Partida Rol por web

Cuando la tía Piper destapó la noticia Penny se quedó bloqueada, sin ni siquiera saber cómo sentirse. Lo primero que le vino a la cabeza fue su cruda realidad: la premonición había sido cierta; pensamiento que generó un escalofrío tan fuerte que le fue imposible disimularlo. Su gran miedo se había hecho realidad: tenía poderes e iba a tener que utilizarlos para salvar el mundo. - Salvar el mundo...- pensó con sarcarsmo. - En mi familia, sinónimo de dejarte el culo y desperdiciar tu vida para ayudar a una panda de desagradecidos.

Y por fin pensó en Wyatt y se preguntó cómo debía sentirse. Solo tenía que levantar la vista para captar el dolor y la desesperación de su familia. ¿Por qué ella no se sentía así? Se sentía mal por la muerte de su primo, pero no podía echar de menos o estar triste por la muerte de alguien que prácticamente no había conocido Quizá fuese eso... que el resto contaban con una serie de recuerdos y vivencias que ella no había podido acumular.

Sea como fuese, había algo más importante en lo que pararse a pensar. Wyatt muerto y la casa Halliwell y el libro de las sombras destruido. ¿Qué se suponía que iban a hacer ahora? - Parece que nadie se da cuenta de las verdaderas consecuencias de todo esto... Las palabras de su madre son las que más le molestaron. ¿Que ellas estuviesen retiradas y no pudiesen hacer el trabajo era igual que el pedir a una panda de novatos sin experiencia (en su mayoría) encabezar la defensa contra los demonios.

Estaba a punto de hablar, de gritarle a su madre que qué narices quería que hiciesen ellos, cuando las palabras de Chris le sacaron de sus pensamientos y se dio cuenta de lo egoísta que había sido. Se trataba de Wyatt, el hermano de Chris. Una de las personas que su primo más quería. Entonces, decidió apoyarle, por mucho que no quisiese saber la respuesta a su pregunta. - ¿Podría servir lo que dice Chris? - preguntó. - No estamos preparados ni capacitados para sustituir a Wyatt en su labor. Si lo hacemos así, moriremos todos. - Tras decirlo, Penny se dio cuenta de lo duras que habían sido sus palabras, sobre todo en una situación como esa. Aun así, no se arrepintió. - Es la pura verdad.

Vió como su madre y sus tías llegaban junto al tío Leo, Piper la primera en entrar estaba deshecha, Phoeby buscó con la mirada a Penny y había tanto dolor que Pat miró hacia otro lado, por último bajaron Leo y Paige. Leo empezó a hablar pero Piper se le acercó y acabó de explicar lo que sabían que había pasado.

Wyatt desaparecido, asesinado, sólo quedan cenizas, tanto de él como de la mansión, fué asimilando la información mientras su madre les dijo que pidiesen unos días de luto en el trabajo, Paige le cogió la mano a Phoeby y les dió la última mala noticia, ¡el Libro de las Sombras también se ha perdido! ¿cómo pretenden que luchemos contra demonios sin él?

Dijeron que el funeral sería esa misma tarde pero Pat casi ni oyó sus palabras, no tenía mucho contacto con Wyatt pero eso no impidió el cúmulo de sentimientos, es demasiado joven, no puede morir todavía, su mente volvió hasta hace unos cuatro meses cuando recibió una noticia similar y pensó lo mismo. Apartó de sí esos pensamientos, encerrando el dolor en una cajita y guardando la llave para cuando hubiese tiempo, y apretando la mandíbula volvió al presente, miró a sus primos y a sus hermanas, hasta hace unos instantes cada uno tenía su vida, después de esa noticia cada uno llevó su dolor a su manera pero todos juntos, en familia. Tam expresó su dolor con un abrazo conjunto a Melinda y a Chris, Kat se negó a aceptar la muerte de Wyatt por no haber un cuerpo, Chris propuso recuperar la casa y todo su contenido para tener un comienzo, y Penny...

