Partida Rol por web

Se queda pensando unos segundos

- No estoy del todo seguro, para ser francos, pero sí me suena que uno de ellos llevara un diente de oro. ¿ Por qué lo pregunta exactamente señor Bucks?

Estaba extrañado ante la pregunta. Había estado desde que salísteis de la pirámide tomando notas como un auténtico poseso, pareciera como si quisiera hacer como Matt, plasmar todo cuanto veía.

Me siento confundido por los descubrimientos. La euforia del hallazgo de la pirámide queda eclipsada por el descubrimiento de indicios de un funesto final de la expedición anterior. Camino nervioso, trazando círculos,  por la depresión. Mi mente salta de extraño pozo, al lago conectado con las plantas superiores de la construcción. De los extraños grabados de serpientes y hombres a mural de la ciudad. Del cortaplumas a la calavera con diente de oro.

Procuro respirar profundo y tranquilizarme un poco. Me siento en unos peldaños y medito sobre el grabado de la ciudad y lo intento relacionar con la pirámide que encontramos en el campamento junto al río, las piedras amontonadas y esta construcción. ¿Que dirección hemos seguido? 

Escucha atentamente la narración de los hechos y descubrimientos. Intrigado personalmente sobre el tema del diente de oro, perteneciente a unos cadaveres. Le gustaría ver la zona en cuestión, pero veia que la gente ya estaba preparando la partida en cuestión.

-Disculpen, ¿podrían decirme mas sobre los cuerpos que han encontrado?

- No había cuerpo alguno señor Strange, sino cráneos humanos - dice mientras sigue tomando notas, al cabo de un poco sigue hablando -Deberíamos seguir la dirección que indica la cámara, ¡ Estoy seguro de que esa ciudad existe y de que Williamson y los suyos iban tras ella! ¿ Se imaginan? si en esta ciudad en la que estamos que ya es una maravilla arqueológica se hace referencia a la otra como la más grande... ¿Pueden hacerse una idea de lo que tenemos entre manos?

- A mí las piedras me dan igual, pero si la Universidad encuentra algo grande... imagino que la gratificación será acorde a lo que encontremos ¿No?

- No sé si sería prudente seguir caminando, nos quedan pocas latas de comida y no llevo muchas medicinas que digamos... además ya han visto lo que les pasó a esos en aquella pirámide... a mí no me han contratado para dejarme la vida en esta selva inmunda.

- Franklin, usted vino voluntario como todos. Si no quería asumir riesgos no haber venido, hay cientos de medicuchos... además, yo no pondría mi vida en sus manos jaja ¡ Lo tengo clarísimo! Venga seguro que será emocionante: Indígenas, culturas misteriosas, quién sabe qué tesoros...

El Indio en cambio se mostraba nervioso y asustado, no decía nada pero se le veía a la legua que no el hacía la menor gracia. Además empezásteis a albergar la sospecha de que éste se iba a ir en cualquier momento...

Escucha las reacciones a la prpuesta de Morgan, algunas muy tipicas, sobre todo la de Gordon. La que le inquietaba era la del joven estudiante, una cosa es la tipica avventura que todo desea vivir en esas edades, pero tanto entusiasmo le tenia con la mosca detras de la oreja.

Me levanto de los peldaños con energías renovadas y con la clara convicción de cual debía ser nuestro rumbo.

- Claro que deberíamos continuar. No hemos llegado hasta aquí para darnos la vuelta ¿Verdad? Que yo sepa todavía no hemos completado ninguno de los 2 objetivos: ni estamos el Bendal-Dolum ni sabemos que le ha pasado a la anterior expedición.

-Ehmmm sí sabemos, nos estamos encontrando sus cadáveres por todo el camino, de una manera u otra su final ha sido el mismo. -Interrumpió tímidamente Matt. -Investiguemos, pero no a costa de nuestras vidas.

- Entiendo su preocupación señor Ford, nadie quiere perder la vida como es lógico. Pero tenemos al señor Lockly que es un excelente tirador, él solito podría acabar con una banda de esos... salvajes. Además el señor Strange también sabe manejar un arma llegado el caso. Haremos guardias todas las noches y avanzaremos con cautela, siempre alerta. De esa manera no seremos sorprendidos, pero esto es demasiado grande como para dejarlo escapar.

Roger torció el gesto. Cada respuesta de Morgan y cada palabra del mismo le hacía desconfiar más de él pero tenía razón en una cosa y es que lo que había detrás de todo eso podía ser algo realmente suculento. El viejo se encogió de hombros y miró fijamente a Jeremy.

