Chris miró hacia el sitio de la libélulas. No le gustaron ni un pelo, pero antes de hacer nada le dijo a su hermana
-Lo siento, entiendo que me arriesgué innecesariamente y que hemos ya perdido un hermano -la volvió a abrazar y se recordó mentalmente cuánto ella sufriría si algo le sucediese. Miró entonces sí a lo que Tam señalaba.
-¿Qué función cumplirán? ¿Tenéis idea? Puedo orbitar una, o no... no serviría de mucho... tendríamos que buscar una madriguera.
Entendió que la madriguera podría estar bajo el agua, pero parecía peligroso eso de meterse.
-¿Cómo podemos evadirlos para investigar?
No era que fuese imperante evadirlas, pero no sería astuto meterse en el líquido así sin más. Así que Chris buscó una piedra, y si la hallaba, la arrojaría a las aguas, a ver si pasaba alguna cosa.
Pat volvió la cabeza cuando escuchó los comentarios de sus primos sobre las libélulas, ella de animales no entendía mucho por lo que se encogió de hombros y señaló hacia las profundidades del jardín.
-Las huellas del conejo siguen esa dirección. -dijo totalmente convencida mientras miraba a su familia -Y por el tamaño de eso, -señaló hacia atrás -creo que somos todos de talla normal.
Una pequeña sonrisa apareció en su rostro, no era mucho pero era un consuelo saber que no volvía a ser diminuta. Entonces, mientras esperaba que todos se acercasen para seguir las huellas, miró hacia la libélula mas cercana y sacudió las manos esperando paralizarla.
Tirada oculta
Motivo: Paralizar libélula
Tirada: 1d100
Resultado: 62(-5)=57
Henry descendió lentamente, meditando sobre lo visto. Las libélulas que les habían atacado estaban allí, estaba convencido, no iba a olvidar a esos indeseables bichos que le habían arañado todo su cuerpo y el de su prima. Y, aunque no podía asegurarlo, ese hombre también estaba en el callejón.
Bajad la voz dijo, al escuchar a sus primos, que le habían vuelto a la realidad. Esos bichos rojizos son los que nos atacaron a Penny y a mi en el callejón. Y no solo eso apuntó hacia las libélulas allí hay un hombre vestido de negro. No se si es el mismo que nos encontramos, pero estoy convencido de que es un demonio. No parece que todavía nos haya visto, así que deberíamos movernos en silencio.
Chris arrojó la piedra al estanque y... y nada. No sucedió nada. Mientras tanto Pat trató de paralizar a una de las libélulas y... y tampoco pasó nada.
El hombre del que hablaba Henry escuchó el sonido de la piedra caer en el estanque. De pronto las libélulas comenzaron a moverse y en lugar de dirigirse hacia los primos, se dirigieron hacia el hombre de negro. ¡Les habían descubierto!
Henry quiso dar un guantazo a Chris. Pero se contuvo y se conformó con una mala mirada hacia su primo
Ya sabe que estamos aquí. No hay tiempo que perder, vayamos a por él ordenó Con suerte, no le dará tiempo a avisar a nadie más.
¡Vamos! les dijo a sus primos. Él decidió salir corriendo hacia el hombre.
Chris no había visto al sujeto del que Henry hablaba, y por supuesto no había querido ponerlos en peligro. Puso cara de perro lastimado cuando vio el rostro de su primo. "No fue queriendo... solo pensaba en hacer las cosas bien." Pero no dijo palabra, ahora era cuestión de corregirse y siguió a Henry mientras corría hacia allí.
"No podía saberlo; pero igualmente mi hermano no habría sido tan idiota. Es que... soy nuevo en esto..." pensó mientras aceleró sus piernas lo más posible para correr tras su primo. Pat, por su lado, había hablado de seguir las huellas del conejo, y eso para Chris tenía más sentido: como en el cuento de Alicia. Sin embargo, lo primero era neutralizar, si eso era posible, al tipo ese del cual Henry había hablado.
Todo era tan... maravillosamente extraño allí. Mel aprovechó que sus primos estaban abocados a la investigación para perder su atención en lo que los rodeaba. Tantas plantas, tanto esplendor. Incluso aquellas libélulas diferentes a las del mundo real eran muy bellas. Su curiosidad la llevó a acercarse, a querer tocar una. Extendió su mano suavemente, intentando no espantar al insecto cuando la advertencia de su primo llegó. Justo a tiempo.
Sin hacer movimientos bruscos, se fue retirando al tiempo que miraba hacia donde estaba señalando su primo. ¿Qué había allí? Ella no lograba distinguir nada* pero tampoco tuvo demasiado tiempo para examinar el lugar. Nuevamente su hermano, en un acto de temeridad, se había lanzado a la carrera siguiendo a Henry. ¡Maldición!