¡Dioses! ¿Penny lo habrá visto?, la mirada de Pat se centró en ella, su cara que era una mezcla de incredulidad y enfado cambió con las palabras de Chris y apoyó su propuesta, pero la última frase que dijo le cayó encima como si fuese una losa, ¿qué habrá visto? rápidamente miró a su madre para ver su reacción y volvió a centrar su atención en su hermana pequeña, ahora tenemos que estar más unidas que nunca Penny, no permitiré que pases por esto sola, no es bueno.

Las palabras de mis tías y mi madre dejó a PJ estupefacta.

- No puede ser. - susurró. Wyatt no puede haber muerto. No así.

Miro a sus primos y hermanas en busca de algún apoyo. PJ había ayudado en el pasado a Wyatt en varias ocasiones pero sustituirle ... eso eran palabras mayores.

Las palabras de Chris hicieron que a PJ se le iluminaran los ojos. Si había una mínima posibilidad al respecto sin duda habría que darlo todo para intentar conseguirlo.

- Penny. - dijo mirando fijamente a su hermana con cierta esperanza. ¿Puedes decirnos algo más al respecto? ¿Algo que pueda ayudarnos?

- Venga hermanita, no me falles esta vez. - pensó.

Cuando P.J. se dirigió hacia Penny, a la pequeña Halliwell le costó unos segundos reaccionar. Cuando lo consiguió, entrecerró los ojos mirando a su hermana mayor. - ¿Pero de qué cojones vas? - pensó Penny molesta. Lo que menos quería es que la hicieran foco de todas las atenciones. ¿Qué iba a poder hacer ella para solucionar todo esto? Nada. N-A-D-A. ¿Es que no le entraba a su hermana en la cabeza?

- No creo que sirva de mucha ayuda - contestó negando lentamente con la cabeza. - Lo único que he visto es la casa Halliwell saltando a pedazos. Y, por lo que parece - concluyó de mala gana señalando con un gesto de cabeza a sus tias - ya ha pasado.

Entonces se quedó callada, reviviendo la premonición que hacía tan pocas horas que había tenido. Y, de nuevo, odió los poderes, odió ser una Halliwell, y odió lo que estaba a punto de empezar.

Pat vió como ante la pregunta de P.J. su hermana pequeña respondía a la defensiva, siempre ha sido igual, una tan brusca y la otra tan dolida. Lamentó que no fuese otra la situación para poder hacer las paces en condiciones, pero sintió que tenía que decir algo.

Todo es de ayuda Penny, tu sóla presencia aquí nos ayuda la miró a los ojos, siempre has sido de mucha ayuda...

Henry vio entrar a su madre y a sus hermanas con el corazón encogido en un puño. Sus palabras, aunque se las esperaba de alguna manera, hicieron que una parte de su mundo se rompiera en pedazos, como si se tratara de un cristal al que habían lanzado una piedra. Sintió como su cabeza daba vueltas, sus ojos perdieron su enfoque y notó como sus fuerzas parecían fallar. Notó como, sin tener intención de ello, su poder se hacía presente. Se proyectó astralmente apenas un segundo, su imagen apareció a su lado y desapareció. Con este acto, pareció que recobraba el sentido totalmente.

Dio un pequeño apretón a Penny en el hombro y, aclarándose la garganta, aunque con la voz rota, habló.

Chris, no hubo ningún hechizo. Tía Piper viajó al pasado junto a tío Leo con el anillo de tío Coop. Regresaron al presente justo cuando Billy y Christy se enfrentaban a ellas con los poderes del Vacío.

Tras esto, miró a su madre y tías.

¿Cómo nos vamos a preparar? La mayoría de nosotros apenas a jugueteado con la magia. No podemos convertirnos en brujos y brujas poderosos de un momento a otro.

