Partida Rol por web

Las palabras de Halona evocan una Yukinaku más tranquila. Sin duda, el uso de palabras tan cálidas y maternales han hecho recordar buenos momentos para la joven Shugenja, que esboza una gran sonrisa. Asiente finalmente tras escuchar a Halona bastante satisfecha por todo lo que le ha comentado y respondido. 

-Sus palabras son muy amables, Halona-dono. Gracias, lo cierto es que estos días han sido duros, no solo por la batalla contra el Jigoku, sino la información, todo el cambio de un mundo en tan solo unos días. Dice abriéndose un poco más, siempre con un tono de total respeto por la figura maternal. Tras lo comentado, hace una pequeña pausa recordando las anteriores palabras de la Gaijin. 

-¿Ha dicho que lleva muchos años estudiando los Kamis? Se queda pensativa cuando finalmente mira a Halona más seriamente. - Onegai shimasu, seguramente usted sepa mucho más que yo sobre el uso de las plegarias a los honorables Kamis... Acójame como su alumna durante estos días, Onegai shimasu. Repite la Shugenja realizando Dogeza con total gesto serio. Sabe que para luchar contra lo que se avecina, debe volverse más fuerte y no solo controlar la mancha, sino el Wild Kami y las propias técnicas del clan Isawa. 

Halona vuelve a sonreir una vez más. Se rellena la taza de café, sirviendo primero a Yukinaku si quisiese más, que quizás ha pasado totalmente de la bebida. Luego vuelve a negar una vez más un poco con la cabeza.- No tienes que pedírlo Yukinaku, ya sois todos mis alumnos, y concretamente tú lo eres para varias cosas. En el adiestramiento de shugenjas no puedo ayudarte todo lo que me gustaría, pues yo no lo practico. Y aunque sepa acerca de los Kamis, desconozco sobre los rezos concretos que puedan enseñarles.- Pausa un momento, tosiendo levemente.

-No obstante, seré franca. No soy rokuganesa, y para estudiar a los kamis si que he tenido que estudiar algunos rezos de cada tipo. Dispongo de pergaminos "sustraidos" y "copiados" de cierta época dónde no era tan correcta. Mis primeros años en el país, vaya. Si quieres puedo hacerte alguna copia, pero debes saber que es conocimiento quizás prohibido y robado.- Hace la advertencia al menos.

Parpadea un poco la joven Fénix escuchando las palabras mayores de Halona. -¿Conocimiento prohibido? Abre los ojos mucho muy sorprendida por lo recién comentado. -¿Podría echarles un vistazo para saber a qué se refiere concretamente? Comenta tras la pausa, esperando tapar las dudas y la curiosidad que esas palabras han creado en Yuki. -Por otra parte, no se hasta que punto es deshonorable utilizar esos pergaminos sabiendo que debemos abandonar el camino del Bushido para enfrentar al propio Jigoku. Hasta tal magnitud que debemos usar su propio poder en su contra, o al menos, Morgan-dono nos ha dado esa posibilidad. Menciona con bastante recelo, de alguna forma están abandonando toda su cultura por un bien mayor, aun así, no es fácil. -Y si nos van a ayudar para salvar Rokugan, estoy más que dispuesta a aceptar su amable oferta. 

- De nuevo, le agradezco su ayuda y sus amables palabras. Vuelve a hacer una notoria reverencia. Sin duda, la Gaijin está apoyando y ayudando al grupo a enfrentar la situación, una situación que es cuanto menos peliaguda y Yuki lo sabe. 

-Por otra parte, si por casualidad nos encontramos a la Oráculo del Fuego, ¿quiere usted que le transmita algunas palabras o carta de su parte? Sería un honor encabezar esa misión. Finaliza esperando escuchar de nuevo las sabias palabras de la maternal Gaijin. Acerca la taza aceptando el café que le ha ofrecido, supongo que se irá acostumbrando al amargo sabor de la cafeína y de alguna forma la está activando. 

Halona se coloca bien el gorro mientras escucha lo que le dice Yukinaku, negando levemente con la cabeza.- El honor es algo muy personal como para tomárselo a la ligera. Está claro que no está bien que un samurái que se rige por el código del Bushido acepte o tenga información que sabe que es robada, lo cual es ser cómplice de un delito.- Aclara mientras se termina su café, dejando la taza al lado de la "tetera".- Te lo daré siempre que quieras, simplemente es por ti, para que conozcas lo que son y de dónde vienen, y lo que conlleva aceptarlos. Cada cual que haga con su honor lo que desee.- Encoge un poco los hombros.

