Partida Rol por web

Todavía muy perdido por todo lo sucedido y que está sucediendo, atino a mirar por la ventana, dado que si está escapando la deberíamos poder ver. Ya me imagino la muy perra escapando en una moto y dejándonos tirados a nuestra suerte aquí.

Littlefield se agarró a uno de los paneles destrozados, sacó la cabeza al viento aullante y miró abajo. La oscura y curva estructura desaparecía debajo de él a la luz mortecina del crepúsculo. Pequeñas luces emanaban de las ventanas del Centro de Mando y de las señales anticolisión que parpadeaban con aire lúgubre en las diferentes estructuras que sobresalían de la sección principal. Un poco más allá de la curva exterior, una alargada y brillante franja de luz amarilla se extendía desde las puertas principales al Centro de Mando y sobre la vereda de tierra compactada que discurría por la oscura madeja de la base. Allí.

Una sombra alargada estaba saliendo. La proyectaba una única figura femenina que ponía todo su empeño en arrastrar una pesada caja. Era Melanie, no cabía duda. Y corría en dirección oeste, hacia la fábrica.

- ¿Desaparecido? ¿Dónde está esa zorra engreida? - comentó enojada Breanne. Pero lo único que importaba era otra cosa. - He perdido a más de la mitad de mis hombres por conseguir esa caja. No voy a dejar que nadie se la lleve. Y mucho menos una terrorista.

Hizo una pausa.

- Pero no la maten. La necesitamos viva.

Vuelvo mi mirada hacia M´Butu y le indico con un cabeceo. - Si la quieres alcanzar, será hora de que te apures, porque si llega a la fábrica y encuentra algo que ande no la verás otra vez. - Mientras comienzo a acercar mis pesados pasos hacia la Teniente y viendo ahora si una renovada actitud en ella de mando, esperando ver si estaba de acuerdo o no con las palabras del murciélago.

- M´Butu, Ardo, Littlefield. Vayan tras ella. Pero vayan rápido - miró el ascensor - Esto es demasiado lento. - miró la ventana y la señaló con el dedo. - ¿Cómo andan sus indicadores de potencia de las armaduras? ¿Aún conservan la reserva?

Me acerrco al Ascensor e intento abrir la Puerta con las manos desnudas.

- ¿Los cables del ascensor? - Le pregunto a M´Butu viendo que se pone a trabajar con la puerta del ascensor que ya esta abajo y no veo otra forma de bajar simple.

- Es lo más rápido y seguro.

Agarro un cable del ascensor con la mano izquierda.

- Nos vemos abajo. - digo deslizándome por él mientras enrosco las piernas alrededor del mismo y mantengo el Lanzallamas en la mano derecha por si fuera necesario.

Dejo que M´Butu guíe el camino cuesta abajo, aferrándome con ambas manos y esperando no necesitar mi arma apensa baje. Mi condición no es la mejor para estar haciendo tantas cosas a la vez. El cable no me lastima por los guantes, pero el esfuerzo no me sienta bien. Demonios, necesitaré un buen descanso después de todo esto.

Ardo no iba a dejar que fueran solos, se tenía asegurar de que sus fritos cerebros de marines no acabaran con Melanie.

Aún quedaban cosas por resolver.

Saltó por los cables y se preparó para correr.

Tras lanzar una mirada a los indicadores de potencia que tenían justo debajo del borde del casco y comprobar que aún no habían gastado la reserva del mismo, supusieron que tendrían más que de sobra para alcanzarla. Con un solo movimiento salieron a través del hueco, encabezados por M´Butu y empezaron a descender resbalando por el cable de metal. El sonido resonaba contra la cobertura del hueco mientras bajaban a grandísima velocidad. Semejante acción hubiera sido imposible sin la armadura, pero a pesar de los zumbidos de queja que emitían los servosistemas, bajaban rápidamente y eso era lo más importante.

M´Butu llegó abajo sobre el ascensor y con un puñetazo de su armadura consiguó doblar lo suficiente la puerta para que hubiera una rendija. Abrió la puerta con ayuda de la servoarmadura y salió al exterior. Ardo y Littlefield le seguían de cerca. Al estar en el primer piso no estaban a más de siete metros del suelo. Melanie corría en dirección oeste, hacia la fábrica, pudieron verificar su posición. Saltaron a través de la cristalera del primer piso,  tras agarrarse a una antena sobresaliente para facilitar el acceso al exterior.

