Partida Rol por web

Lluvia sobre Night City

Día 1: en busca de ayuda

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25/01/2009, 17:47
Mahtar_Ilfirin

 

Observó con cierta indiferencia la salida de tono de la doctora pero aunque tuviese razón él siguió pensando lo mismo. Decir que de no hacer lo que ella le pedía lo que peligraba era la vida de sus familiares había sido un movimiento hábil y si la hubiese creído no hubiese dudado en hacer lo que decía, pero no confiaba del todo en el juicio de aquella mujer. Para cuando fue a responderla ella ya se había girado para recoger su equipo, así que lo que de haber estado cara a cara hubiese sido palabra hablada se limitó a pensarlo -Tranqui, tigresa-, aunque no dudaba que aquel bonito apelativo volvería a utilizarlo para referirse a ella en otra ocasión.

Poco después tocó la reprimenda de Gusano, o al menos esa fue la parte que comprendió de todo su discursito. A diferencia que con Eiren en Gusano sí confiaba (un poco más) pues este no era el conocido de un amigo de confianza de Tolstoi sino ese mismo amigo. Tolstoi no solía equivocarse cuando elegía sus amistades, pero desconocía si su amigo tenía esa misma habilidad. De todas formas como no terminó de entender del todo lo que decía se limitó a sonreír y asentir como en tantas ocasiones hacía.

- Vámonos.- dijo no antes de mirar a Tolstoi para esperar su confirmación en cuanto la tigresa hubo vuelto de coger todo lo que supuestamente necesitaba. –Ellos están sufriendo mientras nosotros parloteamos- soltó a modo de pulla.

 

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25/01/2009, 18:40
Lagikhsere

Upper East Side, 10:50.

Pese al primer encontronazo de opiniones la sangre no llegó al rio y todos prosiguieron el camino que habían trazado. Eiren estaba preparada con su instrumental portatil, efectivo pero no infalible. Gusano prosiguió con sus tareas en la clínica, que en aquel relajado momento consistía en preparar lo necesario para cuando el grupo regresara con las muestras. Por otro lado Tolstoi, Leo y los dos acompañantes se subieron a sus transportes para guiar a la médico hasta el almacén donde estaba el resto de sus familiares.

Upper Marina, 11:30

Aquella parte de la ciudad constaba de muchos almacenes debido a la cercanía al puerto. Además, la renta por aquella zona era baja y el estilo de las casas reflejaba el intento de prosperidad de las décadas pasadas. Roy Dupuis había aprovechado la decadencia de la zona para invertir dinero en unos cuantos almacenes para sus diversos negocios. Dupuis conocía a Tolstoi gracias a su padre, el cual parecía que había mantenido una muy buena amistad en vida.

Pese a que no era siquiera mediodía las nubes oscurecerían la ciudad toda la semana, y unos días después. Lo peor de aquello era la humedad debido a la lluvia, porque aunque la familia de Leo estuviera bajo techo el almacén no estaba preparado para ser habitada. De todas formas era mucho mejor que estar a la interperie.

El almacén era lo suficientemente grande como para dejar en el interior los vehículos. Por fortuna para la familia llamada "Justicia Retributiva" el lugar estaba siendo remodelado, de ahí que estuviera disponible y amplio para todos. Cuarenta y dos personas era un número considerable para encontrar un lugar adecuado. La distribución dentro del edificio recordaba a las antiguallas pelis de indios y vaqueros, donde éstos últimos disponían los carros para protegerse del exterior. En vez de carromatos de madera tenían caravanas, coches y motos; en vez de revólveres y rifles monotiro disponían fusiles y subfusiles, y hasta alguna granada para montar una buena. Pero el espíritu era casi el mismo: un grupo de gente que se protegían unos a otros porque eran una gran familia.

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25/01/2009, 19:42
Lagikhsere

Upper Marina, 11:35 (almacén de Roy)

Al entrar en el almacén Eiren observó que la vigilancia para la familia era algo entre las máximas prioridades. El instinto primario de todo padre era proteger a su prole, y si se estaba preparado para el peligro mejor que mejor. Lo que más extrañó a la médico fue ver como un grupo de niños corroteaban de un lado a otro jugando al escondite, aunque siempre bajo la atenta mirada de sus mayores. Un joven de unos dieciséis o dieciocho años salió al encuentro. Era un chico algo desgarbado y de piel pálida.

