grupo y de la trampa preparada, en menos de 15 segundos.

Philox hablo en su lengua a los suyos

- Preparaos, aqui vienen.

Su superior intelecto skaven le habia ayudado a crear tan magnifica emboscada. Nada podia fallar.

Cuando el caballo y el caballero tocado por un sombrero, una capa y un pañuelo que le cubre la cara, llegan ha tú altura, tus esbirros tensan la cuerda rapidamente aprobechandose de dos arboles paralelos al camino, esto convierte el camino en una trampa mortal dado que los humanos no ven apenas en la oscuridad de la noche, cuando derrepente...

El jinete hace una cabriola digna del mejor especialista de circo y en el ultimo momento esquiva la cuerda haciendo saltar limpiamente al caballo, quizas tus esbirros hayan calculado mal la altura, o haya tenido un inmenso golpe de suerte, lo que esta claro es que ves como desenfunda un arma de fuego y apenas sin girarse apunta a unos de tus lacallos, que como poco merecen la muerte, dolorosa y larga despues de este estrepitoso fracaso.

Philox lanzo un proyectil, esperando que sus esbirros hicieran lo mismo que él, pero el jinete corria demasiado, paso como si el padre nurgle le estuviera persiguiendo y el proyectil salio disparado hacia donde 3 minutos antes estaba situado el jinete. La estrella se quedó clavada en el suelo a varios metros del jinete. El asesino masculló una maldicion en su lengua y se preparó para saltar con sus cuchillos sobre el jinete, no obstante espero una centesima de segundo para ver que hacian los esclavos.

El jinete se ve envuelto rapidamente por varios esclavos que salen desde el camino, por la velocidad que lleva 2 de ellos salen despedidos y cae a pocos metros de los demas, el jinete vuelve el arma y dispara casi a bocajarro sobre uno de los esclavos, pero parece que el disparo ha herrado, los esclavos quedan desconcertados y no parecen mas que dudar sobre si atacar o no al jinete apenas dificultandole el paso, este diestro parece sortearlos rapidamente y si siguen las cosas asi, escapara tan rapido como ha aparecido.

Algunos esbirros disparan, pero no parecen acertarle perdiendo cuchillos y estrellas puntiagudas como clavos.

Philox observa con pesar como se desarrollan las circunstancias, pero esto no quedara asi. Salta desde su privilegiada posicion directo hacia el jinete con las espadas en las manos y la boca abierta para clavarle sus colmillos.