Partida Rol por web

Señale uno de los caracoles que estaba en el suelo, sabia que el problema con esos bichos es que en cuanto te acercas se ocultas en su cascaron y es complicado poder sacarnos de alli, no me gustan demasiado como comida pero ella queria cazar uno de esos y solo habia una manera.

- Tenemos dar vuelta al Caracol, el caer y esconderse y entonces poder atacar -

                Nos acercamos a lo que se conoce como un huerto: allí es donde los Seres Humanos hacen crecer vegetales y esas cosas. Allí hay bastante humedad y los caracoles salen con ella. Spiner me dijo que teníamos que voltearlo porque sino se escondía en su caparazón. Yo prestaba toda la atención que debía al asunto. Sabía que los caracoles tenían sus ojos en las antenas, por ejemplo, aunque nunca había cazado uno (o ningún bicho a decir verdad, la que hacía esas cosas era mamá)

                -Estoy lista, de verdad.

                Le dije poniendo rostro serio y enfocándome en el huerto y en intentar ver a alguno de esos bichos viscosos. No me acordaba si habíamos alguna vez cocinado alguno pero a mí se me daban bien todas las recetas. Algo iba a inventar con el pedazo de caracol que tocara…

                “¡Todo menos araña, puaj!”

El caracol esta justo frente a vosotros,ir a por el es bastante sencillo, no es un animal peligroso y su unica defensa es esconderse dentro de su caparazón.

Salgo corriendo hacia el caracol con decisión esperando que ella me siga, la idea es conseguir tumbarlo cuanto antes pillandolo por sorpresa, esos bichos tienen la extraña capacidad de poder aderirse demasiado bien al suelo y si no tenemos cuidado sera imposible volcar al animal.

        Sigo a Spiner rumbo al Caracol. Parece que la idea es tumbarlo y hacerlo antes de que se esconda. Sé que su textura no es de lo más agradable del mundo pero no me voy a acobardar ahora. Tengo que hacerlo, tengo que aprender que ser una incursora es mucho más que palabras, es acción. Así que sigo a mi compañero con toda la atención y, cuando estamos cerca del bicho, me le tiro encima con la idea de atraparlo. Mi mente, mientras tanto, dice cosas como: "¡hay que asco por dios!, ¿como voy a tocar a esa cosa babosa? ¿A quién se le ocurre buscar un Caracol?? Me va a llenar de babas. Espero no vomitar. Yackkk".

El ataque al caracol resulta ser mas sencillo de lo que jamas hubieras pensado, caeis sobre el de golpe y el nada mas detectaros cerca trata de esconderse dentro de su caparazón, pero no le sirve de nada, en apenas un segundo ya le teneis tumbado de lado, el caracol esta escondido dentro de su caparazón si, pero su parte mas vulnerable es la inferior y lo teneis a tiro, ahora podeis cazarlo si quereis.

Lo que si es cierto es que no sabes muy bien como estais ambos manchados de baba de caracol, es pegajoza y huele bastante mal.

El asalto fue genial, habiamos derribado al caracol  nos habiamos puesto perdidos completamente y el olor del caracol era bastante... repugnante pero lo habia conseguido y suponia que eso era lo que mas feliz le haria a ella, ahora podia matar al caracol si queria, pero la verdad es que preferia no hacerlo, no me gustaba ni su olor ni su sabor así que por el momento para mi era suficiente.

- Tu hacer genial, ser buena cazadora pero ahora irnos, caracol oler muy mal no gustar olor -

           -Buacala!!! Spiner estoy toda mojada de... babas... Ajjjhhh!! -me restregué el vestido pero solamente me pasaba las babas del mismo a mis manos y de nuevo a mis prendas. No tenía intención en acabar con la vida del Caracol pero estaba muy contenta de que lo hubiésemos logrado. Sobre todo de la felicitación de mi amado Spiner.

           Él tampoco tenía mucho interés ahora en cazar a la criatura, lo que me había querido enseñar era como tumbarlo. Una vez hecho eso, era relativamente fácil acabar con la vida de aquel bicho. -Bueno, ayúdame a ponerlo derecho de nuevo para que pueda seguir reptando. No vamos a matarlo como tú bien dices. Y luego de ésto me voy a pegar un baño. Tengo babas por todos lados... aggggg...

          Luego me comencé a reír porque no era la única, mi compañero estaba igual. -Jajajajajajaj.... perdón es que... jajajaja jjaja..... estás lleno de babas. Lo siento no me quiero reír pero tu cabello te ha quedado muy bonito.

          Incapaz de contener la risa me eché al pasto y me agarré la panza de tanto reírme, lo que conseguí ahora era una mezcla de babas y tierra. Estaba horrible, pero no podía parar. Luego, cuando pude hacerlo me senté y, luego de poner al Caracol en su postura normal, le dije a Spiner. -¿Vamos a tomar un baño??

