Partida Rol por web

Lorgan [23 de 40 y -5 act]: -12C -> -17 y -5 actividad

Berengond[71 de 80] -> -9B sin mas

Ragnir [34 de 42]-> -8

Así pues se decidió partir para llegar un poco antes del anochecer y poder examinar un poco a lo que os enfrentabais.

Ataviados ya con todo pasasteis a por el prisionero, el guardia no puso mayor objeciones excepto que os asegurarais que no escapaba, al menos sin que os hubiese conducido hasta aquella fortaleza de la piedra lunar, si había dicho la verdad el muchacho se habría ganado la libertad, a condición de que abandonase estas tierras y la mala vida para siempre.

Halmir se recuperó un poco, y es que hacer algo por rescatar a su joven esposa le animó, nadie dudaba de que combatiría hasta darlo todo por rescatarla.

Así pues en un par de horas se comenzó la marcha, el camino es angosto y está bastante poblado de vegetación, se camina en silencio y tomando las debidas precauciones, se estima que se llegue en cuatro horas, una antes del anochecer, todo va bien hasta que pasadas un par de horas a buena marcha… Lorgan, Angainor, Berengond y Ragnir desaparecen ¿Desaparecen?

Bajo sus pies se ha abierto el suelo, y caen a un foso de unos 3 metros de diámetro y otros tantos de profundidad, en la caía Lorgan se fractura levemente una costilla, Angainor aterriza sano y salvo, Berengond se lleva un golpe en el pómulo y Ragnir un golpe en la rodilla.

Sospecháis de una posible trampa puesto por los piratas, pero no, allí en la oscuridad un par de ojos acechantes brillan, o mejor dicho una multitud de ojos apelotonados y una horrible criatura se acerca a lo incautos, se trata de la trampa de una Araña Gigante, una asquerosa criatura capaz de cavar fosos como este, esta mide un metro de diámetro y está peligrosamente cerca, no hay tiempo de reacción, el ataque es inminente.

Por suerte me he librado de caer en una trampa. Pero mi alegría dura poco al ver que nuestros compañeros han caído en ella y que ante ellos aparece una araña gigante. Tengo que evitar que les suceda algo malo.

Saco una flecha del carcaj y la coloco con el arco mientras digo:

- Lanzad cuerdas al foso...desde arriba nos encargaremos de tener alejada a ese araña de ellos...

Tras esto tenso la cuerda y me preparo para disparar mi arco.

Me levanto lo más rápido que puedo. No puedo evitar toser un poco ante la polvareda levantada. De pie, mirando el hueco abierto por el que caímos, comienzo a mover mis brazos y cuerpo para relajarme.

"- ¿Están todos bien?- pregunto a los demás- la caída no ha sido para nada pequeña".

Un extraño sonido llama mi atención y me giro. Ojos, muchos, demasiados, por doquier donde miro. Es el instinto el que me guía antes que nada y, sin darme cuenta, observo mi escudo frente a mí y la maza, mi querida compañera, en mi mano.

Entre la oscuridad de la cueva, la figura imponente de una araña se acerca... quiere convertirnos en su comida... en la suya y la de su prole.

"- Bien muchacha... nací entre la piedra y mis ojos palparon la misma oscuridad de la que estás hecha... no puedo esconderme de vos y vos tampoco de mí- digo observando fijamente a la bestia que se acerca a cada paso y sonrío".

El suelo se abrió bajo nuestros pies, y un dolor lacerante recorrió mi cuerpo, cuando pude por fin sentir algo.. Habíamos caído en un agujero, y la escasa luz que nor permitía ver arriba nos cegaba aquí abajo.

INtenté moverme, ponerme en pie mientras mi vista se habituaba a la nueva oscuridad, pero un nuevo rayo de dolor punzó en mi costado. Me llevé una mano a él, posiblemente sería una costilla..

Oí voces.. lejanas, las de arriba, y potente la voz de Angainor, hostil hacia algo, y como pude respondí a su pregunta:

-Sí, estoy bien, creo.. creo que con un costilla rota.. -me dolía al respirar, pero no era momento de pararse a pensarlo-.. ¿Qué hay ahí? -dije, señalando la oscuridad a la que el enano le hablaba, y a la que amenazaba.

