Partida Rol por web

Oh Dioses, pensó con terror. Tanto ella como su hermana estaban montando un espectáculo desagradable que sólo podía describirse como incompetente y peligroso. Miró a su tío Leo con gesto de disculpa a la vez que volvía a alzar las manos. ¿Que por qué volvía a intentarlo? Porque si sobrevivían a eso tendría que aprender a utilizar su poder en situaciones críticas y era el mejor momento para dedicarse al ensayo y error.

Una vez más, se dijo.

Después de cojer el soporte del micro, Pat se dirigió hacia Penny y su atacante con paso decidido y la vista fija en su objetivo, mientras se acercaba pudo observar el intercambio de golpes y esquivas entre los dos.

Muy bien Penny, tú cánsalo, pensó al verlos, también oyó el sonido de cristales rotos, junto a las respiraciones aceleradas de todos por el esfuerzo y a un gemido seguido de un pequeña explosión, espero que sea de los malos.

Levantando el palo, Pat se dispuso a golpear la mano, el brazo o el hombro del asesino para así desarmarlo.

- ¡¡Pero qué cojones!! - pensó Penny claramente molesta. ¿Por qué narices no tenían efecto ninguno de sus ataques? - Porque eres una inútil, por eso - se respondió a momento. Aunque tenía varias lindeces que dedicarse, se obligó a centrarse en lo que estaba ocurriendo en el p3. Se

No tardó en ver a su hermana acercándose hacia ella para enfrentarse al demonio. - Y una mierda, este es mio - pensó enfadada. No iba a permitir que la dejaran quedar como la estúpida y malcriada niña que todos creían que era. Mataría a ese demonio y luego se marcharía. Pero, ¿qué opciones tenía? No sabía nada de magia (ni quería), y claramente la pelea cuerpo a cuerpo no era lo suyo. Algo que, en que pudiera, se aseguraría de remediar.

Finalmente, y algo a la desesperada, decidió probar de nuevo. Total, ¿qué más podía hacer?

Penny seguía tratando de luchar contra el malvado hombre que había decidido atacarle, pero por mucho que lo intentaba sus puños y patadas no servían para nada, afortunadamente, Pat llegó por detrás y le golpeó con el palo del micro. Aquello no sirvió de mucho, pero al menos le hizo más daño que su hermana y además sirvió para distraerle y que la tomase a ella como objetivo y no a la pequeña de las Halliwell.

Ambos Henrys continuaban pegando puñetazos, esta vez con más fuerte y precisión, hasta tal punto que el malvado hombre quedó en el suelo inclinado y retorciéndose por la paliza que le estaba dando.

Esta vez Kat tuvo más suerte y logró paralizar a todos sus enemigos, los tres malvados quedaron quietos y a merced de todo el Linaje de las Haliwell, ahora debían aprovechar, no podían ser capaces de esquivar ningún golpe y había grandes posibilidades de acabar con él.

P.J ahora lo tuvo más fácil que la vez anterior, y si antes lo había conseguido, no había razón para que no funcionara esta vez. Así que, volvió a teletransportarse detrás del que estaba atacando a sus hermanas, clavando de nuevo la daga en él y, haciéndolo que se desvaneciese mientras hacía el mismo ruido que había hecho antes.

Otro enemigo menos, quedaban dos.

Tam seguía sin saber usar bien sus poderes, así que por poco vuelve a dar a Chris que no hacía más que cubrirse la cabeza para esquivar los fallos de su prima.

Melinda lo tenía bastante sencillo, su enemigo estaba desarmado y paralizado, pero aún así, no tenía costumbre de atacar a nadie, y mucho menos de apuñalarle. Aquello se notó nada más intentó clavarle la daga, pues el filo no cortó ningún punto debil de su rival, sino que simplemente golpeó contra el hueso haciendo que el hombre se desparalizase y quedase sorprendido por lo que estaba sucediendo.

Cuando miró a su alrededor, vio que su compañero estaba paralizado y que no había ni rastro de los otros dos. Y tras escuchar un leve estallido, aquel hombre parpadeó y desapareció del P3 dejando al otro completamente solo

Fracaso. De nuevo. Penny apretó los puños intentando controlar la ira a la vez que su pecho crecía y decrecía incontroladamente. Ninguno de los tres ataques había resultado útil. Ninguno. No se había comportado más que como una estúpida cría que había necesitado que sus dos hermanas acudiesen al rescate. Y, cómo no, había sido P.J. la que había terminado por rematar al demonio. Llevándose el mérito y las felicitaciones. Como siempre.

