Partida Rol por web

Ataques van y vienen, la bestia comienza a pensar dos veces el abalanzarse sobre nosotros. Reparo en que comienzan a subir a Lorgan, lo que nos permitirá movernos con mayor fluidez al atacar al animal y estaremos más tranquilos sabiendo que estará a salvo.

Comienzo a moverme, mirando por sobre el escudo a la araña. En mi mano derecha, la maza comienza a moverme... trato de medir la distancia, de lograr darle al animal con tal de aumentar sus heridas... tal vez una sola herida no sirva para matarle, pero varias si harán el trabajo.

Lanzo el ataque...

20 Eadar: Comienzan a hizar a Lorgan, saldrá en el siguiente turno

20 Ragnir [28 de 42]: ataca de nuevo con látigo 60 a la araña -> -2PV

15 Vandor: Apunta a la araña

15 Prisionero: Ayuda a Eadar con la cuerda

15 Araña [-9 de 50 -1xAs]: Ataca a Ragnir -> 6T -> -3PV 

10 Lorgan [4 de 40 -1xAs y -5 act]: Se amarra y sube

10 Hallatan: Dispara a araña -> 16 B -3 PV

10 Halmir: Dispara a araña -> -7

5 Ted: Apunta de nuevo

5 Berengond [71 de 80]: Remata

0 Selnoi: 

-5 Angainor: 

Eadar y el prisionero comienzan a izar a Lorgan, aunque el ascenso es lento y el humano aún está al alcance de la araña, esta aún dispone de fuerzas suficientes como para herir ligeramente en el hombro a Ragnir, después de que este le soltara otro latigazo.

Pero fue entonces cuando una lluvia de flechas cayó sobre ella acribillándola, Hallatan, Halmir y Selnoi hacen blanco en ella, en diversas partes del cuerpo y dejándola fulminada.

La batalla ha concluido.

- Rápido, Traedme a Lorgan – Proclama Vandor, era animista y sabíais que ejercía de médico en el Dama Gilwen, sin duda que con él estaría en las mejores manos

Guardo la flecha en el carcaj y me acerco a comprobar que la araña está realmente muerta. No quiero sustos.

- Angainor remátala por si acaso... - le digo desde arriba a mi amigo el enano

Luego me acerco a ver a Lorgan y el estado de la mordedura de la araña. Esperemos que sólo sea un rasguño aunque tengo entendido que las arañas son venenosas por lo menos las que son tan grandes.

Cada movimiento era una pequeña tortura, menos mal que no tuve problemas para ser izado. Cuando quise darme cuenta, la araña estaba ya abatida por mis bravos compañeros.

-¡Aaahhh..!-dije, cuando me llevaron junto a Vandor, para intentar ser curado-.. Maldito bicho.. ¡Gracias a todos por ayudarme! Espero estar pronto restablecido, y quemaré lo que haya quedado de la araña cuando estemos de vuelta con la dama..

Terminamos de subir a Lorgan no sin esfuerzo. Los compañeros han estado rápidos y han abatido a la criatura en cuestión de segundos.

Lorgan llega hasta la parte alta del agujero y entre el pirata y yo lo sacamos fuera. Poco a poco vamos sacando al resto de compañeros de allí. Lorgan está herido, pero seguro que Vandor podrá conseguir que mejore.

Me acerco a la bestia que ahora está en el suelo. Apenas escucho las palabras de Ted que me llegan y no dudo un segundo para dar con la maza en el rostro de la araña... como bien dijo mi compañero, lo mejor es asegurarse.

Suspiro un momento y me acerco de a poco a la soga por donde van subiendo los demás.

"- Vamos subiendo nosotros -le digo a los que están aún conmigo en el pozo-. Uno a uno y sin prisa... el peligro ha pasado, aunque no sé cuanto más faltará para el anochecer- agrego".

Vandor se afanó en atender a Lorgan, primero deteniendo su hemorragia, luego sacó unas hierbas que portaba en el zurrón y las posó sobre la herida, el animista canturreó unas palabras, una especie de oración, las hierbas brillaron y desaparecieron,

Ahora la herida del muslo mostraba un aspecto mucho mejor, se notaba la cicatriz, pero como si tuviese ya al menos una semana y no unos minutos, Lorgan pudo comprobar que se encontraba casi perfectamente.

Por lo demás, todo ayudaron a subir a los restantes compañeros que habían caído en el foso, y el prisionero se ganó una palmadita en la espalda por parte de Hallatan, por su colaboración activa aún sin armas.

Se había perdido una media hora y es que todo había pasado muy rápido, quizás aún habría algo de luz cuando llegarais a destino.

Me acerco a Lorgan y le comento:

- Has tenido suerte amigo, no siempre tienes un enano con una maza al lado y unos cuantos amigos alrededor...

Acompaño mis palabras con una gran sonrisa entre felicidad y alivio. Aunque hemos perdido tiempo, no hemos perdido a un compañero que es lo más importante.