Yo veía una gigantesca forma, aún difusa para mí. Parecía.. parecía.. ¡Oh, dioses! ¿Podía ser cierto? ¡Una araña gigante!

Tanteé en busca de mi espada y sin hacer movimientos bruscos la desenvainé, aguardando su reacción.

Avanzamos hacia nuestro destino junto al pirata que nos guía hacia el mismo. Vamos avanzando y a mitad de camino los Valar nos deparan un nuevo reto. Aulë abrió las profundidades y varios compañeros cayeron al interior.

Rápidamente tomo mano a mi cuerda y la echo hacia el gran foso:

-Cogedla. Grito a los de abajo.

-Tirad con fuerza. Grito arriba a algunos mientras que a otros les indico que cubran lanzando flechas o virotes.

20 Eadar: Tira la cuerda

20 Ragnir [34 de 42]: Saca el látigo y se defiende con 30

15 Vandor: Carga flecha y apunta a la araña

15 Prisionero: Ayuda a Eadar con la cuerda, preparado para tirar, se le han bien las sogas

15 Araña [44 de 50]: ataca a Lorgan: Le hiere 17C -> Pantorrilla -1 por asalto -5 actividad -> Que haga una tirada de resistencia contra el veneno (mod+15)

10 Lorgan [6 de 40 -1xAs y -5 act]: Se defiende sin nada

10 Hallatan: Carga y dispara con +10 -> falla, la flecha se clava en la tierra.

10 Halmir: Carga y dispara con +5 -> Falla, pasa entre dos de sus patas

5 Ted: Carga y apunta a la araña

5 Berengond [71 de 80]: Ataca con 35 -> Le quita 6PV

0 Selnoi: Carga y dispara con 20 -> La flecha golpea en la parte superior donde el caparazón es más grueso y no hace daño extra.

-5 Angainor: Con es escudo defiende a Lorgan de lo que sería un ataque mortal, iba al pecho y lo desvía a la pantorrilla

Eadar lanza uno de los extremos de su cuerda al foso, y el prisionero se afana en ayudarle, sujetándola por si hay que tirar de ella para elevar a alguien.

Ted carga su arco y apunta al arácnido.

Varias flechas con lanzadas, una por Hallatan, otra por Halmir y una última por Selnoi, ninguna con éxito, la primera se clava en la tierra, la segunda entre dos de las patas del ser y la última golpea en caparazón de forma oblicua sin producir ningún daño.

Tan sólo Beregond con su espada ancha consigue hacerle un leve tajo, pero queda mucho para poder acabar con ella.

La ira de tremendo bicho recae sobre Lorgan, por suerte el escudo del enano evita que la muerte sea mortal al instante, pero no es suficiente como para que termine clavando su aguijón en muslo del humano, la herida es de importancia y tiene una leve hemorragia por la que poco a poco se le va escapando la vida, se tendrá que actuar con rapidez en cerrar la herida si no quiere quedar inconsciente por pérdida de sangre.

Tras apuntar con calma al monstruo finalmente disparo contra la araña. Suelto la cuerda y la flecha sale disparada hacia el arácnido esperando acertar de lleno y producir el daño más amplio y grave. Luego grito:

- Sacad a Logran de ahí ya...hay que curarle esa herida...

El embate de la bestia me mueve apenas hacia atrás, pero no puedo bloquear su ataque lo suficiente. "- Aten a Lorgan a la cuerda así lo sacan de inmediato- grito a los que están conmigo".

Observo entre la oscuridad la tenebrosa silueta de la araña... puedo verle los ojos, puedo sentir su mirada y su apetito centrados en nuestros cuerpos... no le será fácil. Manejando la distancia entre nosotros, lanzo un primer ataque, esperando una segura respuesta.

Sentí su aguijón clavarse en mí, e inmediatamente un sudor frio me invadió, tras un rayo de dolor candente como el hierro fundido.. Noté cómo mi pierna se agarrotaba, pero creo que el veneno no hizo del todo efecto.

