Partida Rol por web

- La verdad es que estoy algo... incomoda -

Claro que estaba incomoda, habia gente que no conocia, estabamos en lugares donde no habia estado nunca y no dejaban de repetirnos que esto era peligroso, era facil estar muy preocupada e incomoda con esta situación, pero claro tambien estaba bastante entretenia y era emocionante.

- Perdo es ... no se gratificante -

- Dora.

Le puse las manos sobre los hombros, dándole un poco de ánimos.

-Ten confianza, el señor Tic nos enseñará bien. Ya verás. Y ahora sigamos, tenemos que llevarnos las cosas que es como un trofeo.

"¡Spiner va a estar orgulloso de mí!"

¿Incómoda? Deberías de relajarte... Te hará bien.

Sonrío a la chica, realmente parecía agradable más allá de ese instinto protector.

¿Directos para casa?

Pregunto, como esperando otra lección.

Portando el terrón de azúcar ayudando a mi hermano de pronto siento como todo el peso recae sobre mis hombros y me tambaleo, no sé si se habrá distraído al contestar a las chicas o qué, pero casi me llevo un buen golpe.

- Si, por ahora si volveremos a casa para descargar las cosas pero aun no terminamos el entrenamiento esta noche quiero enseñaros algo aunque eso si, vuestras madres me mataran si se enteran así que no les digais nada -

Mientras estábamos llevando las cosas, el señor Tic nos dijo algo que me llamó la atención: parece que nos iba a mostrar algo que podría ser peligroso, eso creía, por como lo decía.

-Yo no diré nada.

Comenté, llenos mis ojos de estrellas de emoción. No podía imaginarme qué sería, y eso sólo me incitaba más. Miré a Dora suplicándole que me apoye en esto. Yo quería que Spiner me encontrara como una súper incursora, así que todo era válido.

-De acuerdo Pa... señor Tic - Digo, me parece absurdo que nos pida que no le digamos nada a nuestras madres... básicamente porque mi madre es su mujer, y se suponía que él confiaba todo a ella, pero bueno.

- Claro -

Dije aunque realmente no le mentiria a mi madre cuando me preguntase le contario todo incluyendo aquella parte, pero por supuesto tampoco me negaria a ir alli, queria ver que era aquello tan sorprendente.

     Me quedé en silencio, feliz de que Dora tampoco fuese a decir nada. Mi mente, inquieta por naturaleza, comenzaba a divagar sobre posibilidades pero no tenía nada en claro.

     "¿Nos enseñará a pelear contra criaturas, nos mostrará algún manjar delicioso humano, nos llevará a una cueva, habrá algo de tecnología que nos quiera decir."

    Me rasqué la cabeza, llena de curiosidad.

Asiento con la cabeza.

No diré nada.

- Muy bien seguirme y no os alejeis de mi - Todos parecian de acuerdo aunque tenia claro que al final le contarian algo a sus respectivas madres y mi mujer se pondria hecha una furia y la madre de ellas tambien, pero queria enseñarles la zona peligrosa y el peligro de los SerHumanos cuanto antes, todos parecian demasiado felices como para darse cuenta del verdadero peligro que corrian.

Regresar hasta el punto por donde habiamos entrado a la cocina era bastante sencillo, lo unico que habia que hacer era volver a lanzar cables o bajar y volver a subir, era una noche buena donde parecia que no abria peligro alguno, así que decidi dejar que me demostraran sus grandes dotes de escaladores.

- Muy bien chicos ahora escalar esa pared y regresemos, quiero ver que tan buenos sois en eso -

     Me acerqué para ser la primera en bajar. Tomé la cuerda y me colgué intentando caer bien, como el profesor nos había explicado. Rodeé con mis rodillas el resto de la misma para bajar lo menos fuerte que podía. Cuando terminé de colocarme en posición esperé a que el señor Tic me diera su cara de aprobación o desaprobación. Si hacia lo primero iba a descender, sino a acomodar mejor. En cuanto a los objetos, había colocado parte del papel (de la servilleta) a mi espalda, atada con un poco de azúcar adentro. Era como una mochila casera de papel con azúcar.

