Bauberg abre su habitación intrigado. Lleva puesta una camisa sin corbata y los tirantes colgando a ambos lados de la cintura. En el cuarto tras de si todo es desorden, periódicos, notas manuscritas y ropa sucia junto con una toalla.
Sobre el aparador de aspecto moderno y funcional frente a la cama, descansa una pequeña piestola compacta, guardada en una funda de cuero oscura.
El anticuario sonrie al ver a Linsey, probablemente inconsciente de su deplorable aspecto y pregunta.
¿En qué te puedo ayudar Lindsey?
Tenemos que hablar, pero esperemos que salga Vinacci, si es que está en su habitación
Vinnacci sale al rato, vestido con un batín negro que deja ver los pantalones del pijama azul oscuro. Unas zapatillas negras imitación de cuero enfundan sus pies.
En sus manos humea un cigarrillo que parece recién encendido.
- Que ocurre, Lindsey?
Qué no se me olvide: tras pasar todo el día visitando la Gran Manzana, volvíais al hotel de vez en cuando a ver si Elías os había dejado algún mensaje (no fue así)
A las 17:30 mas o menos, cuando regresásteis al hotel y os estábais preparando y vistiendoos para la cena, es cuando Ms. Marrow acude a buscaros.
Lindsey se encamina a su habitación y les invita a pasar, aún con el aspecto de ambos.
La habitación de Lindsey no está mucho más ordenada de lo que debiera. Aunque es una mujer presumida y coqueta, también es todo un desastre. Es lo que tiene ser una mujer independiente en un mundo en el que la mujer se casa y cuida de los hijos.
Pasad, pasad. He recibido una llamada de Elías, y he quedado con él. Pero estaba muy raro... no sé, no me gustaría ir sola - les comenta haciendo un poco de hueco en la cama llena de ropa - Aunque tampoco creo que sea bueno aparecer los tres. Podríais merodear y aparecer más tarde, o no sé
Vinnacci parece hacer caso omiso de las palabras de la mujer y de cuando en cuando sonrie al ver alguna de las pertenencias más íntimas de la mujer.
Cuando termina de hablar la mira y pregunta
- Cuando has quedado con él?
Pues... - Lindsey mira su desgastado reloj de cuerda - Dentro de dos horas y media. A las 8 en el hotel Chelsea
¡Mirando las prendas íntimas! : O ¡Depravado! xD
Bauberg se encoge de hombros y se pasa la mano regordeta por el cabello ralo y despeinado ahora. Mira hacia el suelo algo incómodo en la habitación de Lindsey.
Bueno el sólo te conoce a ti, Vinacci y yo podríamos estar en la cafetería del hotel tomando algo mientras le saludas. Aunque al final parezca una encerrona cuando nos llames, por lo menos estarás segura.
Un corto viaje en el tren sin llegar a salir de Manhattan y os encuentrais en otra zona plagada de rascacielos y un característico ambiente de la noche neoyorquina, plagado de carteles que anuncian musicales y obras de teatro. Hay mucho ambiente en las calles y se escucha música procedente de numerosos locales.
En uno de los edificios de ladrillo podeis apreciar perfectamente un cartel que indica que finalmente has llegado a tu destino. HOTEL CHELSEA, situado en West 23, muy cerca de Chelsea Park.
Un edificio de 12 plantas, que ya cuenta con casi medio siglo de vida, pues fue construido en 1883, fue hasta 1899 el mas alto de la ciudad (superado, entre otros por el Roosevelt)
Situado en una bulliciosa calle plagada de teatros, cines y salas que ofrecen conciertos, su tamaño sigue siendo acongojante y su aspecto exterior muy hermoso y acogedor.
En la recia puerta de madera oscura se encuentra un hombre uniformado que os abre la puerta invitándoos a pasar hacia el lujoso interior mientras te desea buenas noches.
El interior del hotel, decorado con madera oscura y bien lustrada, es a su vez de gran belleza. El vestíbulo de recepción posee una bella alfombra roja, y el recepcionista y los botones están impecablemente vestidos. En el techo una lámpara de araña ilumina adecuadamente la zona.
Llegáis puntuales, imagino.
Hay quien no me ha comunicado todavía el equipo que lleva hasta NY. Me interesa bastante saberlo, por favor el/la aludid@, súbase a la hoja de equipo del personaje. Graciah iah Shubb Niggurath.
Bien, creo que debo de adelantarme yo - les dice a sus compañeros con una tenue voz.
Sin tregua alguna, se encamina con pasos firmes a la recepción del Hall, esperando ver a Elías de un momento a otro.
El anticuario asiente a Lindsey, sin decirle nada más, como temeroso de que la comunicación oral pudiera delatarles. Luego mira Vinacci y ladea la cabeza indicándole que deberían separarse de su compañera.
Paul parece un chiquillo jugando a los espías, tan empeñado en pasar desapercibido que sus movimientos y gestos carecen de naturalidad. Para la ocasión se ha puesto uno de sus mejores trajes, de color oscuro pero de corte impecable aunque algo pasado de moda. El pelo lacio peinado con raya estrictamente recta y la cadena de un reloj asomando desde un botón al bolsillo del chaleco.
