Partida Rol por web

Y Romina se va, nadie la detiene.

Sales fuera del teatro, sigue lloiendo a mares. Con la capucha del abrigo puesta, corres hasta la parada del autobus justo cuando llega uno. Está bastante vacío.

Para casi en tu puerta y llegas a tu portal.

En todo el tiempo no has dejado de sentirte inquieta, como si algo no fuese bien. Pero claro...Es que no esta bien que esa cosa haya venido con vosotros ¿No?

"esto me sobrepasa, no tiene sentido, ¿y porque Romina insiste en que es culpa de Angel?"

no soy capaz de reaccionar cuando Romina se marcha pero cuando cierra la puerta con un portazo es como si me despertase

-mejor si nosotros también nos vamos, prefiero no tener que explicarle esto a Pierre, ni a nadie- voy a por mi abrigo y el de Angel que le doy mientras examino las ropas de la chica, supongo que valdrán hasta que le encontremos algo de mas abrigo

-a donde deberíamos ir Angel ¿a casa?- no es que nos sobre sitio en nuestro pequeño apartamento, pero necesitamos un sitio donde estar tranquilos y pensar con claridad lo que ha pasado

-lo que me recuerda..- voy hasta el trípode y cojo la cámara, la grabación puede darnos alguna pista de lo que ha pasado

Cierro la puerta con cansancio y con la luz aun apagada me quito el abrigo y lo tiro sobre el sofa.

-Que mierda de dia..- Si no fuera yo tendria ganas de llorar.

Jamie esta como abducido por esa Angel que no hace mas que traer problemas...como esa cosa que ha aparecido con nosotros..En realidad mi mente racional, ahora que estoy fuera de alli, me da una idea totalmente distinta de lo que habia pensado al principio- Quizas esto no es mas que una broma, seguramente creyeron que seria divertido meter una actriz amiga suya de esas para alejarme aun mas de Jamie..desgraciada...

Avanzo un poco por el salon y veo que en mi contestador hay una lucecita, la pulso ciertamente esperanzada porque pueda ser Jamie preocupado pero...

-Romina...soy tu profesor de dibujo tecnico..vamos Charly, era para ver porque no habias venido a la tutoria de esta tarde y bueno para saber que estas bien porque esta lloviendo mucho, y eso, espero verte mañana-

Escucho el pii final y mientras me acerco a encender la luz pienso en que le tengo mucho aprecio al profesor mas joven de mi facultad pero que puede ser muy pesado a veces y poco oportuno...

Vuelve a sonar el telefono...

La chica va vestida con un extraño traje, sin botones o cremalleras, solo sujeto en sitios estrategicos con nudos peculiares. Sobre eso lleva una capa roja que le cubre el pelo, los hombros y media espalda. Va descalza.

Su piel es muy blanca, los ojos rojo intenso, vivos y curiosos por todo. Su pelo es plateado por completo en el flequillo, que le tapa un ojo, pero lo demás a pesar de ser plateado, tiene las puntas negras. Sus labios son especialmente sensuales, aunque no están pintadoss ni nada.

Por su cara, no se leechan más de 15 años, pero su cuerpo es otro tema. Es toda una mujer.

Ahora que la miro mejor... me había dejado engañar por su cara, pero es una mujer, sin duda. Carraspeo y desvío la mirada antes de que me gane una riña de Angel

-pero vas descalza, no puedes salir asi a la calle. Menos mal que esto es un club de teatro, esperad un poco las dos- me voy rápidamente al almacén de atrezzo, deben haber algunos zapatos o algo para los pies, esto esta lleno de disfraces viejos

¿Quién te llamaría? No lo sabes, por que en ese momento, cae un rayo, lo ves perfectamente por la ventana. Ha reventado el poste de cables del otro lado de la calle.

El teléfono deja de sonar en mitad de un tono, al mismo tiempo que las luces de la casa parpadean varias veces, explotando una de las bombillas de la lámpara del techo, asustándote bastante.

No hay linea en el teléfono. Llueve aún con más ganas.

Tomas una ducha calentita y larga para relajarte.

Una vez sales, te vistes y te preparas algo de cenar* y te lo tomas leyendo, con algo de vino, mejor desenchufar todo lo electrico que no sea necesario.

Acabas por quedarte dormida en el sofá.