Como todas las veces Irina vuelve hablar demasiado deprisa como para que le siga en todo, esta claro que como yo no quiere matar al caracol y que las babas no parecen gustarle demasiado, eso es otra cosa que tenemos en comun, no es nada agradable tener babas de caracol cubriendote el cuerpo.

Pero cuando se pone a reir de golpe me quedo algo perplejo, no entiendo que pasa hasta el momento en que ella dice lo de mi pelo lleno de babas, la verdad es que tengo que entenderlo tiene que resultar gracioso verme en este estado.

Rompo a reir con ella y mas aun cuando se tira al suelo y empieza a parecer una bola de polvo y babas esparcida por el suelo.

- Si, mejor tomar baño, si la baba se seca es muy dificil de quitar y deja olor terrible -

           Spiner se puso a reír conmigo. Éramos dos desastres pero esa risa nos unía. No lo veía nervioso como la otra vez, sino tranquilo, contento. Además, el pobre Caracol se había salvado, de todas formas parecía que a ninguno de nosotros nos apetecía comerlo.

           -Bueno, vamos a buscar dónde bañarnos. ¿Habrá un poc de agua cerca, o mejor vamos a mi casa? ¿Qué te parece Spiner?

           Esperé que él me respondiera mientras me paraba y trataba de quitarme los restos de barro del pelo, pero era imposible porque la baba del bicho era como pegamento para todo lo que te tocaba. Un verdadero asco. Sin embargo no hubiera cambiado esta noche por nada del mundo.

Lo de ir a bañarnos era realmente una buena idea, pero lo de ir a su casa... no me convencia tanto, yo no era un chico que gustas de estar encerrado en un lugar durante demasiado tiempo, tener cuatro paredes a mi alrededor me resultaba algo estresante.

- Tener agua cerca, poder bañar alli - Dije señanlando hacia un lado que apenas si se podia ver en la oscuridad

           Me dijo que había agua cerca y que podíamos bañarnos allí.

           -Gracias Spiner -le comenté y comencé a seguirlo hasta donde se encontrase el preciado líquido. Mi cabeza picaba debido a la tierra, pedazos de pasto y demás. No soportaba la sensación de babas tras mi espalda o pegada en mis manos, que aunque repasaba al vestido no se salían. Estaba desesperada por quitarme toda esa podredumbre. Así que, ni bien llegamos a la fuente de agua, le iba a pedir si me dejaba bañarme primero. 

           "¿Pero qué me voy a poner después??? No puedo usar el vestido. Está lleno de esa sustancia mucosa, yaaack. No, ni pienso ponérmelo de nuevo hasta que esté limpio. Mi cabello largo puede cubrir parte de mi desnudez, pero no me veo volviendo así a casa. Ahh... mmm... una hoja. Una hoja me puede cubrir por completo. La arrollaré en mi cuerpo y quedará hasta delicado. Sí. Eso."

          -Avísame cuando lleguemos -le pedí a Spiner.

El lugar con agua al que nos dirigiamos no era otro que una extraña fuente que tenian los humanos y con la que regaban las plantas del jardin, no sabia muy bien como funcionaba pero si que se pasaba todo el dia soltando pequeñas gotas de agua que hacian que la zona a su alrededor estuviera encharcada, no era mucho pero seria suficiente para poder quitarnos la suciedad, ademas habia visto como encendian esa cosa quizas con suerte podria incluso hacerla funcionar.

- Estar alli, poder usar el agua aunque estar algo fria - dije señalando el sitio que estaba ya frente a nosotros

           Me señala una fuente. Eso que tienen los humanos que es redondo y, por obra de no sé qué magia, saca gotas de una cosa que posee por encima. Me acerco al borde, balanceándome para no perder sostén. Lo miro, y le señalo un lugar un poco alejado de donde estoy.

            -Ponte allí, voy a limpiarme primero. Y... nada de fisgonear, ¿en? Que me voy a tardar un poco.

             No era mentira, toda esta baba encima de Caracol era pegajosa y asquerosa. Mi cabello además era un enredo de tierra, babas y trocitos de césped. La verdad era que iba a necesitar más que un par de gotas para sacarme toda esa porquería de encima. Luego le tocaría a Spiner. Él también estaba hecho un asco aunque seguía siendo guapo a mis ojos. 

           "Yo sí lo voy a espiar", pensé con un poquito de maldad. Es que estaba curiosa...

Ignore lo que Irina me dijo y me acerco hacia el agua mientra me quitaba la camisa y la chaqueta con todo los instrumentos que cargaba en ella, no es que decidiera ignorarla sin mas es que no entendia eso de que esperase a algo, tenaimos que limpiarnos y estar separados y a oscuras era peligroso, así que no sabia que queria decirme exactamente.