En que su contrincante fue a abatido se recogió el pelo nerviosa en un intento de aclarar sus ideas. Tenía demasiado calor. Su primer instinto, alejarse hacia el otro lado de la sala. Ni quería preguntas de 'cómo estás', presenciar los elogios a su hermana mayor ni ser objetivo de sus egocéntricos comentarios. Ya tenía suficiente con saber el estrepitoso ridículo que acababa de hacer.

Fue entonces, pasando una rápida mirada por la habitación (en un desesperado intento de encontrar a alguno de sus primos) cuando se percató del demonio que todavía quedaba paralizado. Sin pensarlo dos veces, echó a andar hacia su primo Henry, con la mirada fija en el asqueroso demonio. No solo había intentado acabar con ella y con su familia, sino que encarnaba todo lo que siempre había odiado y querido fuera de su vida; y que ahora la estaba inundando sin que ella pudiese remediarlo.

Cuando llegó hasta allí, se miró las manos algo desubicada. La daga, en las manos de P.J. Como no. Todavía con los puños apretados, se giró hacia su primo Henry con un tono de voz suficientemente alto como para que todos pudiesen escucharle.

- ¿¿¿A qué estás esperando??? - su tono de voz contenía tal resentimiento que por un momento creyó no poder completar su pregunta. - Acaba con él. ¡¡Mátalo!!

Pat no le hizo mucho daño al demonio, pero al menos lo cabreó lo suficiente como para que él se encarase con ella, dejando a su hermana descansar un poco para el que esperaba fuese el ataque conjunto final. De repente el hombre quedó congelado, P.J. apareció a su espalda, le clavó la daga y éste explotó, como si fuese lo más sencillo del mundo P.J. había acabado con el demonio que las había tenido a ella y a Penny esquivando golpes, sin dar ni uno.

Se nota que acompañó a Wyatt en sus salidas varias veces. - pensó Pat mientras miraba a su hermana mayor con admiración y algo de envidia por su pericia y desenvoltura - Ahora a por el resto - murmuró mirando en derredor.

Henry, más bien "los dos Henry's", tenían a su atacante en el suelo entre ellos y acertó a ver como Melinda hería al que tenía enfrente y éste al descongelarse y ver cómo estaban las cosas desapareció.

- ¡Eso! ¡Corre a decir que no os va a ser tan fácil! - tenía que dejar escapar adrenalina por algún sitio. De pronto oyó a Penny decirle a Henry que lo matase - ¡NO! Deberíamos averiguar quién los envía, porqué y si saben algo de lo sucedido con Wyatt.

Al acabar miró hacia Piper, una vez que la situación estaba controlada esperaba que, como tantas veces antiguamente, desparalizase la cabeza del demonio para poder hablar con él. Si algo tenía claro Pat, era que la venganza se ha de llevar a cabo con quién dá las órdenes, con el cerebro del plan y no con los "mandados".

Tam volvió a fallar. Su positivismo se iba con otra mirada hacia Chris, que de nuevo se cubría para evitar que las copas rotas le hiriesen.

Bajó las manos derrotada, ya que estaba claro que no controlaba su poder y podría terminar haciendo daño a los suyos. Era demasiado arriesgado. Pero no por ello se vino abajo, no era su caracter, ni su estilo, tomó un taburete cercano y se acercó a los Henrys para poder darle un buen golpazo al único enemigo que tenían ya. Pues sus primas se habían encargado de eliminar a dos y el otro, había huido.

Pero cuando estaba en el proceso, su prima indicó que mejor mantenerlo vivo para sacarle información, así que Tam bajó el taburete y se sentó. Suspiró y miró a su gemela y a Henry, y después a su madre, seguro que estaba cabreada porque había olvidado todo aquello que le enseñó sobre su poder y sobre el usarlo sin cabeza, pues era muy peligroso, no como el de su hermana. Esperó a que sus tías y su madre dijesen algo, pero estaba claro que aquel hombre, o lo que fuese, estaba siendo apalizado, pero todavía podía huir en cuanto se moviese.