- Ho-hola -dijo a todos, pero en especial a Leo al cual casi le idolatraba. Se fijó en la presencia de la mujer y el equipo que llevaba encima. En la ausencia de Tolstoi y Leonard todos ya sabían a dónde iban y qué pretendían conseguir. Aquello era una excelente noticia, Benjamin lo sabía, pero su pierna derecha no dejaba de moverse en un fuerte tic nervioso. Para el joven la presencia de un médico con sus instrumentos era algo horrible. Tragó saliva.

El chico fue hacia un grupo de tiendas de campañas preparadas para cualquier terreno. Allí estaban algunos de los enfermos más graves. No pretendía entrar pero sí quedarse cerca para vigilar que aquella médica no iba a hacer daño a su familia.

 

 

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27/01/2009, 15:25
barlow_mr

Le sorprendió el espíritu de familia que tenía esta gente, algo que contrastaba con el espíritu convencional que se vivía en aquellos días. Aquello le recordó a las antiguas películas que solía ver en el hospital. No le costo mucho transpolar las imágenes e imaginarse que estaban en aquellos dias, de hecho las cosas no habían cambiado tanto, y los roles seguían siendo los mismos. Notaba el recelo y el miedo en los ojos de esa gente – Me pregunto si esos antiguos colonos también tenían este miedo.
No hizo falta decir nada, era evidente que todos sabían quien era y a lo que había venido, asi que benjamín la llevo hasta un grupo de tiendas en las que habían puesto a los enfermos mas graves.

-          Es mejor ponerse manos a la obra. – Pensó. – Si necesito algo os avisaré, aunque no me vendría nada mal que estuviera a mi lado alguien que sepa la evolución que han ido teniendo los afectados.

sin esperar respuesta Eiren entró en una de las tiendas

 

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27/01/2009, 22:37
Mahtar_Ilfirin

Durante el largo viaje que los había llevado de regreso al asentamiento que durante algunos días emplearían Leo permaneció muy atento a todas las reacciones que la tigresa pudo tener: al montarse en el coche, en los incómodos silencios y las tensas conversaciones que se iniciaban para poner fin a estos… Pero mientras este interés mostrado en tan irrisorias situaciones no había sido suscitado más que por la mera curiosidad y el aburrimiento, cuando llegaron al almacén donde descansaban sí le interesó saber qué opinaba la doctora de aquel lugar, de cómo vivían, de con quién vivían, de en qué sitio vivían.

No podía evitarlo, ni siquiera lo intentaba, pero le repugnaba la gente que sentía lástima de ellos, que se compadecía de su situación. Ese tipo de personas no eran más que cerdos hipócritas que se creían mejor que el resto y por ello se permitían sentimientos como la lástima. A diferencia de esos jodidos mentirosos que necesitaban de una casa, un piso o una habitación de hotel a la que llamar “hogar”, Leo no necesitaba más que a su familia para considerar cualquier sitio en el que se encontrase como su hogar. Lo había sabido desde muy pequeño.

Correspondió al saludo del joven Benjamín con gesto militar llevando la mano a su frente y sonriendo. -“Misión cumplida”- Ya hablaría con él después, cuando se desembarazase de la doctora.

–Y yo la esperaré aquí fuera, por si quiere algo.- dijo no demasiado convencido cuando la doctora desapareció engullida por una de las tiendas de campaña.

Fue entonces cuando aprovechó para situarse a la espalda del tembloroso Benjamín. Con las manos sobre sus hombros se acercó para susurrarle.*

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27/01/2009, 22:37
Mahtar_Ilfirin
Sólo para el director

 

*-Todo va a salir bien.- le susurró intentando tranquilizarlo ahora que Eiren se afanaba en curar a los enfermos.-Es una amiga de Tolstoi y ya sabes que él no se equivoca con sus amigos.- Su temor a los médicos era comprensible y seguramente todos debieran temerlos, por lo menos a aquellos que trabajaban para las grandes compañías que sacaban beneficio con el sufrimiento de los enfermos. –Además me gritó, ¿tú te crees?, porque decía que la impedía hacer bien su trabajo.- sonrió.

 

Notas de juego

Lo que susurra.

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27/01/2009, 22:49
Lagikhsere

Upper Marina, 11:35 (almacén de Roy)

Aquella gente no se andaba con chiquitas, eso se intuía al ver lo preparados que estaban. Además, las miradas de aquella familia hacia Eiren resultaban claras y directas. Todos confíaban en las decisiones del viejo Tolstoi, pero eso no evitaba que vieran a la mujer como a una extraña aunque fuera en su ayuda. Es lo que tenía preocuparse constantemente de las agresiones externas.

