Partida Rol por web

Penny entró en la casa de su prima sin saludar a los presentes, como si la invasión del hogar fuese algo más que normal dentro de su rutina. No tenía ganas de hablar. Podía decir, con seguridad, que mucho menos de lo normal. No solo estaba cansada y asqueada del mundo, sino que además, no conseguía quitarse de la cabeza todos los sucesos que estaban ocurriendo a su alrededor. En serio, ¿en qué momento su mente había decidido implicarse en toda esa locura?

Sus primos no tardaron en hacer preguntas sobre sus hermanas. Aunque sí algo más de lo que, según la pequeña Halliwell, hubiera sido lo esperado. Soltó una risa medio divertida medio despectiva tras la pregunta de Tam, y se sentó en uno de los sofás sin ningún cuidado. Dejó que Henry diese explicaciones, aparentemente impasible. Hasta que salió la palabra 'premonición'.

Un escalofrío recorrió su cuerpo. No, nunca sería capaz de acostumbrarse a ello. Y mucho menos cuando parecía que esa maldición se había convertido en un elemento transcendental de cruzada particular que había decidido tomar su familia... de nuevo.

- La premonición hablaba de Alicia en el País de las Maravillas. - Apenas había escuchado lo que sus primos habían dicho después de que Henry hablara. Tomó la palabra sin permiso y sin mirar a ninguno de los presentes. Tan solo escuchar lo que estaba verbalizando ya le hacía parecer estúpida, - La chica es rubia y atractiva, con los ojos grises azulados. El reloj estaba retrasado siete minutos. Era la misma hora pero siete minutos antes. - Las mismas palabras que había dirigido a Henry. Empezaba a sentirse repetitiva. - Se mordió el labio pensativa. - "Joder, yo no quería pero no me habéis dejado más remedio"... - tragó saliva - Eso nos dijo el atacante.

Silencio. Su cerebro seguía trabajando aunque su mente no traducía nada más relevante que compartir. Como si no hubiese aportado nada, como si no hubiese dicho nada interesante, levantó la cabeza y alternó su mirada entre todos los presentes. - ¿Qué ha pasado en el P3?

-Pero cómo que qué ha pasado en el P³, ¿es que no pensáis en revertir esto lo primero! -preguntaba Pat a sus familiares.

Estaba harta de que le picase todo el rato por todos sitios -Definitivamente el perder el pelo del cuerpo fué una buena evolución como especie- pensaba mientras un nuevo picor comenzaba en el nacimiento de su oreja derecha y ella hacía todo lo posible por ignorarlo. Lástima que dado su aspecto de su boca no salía ningún sonido, solo se podía ver a los bigotes moverse ostentosamente y a las suaves patitas delanteras agitarse. En vista de que no le iban a hacer caso, porque estaban en lo que se podría llamar 'una conversación de adultos', decidió acercarse al móvil mas cercano y comenzar a pulsar botones y pantalla.

Hechizo todos!!!

 No tenía ni tiempo ni habilidad para explayarse mas, pero creyó que el mensaje quedaba bastante claro.

-¿Qué reloj? ¿qué atacante? -Mel, a quien todavía le costaba pensar en aquellos tiernos conejitos como en sus primas, estaba prestando poca atención al relato de sus primos y por ello creía haberse perdido parte importante de la explicación de Penny. ¿Los hechizos tenían caducidad? o sólo se podían deshacer con otro hechizo? Un dato interesante a averiguar, pues de alguna manera había que devolver a las chicas a su forma original. O no... tal vez así sea más divertido. Una sonrisa pícara se dibujó en su rostro, más no comentó nada de lo que pasaba por su cabeza. Seguramente se llevaría una buena bronca si expresaba lo que pensaba en esos momentos.

El demonio que nos atacó a Penny y a mí en el callejón. Con los bichos rojos esos que nos destrozaron a arañazos. Lo de Alicia fue una interpretación de su premonición. Una chica rubia de ojos azules, el reloj, el conejo... No se, a mi me da la sensación de que todo lleva al mismo punto.

Vio cómo sus primas conejos se movían ya cómo si fueran, eso, conejos. Y, aunque era divertido, algo en el cerebro le empezó a pinchar en el sentido común y la razón.