Cuando vi la oportunidad de escalar rápidamente abro mi mochila y empiezo a trastear hasta sacar unos extraos artilugios que saco para las botas. Me los coloco y le tiendo unos iguales a mi hermano.

-Te ayudarán a agarrarte, y ten el cinturón - Dicho eso le tiendo el cinturón que ya usamos la primera vez que salimos y me pongo yo uno idéntico. Ambos están unidos por un trenzado de cinco hilos.

Asiento con la cabeza.

Gracias, hermano. A veces envidio tu cerebro, en serio.

Le sonrío con amabilidad para expresarle mi máximo apoyo.

No te separes mucho de mí, por favor.

Y me asomo, viendo cómo las chicas parecen preparadas para ello. Una vez ambos preparados, me dispongo a descender, no obstante, voy atento a cualquier posible desliz de cualquiera, por si fuese necesario "lanzarme" para intentar salvaguardar a alguien.

Todos descendeis bastante bien, algunos mejor que otos ya que los chicos cuentan con ventaja pero todos los lograis al fin y al cabo.

Cuando estais por fin en el suelo escuchais un sonido que proviene de la sala de al lado, al principio cuesta reconocerlo hasta que caeis en la cuenta de lo que es, el gato, esta maullando y esta justo en el salon si le diera por entrar en la cocina estariais perdidos.

Cuando escucho el maullido casi me quedo de piedra, no pensaba que aquel animal fuera a estar suelto a estas horas normalmente siempre desaparece en el cuarto de la niña, esto es muy peligroso si nos ataca estariamos perdidos.

- Vamos rapido, que todo el mundo corra hacia la entrada superior, no quiero que os detengais por nada del mundo - no lo puedo gritar pero la verdad es que estoy nervioso y se nota.

Bajamos y entonces sentimos un ruido que me puso la piel de gallina. Era el maullido de un gato. Uno de esos animales, para nosotros que somos realmente pequeños, es como un monstruo. Y además son más terribles que el perro que encontré la mañana de la manzana, mucho más letales.

-A...hhh!!

Casi grito pero logré taparme la boca y salir corriendo detrás del señor Tic. Con mi mano derecha agarré la mano de Dora y busqué su mirada.

-Vamos... vamos, vamos, vamos...

También me fijé si los chicos seguían tras nuestro, no quería dejar a nadie detrás. Mi vestido amarillo ondulaba en el aire como una abeja y por suerte que mi cabello era super corto, sino iba a ser todo un show.

Sin dudarlo, al escuchar las órdenes de mi padre echo a correr para huir del lugar lo más rápido que puedo, ni siquiera me quito el cinturón.

No me hace falta ni girar la cabeza para tener claro que es ese ruido y escuchar al señor Tic decir que corramos no me ayuda para estar menos asustada.

Salgo a toda velocidad hacia el mueble y ahora me arrepiento de no ser mejor escaladora y mas por que esa criatura da unos saltos increibles la habia visto alguna vez desde la casa estando en el jardin y sabia de lo que era capaz si nos encontraba antes de que estuvieramos a salvo puede que fuera lo ultimo  que hicieramos.

     Cuando Dora mira apenas hacia atrás le tironeo del brazo. No quiero que pierda ni un segundo. Tenemos que ir detrás del profesor porque nadie mejor que él para ponernos a salvo. Miro a mi derredor y noto que los chicos también están con nosotras. Siento las piernas volar pero el peso del pedazo de azúcar que llevo junto con la "mochila de papel" se me hace denso. No quiero igual dejar los trofeos. Si veo que no me queda otra sí los soltaré pero mientras pueda mantener la velocidad no tengo problema.

     "¡Qué emoción. Esto es mucho más divertido que estar limpiando la casa... !!"