-Sobre Isawa-San, da igual. Si no hemos mantenido contacto será por que no hay nada que contar. No obstante, si por algún casual la encontrases y dijese que sí ha intentado mantener el contacto, agradecería que le dijeses que no me ha llegado nada. En cualquier otro caso, no.- Y sonríe.

Asiente agradecida escuchando la preocupación que muestra Halona por la joven. -Entiendo muy bien lo que dice, Halona-dono. Pero dada la circunstancia, lo que quería decir es que para combatir el Jigoku y la propia Mancha o Caos... Debemos abandonar el camino del propio Bushido que nos han enseñado y transmitido desde que nacimos. Hace una pequeña pausa pensativa, lo que acaba de decir es tan surreal que aun duda de ello. Pero la única verdad es que Rokugan está en peligro y ya sea de las manos del Jigoku o de cualquier criatura más oscura, ellos son de los pocos que lo saben y deben actuar en consecuencia. Finalmente prosigue tragando con recelo algo de saliva. -Aceptaré las consecuencias de usar ese conocimiento prohibido cuando sea necesario... Pero antes de tomarlo, me gustaría saber ¿qué tan peligroso es lo que esconden los pergaminos? Es decir, si sabe qué plegaria o a qué Kami elemental están afiliados. 

Es una decisión dura, pero dada la impotencia de su propia fuerza en la última batalla... Las consecuencias que tuvo, perdiendo ella una pierna y a un ser querido... Cualquier ayuda es poca, y la Gaijin está abriendo la posibilidad de adquirir un poder mayor, con las consecuencias que conlleven. La Shugenja debe asegurarse que el sacrificio merece la pena.

-Por otra parte, estaré encantada de transmitir sus palabras a Isawa Nako-dono, si por algún casual, nuestros caminos se unen. Vuelve a esbozar una medio-sonrisa y hacer una reverencia. Finalmente, da un sorbo a su taza de café y escucha atentamente. 

-¿Peligro?- Halona parpadea y luego se ríe un poco al escuchar la declaración de la Fénix Isawa.- Peligro ninguno. Son pergaminos normales de plegarias de Kamis que podrías encontrar en cualquier tipo de escuela. El problema es el origen del conocimiento. Tengo entendido que vuestros maestros no se suelen llevar bien con que os enseñen cosas de fuera sin permiso o de origen desconocido.- Vuelve a pausarse. Y es cierto, aunque las plegarias sean comunes entre las escuelas de shugenjas siguen siendo un conocimiento valorado. Enterarse que alguien bajo de tu escuela ha tenido acceso a pergaminos que no le corresponden podrían plantear preguntas.

-Sea como sea, podemos olvidarnos de momento el tema de la Oráculo de Fuego. No obstante, antes de que hagas nada de sacrificar tu honor y todo eso por Rokugán... deberías hablarlo con el resto. Quizás no apoyan esa decisión de ser un mártir que no va a ser reconocido sino por su deshonor.- Se levanta para tomar otro libro y ponerlo en la mesa. Es probablemente su siguiente lectura.

Asiente aceptando el consejo de la sabia Gaijin. -Entiendo, ahora empiezo a comprender a qué se refiere realmente. Se rasca un poco la nuca y mira de nuevo seria a Halona. -Está bien, hace poco nos ha citado Utaku-san en el Hall, lo expondré ahí y veré que piensan los otros honorables samurais que me acompañan. Sí están todos de acuerdo, y si usted no está en contra, vendré a por sus sabias palabras de nuevo. 

Hace una gran referencia, terminando el café de un último sorbo. -Agradezco sus consejos y preocupaciones, Halona-dono. Me han ayudado mucho y han guiado iluminado un poco más mi camino. Hace una reverencia de 45º grados y se despide pues de la Gaijin. 

Yuki vuelve a repetir el proceso anteriormente realizado. Da un par de toques tímidos en la puerta de la habitación en la que hace pocos días estaba la Gaijin. Esta vez no va sola, sino que su Honorable compañero Shugenja está a su lado. Habían quedado poco después de la conversación en el Hall con todos y ya venía con la decisión tomada. -Halona-dono, ¿tiene tiempo...? Supongo que ya sabe a qué hemos venido después de lo mencionado en el Hall, no hace mucho. Acompañando sus palabras realiza una reverencia notable y se aventura a entrar en la habitación, esperando que la anfitriona les ofreciera asiento y café.