Una de aquellas miradas era la de Leo, siempre tan claro en sus pensamientos y sin ningún tipo de tapujo a la hora de expresarse. No buscaba la pena de nadie, y menos de aquella mujer. No estaba convencido de sus habilidades y sin duda estaba allí porque así lo quería  el Patriarca de la Familia. El choque de caracteres resultó obvio desde el principio, pero eso no impedía que estuviera al pie de las tiendas de campaña para explicar cualquier cosa que requiriera la médico. Sus palabras de ánimo hacia Benjamín tuvieron respuesta (*)

Eiren había entrado con decisión bajo las lonas nómadas. Cada día aprendía que la actitud era algo a tener en cuenta, y mucho más cuando tratabas con cierto tipo de personas. Estar rodeada de un número de desconocidos, en su mayoría armados, te obligaba a actuar de una forma precisa y firme. Pero para ella lo importante, lo verdaderamente importante, eran las personas que estaban enfermas. En aquel momento se olvidó del roce con aquel tío, o la mirada inquisidora del joven. En aquel preciso instante su mente se centró en tres personas.

Las casetas eran cuatro, y cada una de ellas albergaba a tres personas. La más grave, a la que aquel joven había acudido primero, se llamaba Jane. Hace un mes aquella mujer de treinta y ocho años, de piel morena y ojos negros llamativos, lucía un aspecto saludable (cosa que Eiren no sabía) Ahora estaba recostada, con la piel cetrina, el rostro muy delgado y los ojos hundidos. Estaba despierta aunque débil. Sobre la marcha la médico comenzó su diagnóstico.

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27/01/2009, 23:08
Lagikhsere

Conversación con Benjamín

Sabías que el benjamín del grupo era alguien de buen corazón. Estaba aprendiendo el duro oficio de los Nómadas, si es que aquello se podía llamar oficio. En realidad simplemente comenzaba a vivir por primera vez, por eso no te extrañaba que fuera tan receloso (y mucho más con un médico de por medio)

Asintió ante tus palabras porque confiaba en tí. Le habías acogido entre tu grupo de confianza y por eso te tomaba como si fueras su mentor, y aunque realmente lo ideal sería que aprendiera de todos sabías que te iba a tomar como ejemplo.

- Vale... -suspiró como si no supiese qué más decir- ¿Por qué no entras y yo me que-quedo aquí? Así puedes explicarle mejor.

Estaba claro. Seguía sin fiarse de ella y por eso buscaba la forma de que no se quedara sola dentro de la tienda de campaña. A veces te preguntaba que sufrimientos le habían hecho pasar para que si siquiera pudiera recordarlo. Sólo el sudor que empapaba sus ropas por las noches te dejaban vislumbrar que el ser humano era tan cruel como su imaginación le permitiera.

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27/01/2009, 23:16
Lagikhsere

Notas de juego

Barlow, te dejo un margen para que rolees lo que haces. Supongo que habrás visto alguna serie de médicos XDDDD

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29/01/2009, 01:27
barlow_mr

Eiren miró a Jane y le dedico una sonrisa cordial, si algo había aprendido es que una sonrisa sincera y contarles a los enfermos a lo que habías venido y lo que ibas a hacer les ayudaba a estar mas tranquilos y confiaban mas en el médico.

- MI nombre es Eiren, y soy el médico que habéis ido a buscar, he venido para averiguar que te ocurre y ponerle remedio, pero para ello deberás ayudarme. Ahora te hare unas sencillas preguntas, luego procederé a una inspección ocular, luego hare unas palpaciones y por último procederé a hacerte un par de pruebas. ¿ estas preparada?

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02/02/2009, 21:37
Lagikhsere

Upper Marina, 11:35 (almacén de Roy)

La mirada de la mujer estaba cansada, al igual que la sonrisa que respondió a la tuya. Para ella las noticias eran sin duda buenas porque pronto iba a ponerse mejor y ocuparse de sus tareas en la comunidad. Después de aquello asintió con la cabeza dispuesta a responder tus preguntas.

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02/02/2009, 21:41
Lagikhsere

Notas de juego

Barlow, querido mío, no tienes que esperar a su aprobación para comenzar las preguntas. Por cierto, te edité tu post para al menos separarlo y ponerle el guión como que está hablando tu personaje. Échale un ojo y editalo ;)

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03/02/2009, 14:24
Mahtar_Ilfirin

En cuanto lo escuchó suspirar supo qué era lo que el chico quería  y no estaba en contra de lo que le iba a pedir. Se quedó un minuto más a su espalda tras escuchar sus nerviosas palabras. No sabía muy bien por qué lo hizo, pues resultaba por completo imposible que se calmase mientras permaneciese allí quieto. Sabía que no conseguiría alejar de él sus peores elucubraciones, las pesadillas que había vivido durante su corta vida y que ahora imaginaba que estaban repitiendo con los enfermos. Mientras Eiren permaneciese a solas con unas personas que empleaban sus escasas fuerzas en continuar respirando Benjamin no estaría tranquilo.