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Abres los ojos en el claro de un bosque, la hierba es de un verde intenso, hay flores coloridas por todas partes. Flores que no has visto jamás. Tumbada como estás, puedes oler el aroma de la tierra virgen, jamás hoyada por máquina alguna. Ves como los árboles cierran un círculo alrrededor del claro, más que un bosque, es una jungla tropical, es una curiosa combinación.

El sol, agradablemente caliente, baña tu cuerpo y la brisa te acaricia la piel expuesta. No llevas la ropa que te habías puesto tras la ducha, sino algo más bien parecido a lo que llevaba la niña. Un extraño traje, sin botones o cremalleras, solo sujeto en sitios estratégicos con nudos peculiares.

Estás descalza también, notas la hierba bajo tus pies cuando te levantas.

Estás en, prácticamente, un paraiso. Pero escuchas unos sollozos.

Te fijas y ves que hay una figura de rodillas, al otro lado del claro. Solloza.

El viento, que venia desde la dirección de esa figura, cambia, y ahora va desde detrás de ti, provocando que tu pelo revolotee por delante de tu cara, y que ella levante la cabeza, como si oliera, igual que la niña.

Abre los ojos mucho al verte.

Es sorprendentemente parecida a la niña, pero más alta, con unos ojos y labios de expresión más adulta. Indudablemente preciosa.

Se pone en pie, mirándote. Y dice una simple frase, con un tono de dolor y pena tales que te encogen el corazón.

-Por favor, devolvedme a mi hermana...os lo suplico.-

Ves caer lágrimas desde sus ojos rojos, más intensos aún si cabe que los de la niña.

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Despiertas. La sensación de pena sigue presente en tu pecho, te das cuenta de que tu misma has soltado lágrimas.

Doy un bote en el sillon , todo ha sido un sueño pero tan real...Otro rayo cruza la ventana e ilumina el exterior y si...¿Y si todo fuera verdad y no solo un sueño? Deshecho en seguida esa idea porque, por favor, eso es imposible...

Voy hacia la nevera y saco una cocacola, me la bebo de un trago y pienso que esta noche es una mierda y que ni siquera hay luz y me pregunto que estaran haciendo los demas y si deberia decirles lo que soñado y tambien en quien seria la persona de la llamada...Me vuelvo a sentar con mi libro bastante dispersa ya...

Sueño o no, no lo sabrías decir. Pero la sensación de pena en tu pecho, apenas empieza a desaparecer.

Pasas un rato intentando leer, pero no te concentras. te das cuenta de algo cuando lees por quinta ves el mismo párrafo.

"El olor de la tierra seca desprendida tras el temblor los relajaba por que...."

El olor. Tu pelo y tus brazos. Notas que huelen a hierba fresca, a tierra húmeda. A alguna flor extraña.

Exactamente igual que el  claro.

Son las 3 de la mañana.

Tratar de entender algo era inútil, además, se veía que según la histérica amiga de Jamie, yo era la culpable de todo y no entendía de razones. Por suerte decidió largarse, aunque, pensando en las señas de la joven blanca momentos antes, supuse que en algún momento la íbamos a necesitar. Aún así, me sentí más tranquila.

-Pues a casa, entonces...

Me puse el abrigo en lo que esperaba que él volviera con algunos zapatillos para la joven y luego si, ponernos en marcha. Miré a Jay, de espaldas, estaba nervioso y se le notaba pero es que todos debíamos estarlo en ese momento.

-Quizás debamos pasar por tu amiga-dije a regañadientes cuando volvió.-Lo que sea que hayamos hecho, lo hicimos los tres y si nos falta ella, no podremos remediarlo o eso creo.

 Vuelvo con un par de zapatos que creo que le iran bien, son rojos brillantes de la obra del Mago de Oz de la primavera pasada, un poco chillones, pero diria que del numero de esta chica

-si, seguramente, pero creo que le ira bien tranquilizarse, estaba bastante alterada. De hecho creo que nos iria bien a todos-

parece que los zapatos le van bien -¿te duelen? bien. Mejor vámonos, no se si podríamos explicarle algo al pesado de Pierre , lo que es seguro es que no nos dejara la camara, y puede que viendo la pelicula entendamos algo-

doy una palmadita a la cámara en el bolsillo de mi abrigo y empiezo a salir, preferiria pasarle el brazo por la espalda a Angel, pero la chica sigue abrazada a ella

-vas a tener que soltarla un poco o no podreis caminar-

Me agradó la idea de que se hubiera llevado la cámara, si Pierre viera eso, seguramente nos meteríamos en más problemas de los que ya estabamos. Como la princesa o lo que sea, parecía ser que no pretendía soltarme por nada del mundo, estiré mi mano hasta encontrar la de Jamie.