Parece que esto último, es especialmente importante. De reojo, mira a Niou, sabe que lo que van a hacer está relativamente mal, pero el como se dijo, Deber y Honor son extremos muy frágiles y en este caso, parece que la joven ha decidido optar por aumentar su arsenal de hechizos y plegarias por un bien mayor.

Simplemente espera las atenciones de la Gaijin. - Es un Honor de nuevo, estar conversando con usted. Dice finalmente, lo cierto es que Halona provoca un gran respeto en la Fénix, ¿Será por los conocimientos que reúne o por otras causas?.

- Kehehe, ¿te has fijado que raras son las puertas gaijin, Isawa-san? - le comenta Niou por lo bajini a su compañera shugenja cuando llama a la misma, divertido. No ha parado de maravillarse de la cantidad de cosas distintas que tienen en el mundo de Arcadia y Halona, y las hace notar siempre que tiene la oportunidad. Los espejos en concreto son lo que más le divierte.

Recuperando un poco la compostura cuando entran a la sala, el Cagrejo inclina la cabeza en respetuoso saludo a la par que mira alrededor, estudiando la curiosa sala. Cuanto conocimiento acumulado... en eso se ve que los gaijin son como ellos, como cualquier cultura con dos dedos de frente realmente: hay que atesorar y cultivar el conocimiento, pues es la base que sirve para eregir una civilización cada vez más grande y gloriosa.

- Un honor sin duda - concuerda Niou. Al fin y al cabo, por lo que han oído, ella es una poderosa hechicera en su mundo. Niou tiene muchísimas preguntas que hacerle a este respecto, pero se las guarda de momento, ya que han venido con otro objetivo. Más directo y tosco qu su compañera Fénix, Niou comenta directamente: - Imagino que supondrá por qué acudimos. Yo particularmente tengo amplia curiosidad por ver cuanto de nuestra magia ha encontrado y estudiado, Halona-dono, kehehehe... Y lo cierto es que quería también preguntarle: ¿puede usted ejercer nuestra magia? Sería de lo más fascinante verlo en persona...

La propuesta del Cangrejo es a la vez una especie de reto para satisfacer su curiosidad, algo como "Vamos, ¿no dices que eres muy buena? ¡Quiero verlo, haz el hechizo más espectacular que puedas!"

Hola invita a ambos con la mano a entrar. Estaba leyendo un libro con unas gafas puestas. Seguramente la vejez de alguna forma le cansa la vista o algo. Seguro. Escucha las peticiones de ambos asintiendo con la cabeza, pues ella sabía precisamente como ha comentado Yukinaku que vendrían a pedirle información.- Buenos días a ambos. Tomad asiento.- Dice en primer lugar, tan relajada y sosegada como suele ser.

-Tengo bastantes pergaminos en mi posesión. Pero como le dije a Yukinaku... Son sustraídos de una época cuando no contaba con tanto apoyo. Esto es, sí, son robados. Pocas escuelas de shugenjas darán pergaminos y secretos de su escuela a una gaijin que quiere estudiar magia de otro mundo. Lo comento pues debéis saberlo si de verdad queréis tomarlos. Seríais en parte cómplices del robo, cosa que puede hacer que os miren mal y afecte un poco vuestro honor interno y todo eso a lo que tanta importancia le dáis los samuráis.- Dice cerrando el libro y asintiendo por última vez a Niou.

-Sí, podría. Pero no tengo interés en hacerlo, también le dije a Yukinaku que no me siento cómoda ni particularmente interesada en la invocación de Kamis. En la magia de vuestro mundo al menos.- Sentencia.

La joven Shugenja miró de reojo al Cangrejo expectante también de su provocación, pero al escuchar las ya conocidas palabras de la Gaijin, sus ánimos también se derritieron. Es entonces cuando pasó a tomar la palabra de nuevo. -Entiendo, Halona-dono. Tomó pues asiento y comenzó a tomar su extraño líquido conocido como café de nuevo. La antigua sensación provocada por la cafeína filtró de nuevo en la Fénix. 

- Sobre los pergaminos... Ya escuchastes al resto de compañeros. El Honor y el Deber... Dos grandes partes del Bushido, que en este caso, se enfrentan. En mi caso, aceptaré lo mismo, y quisiera recibir los pergaminos que ha recopilado durante su tiempo. Creo que mi Honorable compañero también está de acuerdo al respecto y aunque disminuya nuestro propio honor interno, el Deber así lo exige. Hace una pequeña pausa pensativa sobre sus palabras.

