Partida Rol por web

Me maravillé ante la simplicidad del ingenio de los piratas... ¡barcos con los mástiles de quita y pon! Así claro que era imposible encontrar su guarida, cualquiera buscaría un barco fondeado, y no lo encontraría de este modo..

-Entonces está claro, no nos queda otra más que intentar el acceso por esa cueva de la parte de atrás. Tendrás que indicarnos cómo llegar hasta allí, y esperar no toparnos con la patulla de la que hablaste.. aunque si sólo son cuatro los guardas, no creo que haya problema.. ¿nos dirás cómo llegar?

El pirata parecía bien dispuesto a colaborar, era una gran ventaja.

"- Pues es verdad, no estaría mal llevarlo con nosotros y que nos vaya guiando- comento frente a lo que dicen los demás compañeros-. Eso sería una manera de purgar en buena parte tu accionar-digo observando al pirata".

Por otra parte, aún había una duda, algo que hacía ruido, pues me resultaba demasiado simple o confiado fiarse por una piedra teniendo una cueva por la cual escabullirse.

"- Háblanos también de las trampas que vamos a encontrarnos dentro de su guarida... no voy a creerme que estaremos yendo y viniendo por corredores así como así- agrego".

Yo me lo llevaría, podría indicarnos los peligros y secretos de la zona. Sentencié y miré al capitán esperando su aprobación.

- Llevarlo es a la vez peligroso y útil. Debemos valorarlo con cautela ya que podría desertar de nuestro bando y avisar a los piratas de nuestra incursión. 

No podemos permitirnos fallos si entramos en la boca del huargo. Su número y conocimiento del terreno juegan a su favor. 

Como veáis Ted, pero estoy convencido que de que sus antiguos compañeros no son más que eso, antiguos. No creo que le vuelvan a aceptar si ha ayudado a 4 desconocidos a llegar hasta su escondite.

Por lo que él mismo dice, teme más que sus compañeros vengan a degollarlo que a cualquier otra cosa.

Dije convencido de mis palabras.

Y en el peor de los casos, no creo que sea capaz de avanzar 3 metros sin caer abatido por unas cuantas flechas. Digo guiñando un ojo.

El pirata le dijo a Lorgan que estaba dispuesto a colaborar y al Enano que os diría las trampas antes de llegar, al menos de las que se acordaba, pues dado su rango tampoco estaba en conocimiento de todo, pero al menos de las zonas por las que se podía uno mover sin morir en el intento.

Visto que la mayoría de vosotros era partidario de llevarlo... - Dejadlo aquí hasta que os vayáis, así ni se escapa ni lo lincharán, no se les tiene mucho aprecio por estos lares concluyó el deje de la guardia.

Así pues volvisteis a la posada para ver que había conseguido el posadero y acabar de ultimar los preparativos, al llegar pudisteis ver que el ambiente se había calmado un poco, pero allí os aguardaban dos valientes dispuestos a acompañaros:

Selnoi el vagabundo, un guerrero Umli de pelo rojizo y Berengond, un joven pero robusto montaraz gondoriano.

A parte, Hallatan, Halmir, Ragnir y Vandor que ya conocéis de la tripulación del Dama Gilwen también os acompañarán.

Una docena de hombres contra un bastión de piratas...imploro que los valar sean clementes...

Me siento en una mesa apartada de la posada y le pido al tabernero que me ponga una pinta. Quiero disfrutar de una buena cerveza antes de partir a una misión suicida como mínimo. 

Sonrío al pensar que por lo menos Eadar y Angainor estarán a mi lado. A Lorgan hace apenas tres días que lo conozco pero ha demostrado un buen temple. El capitán, los marineros del Dama...son todos valerosos y además se nos han sumados dos más uno de ellos gondoriano y un Umli que es la primera vez que veo uno, ambos parecen buenos guerreros...Puede que las cosas no salgan mal después de todo.

Con una media sonrisa recibo a la cerveza mientras espero que mis amigos y compañeros de armas toman asiento para disfrutar de una última pinta todos juntos por si Mandos llama a uno antes de tiempo...

-¡Lo mismo para mi!-informé al posadero, tras ver la pinta de cerveza que Ted había pedido.

Los ánimos eran taciturnos, de nuevo emprendíamos una aventura de la que no sabíamos si saldríamos con vida, pero cuando el corazón lo pide y la conciencia lo clama, no se puede dejar pasar el valor ni el honor.

-Que el optimismo no sea mi pecado, mas parece que tenemos las cosas encaminadas. A falta de hombres, tenemos ingenio y valor. Y gracias a nuestro amiguito de la prisión, si no nos falla (que en ello le va la vida), tenemos el camino a seguir.. Espero que los dioses sean misericordiosos con la muchacha raptada hasta que la hallemos.

"- ¡Ja, ja! Hombres alcanzan y valía también- exclamo ante las palabras de Lorgan-. ¡Una buena jarra por aquí también que hemos de disfrutar ahora aunque no lo suficiente pues lo haremos también a nuestro regreso!- agrego con mismo énfasis".

Tomo asiento junto a mis compañeros. Más allá de mis palabras, soy conciente que el número y el desconocimiento del terreno nos juega en contra. Según el pirata apresado, hay en la guarida habrá una quincena de hombres, pero ellos tienen pleno conocimiento de dónde estar, desde dónde atacar, por donde escapar. Sin embargo, nosotros tenemos la fuerza y la gracia de los Valar con nosotros, pues nuestros actos son rectos.

Miro a Ted, Eadar y Lorgan. Sonrío. Levanto la jarra de cerveza y doy un buen sorbo.

Sigo a mis compañeros y tomo asiento con ellos. Parece que están decididos a pasar su última noche borrachos. No hya mejor manera de despedir la vida que entre amigos. Y festejando. Sonrío.