Chicos, creo que lo primero que debemos hacer es devolver a Pat y a PJ a la normalidad. Quizá es una tontería, pero ¿y si se quedan convertidas en animales para siempre? Mirad a PJ con la zanahoria, y a Pat cómo se lava la cara. Henry se mordió el labio. Aunque seguía convencido de que él no tenía la culpa, la responsabilidad de esa situación cada vez le pesaba más.

Se fue a una mesa mientras Penny preguntaba por el P3. Se sentó en la silla mientras escribía el conjuro que había realizado para liberar a Pat de esa forma, y que podía haber convertido a PJ también en conejo.

Este es el conjuro que usé

Yo invoco, por el Poder de Ocho,

Invoco nuestro poder

Para deshacer este hechizo

y poder devolver a Pat

a su estado de una vez.

Tam observaba absorta como los dos conejos, que ahora tenía la certeza de que eran sus primas deambulaban por la casa como completos ¡conejos!. Actuaban como si hubiesen perdido su humanidad casi por completo. Y lo peor era que Chris tenía razón. Sin Pat habían perdido a la única de ellos que hasta el momento había conseguido hacer que algún hechizo funcionase. 

- Está claro que los hechizos no son lo nuestro- responde ante las palabras de su primo. 

Entonces, su prima habla de la premonición en la que aparecen algunos de los elementos de la escena que el resto han vivido en el callejón pero faltan muchos otros. - ¿El atacante solo dice eso? Pero, ¿no hace nada? Quiero decir, ¿ataca?- lo cierto era que las palabras de su prima sonaban inconexas en sus oídos. Pero claro, suponía que era así como funcionaban las premoniciones. Nunca resolvían nada sino que se limitaban a añadir nuevos interrogantes. 

En ese momento su primo pregunta por el P3. 

- El P3...el chico vino con más adolescentes de los acordados.- muchos más si se tenía en cuenta que se había dado por hecho que iría solo.- por lo que tuvimos que darles algunos efectos especiales para que salieran por patas.- No entró en detalles, sino que pasó a lo siguiente.- Intentamos hacer un hechizo de localización con un objeto de uno de los chicos pero no dio resultado. No sé...quizás sea porque solo éramos tres. 

- ¿Y si probamos tu hechizo de nuevo ahora que somos más? O, a lo mejor, podemos intentar reescribirlo. - añadió mirando a su hermano. Esperaba que el ser negado para los conjuros no corriese en la sangre. Si era así tenían un problema. 

Lo que dijo su prima y el conejo reforzó mediante un mensaje en el móvil -muy astuto! -tenía sentido. El hechizo hablaba del poder de ocho, era necesario que todos los primos participaran del ritual si realmente querían alcanzar el poder necesario para desandar los pasos. El único inconveniente que veía Mel, era que las dos primas conejo no iban a poder recitar los versos.

Esperemos que con estar todos en el círculo de invocación sea suficiente. Definitivamente no quiero pasar el resto de mi vida como un roedor!

- Bueno, no perdamos más tiempo. Ahora que estamos los ocho, formemos el círculo y volvamos a intentarlo.

                Chris escuchó lo que iban contándole. Lo de Alicia era una premonición de Penny, algo de una chica rubia de ojos azules, un reloj que estaba atrasado siete minutos y un reloj, y un conejo. Henry decía que todo podía estar conectado pero que lo primero, y en eso estaba de acuerdo, era devolver a las conejas a su estado humano. Melinda también creía, que ahora que eran más, era posible que el hechizo funcionase. Tam también pensaba lo mismo, aunque también había contemplado la opción de reescribirlo, mas Christopher prefería decirlo igual por ahora.

                Era verdad que dos de ellos no podrían recitarlo, pero la verdad era que no sabía qué más hacer el chico, sobre este asunto al menos. Respiró hondo, miró el conjuro y dijo su pensar:

                -Hagámoslo, tal vez tengamos suerte…

                “Aunque con que no nos convirtamos todos en conejo estaría más que contento.” Esperó a que todos los humanos se pusieran a recitar para hacerlo también él.

Pat tiene razón dijo Henry lo primero es volverlas a su origen. Después centraremos cada uno de las situaciones para ver qué hacer miró a Tam. ¿Qué habría querido decir con efectos especiales? Un mal presagio le recorrió la espalda, pero de momento prefirió ignorarlo. Paso a paso, Henry... Paso a paso.