Tras acabar con el segundo demonio miró la situación del P3.

Justo en ese momento el Domonio que estaba luchando con Tamara se desparalizó y huyó del local.

- ¡Maldición! - gritó. Se escapa.

Intentó atraparlo pero fué inútil.

Luego centró su atención en el único demonio que quedaba allí.

Escuchó a Penny gritar a Henry que acabe con él y a Pat pidiéndo calma para poder interrogarlo.

Se acercó a sus hermanas y a su primo.

- Pat tiene razón. - dijo. Hay que interrogarle para averiguar quién le envía y porqué.

Tras hablar y asegurarse de que sus primos y hermanas hicieran lo correcto P.J. se vlvió hacia su madre y sus tíos.

- ¿Se os ocurre como poder interrogarlo sin que huya?

La situación había mejorado considerablemente y podía sentirse especialmente orgullosa de su actuación en la última parte de esa desorganizada pelea. Sin embargo, ahora que parecía que la situación estaba más o menos bajo control, apareció una nueva preocupación: interrogar o acabar con el demonio restante. Bueno, que duda cabe de que lo correcto es interrogarle, razonó a la par que le dirigía una grave mirada al individuo.

- Quizás podríamos desparalizarle sólo la cabeza - aunque no había duda de que había sido un comentario, la última parte había sonado a pregunta mientras su mirada buscaba la de su tía Piper. Ella era la experta en el tema.

Kat, para eso hay que tener un control absoluto de nuestro poder. Y me parece que aún no tienes ese conocimiento, aunque si no lo intentas, desde luego que no lo sabrás. Dice mientras alzaba una mano y hacía un gesto leve con la muñeca, mientras que con la otra mano desparalizaba a Leo, que aún seguía paralizada por el poder de su sobrina.

Luego Piper, sonrió tras ver como el hombre movía tan solo su cabeza. Lo había logrado sin inmutarse, parecía que aún tenía algún grado de control sobre sus poderes, a pesar de tenerlos francamente oxidados.

Brujos... murmuró Piper antes de comenzar a interrogarle: ¡Quién te envía, y qué narices habéis hecho con mi hijo! Dijo mientras alzaba sus dos manos y le hacía explotar un brazo, desvaneciéndolo en un segundo.

Piper era la matriarca del Linaje, pero también era la más temperamental, a la que le resultaba más dificil controlar sus emociones. Estaba llena de ira por la muerte de su hijo, pensaba que ya nunca más tendría que volver a ver más muertes en su familia, y ahora les habían pillado con la guardia baja, eran casi 30 años sin usar apenas sus poderes.

Mientras el brujo gritaba aún de dolor, por semejante mutilación por parte de la anciana Piper, una llama gigantesca y enorme brotó de debajo de sus pies. Haciendo que el brujo se quemase en el fuego del infierno y se desvaneciese.

Piper miró asombrada y aterrada por lo que había sucedido, ¿La Fuente? miró a sus hermanas y a su marido, mientras susurraba aquellas dos palabras. No podía créerselo. ¿La Fuente se ha reencarnado? ¡Otra vez no! Dijo llorando de rabia y llevando su cabeza a los hombros de Leo.

Penny observaba con detenimiento todo lo que estaba ocurriendo a su alrededor. A pesar de su enfado y sus constantes impulsos por renegar de todo lo que hiciese referencia a la magia, no podía evitar sentirse emocionada por todo lo que estaba presenciando. Al fin y al cabo, estaba experimentando en primera persona lo que, durante años, había sido el hilo conductor de la vida de su propia madre.

La explosión del brazo del brujo le cogió por sorpresa. Aun así, necesitó hacer un esfuerzo considerable para contener una sonrisa. Sabía que tenía mal carácter, pero nunca había visto a su tía actuando de esa manera. Y lo que acababa de presenciar le gustaba. Le gustaba mucho. Estaba a punto de hacer alguno de sus característicos comentarios cuando se vió sorprendida por las llamas que, en apenas unos segundos, se encargaron de consumir al preciado rehén.