—Eh —titubeó—, uno de los cráneos de ahí arriba tenía un diente dorado así que es fácil suponer que ese cadáver pertenecía a un miembro de la expedición, y me costaría creer que sólo ese.

Todavía señalaba a la cámara alta donde habían visto los cráneos.

—¿La otra expedición no tenía nadie que les defendiera? ¡Me cuesta creerlo señor Morgan! —ironizó—. No quiero decir que vaya a quedarme aquí. ¡Jamás le dejaría toda la gloria! Pero tendremos que andarnos con más ojos que dos cada uno.

Dicho eso miró al resto de la expedición. Especialmente reposó la mirada en el extraño Lockly: más que quitar preocupaciones ese hombre le daba alguna más. No iba a confiarle la vida; en absoluto.

- Pues... aunque no lo crea la verdad es que no. Iba Williamson y un grupo de estudiantes, como si de una excursión a los Apalaches se tratara. Luego pasa lo que pasa, Williamson es un impruedente y lo ha sido siempre, es posible que leyera algo de Bendal-Dolum y se lanzara de cabeza sin ton ni son a buscar la ciudad-Morgan estaba convencido de que era la ciudad lo que buscaba la anterior expedición, pero se mostraba intranquilo con la idea de que Williamson hubiera encontrado alguna referencia en algún libro sobre la ciudad y a él se le hubiera escapado y no tuviera conocimiento de la ciudad hasta ahora.

Sonrie ante la reacción del profesor, él tambien dudaba que nadie defendierá ese grupo, pero la respuesta de Morgan, hace que tuerza el ceño. No se lo creía, por muy estudiantes que fueran, alguien habría mandado la universidad como protección. Algo ocultaba, cada vez era mas raro, pero este grupo ocultaba algo y tenia ganas de saber que.

-Señores, si desean partir en busca de su ciudad perdida, será mejor ponerse en marcha. Es mediodia, y si eso esta apartado, mejor ponerse en camino.

Lugo gira su vista al frente, y revisa su arma.

-Y si, sr. Morgan, se disparar y lo haré contra cualquiera que ponga a mis protegidos  en peligro..y digo cualquiera.

Evalúo en silencio la conversación observando con preocupación el ambiente de tensión que se va acrecentando a cada momento. La verdad es que Morgan no me cae bien, pero la animadversión que despierta en Strange y Bucks está fuera de mi entendimiento.

Las últimas palabras de Vincent y el velado tono de amenaza que tenían hace que me decida a intervenir para intentar desviar el tema.

- Si, será mejor que nos pongamos en marcha.

Digo, pero luego miro al pozo y a su cobertura y me pregunto si no sería quizás útil echar un vistazo al interior, aunque lo más probable es que no se trate más que de una charca inmunda donde tardaríamos meses en encontrar algo de valor.

El grupo reemprende la marcha siguiendo dirección sudoeste, tal y cómo indicaba el grabado de la ciudad. Sorprendentemente, a los pocos kilómetros os encontráis con una pequeña pirámide (de unos 90cm de altura) con la imagen de la ciudad grabada en su cara dorsal.

Os encontráis con tres pirámides más antes de que oscurezca, todas las pirámides son exactamente iguales y están a la misma distancia (7,5km las unas de las otras), es asombrosa la precisión con la que están colocadas, siguiendo las pirámides en dirección perperndicular al grabado, es imposible perderse.

Por si esto no fuera poco, las pirámides no muestran signos del paso del tiempo, ni están desgastadas ni cubiertas de vegetación, ni tan siquiera están sucias, como si las hubieran colocado el día anterior...

Justo antes de que anochezca, muy cerca de la frontera con Guatemala ya... al atravesar una zona de matorrales especialmente densa, os tropezáis con otra pirámide, cubierta de una espesa capa de vegetación. Se trata de una pirámide mediana - mucho más pequeña que la de Kalkamal - de unos cuatro o cinco metros de altura y de una sola cámara a juzgar por las dimensiones.

Está en un estado pésimo de conservación y apenas se ve nada.

La inevitable precisión con que estaban colocadas las pirámides aumentaba cada vez más la curiosidad de Roger. Durante unos instantes permaneció junto a la base de la pirámide observando la particularidad de ésta con respecto a las otras.

Un instante después se puso a caminar a su alrededor, buscando algún rastro que revelara el emplazamiento de un campamento.

—Si ese Williamson ha llegado hasta aquí, con toda seguridad podemos encontrar los restos de su campamento. ¡Premio para el que lo encuentre! —bromeó.