 - De acuerdo. - dijo mientras se situaba de nuevo frente a él y le guiñaba un ojo. -“Le explicaré mejor”, pero tú no te muevas de aquí, ¿eh?.

A continuación se deslizó al interior de la tienda de campaña por la cicatriz en la lona que funcionaba como entrada. La tigresa tenía que estar allí, trabajando por curar a los enfermos con sus aparatos e instrumentos. Se situó en un rincón, al otro lado de la entrada, donde no molestase su trabajo pero desde donde pudiese ver a la perfección a la doctora y cuanto hacía.

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09/02/2009, 14:25
barlow_mr

Escucho pacientemente cada una de las respuestas, barajando los datos que ellas le iban aportando. Eiren disfrutaba con su profesión, siempre se había sentido como una detective, como una de esas historias que le contaban de pequeña, en las que Sherlock colmes era capaz de las hazañas mas increíbles tan solo con la observación y la deducción. Siempre le había considerado como uno de sus personajes favoritos.

Después de la pequeña labor de observación, ahora era el paso de la recopilación de pistas, asi que Eiren sacó su instrumental y la fue chequeando, y anotando cada uno de los resultados, luego, tomo unas muestras de tejidos y de fluidos para poder analizarlas con mayor profundidad en la clínica. 

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11/02/2009, 15:01
Mahtar_Ilfirin

 

En cuclillas, con las rodillas golpeando su pecho y con sus brazos abrazando las piernas observo todos y cada uno de los movimientos de la doctora. No sabía lo que hacía la mayoría de las veces, ni para qué servían los aparatos que tenía hasta el momento en el que los utilizaba (aunque aun así quedaban muchos en su instrumental cuya utilidad seguía siendo un “misterio”). Leo simplemente se preocupaba de vigilar que lo que hiciese la “tigresa” no suponía un perjuicio para los enfermos. De todas formas no estaba muy seguro de saber si por culpa de ella sufrían más pues su rostros ya se contraían lo suficiente por los dolores de la enfermedad.

Pasado un rato en el que se convenció de que nada malo pasaba centró su atención en uno de los enfermos que pareció retorcerse un instante, como si hubiese sido repentinamente asaltado por una pesadilla que no duró más de un segundo. Tocó su frente instintivamente, maternal lo llamarían, un trato que él mismo durante su infancia no había disfrutado. La fiebre estaba alta, como en todos, y lo único que podía hacer él era humedecer unos paño para situarlos sobre su frente esperando que sus sueños febriles no los sobresaltaran.

Una vez terminó volvió a sentarse ocupando el menor espacio, algo menos preocupado por la doctora y más por el estado de sus familiares.

 

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16/04/2009, 00:25
Lagikhsere

Upper Marina, 11:35 a 13:00 (almacén de Roy)

 

Desde el momento que Eiren entró en la tienda supo que le llevaría un buen rato recopilar lo que necesitaba, desde información hasta muestras imprescindibles de ser analizadas. Hasta el momento estaba claro que la infección se había producido en el trayecto entre San Francisco y Night City, pero si aquello se trataba de una enfermedad de diseño era posible que hubiera estado incubándose desde antes. Aquella era una pregunta que sabías que se resolvería con el tiempo, pero si no encontrabas una cura pronto muchos de los enfermos no escucharían jamás la respuesta. Los síntomas eran tan idénticos a una gripe común y a la vez tan persisentes que no concordaban. Era como llevar la enfermedad a su máxima.

Se había recogido muestras de toda clase: sangre, orina, cabello, escaner ocular y alguna biopsia que no agradaba a nadie. Ver como una desconocida cortaba un trozo de carne a un amigo, a su familia, erizaba los pelos de la nuca de Leo. Pero era lo que había que hacer. La tigresa era la entendida. Hasta había pedido todas las medicinas que se habían tomado, o al menos las que aún se guardaban. Lo único que podías hacer era esperar y prestar tu atención y cariño a tu gente, pero el inconfundible ruido de vehículos trucados en el exterior (motos sobretodo) hizo que apartaras tu mente de los cuidados de tu familia. Casi al instante Benjamin entró en la tienda, y mientras hablaba sus ojos se fijaron en Eiren con suspicacia, con rabia....