 - Es necesario para combatir el Jigoku y aquella oscuridad que se avecina. Sentencia finalmente con esas palabras dejando paso al Cangrejo para continuar. 

- Entiendo. Perdonad mi osadía, Halona-dono, la curiosidad me carcomía, kehe... - se disculpa el muchacho tras aceptar la negativa de Halona. Lo importante es saber que puede hacerlo, por lo cual se ve que su magia no está limitada a gente de este mundo. Los kamis pueden ser llamados por cualquiera. Esta revelación es a la vez esperanzadora y desalentadora. Desalentadora porque significa que las gentes del Rokugán no son "especiales", al menos no de cara a los sagrados espíritus que pueblan su mundo. Pero también esperanzadora porque significa que la gente, venga de donde venga, sea del mundo que sea, tenga las costumbres, la piel, o el aspecto que tenga, comparte cualidades comunes de cara a los dioses. Esto aporta cierta sensación de unidad y hermandad a Niou, que no deja pasar la oportunidad de ir anotando estos pensamientos.

Cuando retoma el hilo de la conversación asiente a Yukinaku:

- Kehe, no cumplir con el Deber por conservar el honor no es si no una pérdida del mismo - asiente Niou conforme con las palabras de la Fénix. - Siento curiosidad, ¿podríamos ver qué pergaminos tiene en su poder exactamente, Halona-dono? Así podríamos decidir cuales tomamos para apoyar mejor a nuestro grupo. No he podido evitar fijarme que tienes cierta tendencia a la magia de Agua, Isawa-san, especialmente en sus formas curativas. Eso está bien, pues dichas artes me son ajenas, y la magia de Aire se me escapa siempre de las manos. La Tierra y el Fuego, por otro lado, escuchan mejor mis plegarias y de ellas se hacer arma y sentencia para mis enemigos, kehehe... 

Halona asiente firme ante la decisión final de ambos Shugenjas.- Bien, entiendo todo lo que decís ambos, pero era preciso que lo supiérais pues es una advertencia que debía dar y algo con lo que tendréis que vivir de ahora en adelante. No era mi intención haceros cómplices de un crimen sin que lo supiérais.- Finaliza sus frases con un gesto de su mano, restándole realmente un poco de importancia, aunque realmente la tenga... para ella es al fin y al cabo un mero trámite.

-Tengo bastantes, preferiría que me dijérais los que queréis o conocéis que puedan resultaros útiles por que hayáis escuchado de sus efectos durante vuestro adiestramiento. Es más rápido eso que enseñaros todos los que dispongo, pedid y os digo si los poseo o no.- Se coloca cruzada de brazos y piernas en su silla, esperando la respuesta de ambos una vez más.

Tras las palabras de la Gaijin, la Fénix asiente lentamente pensativa y dubitativa, esto es debido a que pertenece a los majestuosos Isawa, y por ello la cantidad de hechizos que nombraron durante su adiestramiento fue notoria. Lo cierto es que necesitaba pensar bien que hechizos le llamó más la atención.

Pasó unos instantes en silencio meditabunda sobre el tema en cuestión... Ni siquiera sabía si Halona tendría las plegarias que recordó en el momento y que tienen un gran valor para sus futuras batallas. No fue fácil para nada y la elección es ardua y difícil. Se acomoda un poco en el asiento y le da un sorbo de café, un café que despeja sus dudas finalmente y con decisión va a escupir los nombres de los pergaminos que creía correcto.

- Los pergaminos que recogen las siguientes plegarias han venido a mi cabeza para apoyarnos en las siguientes batallas. Le digo los nombres con su permiso y espero que estén en su poder. Hace una leve reverencia y comienza a hablar. 

- El primero, se conoce como Vapores Rejuvenecedores, un pergamino que incluye una plegaria a los Honorables Kamis que fluyen en los seres vivos, el Agua. Hace una pequeña pausa para ponerse más cómoda. 

-El segundo pergamino, está forjado en la dureza de la Tierra. El nombre de esta plegaria podrá salvar la vida de mis compañeros en una situación de total riesgo contra el Mal que nos acecha. Su nombre es Fuerza de Voluntad. Vuelve a hacer una pausa esperando ver la reacción de la Gaijin y finalmente prosigue comentando el nombre de la última plegaria. 