- No puede ser, Wyatt no puede haber muerto. No habéis encontrado el cuerpo así que seguro que ha escapado y está ocultándose porque, porque...

Leo miró con cara de pena cuando escuchó las palabras de su sobrina. Una mueca se creó en sus labios que reflejaba más aún la tristeza que tenía el antiguo luz blanca.

Hemos tratado de localizarle, hemos tratado de sentirle pero no está por ninguna parte. Hemos contactado con los ancianos, y nos han dicho que... bueno... que... "todo sucede por alguna razón". Creo que es algo que todos hemos aprendido en algún momento. Dijo mirando en ese momento a su mujer.

Mamá, tías, os voy a pedir algo imposible ahora mismo, pero, cuando luchasteis con la hermana de Billie, vosotras mismas contásteis que la mansión quedó destruída y que teníais un hechizo para recuperarla, con todo lo que había dentro. ¿Hay alguna posibilidad de que alguna de vosotras lo recuerde o incluso que si encontramos a la propia Billie, ella misma lo recuerde.

Tu primo Henry tiene razón, cariño. No hubo tal hechizo, no poseemos ni conocemos ningún hechizo que pueda devolvernos lo que ya ha sido destruido y aunque lo pudiéramos hacer, la mansión ha sido destruida mágicamente, una terrible lucha se ha librado allí y no podemos hacer absolutamente nada. Dice con los ojos envueltos de nuevo en lágrimas.

- No estamos preparados ni capacitados para sustituir a Wyatt en su labor. Si lo hacemos así, moriremos todos.

Nosotras tampoco lo estábamos, e incluso Piper fue la que más rechazó nuestra naturaleza. No podemos evitarlo y sintiéndolo mucho no os queda otro remedio. Nosotras ya no estamos en la misma forma que entonces, y somos ya viejas y ancianas para seguir ese ritmo. Ahora vosotros no os queda más remedio que prepararos. Tendréis que aceptar vuestra herencia mágica, sois el linaje Halliwell y ahora que Wyatt ya no está, la siguiente fuerza de poder sois vosotros. Simplemente tendréis que practicar, trabajar en equipo y en familia y todos juntos podréis derrotar al mal que se nos avecina. Lo siento, pero no hay más remedio. Concluyó Phoebe evitando su cara de tristeza y tratando de mostrar un rostro serio y firme.

Al menos vosotros contais con nuestra ayuda para que os enseñemos. Seremos vuestros mentores. Haremos todo lo que esté en nuestras ancianas manos.

¿Y qué hacemos? ¿Cómo empezamos? preguntó Henry. Aunque parecía el más enteros de todos ellos, Wyatt había sido un pilar fundamental en su vida, un apoyo en todo momento. Todo se desmoronaba en su interior, pero no podía, no quería dejarlo ver.

Llevaba demasiadas horas sin dormir y si a eso sumabas la trágica noticia que, por las palabras de sus parientes, se veía obligada a aceptar, en esos instantes no era la persona más coherente del mundo, ni la más cuerda. Precisamente por eso y por la tristeza en los rostros de todos, optó por no insistir en la posibilidad de que Wyatt estaba vivo, aunque su cerebro se negaba a aceptarlo.

Sin más, volvió a sentarse con lentitud, sintiendo una extraña laxitud y mirando a su familia con cara de sentirse perdida. Y de necesitar un abrazo, a pesar de que en su rostro no había ninguna lágrima.

- Si se tiene que hacer, se hará - dijo con toda la confianza que pudo.

No añadió nada más, a la espera de que contestaran a la pregunta de su hermano. ¿Qué más daba? Llevaba años deseando que le dejaran ayudar a Wyatt, no sustituirlo, no correr un peligro mortal. Pero no por eso iba a darse la vuelta, acobardada, y dejar a su familia en la estacada.

