Partida Rol por web

Ardo disparaba sin parar, el sonido de las balas al caer parecía en sus oídos más fuerte que la propia percusión del arma. El arma, cuyo gatillo no se soltaba ni por un instante, escupía una ráfaga eterna de balas que sólo acabaría cuando la munición del cargador se hubiera agotado.

Mientras, Jon y M´Butu, disparaban mientras corrían alejándose de Jans. Los Zerg se abalanzaban sobre ellos, disminuyendo el espacio progresivamente a pesar de la cantidad de cuerpos mutilados y restos que caían alrededor de los marines. Los hidraliscos cubrían prácticamente todo el suelo y se precipitaban contra el búnker, paralelos a los dos marines que corrían en dirección a una puerta que Ardo tenía entreabierta para dejarles pasar. Los caparazones de los hidraliscos se distendieron y sus púas perforantes se prepararon para atacar.

M´Butu cruzó la escotilla mientras su fuego abrasaba a uno de los asquerosos alienígenas. Mientras, Jon no tenía la misma suerte. Las púas de un nuevo ataque volaron hacia él y atravesaron las primeras capas de su armadura como si fuera de algodón. Un dolor desgarrador estalló en su pierna, lo cual le hizo trastabillar y caer al suelo. Una espina le había atravesado la rodilla por completo y se había clavado en una de las vigas de neoacero. La armadura se activó, tan solo para permitirle rodar por el mismo antes de que un mensaje teñido en rojo cruzara la pantalla de su visor. ¡Mal funcionamiento! ¡Peligro! El peso de la armadura se hizo mucho mayor, una vez que los sistemas de empuje y ayuda no funcionaron.

Levantando el arma, Jon acabó con otros dos de los hidraliscos. Ardo continuó con su ráfaga de disparos para ayudar a Jans, mientras que M´Butu se recuperaba de la carrera una vez cruzada la puerta del búnker; ambos ajenos a lo que sufría su compañero.

En ese momento, un hidralisco apareció por otra de las hendiduras de la chapa de un edificio cercano, por detrás de Jon. Y mientras éste acababa con más hidraliscos, ya no de los que se cernían sobre él, sino ayudando a liberar y a darle tiempo a Jans, se colocó detrás del marine. Todo fue muy rápido. Un movimiento de sus guadañas y la cabeza de Jon rodó por el suelo. Era una misión suicida, él lo sabía cuando se ofreció a ayudar a Jans. Y M´butu se había salvado por muy poco. Pero quizás la acción de ambos y la ayuda de Ardo, serían cruciales para que el ingeniero llevara a cabo su plan. 

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Mientras, el casco del bunker se estremecía una vez más con el tañido de un millar de proyectiles perforantes. Era una lluvia letal que descargaba rapidamente sobre el metal del exterior. Con cada impacto, las púas empapadas en ácido arrancaban trozos de la estructura.

- ¡Matadlos! ¡Matadlos a todos antes de que nos alcancen! - gritó Breanne. Por encima de sus cabezas, la estructura empezaba a abombarse hacia adentro mientras unas grandes abolladuras empezaban a estrechar el espacio.

Ardo vio desde su posición que el VCE se ponía en funcionamiento. El movimiento apenas atrajo la atención de los Zerg que lo rodeaban. Las criaturas parecían tan interesadas en alcanzar el búnker que apenas se fijaron en el pequeño vehículo.

- ¡¡Littlefiled!! - grito justo antes de que el Hidralisco le cortase la cabeza.

Rápidamente y sin pensar abro fuego contra el responsable de la muerte de mi camarada.

- ¡¡¡¡¡MUERRE!!!!! - rujo mientras las llamaradas envuelven por completo al Hidralisco.

- Jans, es tu turno muchacho. - le digo al ingeniero. Haz que la muerte de John tenga sentido.

Ardo dejó entrar a M´Butu y finalmente observó como Jans alcanzaba el VCE.

Para cuando se dio cuenta del estado de Littlefield, ya era tarde.

Había intentado ayudarle a él también, pero había sido en vano, se había quedado en el camino.

Sin embargo, poco les faltaba a los demás si no hacían algo pronto, así que prácticamente no pestañeó.

No había tiempo para las lamentaciones.

Los hidraliscos y los zerlings se acercaban a toda velocidad, y todo lo que podían hacer ahora era defender al ingeniero.

Su arma continuó disparando contra los bichos que se acercaban.

El VCE trepó al techo del compleo de búnkeres. Marcus había dejado una pila de planchas junto al búnker y los marines se preguntaron si no habría planeado todo desde un principio. Recogió las planchas con los colosales brazos del VCE, echó un vistazo rápido al búnker, encontró su punto más débil y lo cubrió con la plancha. Mientras lo sostenía allí con uno de los brazos metálicos, activó el soldador de plasma del otro y empezó a reforzar la estructura.

Los Zerg debieron de comprender lo  que estaba haciendo Varios Hidraliscos se volvieron hacia él de inmediato. El fuego de Cutter, Ardo y M´Butu se dirigió rápidamente hacia allí cuando lo vieron.

- ¡Que se los quitemos de encima, dice! - Cutter esbozó una sonrisa. Estaba sudando copiosamente. - ¿Y cómo se supone que vamos a hacerlo?

