Partida Rol por web

Observo como Henry intenta realizar un conjuro para revertir el aspecto de Pat. Asiento pues me parece una buena idea y unas palabras bien elegidas.

- Hagámoslo juntos. - le digo a mi primo.

Una vez preparados asiento y empiezo a recitar las palabras que acababa de oir apenas unos instantes antes.

Yo invoco, por el Poder de Ocho,

Invoco nuestro poder

Para deshacer este hechizo

y poder devolver a Pat

a su estado de una vez.

- Que funcione, que funcione. - pienso una vez terminado.

Penny, intentémoslo juntos le dijo a su prima menor cuando vio que PJ se unía a recitar el conjuro que se había inventado segundos atrás.

Yo invoco, por el Poder de Ocho,

Invoco nuestro poder

Para deshacer este hechizo

y poder devolver a Pat

a su estado de una vez.

Empezar a escuchar los sonidos que le rodeaban permitieron a Penny ser consciente de lo que había pasado. Siempre sucedía igual. Le invadía un calor que no tardaba en expandirse por todo el cuerpo, a la vez que su cabeza se nublaba y su vista era inducida en una profunda oscuridad. Y entonces aparecían las imágenes, más o menos níticas y caprichosas, que debían ser interpretadas como buenamente podía la muchacha.

Parpadeó un par de veces para acostumbrarse a la reducida iluminación del callejón.

- Ha... han sido tres imágenes - hablaba con cierta dificultad, más por lo incómodo que le seguía resultando hablar de sus premoniciones que por el hecho de que verdaderamente no pudiera verbalizar sus pensamientos. - La chica... la inocente - matizó, alternando la mirada ante sus familiares - ... el reloj y el conejo blanco. - continuó, señalando con el dedo en la dirección en la que había desaparecido el animalillo.

- La chica es rubia y atractiva, con los ojos grises azulados - frunció el ceño una milésima de segundo, como si se hubiera percatado de repente de otro detalle - El reloj estaba retrasado siete minutos. Era la misma hora pero siete minutos antes - conforme hablaba su voz reflejaba la pizca de emoción de quien siente estar a punto de haber descubierto la respuesta. - ¿Es posible que el conejo sea esa chica? ¿Que haya sido hechizada o haya conseguido escapar del demonio?

Tras las palabras de Penny, Henry se quedó pensativo.

Chica rubia y ojos azules.... Reloj... Conejo...

Chica rubia y ojos azules.... Reloj... Conejo...

Chica rubia y ojos azules.... Reloj... Conejo...

Puede que la hayan convertido en conejo, pero... ¿no os suena familiar? ¿Una chica rubia? ¿Un reloj? ¿Un conejo?

Miró a sus primas alternativamente, incluso a la Pat-Conejo. Estaba claro que el chico había escuchado más historias familiares de las que él se pensaba.

¡Alicia en el país de las maravillas! dijo, tras dar unos segundos a sus primas, a ver si sabían responder. Se golpeó con la palma abierta la frente. ¿Qué habían hecho las Embrujadas cuando se encontraron con algo parecido?

La mirada que Chris le dirigió cuando sugirió el nombre de Pat fue extraña. Como si desaprobase su elección. Y entonces al oír su respuesta creyó comprender el motivo. ¿Estaba decepcionado porque Tam había rechazado acudir a Henry, su propio hermano, a favor de su prima? Seguía siendo extraño. Además, ella no había propuesto dejar de contactar con Henry, ni siquiera postponerlo, sino contactar a ambos. Por la experiencia de los últimos días, sabía que Pat siempre llevaba el móvil encima y que no tardaría en contestarles. 

- Está bien.- fue toda su respuesta mientras sacaba el móvil de su bolsillo y tecleaba un mensaje para su prima. 

Pat. El asunto "adolescentes" está solucionado por el momento. Nos pondremos ahora con el abuelo. ¿Cómo os va a vosotros? ¿Estáis todos bien?

Tam.

- Bien. Pues...¿por dónde empezamos?- dijo, mirando a su primo mayor.- ¿Nos podrías hacer un pequeño resumen de tu encuentro con él para que podamos decidir cuál podría ser el siguiente paso?- Sin duda, Chris era el que más información podía tener sobre el falso abuelo. ¿Sería mejor intentar atraerlo, hacer que acudiese a ellos, o investigar en la sombra...? Probablemente refrescar la memoria sobre lo que sabían acerca de él podía servir para eliminar alguna de las opciones. 