- Y esta última plegaria, tiene como motivo recordarnos que en todo momento, debemos combatir y cumplir esta misión unidos. El nombre de esta plegaria se conoce como Nunca estás Sólo. El fuego del Honor nos acompañará allá donde nos vayamos, y empuñará el mismo filo que emplearemos para derrotar el Mal. Los ojos le brillan y parece muy motivada. Ahora solo espera a escuchar lo que la Gaijin pueda ofrecer de lo sugerido. 

Niou coloca los dedos de las manos tocándose en las puntas, pero manteniendo las palmas separadas.*

- Excelente, excelente... Kehehe... - dice con satisfacción mientras repasa mentalmente los muchos años de enseñanzas en Hechicería con su maestro en la Muralla.

Tras tamborilear un poco con los dedos concluye:

- A mi me gustaría adquirir... "La Tierra se vuelve Cielo", "El Abrazo de la Tierra" y... kehe... - su ceño se frunce ligeramente y se frota el cuello recordando cierta batalla - "La Cola del Dragón de Fuego". Hay un malnacido al que le debo dos o tres palabritas de ese conjuro... 

La explicación queda en el aire, pero Niou recuerda perfectamente la cara del maldito shugenja Chuuda que les atacó en Akodo Shiro, y el daño tremendo que le hizo con ese mismo hechizo. Si el karma es justo, con la misma moneda iré a pagarte si nos volvemos a cruzar, sabandija... kehehe... Los dedos del Cangrejo tamborilean con anticipación mientras imagina ese momento.

Por descontado, la solicitud de Niou es mucho más simple y menos adornada que la de Yukinaku. Nunca ha sido propenso a florituras a menos que sean para burlarse de alguien.

Halona vuelve a asentir ante las peticiones de los hechizos de los shugenjas. No obstante, parece llamar su atención cuando han terminado de hablar.- Vale, dispongo de algunos de los que habéis pedido. Pero no conozco nada acerca de los llamados "Nunca estás solo" ni de "El abrazo de la Tierra".- Hace una pausa, esperando la reacción de ambos.

-Si pudiera ser, decidme algunos otros que tengáis pensados de forma rápida. Los que me habéis pedido puedo daroslos luego, cuando haya hecho una copia de cada uno.- Sentencia mirando a ambos. Darles esos pergaminos sellarán su relación de complicidad.

Asiente a la Gaijin algo decepcionada pero sin gesticular nada en concreto. -Entiendo, por otra parte, recuerdo una plegaria muy poderosa que puede ayudarnos a protegernos de las criaturas del Jigoku llegado el caso. Al menos, a proteger una zona. Su nombre es "Custodia de Pureza". Es una plegaria hacia los Kamis ardientes. Comenta la Shugenja Fénix algo pensativa. 

-Por otra parte, añadir y agradecer que nos esté ayudando, Halona-dono. Sin duda, estas plegarias que nos puede ofrecer ayudarán a que cumplamos con el Deber que tenemos que cumplir para/con Rokugan. Dice haciendo una reverencia con mucha educación.

 - También si se me permite mencionar, tanto yo como mi compañero Kuni, seguramente estemos intrigados por ver que tipo de plegarias o "magia" utiliza usted y en su mundo. ¿Es posible ver alguna demostración para saber a qué nos podríamos atener si se diera el caso de encontrarnos con más personas de su mundo? Esto último lo añade seriamente y mirando de reojo a su compañero. Lo cierto es que es una petición razonable y lo llevaba pensando hace tiempo. - Si no es mucha molestia iluminar nuestro conocimiento un poco más. Sentencia para finalizar.

- ¿Keeeeh? - suspira Niou decepcionado por que no tenga entre sus pergaminos el de El Abrazo de la Tierra. Era un conjuro que le apetecía mucho probar y del que su maestro le había hablado bastante bien. Encogiéndose de hombros y aceptando el cruel destino, Niou piensa que otros hechizos le pueden ser de utilidad, y finalmente anuncia: - En tal caso... creo que me podrían valer tanto "Fuegos Internos" como "Conviértete en la Montaña" o incluso... "El Coraje de los Siete Truenos".

Este último conjuro, menos orientado a la batalla, puede salvar vidas del mismo modo que una armadura, pues para enfrentarse al enemigo no es solo la carne la que debe ser fuerte, si no también el espíritu. Los shugenjas del clan Cangrejo conocían este hechizo usualmente para hacer frente a los horrores de las Tierras Sombrías, pero Niou no había llegado nunca a hacerse con él por decantarse por otras opciones más agresivas o directas. Vistos los sucesos hasta el momento probablemente un hechizo de esta índole podría venir bien... es cuestión de ver de cuales dispone Halona.