- Leo, hay una banda dando vueltas ahí fuera. Seguro que buscan problemas.

 

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16/04/2009, 00:45
Lagikhsere

Notas de juego

Para aclarar las cosas:

Eiren... tienes todas las muestras necesarias y algunos de los médicamentos que tomaron. Son los típicos antigripales. La mujer necesita ser ingresada debido a su estado.

Leo... el ruido de los vehículos te indica que están dando vueltas alrededor del almacén o muy cerca. Huele a problemas.

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16/04/2009, 18:50
barlow_mr

Eireen se levanto y salió para poder habalr con Leonard. - Ya he terminado aqui, Debo analizar las pruebas que he reunido, pero ya te puedo adelantar de que esta mal, debo llevarmela a la clinica  y para eso necesito uno de vuestros vehiculos y alguien que nos lleve

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20/04/2009, 19:50
Mahtar_Ilfirin

- Mierda, mierda, mierda… justo ahora.- farfulló mientras salía lo más rápido al exterior de la tienda.- Benjamín…- estaba punto de darle instrucciones sobre lo que tenía que hacer cuando Eireen le avisó del estado de la paciente.

- Buff… veamos…- dijo después de vaciar por completo sus pulmones en un largo suspiro con el que pretendía aliviar parte de la tensión y conseguir algo de tiempo para poder pensar.- Benjamín, dale todo lo que pida. Prepara las cosas para sacar a todos los enfermos de aquí si fuera necesario, no solo a Jane. No sabemos cómo se va a poner de feo esto. Yo voy al almacén, a ver qué puedo hacer con esos jodidos cabrones… ¡Vamos!- dijo antes de dar media vuelta y correr a la bolsa que había llevado consigo cuando fueron a ver a gusano. Allí tenía todo lo que necesitaba. Luego se dirigió al lugar del que provenía el sonido de los motores.

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27/04/2009, 01:29
Lagikhsere

Upper Marina, 13:05 (almacén de Roy)

El problema de entrar en una nueva zona era que posiblemente se estuviera pisando el terreno de otros. Por lo general las Familias Nómadas no eran agresivas, pero siempre había una excepción a la regla. Pero si en éste caso la gente de Leo decía que era una banda se debía a su experiencia con el trato de ellas. A veces no era fácil distinguir aquellos dos grupos a simple vista, pero en una ciudad la diferencia era más notable.

Leo corrió dispuesto a afrontar aquel problema de la mejor forma posible, y si tenías que usar el arsenal que estaba en tu mochila lo harías. Todo por defender a los tuyos, esa era la máxima regla que se aprendía día a día. Los lazos de los Nómadas eran demasiado fuertes como para permitir que un grupo de impresentables perturbaran la tranquilidad de tu gente, de tu familia.

El avance tecnológico prometía una mejor calidad de vida. Los nuevos descubrimientos eran aplicados a diversos campos de la ciencia, y en éste caso la medicina había dado un paso de Titán en menos de 20 años. La máscara que Eiren había puesto a Jane era un simple ejemplo de las diversas mejoras, y de hecho había tantas y tantas cosas útiles que no te imaginas cómo era posible curar a enfermos a principios de siglo. Ojala una inyección de nanitos pudieran curar a todos esos enfermos, pero dudabas que fuera tan sencillo. Además, ¿cómo pagarían esa biotecnología? Vivían en tiendas de campañas y caravanas destartaladas. No, no podrían permitirse tales lujos con aquella extraña vida que llevaban. Hasta se te había pasado por la cabeza que iba a ser falta ingresos para investigar la enfermedad.

Benjamín, aquel extraño chico que te miraba con recelo, echó a correr hacia un vehículo tipo Jeep. Cogió herramientas y comenzó a desatornillar el asiento trasero para que Jane pudiera ser trasladada con comodidad. Sólo había un inconveniente: un inminente enfrentamiento.

Leo subió unas escaleras que conducían a unas estancias superiores. Sólo era una parte del almacén, pues el resto tenía el techo alto para almacenar cualquier cosa. Sarah se encontraba junto a una de las ventanas con su viejo subfusil ligero. Era una mujer un tanto temeraria, por eso le encantaba las armas que dispararan muchas ráfagas y le permitieran moverse de un lado a otro. En el exterior un grupo de moteros, y dos coches detenidos a cierta distancia, circulaban alrededor del almacén. Su indumentaria era variada, pero negra; y sus caras estaban pintadas como las calaveras.

- Estos mamones quieren problemas –dijo Sarah relamiéndose los labios.