Jans seguía trabajando frenéticamente alrededor del búnker, soldando, reforzando, reemplazando las planchas lo más deprisa que podía. Los Marines continuaban con su chorro de muerte contra los invasores, derribando una fila tras otra de Hidraliscos mientras éstos seguían avanzando y disparando.

La batalla se convirtió en un agónico empate. Las armas empezaban a estar muy calientes. De alguna manera, Jans conseguía reparar los daños a la misma velocidad que se producían.

- ¡Eh! ¡Creo que está funcionando! - rió Bernelli - Creo que...

Los Hidraliscos se lanzaron a la carga. Jans no los vió acercarse. Varios Hidraliscos habian disparado al vehículo, que estaba gravemente dañado, aunque seguía operativo. De repente, la demoniaca oleada cayó sobre él. Le rodearon, Jans trató de sacudirselos de encima. En cuestion de segundos, sin embargo, se lo habían llevado a rastras más allá del campo de tiro de los ocupantes del búnker.

- ¡Tienen a Jans! - gritó Cutter.

- ¡Si lo perdemos, estamos acabados! - replicó Breanne con otro grito.

- ¡Mierda, tenemos que aguantar un poco más!

El soldado seguía disparando, y sin embargo, se preparó para salir corriendo hacia el VCE si era necesario.

- ¡¡¡Mierda!!! - gruño.

- ¡¡¡Jans!!! - grito avanzando hacia él mientra hago fritura de Hidraliscos a mi paso.

Con un terrible alarido, Cutter abrió la escotilla y salió al exterior. M´Butu corrió tras él.

Grandes chorros de plasma estallaron en el exterior de las portillas. Ardo apenas podía ver lo que estaba ocurriendo. Entones entrevió a los murciélagos, sus enormes formas erguidas al otro lado de la puerta, provocando una matanza con su fuego. El arma de Ardo* enmudeció de pronto. Sacó el cargador al instante, y alargó la mano hacia el siguiente.

No había ningúno.

- ¡Mierda! ¡Cargadores! ¡Cargadores!

Ardo pedía munición como un loco mientras trataba de encontrarla en todas direcciones.

- ¡¡Cutter!! Trae a Jans de vuelta. - digo por el comunicador. Yo te cubro las espaldas y mantengo despejada la zona.

- Ardo, supongo que a Littlefield no le servirán sus cargadores. - le comento mientras abro fuego contra más bichos.

Breanne le arrojó a Ardo otro cargador.

- Haz que cada bala cuente, chico. Todos andamos un poco cortos de munición

Ardo alcanzaba a ver a M´Butu ligeramente, Cutter había desaparecido de su vista. Aunque para lo que tenía que ver...

Cutter disparaba en dirección a Jans. Conseguía quitarle algunos monstruos de encima, y mientras m´Butu disparaba hacia el lado este, a una enorme oleada que caia sobre ellos... Cutter fue arrastrado, por otro grupos de hidraliscos. Para cuando su compañero murciélago de fuego acabó la frase "...despejada la zona"... Cutter ya no se encontraba allí.

- Oh, ¡Joder! - gritó Breanne por el comunicador - ¿Dónde coño está Cutter?

- Están... no lo... ¡Están sobre mí! No podré resistir...

En ese mismo instante, Breanne salió despedida hacia atrás. Una de las púas disparadas por los Hidraliscos había penetrado por la ranura de la portilla y había atravesado el visor de su casco. De una manera horripilante, le perforó la cabeza y la parte trasera del casco y la clavo a un soporte de neoacero. La Teniente L.Z. Breanne se quedó allí colgada. Aún de pie.

Ardo miró a Fu, Melanie y a Bernelli, los únicos que quedaban aparte de él y M´Butu, el cual estaba comenzando a estar completamente rodeado por Zerglings y al cual Ardo ya no era capaz de ver. Una masa enorme de zerglings e hidraliscos ocupaba ahora el lugar donde había estado el murciélago. Sin embargo, no iban acabar tan fácilmente con él. Una nueva llamarada y los pedazos carbonizados cayeron entre su localización y el bunker. La figura seguía allí. Aunque más y más Zergs continuaban saliendo y rodeándole.

Melanie disparó a través de la escotilla y se volvió hacia el marine.

- Ardo...  - asintió antes de colocar un nuevo cargador - Gracias soldadito.

Con M´Butu completamente rodeado, y Cutter desaparecido, Jans seguia desprotegido. Se acercaba hacia el bunker con más planchas. Pero seguia habiendo Zergs por todas partes. Si quería ayudarle tendría que salir también.

- Ardo, ayuda a Jans. - digo por el Comunicador cuando lo veo trabajar nuevamente. No sé donde está Cutter pero sin su ayuda Jans no estaría haciendo su trabajo. ¡¡¡Cúbrele!!!

Los Zerg me rodean en masa pero no pienso rendirme así que vuelvo a disparar el Lanzallamas mientras que con la mano libre agarro el cuello de uno de ellos y lo parto apretando hasta la extenuación. Luego simplemente lo lanzo al suelo preparado para seguir matando Zerg aunque fuera con las "manos desnudas".

- ¡¡¡Malditos Bichos!!! - rujo. ¿Quereis más? ¡¡¡Venid a por mi!!! ¡¡¡Tengo para todos vosotros!!!