Las palabras que salieron de la boca de Piper le provocaron un escalofrío. Sabía muy poco sobre La Fuente. Nunca se había interesado por los estúpidos cuentos que su madre se empeñaba en contarle desde que era pequeña. Pero no era tan estúpida como para no saber lo que su vuelta significaba. La simple idea reactivó su ira. No estaba dispuesta a que su familia la condenase a una muerte segura.

Melinda, no acostumbrada a pelear, más bien lo que hizo fue estropear más que ayudar. Pero por suerte pudieron coger al brujo y retenerlo para que su madre pudiera hacer unas preguntas. Conocía a su madre cuando se enfadaba, pero nunca la había visto tan furiosa... Sin lugar a dudas es el rostro de una madre completamente enfurecida y cegada por el dolor de la pérdida de un hijo. 

La explosión de su brazo la tomó por sorpresa y Melinda la tomó por los hombros con suavidad.

-¡Mamá!-exclamó.-Ten... ten cuidado, por favor... muerto no nos serviría de nada...-se sorprendió a sí misma al oír esas palabras salir de su boca... pero era la verdad. Quería venganza por la muerte de su hermano, aunque ese sentimiento fuese algo puramente irracional e ilógico. La venganza no le traería de vuelta a Wyatt... pero Melinda no era capaz de verlo. 

La muchacha empalideció al escuchar a su madre. ¿Había vuelto de nuevo? Abrió los ojos con sorpresa, sabía lo que era La Fuente, era la Fuente de Todo Mal. Había leído demasiados libros y escuchado a sus padres como para no saber lo que era. Melinda tragó saliva y se mantuvo firme, ahora no podía perder la calma. Era algo demasiado grave. 

Henry se detuvo cuando sus primas hablaron y su tía comenzó a interrogar al demonio. Su pecho subía y bajaba por el esfuerzo. Aunque se mantenía en forma, ese esfuerzo le había dejado cansado. No estaba acostumbrado a desdoblarse y combatir, menos aún sabiendo que su familia estaba en peligro.

Observaba al brujo desde sus dos posiciones, vigilando sus movimientos por si se descongelaba o aparecía otro brujo para ayudarle... Pero no fue necesario.

Un fogonazo hizo que los Henrys se taparan los ojos y dieran un paso hacia atrás. Ambos miraron hacia Piper, pensando que había sido ella la que había destruido al demonio. Y cuando vio que su cara expresaba temor y horror, entendió que no era así.

¿La Fuente? se preguntó mientras su mente viajaba al pasado, a alguna de las conversaciones que mantenía con Wyat.

¡La Fuente! soltó asustado, recordando todo de pronto. Su proyección astral desapareció y un aura blanca rodeó a Henry mientras volvía a ser uno. ¡No puede ser!

Las palabras de Pat surtieron su efecto y todos se tranquilizaron un poco, Piper tomó las riendas de la situación y desparalizó la cabeza del demonio, sonrió y mientras le exigía saber más movió las manos y un brazo explotó. Parece que no ha perdido la práctica, pensó y sonrió también, mientras veía a su tía en acción y escuchaba a su prima decirle que tuviese cuidado, hace que parezca tan fácil, tengo que aprender a controlar estos poderes bien de una vez por todas o puede ser muy peligroso.

De repente un gran fuego consumió al ser y no dejó ni cenizas, Pat dirigió su mirada a su tía y vió como ella susurraba algo y empezaba a llorar lanzando una pregunta al aire. ¿La Fuente reencarcada?, estaba pensando de qué le sonaba ese nombre cuando escuchó a los dos Henry's repetirlo y vió como uno de ellos desaparecía y el otro brillaba por un instante, debe de ser alguien muy poderoso para que reaccionen así.

Por fin dejó el soporte del micrófono en el suelo, le dolían las manos de lo fuerte que lo había estado agarrando, y se acercó a su madre.

- Por ahora parece que ha acabado, pero me da que esto no acaba aquí. Deberíamos aprender a defendernos en condiciones, ¿dónde podemos estar a salvo? - le preguntó en un susurro.

- Por fin los mayores entran en acción. - pensó al ver como Piper empiezó a actuar para interrogar al demonio que quedaba paralizado. Al ver como le explotó el brazo P.J. simplemente sonrió.

Lo que a continuación sucedió P.J. no lo tenía pevisto pues el demonio estalló en llamas antes siquiera de poder ersponder a la pregunta formulada por Piper.