En cuanto sus padres y tías comunicaron la fatal muerte de su hermano mayor, Wyatt, el tiempo se detuvo por completo para la joven Halliwell. Sólo pudo contener la respiración durante unos instantes dolorosos y eternos en los que miró con ojos anegados en lágrimas a los demás miembros de su familia, esperando ver la reacción de todos los presentes... Sin saber si creérselo o no. 

Para Melinda, ese momento no podía ser real... debía ser un sueño, o una pesadilla más bien. La mente de Melinda iba a cien por hora, barajando todas las opciones posibles excepto la que estaban dando. Los demás lo daban como cierto, como si fuera posible que su hermano, el brujo más poderoso del linaje Halliwell, haya encontrado la muerte tan pronto, arrastrando consigo la vivienda familiar y el libro que había pasado de generación en generación hasta llegar al último eslabón de la familia hasta ahora. Melinda pensó en la posibilidad de que eso fuera producto de su imaginación o de un encantamiento que tuviese como resultado ese tipo de visión... Incluso llegó a pensar que era una broma de mal gusto por parte de su hermano o sus padres. Pero sabía que no, le costaba asimilarlo y aceptarlo, pero era la pura verdad: Wyatt había sido asesinado y la casa se había hecho añicos junto con todos los recuerdos de Melinda. 

Luchó por contener las lágrimas, alguien debía mantener la calma y no acribillar a preguntas a sus padres, que de seguro que si supieran algo, lo habrían dicho ya; pero no pudo, cuando se trataba del fallecimiento de su hermano, Melinda no podía mantener la calma y fingir que estaba bien... Se trataba de su familia y alguien la había roto bruscamente. Notó como unas lágrimas amargas comenzaron a deslizarse silenciosamente por sus mejillas, cálidas y amargas; a medida que salían de sus ojos, un vacío se iba formando en su corazón, tan grande y abismal que le dolía. El llanto se hizo más fuerte y tuvo que apoyarse en su hermano Chris, refugiándose en su fuerte hombro y descargando ahí todo el torrente de lágrimas que formaban una cascada salada. Tomó la mano de su hermano mayor y la apretó con fuerza. 

-No me sueltes, por favor...-suplicó en un murmullo que sólo Chris podía oír. 

Escuchó de fondo lo que sus primos y hermano proponían, pero ella se veía incapaz de secundarlos. La herida era demasiado reciente como para ahondar en ella y encima ahora la anterior generación Halliwell les pedía que ellos tomasen el lugar de Wyatt. Melinda se veía incapaz de tomar una decisión en ese instante, por lo que dejó que debatieran hasta que el llanto pasase y pudiese pensar con algo más de claridad. 

Penny le dedica a Pat una sonrisa algo forzada, intentando mostrar agradecimiento por sus palabras. Por supuesto, algo que no siente en verdad. Desde pequeña, la menor de las Halliwell ha detestado la manía de su hermana de hacerla sentir útil y valiosa en cada momento; siendo por lo general una mentira más que evidente. - Esto no es más que un ejemplo de la pena que le das a todos... la infantil, irresponsable y estúpida Penny - se dice molesta. Por suerte, el apretón de Henry hace que pronto separe los ojos de su hermana y se corte al momento su contacto visual.

Cuando el tio Leo mencionó a los ancianos, un pequeño bufido salió de los labios de Penny. Los ancianos. Los dichosos ancianos. Ellos y sus normas. Ellos y sus directrices. Ellos y su asquerosa manía de controlar las vidas de toda su familia.

- Siempre hay otra opción, el destino no está escrito - dijo Penny entre dientes evitando mirar directamente a su madre. Ellos querían condenarla a seguir los pasos de Wyatt, o los que en su día vivieron su madre y sus tías. Pero ella no estaba dispuesta. Conocía las historias y muchos de los peligros y sacrificios por los que tuvieron que pasar. ¿De verdad esperaban que ella hiciese lo mismo? Si era así, no la conocían en absoluto.