Cayeron sobre el suelo con fuerza y rodaron por él, tal como les habían enseñado a hacer. La armadura absorbió la mayor parte del impacto y los servos zumbaron mientras volvían a ponerse en pie y salian detrás de la chica a gran velocidad.

Tras doblar la esquina se econtraron con una fila de vehículos. Los habían aparcado delante de la misma fábrica que los había producido obedientemente para ver como eran abandonados a continuación. El viento del atardecer levantaba una nube cegadora de polvo entre los VCE, los camiones de apoyo y las motos Buitre.

Se detuvieron. Melanie estaba allí, en alguna parte. Lo único que tenían que hacer era encontrarla. El viento aullaba alrededor de sus cabezas dejandoles oir francamente mal.

- Maldita sea. - pienso al llegar y ver todos esos vehículos y marcas en el suelo. Así no podremos rastrearla aquí dentro.

- Separaos. - digo.

- Jon, Ardo. Registrad cada vehículo. No os dejeis ninguno sin mirar. Vehículo comprobado vehículo cerrado, ¿entendido? - añado. Manteneos en contacto permanente por el comunicador.

- Teniente, aquí abajo hay vehículos que podemos usar cuando tengamos que movernos. - digo por el comunicador.

Tras estas palabras empiezo a caminar en línea recta mientras miro por debajo de los vehículos por si viera las piernas de la muchacha.

- Maldita sea. Cuando la agarre voy a enseñarla a hacerme correr. - pienso.

Ardo empezó a buscar por toda la zona y echó una mirada a M´Butu.

Sabía que cuando empezase su plan, los dos murciélagos de fuego serían un problema...

Pero lo primero era lo primero, encontrar a Melanie y hacerla entender.

M´Butu, Jon y Ardo, empezaron a avanzar con cautela entre las máquinas. Alguno se preguntaba como era posible que una máquina tan complicada como una armadura de combate era capaz de moverse con semejante sigilo cuando era necesario. Otro sólo pensaba en encontrar a Melanie, darle un tiro en la cabeza si era necesario... y también si NO fuera necesario.

En medio de la arena que casi los ocultaba, los VCE se erguían como centinelas silenciosos. Los metálicos titanes superaban los tres metros de altura. Caminando entre ellos con sigilo, los soldados se dispersaron.

M´Butu avanzó en una dirección. Hubo un crujido en el viento, a su derecha. Giró sobre sus talones y apuntó con el lanzallamas en aquella dirección. Los sistemas de aumento de su armadura encontraron al culpable al instante: La escotilla de un VCE se movía de un lado a otro, sacudida por el viento. Le dio la espalda y continuó avanzando con una trayectoria zigzagueante.

Jon avanzó rodeando los camiones de transportes, eran casi tan grandes como un VCE. El chasis se apoyaba en seis gigantescas ruedas, tres por cada lado. La cabina de mandos sobresalía de la parte delantera. Subió a uno de los camiones, lo cual no resultaba nada sencillo. Uno tenía que trepar por una escalerilla vertical para llegar a una de las puertas laterales.  Podían hacerlo normalmente con la armadura puesta, pero sabía que la Teniente quería a Melanie con vida y un asalto directo no era la mejor manera de conseguir ese objetivo. Abrió una de las puertas y miró en el interior. Nada. Hizo lo propio con otros tres, nada.

Ardo avanzaba bordeando una última zona, más nororiental. Entonces escuchó, en algún lugar delante de él, un motor que se encendía con agónica lentitud. Tras esbozar una sonrisa, rodeó con sigilo un VCE que le tapaba la linea de visión. La luz de la cabina estaba encendida, aunque casi no se distinguía por culpa de la arena. Se acercó al vehículo por la parte trasera, con cuidado de no colocarse en el campo de visión de los espejos retrovisores que había a ambos lados de la cabina. Volvió a escuchar el ruido del motor, que balbució un par de veces y volvió a calarse.

Avanzo furtivamente entre los vehículos mientras permanezco atento a todo lo que me rodea.

De repente algo llama mi atención. Un extraño sonido. Cuando lo localizo me percato de que se trata de la Escotilla de un VCE.

- Eso es misión de Jon y Ardo. - pienso mientras me aproximo hacia el VCE cuando paso a su lado echo un rápido vistazo en su interior para a continuación seguir haciendo mi reconocimiento de la zona.