- ¿Que ha pasado? - preguntó casi al mismo tiempo que su tía daba la noticia del resurgimiento de La Fuente.

- ¿La Fuente? - dijo. ¿No estarás hablando en serio? ¿No estaba muerto? ¿Como es posible que esté de nuevo campando a sus anchas?

Le dirigió una dulce sonrisa a su tía en cuanto dijo que ella aún no estaba preparada y obvió el hecho de que, de inicio, lo que estaba sugiriendo era que lo hiciera ella. Si no fuera por la tristeza de lo de su primo, hubiera disfrutado, maravillada y preguntona sin par, por el proceso de descongelación de la cabeza, pero en vez de ello observó con cierta fascinación como su tía iniciaba el interrogatorio. Y como este acababa con la explosión del brazo del demonio y la combustión en llamas del susodicho.

Fue tan repentino e inesperado que no pudo evitarlo. Le acometió un acceso de náuseas y tuvo que irse a un rincón, sin tiempo de llegar al baño, donde empezó a vomitar escandalosamente hasta la cena del día anterior. Una vez las arcadas remitieron se secó la boca temblorosamente y se dejó caer en un taburete. Hacía años que no me pasaba esto, desde que empecé las prácticas. Atribuyó su vulnerabilidad a la falta de sueño, a la tensión y a la pena.

- Lo siento - musitó en voz baja y con aire tímido mirando a Chris, el actual regente del local.

Todos murmuraban con temor sobre la Fuente y, por lo poco que sabían de ella, hacían bien en temerle. Para Kat, la pregunta más acertada fue la de su prima Pat, pero en ese momento no se sentía ni con las fuerzas ni con las ganas necesarias para hacer algo más que escuchar.

Tam se había sentado esperando ver un interrogatorio como siempre había imaginado que lo harían su madre y sus tías. Tampoco es que fuera un espectáculo, pero quería aprender y observó atónica cómo su tía Piper pudo sin más hacerle volar un brazo aun manteniendo el otro poder de congelación activo. Le hubiera gustado preguntarle mucho más sobre eso, pero no era el momento, sobretodo porque de repente el demonio se desvaneció en unas horribles llamaradas.

Luego Kat se fue a un rincón a vomitar, así que Tam no lo pensó dos veces y se levantó corriendo para acompañar a su hermana, pues mucho tampoco es que pudiera hacer. ¿Estás bien? le preguntó cuando terminó y se sentó algo pálida.

Tam siempre era conocida por su positividad y su optimismo, así que a pesar de que lloraba igualmente la pérdida de Wyatt por dentro, en las ocasiones que la familia se reunía y comenzaba un tema mágico o relacionado con él, ella siempre miraba el lado bueno y opinaba que nada malo les pasaría teniendo a Wyatt cerca. Incluso en sus años más locos, se escaqueaba, pero eso había quedado muy atrás ya. Miró a su madre y a todos y comentó sin querer ser fría pero a la vez con una dulce sonrisa: Está claro que necesitamos aprender mucho, pero estoy segura que podemos hacerlo, somos Halliwell. Así que nadie va a poder con nosotras, y nosotros, dijo mirando a los chicos. Después miró a Leo y a su madre, necesitamos un lugar seguro para organizarnos ahora que no está la Mansión. Después comenzaremos a escribir todo lo que recordemos del libro de las Sombras, muchos los hemos leido, pero algunos, sobretodo vosotras, dijo refiriéndose a su madre y sus tías, os lo debéis saber casi de memoria tras usarlo tantos años, seguro que podemos recopilar muchas cosas. Yo recuerdo ver a Melinda y a Piper haciendo pociones, seguro que algunas podemos apuntar, no todo está perdido. Kat y yo lo leíamos a veces a escondidas, pero algo recordamos, ¿verdad? Dijo mirando a su hermana gemela, le sonrió. Solo necesitamos entrenar un poco y lo demás saldrá solo, somos la siguiente generación de Halliwell y bueno... Mitchell, jajaja, pero estoy segura que tenemos un don todos y cada uno, solo hay que potenciarlo. Somos todos ya adultos, así que manos a la obra.

Conforme estaba hablando se iba emocionando y sabía que podía hacerles sentir lo mismo a los demás, siempre sacaba una sonrisa de la gente y a pesar de las circunstancias, estaba segura que ahora también podría hacerlo.