Dejadme modificar primero el conjuro, a ver si podemos volver a la normalidad a las dos a la vez...

Se sentó y releyó el texto varias veces. Quiso tachar y reescribirlo, pero se detenía en el último momento

Yo invoco, por el Poder de Ocho,

Invoco nuestro poder

Para devolver a estas brujas,

a su verdadera forma de ser.

Terminó y lo leyó lentamente. Asintió y se lo dio a sus primos

¿Qué os parece?

Tam miraba por encima del hombro de su hermano mientras este reescribía el conjuro. Cuando lo hubo acabado, asintió, mostrando su conformidad con los cuatro versos: simples pero cargados de contenido. 

- Hagámoslo.- Extendió una mano hacia su hermano para unir sus poderes y la otra hacia la patita peluda de Pat. Sabía que sus dos primas no serían capaces de emitir palabras. Pero habían dado señales de que dentro de aquella pequeña coraza seguían siendo ellas. Quizás bastase con que los pensasen.- Pensad bien los versos, chicas.- les animó, mirando a los dos roedores. A continuación, ella misma se preparó para recitarlos cuando el resto de los primos estuvieran preparados. 

    Chris extendió su mano hacia Melinda, su hermana y la otra hacia Penny. Respiró hondamente antes de comenzar y esperó que todos estuvieran por hablar para entonar la recitación.

    Yo invoco, por el Poder de Ocho -dijo primero reflexionando en esta noción tan distinta a lo que sería el Libro Original con su poder de Tres, -Invoco nuestro poder -continuó mientras sus ojos azules comenzaban a posarse, de hito en hito, en sus compañeros, su familia. -Para devolver a estas brujas -recitó, mirando a los dos conejos y concluyó -a su verdadera forma de ser.

     No tenía idea del resultado final de la recitación pero si poseía fe suficiente para pensar que podría funcionar ahora. Ellos juntos eran poderosos, incluso cuando dos de sus primas estaban en forma conejil.

Las palabras de Mel y Chris hicieron que el conejo rojizo diera un par de saltitos para posicionarse -Bien, parece que lo han pillado- pero entonces Henry dijo algo sobre modificar el conjuro. Cuando el chico se sentó el roedor se acercó y se subió de un salto a la mesa baja en la que se apoyaba, el salto no fué todo lo grácil que se presupone para esa raza pero teniendo en cuenta que el ser apenas tenía unas horas de vida no estuvo mal. Se quedó algo corto en su cálculo y tuvo que clavar las uñas de las patas delanteras en la madera para no escurrirse, el cuerpo se contorsionó con habilidad y con las patas traseras buscó un punto de apoyo.

Al final, tras lo que para todos fué un instante pero para el protagonista del salto fué un suplicio, logró encaramarse a la mesa y ponerse cerca del papel. Lo miró con atención y cuando el papel dejó la superficie se quedó sentado y mirando hacia arriba en espera de que todos lo leyesen y comenzasen a recitarlo. Cuando Tam extendió la mano hacia el conejo éste se quedó quieto y con las orejas totalmente rectas, como en tensión, pero el suave contacto de la chica al cogerlo de la pata pareció tranquilizar al animal que extendió la otra extremidad para que alguien la cogiera, ya que no tenía dedos prensiles era lo máximo que podía hacer.

-Yo invoco, por el Poder de Ocho, -a pesar de que no se le entendiese el conejo dijo el hechizo a la vez que los humanos -Invoco nuestro poder -se amoldó al ritmo que marcaban las voces en alto -Para devolver a estas brujas, a su verdadera forma de ser.

Esta vez no cerró los ojos, se mantuvo con la cabeza ergida y se forzó a confiar plenamente en el resultado del hechizo -El Poder de Ocho funcionará-.

- Un momento- exclamó Tam antes de ponerse a recitar las palabras, con una de sus manos ya cogida a la patita de Pat y la otra extendida hacia su hermano. -¿Recordáis el dibujo de la estrella de a portada del libro? Tengo la sensación de que quizás debamos colocarnos como si cada uno estuviésemos en una de las puntas.- explicó, colocándose ella en una de las puntas y arrastrando a quienes tenía de su mano de forma que quedasen en el lugar de una de las otras dos esquinas. - Recordad que vosotras también debéis pensarlo.- añade, dirigiéndose hacia las conejitas, aunque por el temblor de los bigotes del conejo pardo diría que al menos una de las primas ya está más que concentrada. 