-Chris! -llamó en voz baja a su hermano, pero aquello era inútil. Si quería protegerlo, tendría que ir tras el. Sin dudarlo un segundo más, Mel comenzó a correr detrás de Henry y Christopher intentando darles alcance. Si estaban en peligro, mejor que fueran muchos para defenderse.
*No sé si el hombre de negro es visible para todos.
De repente Henry les informó de la naturaleza de las libélulas, del hombre que parecía que las controlaba y de que él sabía que estaban allí. El joven salió corriendo y Chris y Mel lo siguieron, Pat dudó un instante antes de hacer lo mismo.
-Todos juntos.
Fué lo que dijo a sus hermanas y a las gemelas, si en su mundo eso era muy importante en ese lugar debía ser su máxima.
Tirada oculta
Motivo: Advertir, ver al demonio
Dificultad: 0
Habilidad: 3+9
Tirada: 1 1 1
Total: 1 +3 +9 = 13 Éxito
Tirada oculta
Motivo: Atletismo
Dificultad: 0
Habilidad: 5+8
Tirada: 5 7 10
Total: 7 +5 +8 = 20 Éxito
Tam había desviado la atención hacia las huellas indicadas por su prima Pat, cuando su hermano les confesó que aquellos bichos eran los que les habían atacado en el callejón.
- ¿Qué estás diciendo? ¿Los mismos?- preguntó, dando un pequeño respingo al pensar lo cerca que habían estado de ellos y lo mal parados que podían haber salido. Pero su pregunta cayó al vacío puesto que su hermano había seguido hablando sobre la presencia de un hombre de negro. ¿Cómo era posible que no lo hubieran visto antes? ¿Había estado ahí todo ese tiempo? Al igual que las primeras, Tam no tuvo tiempo de responderse aquellas preguntas pues su hermano decidió salir corriendo hacia el lugar donde estaba sentado el supuesto demonio, exponiéndose sin necesidad alguna. Dios mío. ¿qué hace?
- Henry, espera. - susurró. Pero era inútil. El chico ya les llevaba unos metros de ventaja. Asintiendo ante las palabras de su prima, echó a correr junto al resto de primos en pos de su hermano. Si se iban a enfrentar a aquel ser debían de hacerlo todos juntos.
Una de las libélulas te ha alcanzado. Parece suficientemente inteligente como para saber que tus ojos suponen un punto débil. Ha clavado sus cortantes patas en ellos y ahora te has quedado ciega, no puedes ver absolutamente nada.
Hasta ahora no todos habían podido vislumbrar al hombre de negro, pero al ver como las luciérnagas de color rojo carmesí se pusieron a revolotear entorno a él, pudieron ver al enemigo que aparentemente las estaba controlando.
Sin dudarlo, ni tampoco pensarlo demasiado, todos fueron corriendo en dirección al hombre de negro, con la intención de luchar contra él. Pero se equivocaron, antes de que pudieran darle alcance, las luciérnagas les estaban acosando y rodeando. Y no solo eso, si no que parecía que poseían afiladas patas o punzantes aguijones y no hacían más que sentir los cortes que les estaba provocando solo con su mero contacto.
El hombre de negro observaba desde lejos lo que estaba sucediendo, contemplando como su enjambre convocado iba debilitando a los invasores de aquel mágico lugar.
De repente las libélulas los rodearon y Pat soltó un grito, la Halliwell se paró de golpe y extendió los brazos al frente.
-Mis ojos... -la voz se le quebró -No veo nada.
Comenzó a mover las manos buscando un punto de apoyo mientras rotaba el tronco a derecha e izquierda, había cerrado los párpados en un acto reflejo de proteger los sensibles órganos pero por sus mejillas se podían observar hilos de sangre provenientes de ellos.
Henry fue el primero en sentir los aguijones nuevamente en su piel. Pero esta vez no le pillaba de sorpresa. Sabía que convocar a su clon era absurdo, y levitar igualmente... Pero tenía algo que antes no tenía
¡Paralizadlas! ¡Hay que continuar! gritó a su familia. Todos juntos podían vencer a aquellos seres tan asquerosos.
Chris ve venir a esos bichos y se da cuenta de lo peligrosos que son. Henry dice de unirse para acabar con ellos, Pat aclara que no ve nada. El chico no se encuentra mejor que ellos pero lo que hace es pensar una manera de salir de este embrollo. De sus poderes solo se le ocurre una posibilidad: es la de orbitar a esos bichos a otro lado, más exactamente hacia el hombre de negro. No cree que pueda hacer que todos se vayan de una sola vez, tampoco es la intención. Simplemente estira su brazo derecho y grita:
-¡Orbitar!-
Cree que tal vez pueda hacer o que los bichos se alejen para darles tiempo a correr, o que incluso puedan atacar a su dueño. Eso sería lo mejor pero puede que no sirva para nada. Lo que sí, es que el joven no se piensa rendir antes de intentarlo.