Tras finalizar el conjuro todo parecía igual. Pat tenía el mismo tamaño, el mismo aspecto y nada había cambiado en ella. El conjuro, con las palabras de PJ y de Henry no había servido de nada. Y cuando el muchacho miró a su prima, se dio cuenta de que sí que había pasado algo. Pero algo y gordo. Muy gordo. Tan gordo como lo que le había pasado a Pat.

Ya no solo era una linda conejita, si no que PJ se había convertido en otra. ¿Qué estaba pasando en aquel callejón?

Tam levantó la vista de la pantalla de su móvil con el labio torcido en un gesto de preocupación. 

- No lo lee. - ya había pasado un rato y el doble tick del whatsapp seguía sin aparecer.- Parece que no tenga cobertura.- No sabe por qué de repente se siente tan preocupada. No tener cobertura o no leer un mensaje al instante era algo normal. Pero después de haber afirmado que Pat siempre tenía el móvil a mano, le parecía extraño. Miró a Chris y a su prima.- Quizás deberías llamar a Henry. Yo le enviaré un mensaje a Kat por si acaso.- sugirió, mientras tecleaba un mensaje idéntico al que le había escrito a Pat pero poniendo como destinataria a su hermana gemela. 

Henry abrió la boca. Miró a su nueva prima conejo.

Miró también a la otra prima conejo.

Y miró a Penny. Se tocó el cuerpo, notando que él no había mutado.

Seguía con la boca abierta.

Esto no lo ha hecho el conjuro dijo, mientras negaba con la cabeza, negaba con mucha energía, como intentando que la culpa no le acosara ni le invadiera. Penny, creo que deberíamos irnos. No podemos quedarnos aquí, no se si el conjuro ha salido mal, hay más magia de la que podemos sentir... O yo que se. No te quiero a ti como conejo también.

Justo cuando el conejo rojizo llegó a las piernas de Penny ésta comentó lo que había visto: una chica, un reloj y un conejo blanco, presumiblemente el que acababa de escapar. El animal se puso sobre sus dos patas traseras y levantó la cabeza como si estuviese muy interesado en lo que la joven decía, la verdad es que a Pat nunca se le había dado muy bien eso de las pistas y no tenía ni idea de qué hacer con la información que acababa de oir. No le dió tiempo de pensar mucho en ello ya que en cuanto ésta acabó de hablar las voces de los primos se volvieron a oír en el callejón recitando el conjuro de nuevo.

-A ver si hay mas suerte...- pensó mientras se quedaba totalmente quieta, cuando volvió el silencio se miró a sí misma antes de ponerse de nuevo a cuatro patas y mover los bigotes ostentosamente, -A este paso me quedo conejo para toda la vid_- murmuraba mientras miraba a sus familiares y entonces se detuvo de golpe. Sus ojos se abrieron mucho, escuchó al chico hablar mientras se acercaba al nuevo congénere de color negro que había aparecido, le daba varias vueltas y acababa frotándose con él.

-¡P.J.! tú también... pero lo mío ha sido por mi nuevo poder, ¿qué te ha pasado a tí? El conjuro, ha salido al revés. Me parece que no es bueno repetir aquello que no sale a la primera -y miró a su primo con el ceño fruncido dispuesta a poner tierra de por medio si lo intentaba de nuevo.

Mel se quedó pensando en lo que había propuesto su prima. En la mayoría de las leyendas de culturas antiguas y no tantas, se solían mencionar los encantamientos o hechizos de localización. En general requerían contar con alguna pertenencia de la persona buscada y sangre. La chica no estaba segura de por qué, pero todos involucraban sangre en mayor o menor medida. ¿Sería tan buen catalizador como se decía? Tal vez... algún día me atreva a probar, pero ahora...

-Uhmmm, si vamos a intentar un hechizo de localización, necesitamos algo de Sam. Si no, no creo que lo logremos. ¿De casualidad no te dejó nada? Digo, como te admiraba tanto... -lo último lo dijo con sorna, para pinchar a su prima. Sabía lo incómoda que se había sentido con el acoso y se aprovechaba de ello. Sin embargo, es espacio para bromas pasó y Melinda volvió a ponerse seria.