Cuando ya todos estuvieron colocados, Tam recitó también el conjuro. - Yo invoco, por el poder de Ocho...Invoco nuestro poder...Para devolver a estas brujas...A su verdadera forma de ser. 

Nada más acabar sus ojos se posaron sobre el lugar donde, si el hechizo había funcionado, deberían haber desaparecido los conejos y aparecido Pat y PJ. 

Tomo posición donde me indican y cuando oigo como recitan el conjuro me concentro mentalmente para seguirlo esperando que con eso sea suficiente.

A medida que las palabras van pronunciándose cierro los ojos con más fuerza hasta que finalmente tan sólo veo luces blancas.

No sé si quiero abrir los ojos pues si en vez de convertirnos nuevamente en Pat y P.J. hay más conejos entre nosotros sin duda tendremos un serio problema.

Penny dejó que fuera su primo quien diera las explicaciones a sus palabras. Lo agradecía. Estaba harta de hablar, de explicarse y de rememorar constantemente esas premoniciones que no había pedido tener.

- Muy bien.

Se situó en el sitio que le tocaba. Recolocó los pies con cierto nerviosismo. No se sentía cómoda haciendo eso. No se sentía cómoda usando su poder, recordando lo que llevaba tanto tiempo intentando olvidar.

- Yo invoco, por el Poder de Ocho - era extraño recitar unas palabras y notar el eco en la boca de otras personas. - Invoco nuestro poder - era extraño - Para devolver a estas brujas - ¿su madre y sus tias lo hacían a menudo? - a su verdadera forma de ser. - Sí, definitivamente parecían una secta. 

Mel se apuró a tomar su lugar en el círculo ya que había sido una de las que había metido prisas por realizar el conjuro. De la mano de su hermano y de una de sus primas* cerró sus ojos para evitar que algo pudiera distraerla y con algo de inseguridad, se unió a las voces de los demás.

-Yo invoco, por el Poder de Ocho... Invoco nuestro poder... Para devolver a estas brujas... A su verdadera forma de ser.

Henry se colocó en su lugar cuando sus primo y primas dieron el visto bueno al conjuro. Respiró hondo y una pequeña parte de su mente le alertó del peligro que eso suponía. Si salía mal, todos sus primos se podían convertir en conejos. ¡Y entonces no sabría qué hacer!

Pero una ola tranquilizadora le relajó cuando dio la mano a su primo y a su hermana. Estaban todos juntos, eran criaturas mágicas, y podrían conseguirlo.

Todos juntos repitió, por si alguien no se había enterado.

Yo invoco, por el Poder de Ocho,

Invoco nuestro poder

Para devolver a estas brujas,

a su verdadera forma de ser.

Los ocho primos repitieron varias veces las palabras que había mencionado Henry, se dieron las manos y nada ocurrió hasta que se colocaron en la posición que Tam sugirió. Y entonces un haz de luz los iluminó a todos.

Yo invoco, por el Poder de Ocho,

 

Invoco nuestro poder

 

Para devolver a estas brujas,

 

a su verdadera forma de ser.

 

El poder de ocho recorrió el cuerpo de cada uno de los miembros que formaban ese octógono, y sintieron un gran poder recorrer sus venas. No solo eso, sino que a partir de ese momento se sintieron mucho más unidos. Como si el vínculo que los había distanciado durante tanto tiempo ahora se hubiera acortado muchísimo.

Por fin eran una familia. Ellos eran el Linaje de las Halliwell.

Pat y PJ recobraron su verdadera forma, e incluso Kat que se sentía realmente enferma ahora se había sanado por completo. Los ocho primos gozaban de una apariencia totalmente saludable y se sentían más fuertes que nunca. Aquello les había revitalizado por completo.

Cuando todo aquel intenso brillo terminó, y todos recuperaron la visión, pudieron ver que Pat y PJ ya no eran unas lindas conejitas, sino que tenían su cuerpo original. Pero lo que más llamó la atención es que ahora, en el centro del octógono que habían formado, había un agujero. Una especie de pozo oscuro y aparentemente sin fondo. Un túnel hacia un lugar totalmente desconocido.

¿Qué sería exactamente aquello?