Durante unos segundos, Penny pasó su mirada por todos y cada uno de sus familiares. No podía creer que nadie se diese cuenta de lo egoístas que estaban siendo sus tios con ellos. - No contéis conmigo - concluyó. Y esta vez, su mirada sí fue directa a los ojos de su madre.

La confirmación de la muerte de su primo hizo que las lágrimas quisieran descender por sus mejillas y aunque intentó evitarlo alguna logró su objetivo corriendo el rimel de sus ojos.

- Wyatt, juro que vengaré tu muerte.

Asintió a las palabras de su madre y me dispongo a hablar cuando mi hermanita vuelve a hacer de las suyas.

- Esto ya es demasiado. - dijo acercándose a su hermana y dándole un bofetón, el cual le dolió más a ella que a su hermana. ¿Quieres dejar de ser una puñetera egoista que sólo piensa en si misma?

- Sigues siendo la misma niña mimada y consentida. - añadió visiblemente enojada. El mundo no gira en torno a tí. Madura de una puñetera vez. Wyatt ha sido asesinado y sólo nosotros podemos seguir haciendo el trabajo que nuestras madres empezaron y él continuó en solitario.

Luego se volvió hacia su madre y sus tíos.

- No concibo mejores maestros que las Embrujadas y tú tío Leo. - dijo. Decidme que hay que hacer para vengar la muerte de Wyatt y lo haré.

Luego se giró para llamar a la Oficina del Fiscal y comunicar que se tomaría unos días por el fallecimiento de su primo.

Lo único en lo que podía pensar en esos momentos Jenny era en lo injusta que siempre había sido su familia con ella. ¿Egoísta? ¿Le estaban llamando egoísta a ella? Ella no era la que había decidido venir al mundo con poderes o convertir su linaje en el salvador del mundo. Lo único que ella siempre había querido era ser normal, con una familia típica en la que solo se hablara de la rutina y los planes de futuro. Pero en la suya, ni había rutina ni posibilidad de hacer ningún tipo de plan. Y, para colmo, esperaban que echase a perder su vida con 21 años.

Al recibir el bofetón, Penny entornó los ojos, apretó los puños con toda su fuerza y miró a su hermana de la forma más gélida hasta ahora vista. Siempre habían tenido sus más y sus menos, pero nunca se había atrevido a hacerlo delante de toda la familia.

- Dudo que tú hubieses hecho otra cosa a mi edad - Las palabras salieron de su boca despacio, con un tono de voz neutral. Pero con una tensión y un resentimiento pocas veces vistos hacia ese momento. Y entonces, se calló. Ni devolvió los gritos a su hermana, ni continuó dando explicaciones. Solo esperó a que su hermana esperase de hablar y se pusiese a hablar por teléfono para levantarse y salir de allí.

Justo cuando la mano de P.J. golpea tu mejilla una nueva visión aparece en tu cabeza.

Cuatro apuestos hombres, muy parecidos entre ellos se materializan junto a tus hermanas y primos. Cada uno de ellos lleva un cuchillo de más de 10 centímetros con un símbolo dorado incrustado en él.

El cuchillo se lo clavan a tus dos hermanas y a tus dos primos. La sangre empieza a brotar y a llenar el suelo del P3.

Tus tías y tu madre están presentes. También lo está Leo, pero parece que no les da tiempo a reaccionar. Sus reflejos fallan y sin duda eso se debe a su edad.

Parece que ese momento, es inmediato. Parece que va a ser en breve.

Penny no da ni cuatro pasos cuando se vuelve de golpe hacia los demás. Cualquiera hubiese pensado que iba a añadir algo si no hubiese sido por la expresión de horror que se reflejaba en sus ojos.

