Partida Rol por web

La gran mayoría de los integrantes de la expedición descendieron con mayor o menor soltura a través de la rampa hasta el final de la misma, a las puertas del siguiente de los edificios, pero Miguel que iba cargado con casi todo el equipo resbaló y cayó rodando como una croqueta rampa abajo, además los fardos que llevaba a la espalda no se le soltaron sino que fueron aplastándolo en la caída, de manera que cuando llegó abajo, quedo tendido boca abajo.

Mejor suerte tuvo Vincent, el cual a medio descenso enganchó su pie izquierdo en una oquedad de la roca y tropezó, cayendo de costado y rodando varios metros hasta que se frenó y pudo incorporarse pesadamente totalmente dolorido y hacer el resto del descenso lentamente.

El Indio en su caída apunto había estado de arrastrar con él a Stuart y cayó a pocos pasos de donde Morgan se encontraba ya, el profesor se agachó para comprobar el estado del indio, quien en seguida se movió y se incorporó lentamente, el profesor negó con la cabeza y dijo

- Me alegro de que estés bien Miguel, quédate aquí con el equipo y descansa. Volveremos a por ti en seguida* - dijo en español y luego se giró hacia vosotros para explicaros -acabo de decirle que nos espere aquí, no tiene nada roto- apenas si le había examinado, pero al parecer tenía razón pues Miguel se levantaba de una pieza.

- ¡ El indio casi me tira! - decía aún con el susto dibujado en la cara - y esta ciudad me da muy mala espina, yo me espero aquí con él si no os importa.

- Pues sí que nos importa, esto puede ser peligroso y debemos ir todos juntos- o lo que podía traducirse como: del Indio podemos prescindir pero de ti no...

Gordon se quedó mirando el edificio tripartito que se levantaba frente a vosotros y entró en su interior en la primera de las tres cámaras.

-Joder aquí todo el mundo se quiere quedar atrás... -Susurró en un tono apenas audible mientras seguía los pasos del señor Lockly. A los alrededores del grupo se sucedían diseminados diferentes prendas y partes del equipo. La visión del desafortunado percance del indio hizo que el periodista agradeciera no despegarse en ningún momento de la cámara.

Cansado por las permanentes discusiones en el grupo continúo mi camino  hacia el siguiente edificio. Mi curiosidad por investigar los secretos de la extraña ciudad era enorme y me empujaba a seguir caminando y explorando los extraños edificios.

La mirada del viejo Bucks cayó directa sobre Stuart Devlin. Caminó hacia él rápidamente, todo lo rápido que le permitía su cojera, y le ofreció la mano al indio para levantarse.

—Todo el mundo andando, sólo se quedan atrás los cadaveres —dijo fulminando con la mirada a Devlin.

Las palabras de Bucks hicieron mella y Stuart se lo pensó mejor y tras echar una mirada de pena al indio corrió hasta vosotros que ya os internábais en el edificio.

La primera de las cámaras que hace las veces de cámara principal por ser la de mayor tamaño, contiene un conjunto de bajorrelieves pintados que representan seres humanos y criaturas humanoides que no sóis capaces de identificar, reunidos en ceremonias de adoración hacia nada en concreto.

La siguiente cámara representa un conjunto de criaturas enormes con tentáculos izando bloques de piedra, mientras que artesanos humanos los esculpen y les dan forma*, justo encima de todas estas representaciones de la segunda cámara, el artista ha dibujado un par de ojos flotantes que parecen vigilar la construcción, como si el mismísimo Dios estuviera vigilante.

En la última y más pequeña de las cámaras aparece una ciudad representada vieja y en desuso casi idéntica que a la Bendal-Dolum que os habéis encontrado, hay un gran agujero del que sale una horrenda criatura con tentáculos. Además hay representada una gran luna con forma de calavera.

En una de las esquinas de esta tercera cámara, hay un esqueleto en el suelo...

Roger no paraba de examinar las esculturas y pictogramas. Había sacado un pequeño pincel de su mochila y limpiaba con cuidado las oquedades de las figuras para intentar encontrar defectos, como si de un tasador se tratase.

Un instante después recordó el libro pero no recordaba haber leído nada similar en él. Se golpeó un par de veces la cabeza tratando de recordar algo que le ayudara a identificar la cultura que había traído esas figuras.

-¿Esto se parece bastante a lo que vimos antes no? - Convino el periodista mientras se llevaba la cámara a la línea de sus ojos.

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Tras mirar a su alrededor avistó la calavera lo que le hizo sobrecogerse. -¿No será otro de la expedición?- Preguntó mientras trataba de negarlo

Según voy paseando por las distintas cámaras voy intentando entender el significado de las extrañas representaciones. Evidentemente se trata de seres mitológicos, representaciones de la concepción del universo de los pobladores de esta ciudad. Esto unido a la extraña arquitectura podría indicarnos cómo eran, que pensaban y en qué creían esas gentes. Voy pensando mientras observo los bajorrelieves, pero el simple hecho de repetirse esta frase en mi cabeza hace me plantee por un segundo si realmente se trata de metáforas y símbolos.

Visto el lugar donde estamos la ciudad representada en la última sala no sorprende ya mis ojos, pero no puedo evitar un escalofrío al ver la horripilante figura que sale de un agujero. Por fin mi atención se centra en el esqueleto y me acerco a examinarlo tratando de identificar de que raza proviene, cuánto tiempo lleva allí y toda la información que me revele su estado, color, tamaño, etc.

La ciudad en construcción no es otra que la propia Bendal-Dolum, a juzgar por los grabados de las cámaras, este edificio está representando la HISTORIA DE BENDAL-DOLUM: Pasado, presente y futuro (presente para vosotros).

El esqueleto es moderno, pues aún se conservan las ropas. Registrándolo descubres que no es otro que Anthony Baldwin, el compañero de Williamson, el hombre que partió con él. Junto a sus restos hay trozos de una linterna y papeles mohosos, que al analizarlos descubres que son copias de los grabados de las paredes. Examinando el esqueleto con más detenimiento, descubres un agujero de bala en una de las costillas y más agujeros junto al suelo, cerca del cuerpo. Le han acribillado a balazos, balas de gran tamaño.

- Parece que se trata del Sr. Baldwin. El compañero de expedición de Williamson. Observen los orificios. Balas de gran calibre.

Digo sin poder evitar lanzar una mirada desconfiada a Lockly, no porque piense que ha sido él el asesino, pero supongo que será la munición que se usa en los safaris.

- Parece que este hombre también murió mientras calcaba los grabados de las paredes.

Al principio no me sorprendió ver que había papeles con copias de los dibujos pero tanto interés en copiarlos empieza a despertar mi desconfianza por la razón que motivó este actitud.

Miró a Gordon desconfiado, casi enfadado con él.

—Señor Lockly, ¿conocía a este hombre? —preguntó.

Sin esperar respuesta extendió el papel que había calcado de la pared y se lo mostró a Morgan.

—¿Reconocerá usted esto, verdad?