Partida Rol por web

Ante la pregunta de Eve, McLeud contesta:

- Como les explique antes es el sistema de último hombre en pie gana, o sea que irán todos ustedes a pelear con ellos y si por lomenos queda uno sin eliminar y ellos pierden a todos sus hombres, ganamos. Yo no podré intervenir en lo que ocurra y tampoco Edwars, así que las decisiones recaen en los sargentos.

Por otro lado, tendran publico en todo esto. Estarán presentes en este ejércicio el capitán Gloval, nuestro querido coronel Leonard, y ellos se suman el almirante y ministros de defenza Donald Hayes y el vocero y hombre fuerte del Gobierno de la Tierra Unida, el senador Nepoleón Russo.

Después McLeud ve la hora y comenta:

- Es raro... Aún no me informan de la llegada de Edwars y sus vastardos. Iré a vewr que pasa.

Isamu llega en ese momento e inclina su cabeza –lamento el retraso, estaba preparandome para el combate.

Al levantar la cabeza se cuadra y mantiene la posicion.

Me quedo seria ante sus palabras.. no sé cómo lo vamos a hacer pero tenemos que pensar algo según la marcha, sin haber empezado no sabemos qué podemos hacer..

Me levanto tras haber desayunado y me aparto un poco del resto, para comenzar a estirar haciendo alguna " kata ".

Si tengo que romperle el cuello a alguno no dudaré en hacerlo.

McLeud ve a Isamu y comenta:

- Ven, yo no soy el único orgulloso de su origen.

Después el teniente iba a salir de la tienda, seguramente para ver que sucedía con Edwars y su gente. No obstante, se detiene de golpe en la puerta y vuelve con ustedes.

- Bien, chicos, ponga sus mejores caras de niños buenos. Ahí vienen los peces gordos y querran conocerlos.

A penas termina de decir eso, por la puerta de la tienda entra la comitiva de autoridades. El primero en entrar es el senador Russo, a quien habían visto un montón de veces en televisión. Era un hombre bajo y gordo de unos 50 años, pero con una mirada de aguila que le daba cierto aire imponente.
Un poco más atrás venía el Almirante Hayes, un hombre señudo, alto y macizo. Todos lo reconocieron, por que en todas las academías militares había un retrato suyo.
Con ellos también venían el capitán Gloval y el doctor Lang, a quienes ya conocían, y una atractiva chica de lentes y cabello dorado que vestía una bata de técnico.
El que habló fue Russo, quien con mucho animo les dice:

- ¡Mis queridos muchachos! Estoy realmente contento de ver el producto del entrenamiento en nuestras academias. Ustedes son el orgullo de nuestras fuerzas y, si me permiten, también son mis candidatos a ganar en este ejercicio.

Después los saluda a cada uno de mano y se detiene en McLeud y le dice:

- Teniente McLeud, usted es idéntico a su padre y estoy seguro que él estaría orgulloso de usted.

McLeud se ve incómodo. Al parecer no le agrada mucho el senador.

Por su parte, Hayes solo hace un saludo militar generalizado y se retira con Russo.

Quienes se quedan son Gloval, Leng y la chica rubia. El Capitan les dice:

- ¿Y bien? ¿Cómo se sienten hoy, muchachos?

Tras las palabras del Senador y el saludo marcial del Almirante Hayes,las piernas de Bobby ya habían dejado de temblar.El silencio incómodo respondía al Capitán lobal,y eso no podía empezar así.

Acalarándose laa garganta,y esperando que no temblara demasiadao la voz,Bobby contestó:

¡Listos para demostrar lo que valen las academias,señor!

Asiento ante las palabras de Bobby con unsa sonrisa, tras saludar debidamente a todos los oficiales.

El sargento tiene razón, les demostraremos lo que valemos!!

Me mantengo firme mientras saludo a todos los oficiales. Al escuchar a los sargentos no puedo evitar que una leve sonrisa se dibuje en mi cara y también respondo, aunque de manera menos efusiva.

La mujer estaba nerviosa por las personas que estaban alli, sin embargo su entrenamioento no le permitia demostrarlo, a la pregunta del capitan Gloval responde:

- Listos para demostrar de que pasta estamos hechos señor

Sigo en posicion de firme y mas ahun que estan las mas altas autoridades hago mi saludo con la mano cuando llegar y respondo la pregunta de Gloval .

Estamos mejor que cunca Sr listos para el ejercicio y defender nuestro Honor Sr

Antes de que el resto pudiera responder a la pregunta de Gloval, el celular del capitán sonó. Atendió de inmediato y a medida que hablaba su cara se decoloraba hasta quedar blanca como la cal.

- Aló... si... ¡Qué!... ¡Bozhe moi!... ¿Están totalmente seguros?... ¡Esto no puede estar pasando!... Voy de inmediato.

Después de colgar, mira el rostro espectante de todos los demás presentes, mas tratando de guardar la compostura, les dice:

- Al parecer ocurre algo grave en el SDF-1. Iré a ver de qué se trata.

Y sin más sale de la tienda.

McLeud es el primero en reaccionar ante lo que ocurría. De inmediato les dice:

- No sé ustedes, pero yo voy a cer que pasa. Esto puede tener algo que ver con nosotros.

Seguido, sale tras Gloval,

Miro a mis compañeros y me dispongo a salir tras McLeud. Vamos chicos, pase lo que pase puede que nos influya, así que es mejor enterarse cuanto antes..

Tzigan sigue a sus compañeros mientras se pregunta que es lo que podria estar pasando en esa nave que ha sido revisada tantisimas vces y que cuenta cong ran seguridad, o al menos eso es lo que ella piensa, sin duda debe ser grave y espera que no lo sea ya que siempre le impresionaba esa nave y pensar que algo podia suceder en algo tan inensamente grande

Al ver a Eva a su lado, McLeid sonríe y le susurra:

- Por qué no me extraña que seas tú la primera en venir.

Le guiño un ojo mientras muestro una de mis mejores sonrisas pero no digo nada, me limito a seguir caminando a ver qué pasa.