Partida Rol por web

Ya fuera por efecto del abanico o fruto de sus poderes, Henry empezó a levitar. Ahora tenía control absoluto de sus poderes, y al fin pudo llegar a alcanzar el cristal. Cuando estuvo en lo alto de la sala, se agarró del marco mientras Chris aún continuaba abanicándolo.

Henry decidió mirar por la ventana más cercana, lo que venía siendo a ser la ventana de la derecha de la sala. Allí pudo ver algo sumamente extraño, a la par que peligroso.

Al otro lado de la habitación había una mujer de tez blanca, labios rojizos y afilados colmillos. Tenía la capacidad de andar por las paredes y de vez en cuando batúa unas alas de color blanco enfermizo. Una extraña criatura parecida a un vampiro se hallaba en la habitación contigua.

Tan pronto Kat empezó a abanicarse se dio cuenta que había perdido mucho peso. Con cada golpe que daba al aire, Kat ascendía y ascendía y ascendía. Era como si volara, aunque lo hacía con movimientos bruscos y descontrolados. Si continuaba así podría llegar a una de las dos ventanas que tenía para poder mirar. La de su derecha o la de su izquierda.

Chris se admiró de que realmente el abanico hiciera volar a su primo. Ahora lo que tenía que hacer era no olvidarse de seguir moviéndolo, no sea que se fuese a caer desde allí.

-Vas bien, vas bien, Henry!!!

Exclamó mientras sus manos seguían moviendo el objeto hacia arriba y abajo, asegurándose de que el aire llegara en la forma en que lo hacía. Era magia.

"Bien, eso sería raro pero no siendo quien soy, aunque claro que yo no tengo nada que ver explícitamente con este hechizo..."

Después de unos cuantos abaniqueos, que solo lograron mover levemente la melena de su prima, Pat desistió de seguir y miró a la otra mujer con algo de resignación y disculpa.

-Pues, o abres paso, o probamos con la botella... preferiría ningún cambio más. 

Lo decía tanto por ella como por Tam, no tenía nada claro que si alguna crecía, cuándo volvería a su tamaño.

Más allá de una agradable y fresca brisa, Tam no notó nada más después de que su prima la abanicase. En ese momento se dio cuenta de que había cerrado los ojos. Pero al abrirlos, fue plenamente consciente de que todo seguía igual que antes.

- Pues si no quieres más cambios...creo que deberíamos descartar la botella por el momento. No sabemos qué hace pero si nos basamos en el libro podemos asegurar casi al 100 por 100 que se tratará de algún cambio en nuestro cuerpo. 

Tras exponer su conclusión, Tam se volvió hacia la pared situada justo por debajo de las ventanas. Si había algo al otro lado, un buen lugar por el que intentar abrir un agujero era bajo esas ventanas por las que entraba la luz. 

- Ponte a cubierto, por si las moscas.- le avisó a su prima. Después del éxito con su visión no quería que un proyectil de pared perdida pudiese alcanzarle y provocarle algún otro daño. Una vez segura de que su prima había seguido sus instrucciones, se concentró en la pared y descargó su energía contra ella a la espera de cavar el boquete que les serviría de escapatoria. 

Pat asintió a la sugerencia de su prima, aunque le hubiese gustado mostrarse más segura los últimos acontecimientos no se lo permitieron, cerró el abanico guardándolo en su bolso y volcó una mesa para parapetarse detrás de ella.

-Cuando quieras -dijo justo antes de que Tam se pusiese manos a la obra.

Henry iba a pedir a Chris que aflojara con el abanico para ver si su poder se mantenía activo o era cosa del "aparato de aire acondicionado". Pero la visión de la criatura al otro de la ventana le dejó extrañado y sin palabras. Si la mujer o la cosa esa se hubiese lanzado contra el cristal, hubiese asustado a Henry, pero en ese momento sólo estaba algo sorprendido.