- ¡¡Nos atacan!! - gritó, y sin esperar las reacciones de sus familiares se avalanzó hacia sus dos hermanas en un estúpido intento por evitar lo que estaba a punto de pasar. - Chris, Henry, tened cuidado también vosotros. He visto a cuatro hombres. Os apuñalaban a vosotros - explicó atropelladamente mientras señalaba a sus dos primeros y sus dos hermanas. Tras eso, mira hacia todos los presentes sin saber qué hacer. No sabía qué le paralizaba más. Si el hecho de no saber cómo responder a lo que estaba a punto de venir, o el darse cuenta de lo imposible que le sería a partir de ahora vivir ignorando sus poderes.

Tamara se debatía entre su propia pena y la que veía a su alrededor, si pudiera habría dado un abrazo a todos a la vez. Pero no podía estar para todos. Así que apretó el hombro de Chris y después abrazó a Melinda de nuevo. Sabía que su hermana gemela necesitaba otro abrazo, pero se lo daría más tarde, ya que sin duda pasaría con ella ahora mucho más tiempo. Sin embargo, ahora Melinda necesitaba su apoyo más que nunca.

Estaba dándole vueltas a todo lo que decían y se le había ocurrido una idea, cuando de repente Pat y Penny se pelean. Seguían como siempre, iba a intervenir incluso dijo ¡Penny! para llamar su atención, pero cuando ella se volvió no era por su llamada, sino diciendo que les atacaban. Seguramente las Embrujadas sabrían cómo actuar, Tam no tenía tanta experiencia y se quedó algo sorprendida y atontada en el camino hacia Penny, pues iba a por ella para que no se marchase. Pero en cuanto escuchó el nombre de su hermano se volvió hacia él, nerviosa por lo que pudiera ocurrir. Sin embargo, no supo qué más hacer, pues no sabía ni quién ni cómo les atacaban, ella no veía a nadie y no sabía qué más hacer. Un pensamiento pasó por su mente, ojalá hubiera oberservado más a Wyatt, él si sabría qué hacer.

Henry se quedó disgustado ante la reacción de P.J. De hecho, dio un paso hacia ella cuando decidió ponerse a hablar por teléfono. No podían obligar a Penny a seguir su destino mágico, pero estaba claro que éste le iba a perseguir.

No dio tiempo a mucho más. Un escalofrío recorrió la espalda de Henry cuando Penny les avisó del ataque. Preguntar cómo lo sabía era perder el tiempo, pues todos sabían que Penny había heredado los poderes de su madre. Henry miró hacia todos sitios, con los puños apretados y atento. Sintió cómo Tamara le observaba y una pequeña sonrisa se dibujó en su cara, una sonrisa que quería transmitir serenidad y seguridad, aunque estaba aterrado. Nunca le habían atacado seres mágicos, y no sabía si sería capaz de luchar contra ellos.

Estad atentos dijo mientras se acercaba a sus primos.

De pronto, tal y como Penny había predicho se escuchó algo parecido a un sordo estallido. Cuatro hombres apuestos, con barba de tres días y cuerpos como los de un armario se materializaron detrás de P.J, Patty, Henry y Chris. Ambos tenían una sonrisa de oreja a oreja, pues estaban contentos por el ataque que iban a realizar.

Las tres embrujadas y Leo se quedaron petrificados ante el ataque, por alguna razón se quedaron inmóviles a esperar vuestra reacción. Era cierto que los años de inactividad y la vejez le habían hecho perder mucho de su poder mágico.

Wyatt había sido el que había controlado aquella situación siempre, sin ningún problema, con tan solo un gesto de su mano podría haber hecho desaparecer a los cuatro hombres que había allí. Pero Wyatt ya no estaba, y ahora, medio Linaje Halliwell se encontraba en un peligro similar al de su difunto primo y hermano.

Los cuatro hombres, prácticamente idénticos entre sí, poseían un cuchillo cuyo filo era curvo y cuya empuñadura era de color dorada y tenía un símbolo característico.

Habían atacado por la espalda y era casi evidente lo que iban a hacer en aquel momento.