En un susurro le dice al fotógrafo.
Pasemos al bar y hagamos como que tomamos algo mientras se reune con el escritor.
Ya me puse equipo, perdón por no haberlo puesto antes, pero realmente llevo poca cosa para esta entrevista. No logro justificar para que me hará falta una cuerda y una lámpara de carburo en una reunión con un escritor...
Vinnacci, tras despedirse y tranquilizar a Lindsey, acompaña a Bauberg a la barra del hotel brindándole una conversación ligera, para tratar de atenuar su nerviosismo.
Le lleva hasta un lugar en la barra desde donde pueda ver claramente a Lindsey sentada, se coloca un cenicero cerca y pide al camarero una taza de té y un zumo de naranja con un chorrito de ese licor ruso que consiguió probar una vez en Arkham. En algun lugar tienen que hacer la vista gorda a esta absurda ley.
Pues cómo te iba diciendo Paul - continúa el fotógrafo tras pedir las bebidas - Creo que debería hacerme con un arma como la tuya. ¿Debe dar seguridad llevarla pegada a la axila no? No se, tenía la certeza de que esto no iba a ser nada más que una entrevista con un amigo de la psicóloga, pero al ver la cara de Lindsey, creo que algo puede sorprendernos. No es por ponerte más nervioso amigo...¿Pero y si está al tanto de nuestra relación con el difunto profesor?
Mientras Vinacci y Bauberg se dirijen hacia la cafetería, Marrow se aproxima hacia el mostrador de recepción, donde hay un hombre de mediana edad, con poco ( y mal peinado ) pelo y poblada barba algo nervioso y bastante sofocado, que en ese momento está diciendo algo entre jadeos, al conserje.
Fhssss, rápido tenemos que abrir la habitación del Sr. Elias, creo que le pasa algo. Tendran una llave maestra,¿no?.
(Bauberg tiene buen oido y el conserje está lo suficientemente cerca como para que el avezado anticuario se entere, pero Vinacci va a lo suyo y con ganas de tomarse un Vodka fresquito y no parece haberse percatado.)
¿Eehh? pues, si señor... tenemos otra llave, ¿qué ocurre? ¿debo llamar a un médico? es la respuesta del conserje
Tirada oculta
Tirada: 2d100
Motivo: Vinacci26, Bauberg50
Resultados: 29, 11
Bauberg tiene la mirada fija en el conserje, aunque la desvía par observar la reacción de Lindsey, pues claramente no quiere levantar aun la liebre. La voz de Vinacci resuena monótona y desconcertante en su charla trivial. El orondo anticuario coloca una mano abierta con la palma vuelta hacia el fotógrafo en señal de stop.
Shhsss!! ¿calla un poco quieres?. Parece que al tal Elías le ha sucedido algo en su habitación y no me dejas escuchar.
La voz prudente del anticuario se vuelve imperativa con el fotógrafo, una cosa es hacer que uno está distraído y otra distraerse a la primera posibilidad de probar una copa...
Lindsey no puede evitar girarse hacia el tipo - Sí, ¿qué le ocurre al señor Elías?
Vinnacci deja de hablar de repente; mira a su amiga, para despues volver a mirar a Bauberg
- Que diablos ocurre Paul?
Pequeña clarificación de la situación para Dani, pues es un poco confuso lo que ha pasado:
Vinacci iba concentrado hacia la cafetería junto a Bauberg mientras Marrow iba hacia el mostrador de recepción. Las palabras de la joven una vez llega allí y la petición de silencio del perspicaz anticuario hacen que el parisino guarde silencio yt se concentre en la conversación que allí tiene lugar:
Señor barbudo -¿Conoce a Jackson? Bueno, no hay tiempo que perder. Cuando he subido a su habitación, he oido unos ruidos extraños, pero he llamado y el Sr Elías no me ha contestado. Creo que está en peligro.
Lindsey Marrow - ¿Ruidos? Le acompaño caballero, si no le importa
El conserje busca una llave debajo del mostrador y llama a otro empleado que se encontraba en la oficina situada detrás del mostrador.
Súpleme en la recepción durante unos instantes, Craig, por favor. dice mientras sale del mismo y se dirige hacia los ascensores echando una mirada hacia atrás para comprobar que la parapsicóloga y el barbudo le siguen. Escasos segundos mas tarde otro hombre se arregla la corbata para atender al público desde el mostrador de recepción cubriendo el puesto del primero.
Parece que Lindsey va a subir a la habitación del escritor acompañada por el conserje y ese hombre raro de ahí.
Susurra el anticuario con la mirada fija en la situación que se desarrolla en el vestíbulo del hotel.
Termínate tu zumo, en cuanto suban les seguimos. No se en que planta es, así que habrá que esperar a que suban y el ascensor se detenga para seguirles nosotros a la misma planta.
Lo que te decia Paul - dice Vinnacci tras apurar el zumo de naranja e incorporarse - No me huele nada bien esto
Me parece correcto tu plan
Y la flechita que indica el piso donde se encuentra el ascensor, situada sobre las puertas de éste, se detiene en el cuarto piso unos pocos segundos mas tarde.