Sin embargo no pido cerveza. Sólo algo ligero. Comparto con mis compañeros estos momentos. A mi mente viene todo lo vivido con ellos. Nuestra primera empresa, un enano, un elfo, un rohirrim y un dunadan. Cuatro tipos muy distintos que hicieron buena amistad.

Posteriormente se unió Ted, el hijo de aquel hombre que tuvimos a bien ayudar. Sin embargo esta vez no hubo tanta suerte, y los Valar nos arrebataron nuestro esfuerzo y sacrificio, y a Ted a su padre. Fue un duro golpe. Aún así aquí estábamos de nuevo, dispuestos a enfrentarnos a una veintena de piratas. Hador y Alisterel ya no estaban con nosotros, pero esta vez estaba Lorgan que había demostrado su fortaleza y valía en el barco. Sería todo un placer combatir al lado de ellos tres. 

Se sirven las bebidas, durante el rato que dura os da tiempo a conocer un poco más a los nuevos, son bravos y experimentados, valientes, serían de gran ayuda, pero la pregunta era ¿Sería suficiente? Lo que estaba claro era que la bebida comienza a hacer sus efectos y la charla se vuelve un poco más animada en pocos minutos, a la par poco a poco vais dejando de ser el centro de atención del local.

El Umli saca a relucir el tema de la misión – Quizás sería mejor irrumpir allí a la noche, mientras la mayoría de ellos duerman.

El montaraz parece ser que discrepa – No todos nosotros tenemos buena vista de noche, también eso supone un problema para nosotros...

El pequeño dilema estaba servido.

- La última incursión nocturna que hicimos salió bien...aunque es peligroso si no se conoce el terreno...y más si hay trampas... - comento - ...podríamos explorar el terreno de tarde y realizar el ataque con la puesta de sol...sería el momento idóneo...

Espero que mi sugerencia anime el debate ya que hablar de estos temas con una cerveza en la mano siente mejor que hacerlo sobre el campo de batalla.

-Gracias a nuestro amigo el piratilla podemos saber supuestamente lo que nos encontraremos, pero no está mal el echar un vistazo por nuestra cuenta, como bien dice Ted, por si se "olvidó" de mencionar algún detalle.. Aunque yo diría que es mejor atacar de noche, tras reconocer el terreno y los guardias. Estarán más desprotegidos, y siempre será mejor cazarlos por sorpresa, ¿no? -dije, mientras frescos tragos de cerveza aliviaban mi sed.

Estoy con Lorgan. Primero deberemos saber cuales son sus actividades e intentar pillarlos cuando se encuentren más indefensos. Eso sólo nos lo puede decir el pirata apresado.

Imagino que será más sencillo por la noche puesto que la actividad suele ser inferior. 

Digo mientras doy un nuevo sorbo a mi jarra

"- Lo mismo que los demás, creo que lo mejor sería verificar el terreno al atardecer y proceder de noche. Eso nos permitiría ver bien ambas entradas y divisar el terreno- comento a lo que dejo la jarra vacía sobre la mesa".

Saco mi pipa y comienzo a armarla de a poco, para poder degustar un poco de tabaco antes de que salgamos.

"- Cierto es que, a diferencia de ustedes, yo no tengo tantos problemas con la oscuridad- expreso mirando a mis compañeros, haciendo una mueca con la boca-. Eso me pasa por hacer migas con humanos- agrego echando a reír".

Cada tanto, de reojo observo al Umli un poco y reparo en mi comentario. No había reparado en el hecho de que... bueno. Nunca había visto uno con anterioridad y, ciertamente, me intriga la idea de saber si siquiera tendríamos algún parentesco. Mientras sepa usar su arma, es suficiente para mí. Más allá de todo, si algo me enseño este tiempo con mis compañeros, es a no dar por sentadas las apariencias.

El Umli no pareció darse por aludido ante los comentarios del enano, seguro que debía de estar acostumbrado a ello.

Por otra parte la mayoría estaba de acuerdo en llegar antes de la noche para inspeccionar un poco la zona y realizar el ataque de noche, eso quería decir una cosa, que si no queríais tener que esperar un día más con el consiguiente peligro para la chica secuestrada había que partir en… ¡Un par de horas!

Nadie dudaría en hacerlo y además no se les daría apenas tiempo a los piratas, tocaba prepararse ya y cuando antes, el destino de la mujer de Halmir estaba en vuestras manos.

-Entonces, amigos, no hay tiempo que perder, si vamos a ir de noche. La oscuridad no nos será favorable si nos demoramos. Mis pertenencias ya las llevo conmigo, así que aquí espero a quien deba ir a algún lugar o hacer alguna cosa. Partamos cuanto antes.

Por mí, en ese mismo instante, pues podría descansar un poco durante el viaje, en el barco. La otra vez pude hacerlo razonablemente bien, y convenía ir descansados y sagaces al combate.

- Si hemos de partir cuanto antes, es mejor que prepare mis cosas y descanse un poco. - digo mientras me levanto y me dirijo hacia el barco a preparar mi equipo y dormir una hora si es posible. - ¿Alguno de vosotros se viene? - le pregunto a mis compañeros para ir hacia el barco acompañado y poder hablar un poco con ellos.

Me levanto y acompaño a Ted:

-Voy contigo.  Digo sonriendo y despidiéndome de la gente con la que estábamos.

-He de prepararme también.

Abro mi boca para dejar escapar una espesa nube de humo que abraza mi rostro de a poco. Miro a mis compañeros que parecen haber decidido el dirigirnos a descansar un poco y juntar nuestras cosas antes de partir.

"- Muy bien, que así sea... yo también les acompaño- expreso-. Un siesta no vendría nada mal, pero no creo que lleguemos a tanto- agrego con una risa".