Esto... Veo una mujer de cara blanca, labios rojos y colmillos bastante afilados. Camina por las paredes como si fuera el suelo y también tiene alas. Creo que intentar entrar en esa habitación es algo que no deberíamos hacer, Chris.

Se giró en su levitar para intentar mirar por otras ventanas. A lo mejor así tenía más suerte y veía un cartel luminoso que pusiera "Salida" o algo por el estilo.

Lo que le comentó Henry a Christ no le hizo un pelo de gracia, pese a todo siguió abanicando a su primo pues veía que él estaba buscando como otras ventanas por las cuales mirar.

-Vale, yo también voto por no asomarnos por la que tiene a la hija de Drácula. Sigue investigando, primo. Yo mantengo el aire en movimiento.  -

Este mundo no dejaba de sorprenderle aunque debería estar acostumbrado ya a las cosas extrañas, o debería.

Kat pataleó en un vano intento de controlar la dirección de su vuelo aunque sin mucho éxito. Le era imposible regular la fuerza con la que se impulsaba y por un instante temió estrellarse contra el techo de una forma ridícula y bastante dolorosa.

Con más suerte que pericia, evitó el bochorno de la colisión terminando medio erguida, medio colgando del alfeizar de la ventana izquierda y dirigió su mirada hacia el exterior rogando por ver algo que la ayudara a salir de su aprieto.

Eso era una auténtica mierda. ¿Cómo que no había funcionado? ¡Joder! ¡Si había reproducido exactamente su premonición! Chasqueó la lengua molesta, apretando os dientes para contener su mala leche.

-Estaba ella sentada en el suelo de esta habitación abanicándome con el abanico. Por el aire estaba flotando una chica morena, que poco a poco parecía que pudiera llegar a mirar a través de la ventana. - Miró a su prima y hermana alternativamente. - No le vi la cara, pero di por hecho que erais una de vosotras dos. - Se quedó callada un par de segudnos, dejando que procesaran la información. - Quizá debamos probar con P.J.
 

De pronto una gran explosión surgió al otro lado de donde Henry estaba mirando. La sala tembló y varios cascotes cayeron abriendo paso hacia el otro lado de la habitación. Por suerte no había sido la mujer Drácula quien lo había hecho, pues ella no se encontraba en ese lugar. 

Un agujero de más o menos un metro cuadrado comunicaba ambas habitaciones, habilitando así una posible salida de aquel extraño lugar.

La sala tembló y varios cascotes cayeron abriendo paso hacia el otro lado de la habitación.

Un agujero de más o menos un metro cuadrado comunicaba ambas habitaciones, habilitando así una posible salida de aquel extraño lugar.

Finalmente Kat consiguió aferrarse al marco de la ventana izquierda y cuando apartó la cortina para mirar tras el cristal se encontró con alguien. El susto le hizo tambalearse, no esperaba que nadie estuviera mirando por allí, por poco se cayó al suelo pero logró estabilizarse.

No podía ver más allá, pues un extraño y peludo hombre estaba mirando por la ventana. No parecía que la hubiera visto, pero aquella criatura se parecía excesivamente a un licántropo, así que tenía la suerte de que el cristal estuviera cerrado, porque si no la podría haber devorado en ese preciso instante.

Una explosión pasó de golpe, Chris se preocupó por su primo, aunque igual de forma refleja llevó sus manos delante de su rostro para protegerse.

-¿Henry, estás bien?

Lo que dejó el sonido y la mar de cascotes que cayeron fue un hueco. Era una posible salida. Parecía que la mujer vampiro no lo había ocasionado y eso era una buena noticia

-Henry, mira... podemos salir de este sitio, buscar a los otros.

Dijo el chico mientras buscaba a su pariente esperando que estuviera igual que él, sano. Una vez que lo encontrara enfilaría junto a él hacia esa posible salida. No quería pasar más tiempo en este cuarto insano.

"Vale, este mundo completo es el que está loco..."