Cuando llegue hasta el agua ya apenas si me quedaba puesta algo de ropa justa para tapar algo de mi cuerpo, toque el agua para ver que estaba terriblemente fria.

- Esta fria pero ayudara, ven - le dije a Irina con una amplia sonrisa.

                Spiner se comienza a quitar la ropa no entendiendo mi intención de privacidad. De hecho creo que él no tenía idea de que verlo comenzar a desvestirse, me puso de varios colores de rojo. Me obligué a mirar para otro lado, pero era verdad que yo quería sacarme las babas de caracol, no lo toleraba más. Así que me desprendí del vestido y me cubrí como pude (para lo cual sirve mucho un cabello largo como el que yo tenía) De todos modos, le dije a mi compañero –No mires!!!

                Mientras esperaba, con los brazos extendidos (de nuevo el cabello me cubría al menos las curvas delanteras) que me cayera una de esas enormes pelotas de agua conocidas como gota. En cuanto lo hizo fue sentirme magnífica. Empecé a restregar mi cabello, agachándome un poco y tratando de quitar los fragmentos de tierra, césped, etc. Estaba de costado a Spiner y lo miraba para evitar que me mire a mí. Puse mis piernas bien juntas y tratando de tapar otra parte que no quería que él viera. Todo el tiempo, aunque no sabía por qué, mi rostro seguía rojo. Pero de a poco la sensación de limpieza, empezó a ayudar en la relajación.

               El agua estaba fría, era verdad, pero se sentía bien.

Yo ya estaba recogiendo gotas de agua para lavarme cuando escuche a Irina decir que no mirase, pero claro si cerrabas los ojos seguramente me caeria al suelo o algo por el estilo así que no podia hacer nada mas que mirar hacia delante, aun que creo que quizas ella se refiriese mas a que no mirase hacia ella, pero eso ya era algo tarde por que ya habia lanzado una buena mirada hacia ella con su largo cabello tapando parte de su cuerpo, era preciosa.

- El agua esta buena, sienta bien aunque haga algo de frio - dije sin mirar hacia ella.

                Me miró y me tapé más pero igualmente mi cabello me cubría cual cascadas de castaño y oro. Él no parecía afectado, sólo decía que el agua estaba fría pero se sentía bien. Cuando dijo esas cosas lo miré y me di cuenta de que no era la única como vine al mundo sino él también. Me puse un poco roja, bastante roja, pero entendí que era mejor pensar en lavarme bien.

                -Es verdad… espero que mi mamá esté bien –comenté, de paso para pensar en otra cosa –ya debería haber llegado a casa. ¿Me ayudas luego a buscarla, Spiner? –le pregunto mientras remojo la tela también de mi ropa para poder ponérmela después. La noche estaba estrellada y cada punto se veía enorme incluso desde mi posición. Era hermoso.

                -Me gustó cazar al caracol contigo, Spiner. Babas y todo… siempre es mejor que una araña.

- Claro yo ayudar a buscar - la verdad es que dudaba que su madre se hubiera perdido,l seguramente cuando ella regresara a su casa su madre estaria alli, su madre parecia una incursora bastante experimentada así que no parecia normal que se perdiera pero la verdad es que podia ocurrir cualquier cosa habia muchos peligros en el mundo.

Cuando escuche que me dijo aquello de que le habia gustado cazar al caracol no pude evitar sonreirle y con ello claro estar mirarla directamente sin ninguna clase de disimulo, observando sin poder evitarlo como su largo cabello caia sobre su cuerpo cubriendolo de forma que dejaba entrever algunas partes intimas de su cuerpo de vez en cuando cuando la brisa del aire lo movia, estaba realmente preciosa.

- Yo alegro de tu venir conmigo -

Me dijo de ayudarme a buscar a mi madre. Me alegré mucho y le sonreí mientras restregaba la tela de mi vestido contra la pared de la fuente. Por un momento sentí su mirada a través de mí, sus ojos fijándose en mi cuerpo, aunque brevemente. Sin embargo, me puse un poco roja. Él dijo de alegrarse de venir conmigo y yo me puse muy feliz. Pero no dejaba de existir esta cosa en mi panza que no podía terminar de definir. Me sentía rara.

Apuré el restregar y luego, viendo que la tela estaba limpia pero mojada, le dije -voy a buscar una hoja para improvisar un vestido de una pieza. No podemos salir desnudos. Tú, ¿quieres que haga un traje para ti también? -pregunté y sin querer me lo quedé mirando. Su cuerpo era delgado y fibroso y tenía un aire salvaje y a la vez inocente. Me obligué a despegar la mirada para no incomodarlo y porque mi sensación rara estaba aumentando. Me crucé de brazos y esperé su respuesta mientras me sentaba en el borde, ya estaba lo suficientemente mojada.