-Si Chris, cuéntanos lo que sabes sobre el falso abuelo. Y Tam, no seas tan ansiosa. Dale algo de tiempo al mensaje, que tal vez estén en medio de algo y no pueda ponerse a responder.

Penny fue testigo de todo el proceso. Las voces de los primos fusionándose en el conjuro, la concentración de todos los presentes en el reloj.... y la repentina conversión de su hermana en ese oscuro conejillo. No necesitaba verse la cara. Estaba segura de que la perplejidad de Henry era un vivo retrato de la suya propia.

- Ni lo pienses - le avisó en el momento en el que sus ojos se posaron sobre ella, con un dedo levantado en señal de advertencia. No tenía ninguna intención de repetir un hechizo con todas las posibilidades de fracasar. Por suerte, parece que los pensamientos de Henry iban por otros derroteros.

- Está bien, vámonos - concluyó, intentando ocultar lo nerviosa que le ponía estar allí. Echó a andar hacia sus hermanas y, sin mucho remilgo, cogió a cada una en uno de sus brazos. - Más vale que se comporten, si no las tiro al suelo.

Pestañeo y cuando abro los ojos nuevamente observo que todo ha cambiado. Todo parece más grande, mucho más grande.

- ¿Qué está pasando? - me pregunto.

Intento hablar pero no consigo articular palabra alguna. Tan sólo consigo emitir unos ruidos que no termino de entender. Miro a mi alrededor y observo a Pat, está a mi misma altura.

No será verdad ... Miro mis manos y en su lugar contemplo unas patas negras, unas patas de conejo negras.

Definitivamente alguien va a pagar muy caro todo esto.

Miro a Penny cuando esta se agacha para cogernos. Cierro los ojos pues no quiero verlo. La última vez que uno de nosotros tocó un conejo en este callejón se convirtió en un conejo marrón.

​       Tam enviaba los mensajes pero parecía no haber cobertura. Tocaron el tema del hechizo de localización y Melinda preguntó a la chica si tenía algo de Sam, pero era poco probable. Lo tendrían que tener en cuenta la próxima vez aunque, si por Chris fuera, mejor que el chico no se volviera a aparecer por estos lares.

      -Fue cuando fui a buscar el libro falso, ese que iba a hacer del Libro, para despistar al enemigo cuando teníamos encima a esos demonios que terminamos de derrotar en el callejón- estaba hablando de lo del abuelo falso, como se lo habían pedido -alguien me tocó bocina delante de la librería, estaba allí. Era mi abuelo, preguntándome sobre lo que estaba haciendo. Entonces algo no me cerró, porque Víctor debería estar en ese momento en el P3... haciendo la historia corta, orbité hacia allí y descubrí que el que me esperaba en la librería no era mi abuelo.

       Chris se puso las manos en los bolsillos de los pantalones, alzó los hombros y concluyó la historia -corrí de nuevo hacia allí; más bien orbité y corrí tras el "abuelo" pero se esfumó. No supe quién era en verdad aunque me quedó claro que estaba tras el libro.

Henry no entendía nada, pero cada vez estaba más seguro de una cosa: Si el conjuro fuera malo, le hubiese afectado también a él. Y, en cambio, él seguia siendo humano.

Sí, volvamos. Quizá entre todos podamos encontrar una solución... Imitó a Penny y cogió a Pat. Caminó rapidamente hasta ponerse al lado de su prima. Y no lo pudo evitar.

Sonrió. La situación había pasado de ser tensa a ser graciosa. Estaba claro que su familia no era normal. Y ahora tenían a dos conejos por primas.

De repente, mientras el conejo rojizo miraba a Henry advirtiéndole que no lo intentase de nuevo, sintió como era levantada por el aire y acabó en el brazo de Penny -Al menos ha prescindido de la chaqueta- pensó acomodándose. Mientras su hermana andaba y el rítmico balanceo la mecía, Pat pensó en cómo volver a su estado normal -Si me he transformado por concentrarme demasiado, _{o demasiado mal,} en los sentimientos del conejo, a lo mejor si recuerdo mis propios sentimientos siendo humana pueda volver...-