-Tienes razón, esperemos un poco... Con suerte quizás hagamos hablar a nuestra nueva amiga.

No quería llamarla así por obvias razones, hacerla enojar o lastimarla no era una buena idea o al menos eso pensaba yo. Lo único que si agradecería era que me explicara por qué tanto apego conmigo.

Cuando Jamie regresa con los zapatos y se los tiende, ella los mira sin cogerlos. Mira vuestros pies y lo que hace es sentarse en el borde del escenario y levantar graciosamente su pie derecho, esperando que la calceis vosotros.

Jamie lo hace, es la primera vez que deja que la toque él, así que nota lo fría que está por primera vez.*

Cuando menciona lo de soltarse un poco de angel, no parece darse por aludida. O le da igual. No suelta la manga de su ropa para nada.

Tras recibir encima litros y litros de agua, llegais a vuestro apartamento calados hasta los huesos. La tormenta empeora.

 -menos mal, en casa al fin- dejo mi abrigo en la entrada y voy a la habitación a por ropa seca

-yo voy a ducharme, a ver si puedes encontrar algo de ropa que le valga- miro un momento a la chica, necesitamos saber su nombre y dejar de referirnos a ella como ella o la chica, me encojo de hombros y me meto en el baño antes de que Angel me quite el turno

Me quité el abrigo y miré a Jay, sabía que no podía no meterse en la ducha, así que busqué toallas para ambas y le entregué una a ella.

-Puede ser que mi ropa te sirva... Veamos.

Le entregué un pantalón y una camiseta blanca, yo me sequé y me puse un pantalón también y una camiseta pero negra, luego me sequé el cabello y la miré.

-¿De verdad no puedes hablar? ¿Sabes escribir?

Me levanté y le entregué papel y lápiz a ver si así podíamos comunicarnos pero seguía sin cambiarse.

-Vamos, no queremos que enfermes.

Cuando te ve con la toalla abre los brazos, en una clara invitación a: sécame.

También mira extrañada el papel, otra cosa nueva para ella.

-¡Vaya, parece que en tu mundo estas cosas no...! ¿No?

Hago una ligera mueca y me acerco y comienzo a secarla. Luego le quito la ropa y le pongo la nueva, claro con un poco de ayuda y que sea antes de que salga Jay porque esta no es ninguna niña. Una vez listas, dejo la toalla sobre sus hombros por si su pelo sigue mojada.

-¡Amor, creo que nuestra princesa necesita una dama de compañía que no voy a ser yo!-grité a Jamie y luego escribí mi nombre en el papel.-¿Ves? Letras, este es mi nombre... Angel... ¿Entiendes?

 -ya voy Angel- salgo del baño con mi bata y zapatillas de ir por casa y asiento con aprobación por la ropa que ha elegido para la chica -con esa capa roja parecía mas pequeña, ¿no?-

el chandal le queda bien algo grande pero bueno, pero los pantalones le quedan algo largos. Miro lo que esta haciendo Angel con el papel -buena idea ¿sabes escribir?- su mirada me lo dice todo

-ahh, de verdad eres una exiliada de la dimensión desconocida. ¿vas a ducharte Angel?-

La notas bastante incómoda, probablemente sea la primera vez en su vida que se pone unas bragas, y gracias a dios que no le has puesto un sujetador. El chandal y la sudadera que le has puesto le van grandes, realmente se ve rara con ellos.

Cuando le explicas con el papel, está claro que no entiende del todo, pero coge el lapiz, de una forma extraña y pinta una cara sonriente, temblorosa y mal dibujada. Señala lo que has escrito, la cara sonrriente y a ti.

Y te sonríe por primera vez.

Lo que te deja ver tanto a ti, como a jamie que acaba de salir de la ducha en su albornoz, son sus colmillos. Unos colmillos, tanto en la mandibula superior como en la inferior, más de dos veces mayores de lo que sería normal, y más aguzados. Los de abajo son mas pequeños, pero aun asi mayores de lo normal.