Sentí que mis amigos acudían en mi auxilio, pero poco podía hacer yo, débil como estaba..

Al menos, procuré no ser un estorbo ni exponerme. Esperaba que pudiesen sacarme. Ojalá pudiese ayudarles, pero mi pierna era puro fuego doloroso.

Miró al interior del profundo hoyo. Voces y chirrío de combate. Un grito. Llego a reconocer su voz es Lorgan. Parece ser que la herida es grave pero no consigo alcanzar a ver, sólo puedo gritar:

-¡Lorgan agárrate!¡Te subimos!

En cuanto la cuerda comienza a tensar entiendo que es momento de aunar fuerzas.

-Vamos chicos.

20 Eadar: Sigue esperando con la cuerda

20 Ragnir [34 de 42]: Saca el látigo y ataca con 60 a la araña -> 12B Rechaza -3pv

15 Vandor: Dispara apuntando a la araña -> 8A -> lado -> -1xAs At1

15 Prisionero: Ayuda a Eadar con la cuerda, preparado para tirar, se le han bien las sogas

15 Araña [20 de 50 -1xAs]: Se des-aturde

10 Lorgan [5 de 40 -1xAs y -5 act]: Nada

10 Hallatan: Apunta a araña

10 Halmir: Apunta a araña

5 Ted: Dispara a la araña apuntado -> 10A

5 Berengond [71 de 80]: Ataca con 45 -> Sin daño

0 Selnoi: Apunta a la araña

-5 Angainor: Sin daño

Eadar sigue paciente a que alguien se agarre a la cuerda, la inactividad de Lorgan hace que dos de nuestros valientes pierdan un tiempo precioso, tres contando con el prisionero que también agarra la soga preparado para tirar.

Pero la fortuna está de vuestro lado, y el enemigo aunque no es flojo hay sólo uno, Ragnir suelta un latigazo que retuerce una de las patas del enemigo antes de liberarse del golpe.

La mejor de las jugadas es el disparo de la flecha de Vandor que permaneció apuntando, esta vez la flecha si se clava en el costado, donde la piel no es tan gruesa como en la parte superior y el arácnido pierde su oportunidad de atacar al zarandearse inútilmente tratando de quitársela de encima.

Hallatan, Halmir y Selnoi apuntan a la bestia y el disparo de Ted golpea el duro caparazón, pero es lo suficientemente bueno como para arrancar un pedazo de su dura piel, una herida que comienza a supurar líquido infecto.

Los ataques cuerpo a cuerpo de Berengond y Angainor son esquivados, la araña aunque herida no se va a dar por vencida fácilmente.

Cargo una flecha en mi arco y tenso la cuerda mientras apunto de nuevo a la araña. Decido sacrificar un ataque en pos de lograr una mayor puntería. Mi intención es acertarle en una parte blanda y así perforar su piel hasta llegar a donde realmente una flecha pueda hacer daño.

Con fuego podríamos ahuyentarla pero estamos a plena luz del día y no tenemos ninguna antorcha encendida. En parte me alegro que el sol brille en lo alto ya que de noche es posible que no lográramos auxiliar a nuestros compañeros.

- Tiradle piedras y lo que tengáis a mano...mantened alejada la araña de ellos...

Pese a mi creciente debilidad, me agarro a la cuerda que Eadar me tiende lo mejor que puedo, enrollándola también a mi cintura, pues la distancia era larga.

-¡Estoy sujeto, Eadar! -dije, y miré a la terrible araña que atacaba a mis amigos, y en cómo se defendían. No sabía si la distancia influiría, pero una vez lejos de ser una preocupación más para mis amigos, intentaría un hechizo con ella, podría ayudar..

Escucho las palabras de Lorgan:

-¡Agárrate lo mejor que puedas!. Digo siendo consciente de que se encuentra herido.

-¡Vamos chicos, tirad! ¡Hay que sacarlo de allí! Mientras tiraba con todas mis fuerzas. ¡Tiraaaaad!