No quiso hablar más del tema de Wyatt o de la Fuente, eso ya lo hablarían más adelante.

Paige sonrió ante las palabras de ánimo de su hija Tamara. Llevaba razón, pero las lágrimas aún inundaban su cara a pesar de la batalla que había sucedido. Todo había vuelto, todo volvía a empezar, tal y como advirtieron los demonios que harían. Desgraciadamente habían llegado con una Fuente reencarnada y a simple vista mucho más poderosa que antes.

De alguna forma el Equilibrio tenía que mantenerse, y la herencia mágica de las Halliwell había dado nueve frutos que en su interior guardaban mágicos dones e increíbles poderes. Quizá hablase de un nuevo poder conocido como el Poder de 3, o el de "tres veces tres", pero con Wyatt muerto, esa supuesta profecía que Paige se había imaginado, jamás existiría. Pero si algo les había quedado claro, es que debían dejar paso a la siguiente generación.

Nosotras llevamos mucho tiempo retiradas, ya lo sabéis. Ha llegado vuestra hora, es la hora del Linaje de las Halliwell, vosotros desgraciadamente debéis seguir con nuestra tradición. Es algo que todos sabíais. Habíais dejado a cargo de ello a Wyatt, pero me temo que ahora os tocará cubrirle. Solo espero que la suma de vosotros ocho, compense el increíble poder que tenía el primogénito de Piper. Dice con una triste mueca en su cara.

No quiero desmoralizaros, al revés. Pero si hay algo que tengo claro es que todo sucede por una buena razón. Es una lección que todos tenéis que aprender, y si La Mansión y El Libro de las Sombras han sido destruidos tiene que ser por algo. Y yo creo que ese algo es el hecho de empezar de cero.

De nada sirve que recordemos los conjuros que conocemos, pues no sabemos si valdrán contra la nueve fuente. Podemos enseñaros a hacer algunos trucos, como el del péndulo o algo de pociones, dice mirando a Piper, pero ha llegado el momento de que vosotros creeis vuestro Libro de las Sombras particular. La habilidad de hacer conjuros reside en uno mismo, y todos estos conjuros que estaban allí escritos eran parte del Legado de la familia, brujas más antiguas que nosotras, que habían plasmado allí los conjuros que habían inventado y que habían ido escribiendo, según veían que funcionaban. Me temo que ahora ha llegado vuestro momento. Dice sacando Leo un tomo enorme completamente en blanco, con su portada negra y con un símbolo grabado en blanco sobre ella.

Entonces Phoebe interrumpió a Paige, os preguntaréis como es posible que ya tengamos este libro, parece hecho a medida para vosotros. Pero este libro llevaba en el desván miles de años, no recuerdo desde cuando llevaba allí, y nunca había pensado lo que podría significar. Pero tras la explosión de la casa, solo esto quedó impune. Creo que el destino ha querido que se salvara por algo. Un símbolo de ocho puntas, por eso nunca lo asocié, pero ahora lo entiendo todo. Dice acercándose a Penny y dándoselo a ella. Creo que ha llegado el momento en que vosotros adquirais el poder. Ha llegado la hora del Linaje de las Halliwell. Vosotros heredaréis el poder de Wyatt y cuando estéis preparados, derrotareis a La Fuente tal y como hicimos nosotros.

¡Confío en vosotros! Sois sangre de mi sangre, con eso será más que suficiente.

Dice una renovada Phoebe cargada de ánimos y esperanza para repartir entre sus hijas y sobrinos.

Pero no os olvidéis de un pequeño detalle. Dice tomando la daga del brujo que tenía P.J. Ahora tenemos esto y tiene su sangre, no será sumamente sencillo rastrearle. Pero primero debemos darle un digno funeral a Wyatt. Creo que se lo merece por todo lo que ha hecho por nosotros.

Marchaos, llamaré al Restaurante para que se encargue de montar aquí un pequeño evento íntimo para honrar a su memoria. Chris, tú vete también a casa. Hoy cerraremos el p3 por luto familiar. 

Esta noche, calculo que entorno a las siete estará todo preparado. Os espero aquí. Aunque si tenéis más preguntas, aprovechad ahora antes de que nos marchemos todos.