Busco una rama de árbol para que le sirva de bastón a Lorgan por si lo necesita. Cuando la encuentro se la paso y le digo:

- Aunque no la necesites durante mucho tiempo te ayudará a no pisar apoyar tu peso sobre la pierna herida...así cuando llegues estarás recuperado.

Ayudamos a que todos salgan y escucho las palabras de Ted. Sonrío a Lorgan:

-Ha sido una suerte contar con Vandor, no nos habría gustado perderte tan pronto. 

Al igual que Hallatan también felicito al pirata, me ha ayudado con presteza a subir a la gente:

-Parece que no eres mal chico, sólo que has escogido malas compañías. Digo poniéndole una mano en el hombro. Buen trabajo.

Ni bien termino de subir, comienzo a agarrarme como puedo de la tierra para impulsarme. Si algo puedo asegurar es que un cuerpo fornido es un buen compañero, pero no cuando uno intenta escalar con brazos y piernas algo cortos. Y es así como esa situación, además de no haber podido acertar a la bestia, termina por fruncir aun más mi ceño.

"- Mmm... un enano con maza, si... pero que acierta un blanco una vez muerto- contesto con cierto desdén mientras, por lo bajo, maldigo entrecruzando palabras en mi materna lengua".

Doy unos pasos y comienzo a sacudir mis ropas para sacar un poco el polvo que me envuelve.

"- Es bueno verte recuperado, humano... -digo a Lorgan, girándome y caminando un poco hacia la zona donde se encuentra el escondite de los piratas". Una sonrisa se dibuja levemente en mi tupido rostro... "un buen hombre, un buen compañero, me alegra que se encuentre a salvo", cavilo, guardando, orgullo mediante, las palabras para mí.

Pronto estamos todos a salvo del fatídico agujero de nuevo en la superficie. Gracias a las atenciones de Vandor, poco a poco me voy recuperando.

-Gracias a todos, amigos, por haberme salvado. Espero que no tengamos más encuentros como éste.. ¡Y si los tenemos, estar yo en modo de afrontarlos!

Intentaba ponerme en pie mientras hablaba. Ted me ofrece amablemente un improvisado bastón, que tomo con una agradecida sonrisa.

-Me va a ser útil, Ted, no lo dudes. Bien como bastón, o para probarlo en la cara de algún pirata, jaja.. Gracias, amigo.

Pruebo a caminar con él, y me alivia bastante el no cargar el peso total sobre la pierna.

-Por mí creo que podemos seguir avanzando, la noche cae presta, y aún hemos de llegar..

Después de otra hora de camino, abandonáis el camino principal y tomáis una pequeña senda en dirección oeste ya, hacía los acantilados de la costa. 

Pasada otra media hora, aún hay bastante luz, aunque la puesta de sol se está produciendo en estos momentos, entonces Ted...

Después de otra hora de camino, abandonáis el camino principal y tomáis una pequeña senda en dirección oeste ya, hacía los acantilados de la costa.

Pasa otra media hora cuando escuchas los cascos de unos caballos que se acercan, están relativamente cerca, los ves acercarse en vuestra dirección, lo que no puedes saber es si ya os han visto o no. Aún hay suficiente luz, aunque la puesta de sol se está produciendo en estos momentos.

Saco una flecha de carcaj y la pongo en la cuerda del arco. Miro a mis compañeros y les hago un aspaviento para que se escondan rápidamente.

Es posible que esos caballeros no nos hayan visto pero si no es así tendremos que luchar y ante un jinete montado la dificultad es mucho mayor. Imploro a los dioses que no nos hayan visto...

Luego les señalo la dirección de dónde vienen los caballeros y su número con los dedos para que se preparen.

Ted nos avisa de la presencia de guardas, o centinelas.. No da mucho tiempo de percibir qué es lo que pasa, aunque mi compañero nos da a entender su número y su procedencia con señas.

Siempre me hallo presto al combate, la urgencia de la vida errante hizo que esa costumbre se volviese rutina. Ya acostumbraba a dormir sujeto a mi espada, por lo que pudiese pasar, así que no me pilla de sorpresa la noticia de piratas. Más me extrañaría si no los hubiese..

Contengo mi respiración, atento a lo que pudiese pasar. Ojalá no nos hubiesen visto. Si así fue, lo pagarían con su vida.

Miro a Ted ante su señal y busco un lugar dónde esconderme. Las rocas de loa alrededores no son mala ubicación. Me muevo rápido y me oculto detras de una de ellas mientras una flecha se instala en la cuerda de mi arco, tensa y lista para surcar el aire de ser necesario.

Agudizo la vista e intento identificar aquellos que se acercan.

Las señas de Ted nos ponen sobre aviso y sin vacilar me muevo un poco para esconderme. Inicialmente no sé que sucede, pero es el instinto el que actúa, el saber un mensaje, por ínfimo que sea, significan problemas a la vista.

Observo a mi compañero esperando nos ponga sobre aviso, nos aclare qué sucede, y es así que al instante le veo señalar con destino en la lejanía.

Me percate instantáneamente de que tenemos compañía y no puedo más que preparar mis armas y acogerme a lo que pudiese suceder.