Motivo: Orbitar bichos
Tirada: 1d100
Dificultad: -5+
Resultado: 70
Tirada oculta
Motivo: Orbitar
Tirada: 1d100
Resultado: 61(-5)=56
Puse oculta pero no me lo tomó. Tiro de nuevo como oculta por las dudas.
Miraba a su alrededor ensimsimada, sin prestar atención a lo que comentaban el resto. Tanto era así, que le tomó mucho tiempo darse cuenta de que Chris había vuelto a su tamaño normal. Porque era el el que había cambiado, ¿no? No fue hasta que valoró un par de segundos la respuesta que se dio cuenta de que había empezado a palparse el cuerpo compulsivamente, como intentando calcular si las proporciones eran tal y como debían ser. Una estupidez.
- ¿Qu.. qué?
Fueron las palabras de Henry las que le devolvieron a la realidad, y esa chocante recuerdo en el callejón. Y antes de darse cuenta, estaba corriendo de nuevo hacia la boca del lobo.
- ¿Qué cojones estamos haciendo?
La sensación era idéntica a la que recordaba. Aunque esta vez, con tantas personas, había que reconocer que se estaban ensañando menos con su persona. Con los ojos prácticamente cerrados y moviéndose como si fuera poseida por espasmos, intento salir de ese círculo, en dirección a donde creía que debía encontrarse el hombre. Esta vez no iba a escapar.
Las libélulas que hasta el momento habían permanecido relativamente quietas, no tardaron en reaccionar al ver como el equipo de primos se convertía en una amenaza para su dueño. Los picotazos llegaban por todas partes. Tam llegó a sentir dolor en lugares de su cuerpo que normalmente no recordaba que existían. Intentaba dispersarlas con movimientos de sus brazos, pero no lo conseguía.
Fue entonces cuando escuchó las palabras de su hermano. Convirtiendo sus ojos en dos ranuras- no quería que los bichos se le metieran dentro de los ojos- intentó localizar a su gemela.
-¡Kat! Tienes que usar tu poder. Date prisa.- La desaceleración molecular de su hermana podía ralentizar a los bichos lo suficiente como para que todos pudiesen correr en pos del hombre. Mientras esperaba la reacción de su hermana, Tam intentó avanzar por sí solo en la dirección que seguían en un principio.
Asimilo la información acerca de las luciérnagas y el tipo ese pero antes de poder siquiera debatir cuales deberían ser nuestros siguientes pasos Henry se lanza a por el fulano ese seguido de ChrisMelinda, Pat y Tamara.
- Joder, ¿por qué no pensarán un poco antes de actuar? - pienso al ver como se dirigen directos hacia el tipo pero son interceptados por las libélulas.
Ni siquiera recuerdo como he llegado a estar junto a ellos recibiendo los incómodos ataques de esos insectos.
Agarro a Penny y a Kat e intento teletransportarnos junto al fulano ese. Natie atacaba a mi familia y quedaba impune.
Tirada oculta
Motivo: Teletransportación
Tirada: 1d100
Resultado: 67
Según sus primos Kat parecía ser la única capaz de resolver aquella situación. Pero para cuando lo empezó a intentar ya estaba siendo demasiado tarde, pues todas aquellas libélulas ya les habían rodeado por completo. Todos sus familiares e incluida ella misma estaban llenas de cortes sangrantes. Las ropas estaban rotas e incluso su prima Pat había quedado gravemente cegada.
Rápidamente comenzó a agitar sus manos con la esperanza de que paralizaran, Chris y PJ hicieron lo propio teletransportando las libélulas, pero no resultaba efectivo pues en un abrir y cerrar de ojos volvían a estar cubriéndoles el cuerpo.
Al menos ella consiguió su objetivo, y a pesar de lo heridos que estaban, aquellos insectos ya no supondrían un problema.
El hombre de negro chasqueó la lengua al ver lo que estaba a punto de ocurrir. Y entonces se desvaneció de allí volviendo a dejarles completamente solos y sin un objetivo al que hacer frente. Kat debía seguir concentrada, o si no, las libélulas volverían a hacer de las suyas.
Tirada oculta
Motivo: Deceleración molecular
Tirada: 1d100
Resultado: 25
PNJizada por el máster. ^^
Cuenta como turno.
Sientes como poco a poco te vas quedando sin energías, los arañazos y los cortes no solo te han desangrado, si no que han drenado tu fuerza.
Sientes como a tu alrededor todo da vueltas, y a ese ritmo no tardarás en perder la conciencia.